El documento describe la estrecha relación entre la astronomía y las primeras religiones. Las civilizaciones antiguas observaban los cuerpos celestes y desarrollaron creencias religiosas basadas en ellos, deificando objetos como el Sol, la Luna y los planetas. La astronomía también fue importante para la construcción de calendarios y el desarrollo de la religión. Galileo amplió los límites del conocimiento al observar la Luna y los planetas con su telescopio.