Las vacaciones de verano traen consigo días soleados, brisas que huelen a melón y cielos llenos de cometas, globos y risas de niños. Los campos de trigo se vuelven dorados al atardecer mientras que los árboles de cítricos casi ya no pueden soportar la abundancia de sus frutos. Para los niños, las vacaciones de verano son sinónimo de alegría, sueños y emociones donde la vida está llena de dicha.