El documento habla sobre la Estrella de Belén como un posible fenómeno astronómico. Examina varias hipótesis sobre qué podría haber sido, como un cometa, una supernova o un planeta. Sin embargo, concluye que todavía no hay unanimidad sobre la naturaleza real de la estrella y que sólo son hipótesis.
2. La estrella de Belén
como fenómeno
astronómico
Es indiscutible que uno de los elementos que no pasa
desapercibido en cualquier decoración navideña es la
Estrella de Belén. Con la ayuda de los ordenadores, los
avances en traducciones de lenguas orientales y los
nuevos hallazgos arqueológicos, hoy en día tenemos la
posibilidad de investigar, desde el punto de vista
astronómico, qué pudo ser realmente esta estrella. Las
conclusiones obtenidas andan aún por el terreno de las
hipótesis pero permiten descartar algunos sucesos
astronómicos que se relacionaban (y aún se relacionan
erróneamente) con la Estrella de Belén.
3. Estrellas anunciadoras
Desde el principio de los tiempos
los hombres de todas las culturas
han encontrado en el cielo la
ayuda para poder saber cuándo
plantar o recoger las cosechas y
también han interpretado
distintos acontecimientos
astronómicos
(cometas, novas, eclipses...) como
símbolos de acontecimientos
desastrosos, malos tiempos por
llegar o como presagio de algo
grande que estuviese a punto de
suceder.
4. Por otra parte también las religiones han relacionado sus
divinidades con estrellas o planetas. En el antiguo Egipto las
crecidas del Nilo y el renacimiento anual de Osiris venían
anunciadas por el orto helíaco de la estrella Sirio (primera aparición
anual de la estrella en el cielo). Las culturas centroamericanas
consideraban al planeta Venus como la metamorfosis del dios
Quetzalcóalt, de éste modo cada vez que reaparecía el planeta se
celebraban grandes ceremonias en el famoso templo azteca de
Tenochtitlán. El mismo Buda nació también bajo la luz fulgurante
de alguna estrella, al igual que Krisna. Incluso existen leyendas
romanas que hablan de la aparición de una estrella al nacer el
emperador romano Julio César y la de un cometa al morir éste.
5. ¿un cometa?
La adaptación del cometa como
símbolo de la estrella de Belén es
un hecho procedente de la Edad
Media y claramente representado
en el cuadro La Adoración de los
Reyes Magos pintado por el
italiano Giotto di Bondone sobre
el año 1304. Giotto pintó su
quot;estrella de Belénquot; en el cuadro,
probablemente por la sorpresa
que le habría producido la
aparición en 1301 del cometa que
hoy conocemos con el nombre de
Halley.
6. ¿un súper nova? ¿un
planeta?
¿Qué fue pues la Estrella de
Belén?
Es indudable que aún no hay nada claro acerca de la naturaleza de
la estrella de Belén. Distintos investigadores poseen distintas
hipótesis acerca de ella pero no hay aún unanimidad sobre el
fenómeno que guió a los Reyes Magos a Belén. Algunas hipótesis
son descartables casi de inmediato y otras tienen buen aspecto.
Cada uno puede quedarse con la que prefiera; mas con cierto
escepticismo porque, como hemos recalcado, no olvidemos que
sólo se tratan de hipótesis… si es que la Estrella realmente existió.
7.
8. En América durante la época
precolombina se desarrolló un
estudio astronómico bastante
extenso. Algunas observaciones
Mayas son bien
conocidas, como el eclipse
lunar del 15 de Febrero de
3379 a.C. Tenían su propio
calendario solar y conocían la
periodicidad de los eclipses.
Inscribieron en monumentos de
piedra fórmulas para predecir
eclipses solares y la salida
heliaca de Venus.
9. Antes que las religiones monoteístas se impusieran en el
Medio Oriente y luego en Europa, los dioses greco-
romanos mantenían una intensa actividad en el
cielo, cinco de ellos: Mercurio, Venus, Marte, Saturno y
Júpiter, (nombres romanos de los dioses griegos
Hermes, Afrodita, Ares, Cronos y Zeus respectivamente)
se manifestaban través de los planetas, desarrollando
parte de sus actividades en el cinturón de la Eclíptica.
10. Para nuestros antepasados, el cielo estaba al
alcance de la mano, como que los dioses vivían
en el Monte Olimpo, desde donde salían a
realizar sus divinas actividades. En aquella
época, las conjunciones, los quot;acercamientosquot;
aparentes de los planetas en el cielo eran sido
de gran trascendencia.
11. Los Incas daban mucha
importancia a las constelaciones y
estaban muy interesados en la
medición del tiempo para fines
agrícolas. Poseían sus propias
constelaciones entre las cuales, se
destacan la Cruz del Sur y el
Centauro. Para ellos las vía láctea
era oscurecida por sacos de
carbón. La Astronomía jugó un
papel muy importante para la
construcción de sus ciudades.
El calendario consistía en un año
solar de 365 días, repartidos en 12
meses de 30 días y con 5 días
intercalados. Se sabe que el
calendario era determinado
observando al sol y a la luna. Para
fijar las fechas exactas del año y
meses, Pachacútec dispuso la
edificación de 12 torres o pilares
localizados al Este de la llacta del
Cusco, llamados sucangas.
12. Cuando estaba el Sol en Aries, surgen las religiones relacionadas con el sacrificio de
carneros (judaísmo, etc.). Cuando estaba el Sol en Tauro, surgen los mitos relacionados
con el toro (minotauro, Mitráis moho, Zoroastrismo, etc.). La era de Piscis
comienza, (coincidencialmente), con el nacimiento de Jesús y da origen a una religión
relacionada con el pez. El caminar sobre las aguas, el controlar la tormenta, el multiplicar
los panes y los peces, todo este simbolismo está relacionado. La próxima era es la de
Acuario, relacionada con los conceptos de amor y humanitarismo. Ya también se habla de
la gran inundación que se viene por la elevación de las aguas del mar y el calentamiento
del planeta, etc.
13. Al pasar de una cultura a otra,
las ideas se mezclan, y se
forma un sincretismo de
religiones: Isis, la diosa madre,
se convierte en Astarté y luego
en Afrodita, después en Venus,
y finalmente, en María la
madre de Jesús (deificada en la
cristiandad).
14. El Sol es Amón-Ra, y luego
Zeus-Júpiter, Sol Invictus, y
finalmente, Yahvé-Jesús.
La figura de la izquierda
muestra al emperador
Constantino, en la iglesia
Haggia Sophia de
Constantinopla, adorador
del Sol, con el halo
alrededor de su cabeza.
Esta imagen es luego
adoptada por la
cristiandad para simbolizar
los quot;santos
15. Objetos Volantes
Inteligentemente Guiados, En
Los Textos Bíblicos
Leemos en los textos bíblicos cómo el profeta Ezequiel nos narra su
encuentro con un vehículo volante, que se le acercó tanto -junto al río
Quebar, en la inmediaciones de Babilonia- que incluso vio a uno de sus
tripulantes, el cual le habló a él personalmente.
Esta visión que Ezequiel tuvo, y que está descrita con lujo de detalles en los
textos bíblicos, fue detenidamente analizada por el ingeniero de la agencia
espacial norteamericana -la NASA- Josef Blumrich, quién concluyó que lo
que vio el profeta fue efectivamente y sin ningún género de dudas una
nave volante. Tanto es así, que dicho ingeniero -director de la Oficina de
Construcción de Proyectos de la NASA-, rediseñó el aparato descrito por
Ezequiel y patentó algunos de sus elementos.
16. También en la Biblia, la destrucción de las ciudades de
Sodoma y Gomorra refleja con precisión los efectos de
una explosión atómica, anunciada a LOT por dos
emisarios que bajan de las alturas y comen alimentos en
casa de su anfitrión.
Finalmente, en muchos pasajes de los textos bíblicos -
comenzando por el libro del Éxodo- se describen con
detalle nubes inteligentemente guiadas. En el caso del
libro citado, una de estas nubes -luminosa de noche y en
forma de columna de humo de día- guía al pueblo de
Israel en su huída de Egipto. Esta nube indica el camino
a seguir, proporciona alimento, e incluso desciende
hasta el suelo para que sus tripulantes (en este caso el
mismo Yahvé) pueda dar órdenes verbales al caudillo de
los hijos de Israel, Moisés.
17. En la antigüedad, los objetos que veían que se movían
rápidamente eran siete: (es decir, los que se pueden
divisar a simple ojo)
Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
(De ahí salieron los nombres de los días de la
semana, las siete ramas del Menorah, el candelabro
judío, etc.) Esos objetos (los planetas, más el Sol y la
Luna) fueron deificados por todas las civilizaciones
antiguas:
egipcios, sumerios, Acadios, persa, Árabes, Griegos, etc.,
quizás por el temor de verlos moverse regularmente.
18. El concepto de cielo e infierno, así como el
concepto de resurrección, surge al notar el ciclo
de estos astros que aparecen y desaparecen por
ciertas épocas del año. El cielo es el firmamento,
encima de nuestras cabezas, y el infierno es el
firmamento debajo, oculto.
19. Con el tiempo, las ideas se
combinan y se hacen más
abstractas, y empiezan a
adoptar fechas y
costumbres, que incluyen los
elementos de la
naturaleza, al notar los
cambios de las estaciones.
[Solsticios, equinoccios, salid
a de una estrella, etc.
El dios más importante era el
Sol, por su tamaño y brillo.
De ahí salen las ideas de:
eterno, dador de
vida, luz, etc.
20. El fenómeno de la presesión de los
equinoccios hace ver al Sol en una
constelación distinta por la época del
equinoccio de primavera. La tierra
toma aproximadamente 25,800 años
en dar una rotación completa
alrededor de ese cono [parecido al
movimiento de un trompo alrededor
de su eje]. Así que el sol se ve como
2,000 años en una constelación [en
el equinoccio de primavera.
21. El calendario azteca, o piedra del
Sol, es el monolito más antiguo que se
conserva de la cultura prehispánica. Se
cree que fue esculpido alrededor del
año 1479. Se trata de un monolito
circular con cuatro círculos
concéntricos. En el centro se distingue
el rostro de Tonatiuh (Dios
Sol), adornado con Jade y sosteniendo
un cuchillo en la boca.
Los cuatro soles o eras anteriores, se
encuentran representados por figuras
de forma cuadrada que flanquean al
quinto sol, en el centro. El círculo
exterior está formado por 20 áreas que
representan los días de cada uno de los
18 meses que constaba el calendario
azteca.