Este documento proporciona consejos para el diseño de accesorios y modificaciones para autos tuning, destacando la importancia de estudiar los rasgos del auto original y del modelo de inspiración para lograr adaptaciones armoniosas. También recomienda evitar modificar partes estructurales y considerar la altura del auto respecto al suelo para prevenir daños.
1. Esta nota pretende simplemente transmitir algunos criterios aplicados en diseño de
productos, que bien pueden ser volcados para el diseño de accesorios y modificaciones
para autos tuning. Si bien la personalización está sujeta al gusto de cada persona (que no
puede criticarse), algunas pautas ayudarán a que ese gusto se canalice correctamente y
se logre un diseño tan personal como “armónico”.
Uno de los ejemplos más frecuentes es la adopción de un rasgo o elemento de diseño
que nos gusta para nuestro propio auto. Las adaptaciones son posibles, pero mantener la
independencia de cada parte logrando que se hermanen con gracia suele parecer
imposible y no lo es.
Un factor fundamental a tener en cuenta es cómo lograr adaptar algo ajeno a nuestro
auto. Una buena alternativa de solución consta de estudiar los rasgos de nuestro coche y
los del modelo que nos sirve de inspiración. Buscar puntos en común suele ayudar.
¿Qué puede tener en común un Corvette con un Volkswagen? A simple vista
absolutamente nada, pero con el ojo crítico podemos ver entre líneas... Por ejemplo, si
nos gustan los respiraderos tipo branquias de un deportivo, podemos comenzar por
estudiar las características de la superficie sobre la que se encuentran, la posición en el
auto, la relación de aspecto y proporción entre esas “branquias” y otros detalles, etc.
Este proceso minucioso permite importar detalles estéticos logrando correctas
adaptaciones, y no espantosas sumatorias de elementos desconectados entre sí. Un
buen ejemplo se da en los pequeños autos con capó de fibra de vidrio imitando las formas
de las salidas de aire del Ferrari 50. Si la adaptación de esos canales de aire se adaptan
2. al tamaño del coche a modificar y a sus radios de curvaturas, entonces puede obtenerse
un resultado vistoso y correcto.
Resulta curioso como suele no aprovecharse los mejores detalles del auto a modificar. Es
común ver alerones anclados en superficies inconvenientes y tomas de aire en lugares
poco apropiadas, que demandan reformas más profundas, mayor gasto de dinero y
peores resultados.
Más para tener en cuenta: la altura del auto con respecto al suelo. Cuanto más bajo el
coche mejor luce, pero mayores serán sus chances de romper esos inmensos faldones de
fibra de vidrio en cunetas pronunciadas o incluso en accesos irregulares. Una buena
solución consiste en considerar la posibilidad de acortar la parte inferior de los voladizos
tanto como se pueda. Un auto sin raspones o fisuras lucirá siempre mejor.
Un sano consejo es SIEMPRE intentar evitar modificar o sustituir partes que cumplan con
una función estructural en el auto. Por ejemplo, puertas con refuerzos a la altura del
conductor, paneles curvos que absorban energía en impactos o parantes de rigidez del
habitáculo.
Otra idea es contratar a un dibujante para que realice algunos bocetos de las alternativas
de rediseño. Así tendremos una idea un poco más tangible del proyecto a ejecutar, que
siempre será mejor que una idea que nunca vimos.