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ROBÓTICA
 PARA EL
 FUTURO
INTRODUCCIO
     N
El Proyecto Universidad Milenio de las Naciones Unidas
 examina la forma en la que los humanos y los Robots se
    relacionarán en el futuro. Uno de sus escenarios de
    análisis, nominalmente puesto en el año 3000, fue
  llamado "La ascensión y caída del Imperio Robot". En
  ese escenario, mirando hacia atrás hasta el día de hoy:
    Los Robots evolucionaron como los humanos y se
 volvieron filósofos, bufones, políticos, oradores, actores,
  maestros, acróbatas, artistas, poetas y pastores de los
   menos adeptos humanos. La sociedad tuvo un nuevo
 sistema de castas, y los humanos se convirtieron en una
raza tolerada y de alguna manera menospreciados por las
   máquinas que pudieron desplazarlos y mejorarlos en
    cualquier medida de fuerza, vitalidad, velocidad y
                        resistencia.
El argumento más importante hecho en la aplicación de
 la tecnología genética para mejorar el desempeño de los
  humanos mental y físicamente fue " nosotros tenemos
    que mantenernos a la par con los Robots". Con los
    recursos escaseando, la selección natural y artificial
comenzó a operar en una manera seria, distribuyendo los
  recursos disponibles entre aquellos entes que eran los
     más aptos para explotarlos, en su mayor parte, los
     Robots. ¿Cómo pudieron los humanos retomar el
  control? La respuesta fue usar la ingenuidad humana,
la creatividad, ocultismo, dedicación y distracción. Tomo
   algún tiempo, pero funcionó. Esto al final comenzó a
            estabilizar la población de Robots.
Muchos desechan tal escenario y lo tachan de optimista y muy
         orientado a la propaganda tecnológica. Hay muchos
  ejemplos de Robots desplazando humanos, y, las tecnologías
   integradas en el Robot Depredador y los Misiles Crucero de
    EEUU son ejemplos altamente sofisticados de inteligencia
             artificial utilizada para asesinar humanos.
 Muchos temen a las Armas de destrucción masiva basadas en
                      pequeños Robots ubicuos.
Aún sin una programación maliciosa, los Robots y los humanos
  simplemente no tienen la misma tolerancia o conocimientos,
conduciendo esto aaccidentes: En Jackson, (Michigan) el 21 de
    julio de 1984, un Robot aplastó a un trabajador contra una
        barra de protección en la que aparentemente fue la
   primera muerte relacionada con un Robot en los EEUU. En
        LongBets, un mercado de futuros, hay predicciones
 impresionantes que son una autodefensa en contra de que los
          Robots serán un elemento estándar en este siglo.
INVESTIGACIO
 N
En la década de los 50, el matemático John von
     Neumann trasladó esta idea al desarrollo de la
tecnología, pronosticando un momento de “singularidad
 esencial en la historia de la especie después del cual los
   asuntos humanos, tal y como los conocemos, ya no
   podrían continuar”, esto por el grado de avance que
                 alcanzaría la tecnología.

Recientemente el concepto ha cobrado nueva fuerza en
vista de algo que se avecina como un escenario cada vez
   más factible: el hecho de que haya dispositivos más
inteligentes que un ser humano, algo que, de entrada, se
        plantea como inevitable de aquí a 5 años.
Hasta ahora las fronteras entre el mundo digital y el analógico
  son claras, entre el mundo de las computadoras y el de los
actos humanos. Y si bien hay puentes de comunicación entre
ambos —aplicaciones como Siri para el iPhone, que convierte
 la voz (analógica) en una respuesta digital— el primer paso
         sigue siendo prerrogativa de un ser humano.

Otro ejemplo similar es el de LIDAR, el sistema que controla el
 automóvil de Google que se conduce solo, aunque igualmente
con un control mínimo por parte de una persona. Y si bien por
ahora no es viable que LIDAR se adapte a un dispositivo de las
    características de un iPhone, si este llegase a procesar la
  información que recibe por medio de su cámara fotográfica
     con la misma precisión que el sistema visual humano,
  entonces este smartphone podría conducir por sí mismo el
transporte, utilizando una tecnología similar a la que ya forma
 parte de nuestra vida cotidiana: la del reconocimiento facial y
        la del reconocimiento de placas de automóviles.
En este proceso de singularidad están
 involucradas dos fuerzas igualmente análogas a
las que producen el fenómeno en el universo: por
un lado el crecimiento exponencial y, por otro, la
            saturación crítica de data.

     La primera es clara en sus efectos: en la
existencia de desarrollos como Siri cuyo contexto
    presupone su perfeccionamiento y aun su
 superación —es decir, los mismos recursos que
hicieron posible el reconocimiento vocal pueden
 hacer posible el visual si el problema es solo un
  asunto de capacidades (de megabytes versus
                     gigabyte).
Por otro lado, la acumulación de información ha
     provocado que los dispositivos computacionales
adquieran habilidades inicialmente solo humanas. Fue el
   vasto acervo de sitios en Internet lo que permitió la
singularidad de lectura de las máquinas, y lo mismo para
 la voz y Siri y el desarrollo de la singularidad visual (en
vista de las 72 horas de video que se postean cada minuto
  en YouTube): en junio pasado, Google conectó 16 mil
  procesadores en una máquina gigante de aprendizaje
     neural, dejando que esta navegara libremente en
 YouTube, teniendo como resultado que la red aprendió
por sí misma a reconocer gatos. ¿Cómo fue esto posible?
   Casi de la misma manera en que un niño aprende a
 reconocer lo que observa con mayor frecuencia. En este
caso, como se sabe, Internet es esencialmente el imperio
   de los felinos domésticos. Lo sorprendente es que la
  computadora reconoció a estos animales de entre una
              lista de más de 20 mil elementos.
Igual de sorprendente es Da Vinci, un robot cirujano que
      asiste en las operaciones de bypass gástrico con
movimientos mucho más precisos que los que quizá será
capaz nunca un médico. Si tan solo pudiera ver, sin duda
  sería el mejor cirujano existente. Si a eso añadimos la
     habilidad del diagnóstico —ya desarrollada en el
  prototipo Watson, que de entrada está por encima del
45% de error que un médico humano tiene al dictaminar
 la enfermedad de un paciente— entonces la triada de la
   salud estaría completa, y quizá, en un futuro no muy
   distante, haya hospitales ocupados enteramente por
  seres robóticos cargados con un tipo especializado de
software (una versión en circuitos y partes móviles de un
             estudiante graduado en medicina).
Y si bien en este panorama se deben tener en cuenta otro
  tipo de circunstancias (en especial las sociopolíticas y
económicas: por lo regular la vanguardia tecnológica se
     encuentra también en el puñado de países que se
presentan como los de mayor desarrollo económico), sin
duda la posibilidad planteada por von Neumann y otros
 investigadores representa uno de los mayores desafíos
 para nuestra especie, la misma que en épocas pasadas
 generó discursos de orgullo y amor propio exacerbado.

¿Seremos desplazados por nuestras propias creaciones en
   la falsa supremacía de este mundo? ¿Terminarán las
     máquinas con el horizonte de posibilidades de los
                    asuntos humanos?
ROBOTS
 SEXUALES
DEL FUTURO
“para 2050 los robots sexuales se convertirán en los
        principales protagonistas del sexo”

   David Levy es uno de los gurus de la inteligencia
 artificial, profesor de la universidad de Maastrich y
  que vuelve al primer plano de la actualidad por un
  libro transgresor y provocador sobre el futuro que
nos espera a través de las aplicaciones prácticas de la
robótica. Un futuro que nos acerca a las predicciones
de la ciencia ficción y a los amoríos de películas tales
 como la de “Blade runner”, un futuro que ya parece
estar aquí a través de un libro que acaba de publicar
  Paidós sobre “Sexo y amor con robots” y en el que
   hace la predicción de que en unos cuarenta años
 estarán ya disponibles los primeros robots para uso
                          sexual.
Y yo estoy seguro de que será así y lo estoy porque la
 ciencia avanza en función del beneficio económico y
     no tanto de las necesidades más “elevadas” del
 pueblo llano. Es por eso que existe Internet -gracias
  a la pornografía y a los negocios- y no tanto por esa
 mística de la red global en la que algunos aun creen,
  aunque es cierto que gracias a la pornografía y a los
  negocios -aun militares- algunos podemos escribir
     blogs como este que no podríamos escribir en
  ningún otro lugar. Pero hay que despertar amigos y
    este post es un post-despertador, en él analizaré
      precisamente lo que dice Levy y lo que dicen
  también otros ingenuos que aun no han entendido
                  en qué mundo viven.
Vivimos en un mundo donde no existe eso que se ha
     llamado “igualdad de oportunidades” y me estoy
    refiriendo ahora a las oportunidades sexuales, esa
  actividad que tanto tiempo y energías consume en los
   humanos. Las reglas de acceso de un sexo a otro son
reglas no escritas, desdibujadas y ocultas en la trama de
    la sociabilidad, de la cultura y de las convenciones
      sociales. A ello hay que sumar las mentiras y la
    hipocresía que existe en los temas distributivos de
 hembras y hombres, las diferentes expectativas que los
  humanos tenemos del otro sexo y la ignorancia de las
reglas que debemos poner en marcha para negociar una
relación que nos satisfaga. Los feos y las feas, los bajitos,
los pobres, los “mala patas” y de carácter difícil lo tienen
muy complicado para agenciarse una pareja satisfactoria,
       como los enfermos, los viejos o los aburridos.
Un tema sobre el que el propio Marx hubo de
 pronunciarse cuando sus seguidores imaginaron el
 socialismo como un edén exclusivo para hombres:
  donde la libre accesibilidad a las mujeres sería su
premio en la tierra a su proselitismo. Marx -y cito de
 memoria- salió al paso en sus “Manuscritos” de esta
idea decepcionando a algunos sobre en qué consistía
  el socialismo e igualando a los que lo pensaban en
clave de repartición de hembras con la codicia de los
explotadores capitalistas. Marx no acabó de resolver
el gran tema del ser humano ¿Por qué él si y yo no? o
            ¿qué tiene ella que no tenga yo?
Las reglas sobre las que se basan los intercambios sexuales
son- para aquellos que aun lo sepan- estas dos: la belleza y el
    poder. Sin ninguna clase de belleza o poder está usted
condenado a pasar la mano por la pared, amigo/a. Y además
una contradicción: los hombres buscan el sexo anónimo y las
 mujeres el compromiso, una dificultad añadida para que el
socialismo en el que pensaban las mujeres se asemeje en algo
          el socialismo inventado por los hombres.

  Es por eso que han tenido tanto éxito las sexual dolls, las
    muñecas siliconadas e hinchables que dicen que están
haciendo furor en China tal y como comenté en este post. Pero
       todo mejora y ahora estas muñecas están siendo
    perfeccionadas para que tengan espacios de su cuerpo
 vibrátiles e incluso que tengan voz propia para comunicarse
    aun con jadeos u onomatopeyas con su dueño. Todo es
    cuestión de tiempo y llegará a construirse una de esas
 muñecas hechas al gusto de los hombres que competirán con
     las mujeres “verdaderas” al menos en prestaciones.
Es evidente que es una muñeca siliconada pero
la ingenieria está avanzando a pasos agigantados
   tal y como predecía la ley de Moore y es esta
  predicción la que sirve de pretexto al libro de
 Levy que asegura un futuro de robots de quita y
   pon diseñados para cultivar nuestros deseos
              sexuales más abyectos.

 El gran obstáculo que existe entre los humanos
    para una relación sexual satisfactoria es la
existencia de dos subjetividades bien distintas, la
del hombre y la de la mujer, que son difícilmente
  compatibles al menos en el largo plazo, es por
    eso que Levy prevee un gran futuro para la
    industria de la robótica con fines sexuales.
¿Se imaginan ustedes qué sucedería si pudieramos diseñar un robot
      con apariencia humana para nuestros escarceos sexuales?

El asunto que plantea Levy es que esos robots con apariencia humana
  serian tan parecidos a nosotros, los humanos de verdad que serian
  difícilmente reconocibles. La ingeniería robótica ya ha avanzado lo
      suficiente para saber que un robot necesita moverse para ser
 realmente inteligente, para tener una conciencia recursiva que es lo
 que diferencia al humano de una mascota. Mi perro tiene una mente
    pero no sabe que tiene un Yo independiente del mio, ni siquiera
    tiene una subjetividad, simplemente tiene instintos que llevan a
    repetir constantemente una serie de rutinas y a saber que soy yo
    quien le da de comer. Mi perro no me ama como un ser humano
   pero la palabra “amor” en un perro carece de sentido, tampoco es
     posible sustituirla por la palabra “interés” porque los perros no
 tienen intereses sino simplemente instintos y es su instinto gregario
    y territorial el que le lleva a reconocerme como macho alfa de su
 manada. Y me seguirá reconociendo como tal aunque lo maltrate, no
                       le de de comer o le abandone.
El problema de las mascotas es que aprenden
 muy poco y no son capaces de sentir lo que yo
    siento, ni de adelantarse a mis deseos, son
      bastante torpes en eso y sobre todo son
  incapaces de tener sentimientos o emociones
 parecidas a los de los humanos. Lo que plantea
 precisamente Levy es que los robots del futuro
  tendrán sentimientos y podrán diseñarse con
      emociones concretas según el gusto del
   consumidor, al tiempo que los robots serán
 capaces de “leer” la mente de sus dueños o sea
       que tendrán una “teoria de la mente“.
   Evidentemente no se tratará de emociones
genuinas, como sucede en los humanos, será un
“como si”, una simulación pero indistinguible de
    las emociones “verdaderas”que poseemos
                algunos de nosotros.
Lo que nos lleva a plantearnos qué es una emoción
         genuina y una emoción simulada.

  La verdad del asunto es que no lo sabemos, ¿es el
 cariño de una prostituta genuino o ficticio? En este
caso es muy fácil, pero ¿qué sucede en el resto de los
     supuestos humanos donde está en juego una
emoción? Si descontamos el amor de una madre por
  sus hijos -amor egoísta donde los haya- ¿podemos
 estar seguros de que el cariño que alguien nos tiene
       es verdadero lejos de ese supuesto de la
maternidad?, ¿existe algún supuesto que diluya esta
     duda? Y en cualquier caso ¿qué significa una
   emoción verdadera de una simulada? Pondré un
   ejemplo del corazón, ¿el amor de Carla Bruni por
      Nicolas Sarkozy es verdadero o simulado?
¿POR QUE
SER ROBOT?
Porque ser robot tendrá algunas ventajas morales sobre
el ser humano, para empezar y dado que no podrán tener
 emociones genuinas como nosotros, carecerán de libre
   albedrío. No podrán decidir salvo en aquello que les
hayamos enseñado a decidir, podrán por tanto mostrarse
enamorados si usted quiere un robot enamorado o como
    bailarines si lo que usted desea es un acompañante
  bailarín (el ideal de las mujeres). Sus emociones serán
   simulacros pero usted no podrá discriminar el amor
  verdadero del fingido de tan parecido que le resultará,
 además usted podrá acabar enamorado de uno de esos
  seres buenos, dóciles y sin subjetividad que terminará
por hacerles la vida más fácil, sencilla y feliz y si usted lo
   desea podrá programarlos para hablar de filosofia o
          incluso para discutir si esa es su pasión.
Dicho de otro modo, los robots serán con total
  seguridad una realidad en el tiempo en que los
 ingenieros descubran como implementarlos de
     los circuitos necesarios y de hecho es muy
probable que nos cambien la vida, ¿quién optará
 entonces por un humano? La ventaja metafísica
de relacionarse con un robot es que al carecer de
libertad el robot no podrá nunca ser ambivalente
 (amar y odiar al mismo tiempo a alguien), pero
 la libertad no debe confundirse con el concepto
      sistémico de “condiciones de libertad del
    sistema” que significa si el azar podrá o no
       contribuir a la conducta de la máquina.
 Podremos elegir el grado de incertidumbre que
   exigimos a nuestro robot pero él nunca será
                         libre.
No podrá odiarnos si no está programado para
ello pero podrá enfadarse si nos apetece tener en
casa una máquina parecida a lo que entendemos
               como “calor humano”.
 Ingenieros neerlandeses han conmocionado al
 mundo con la afirmación de que en pocos años
   las famosas prostitutas de Ámsterdam serán
            reemplazadas por robots.
Esta revolución tecnológica será posible gracias a
  la labor de los ingenieros que han creado una
  nueva generación de androides, hechos de un
         material resistente a las bacterias.
SEXO CON
BENEFICIOS EN
 LOS ROBOTS
Sexo más seguro, desaparición de la prostitución
   infantil, reducción de las enfermedades de
 transmisión sexual… todo son ventajas en ese
            terreno según impulsores.

Además, los autores de la idea aseguran que este
      tipo de prostitución resolverá muchos
 problemas. Por ejemplo, privará a los hombres
 del sentimiento de culpabilidad ante su pareja,
ya que “después de realizar un acto sexual con un
 robot probablemente no lo considerarán como
                     infidelidad”.
 Al principio, utilizar los servicios de un robot en
Ámsterdam será posible en clubes especiales que
   funcionarán bajo el sistema ‘todo incluido’.
No obstante, este tipo de ‘entretenimiento’ no
 estará al alcance de todos los bolsillos, ya que el
servicio costará alrededor de 7.500 de euros. Por
   este precio el cliente tendrá la posibilidad de
  elegir cualquier nacionalidad del androide con
   una inmensa variedad de sus características
                    morfológicas.
        A mediados de abril de este año los
investigadores Ian Yeoman y Michelle Mars de la
  Universidad de Wellington de Nueva Zelanda
  publicaron un informe, en el que afirman que
 “para el 2050 los robots sexuales se convertirán
    en los principales protagonistas del sexo”.
Un grupo dirigido por el científico japonés
Hiroshi Ishiguro, uno de los investigadores más
 exitosos de robots con apariencia humana, ha
     creado un nuevo modelo, denominado
  Geminoid-DK. Este robot es el ingenio más
  avanzado en este ámbito; en las fotos es casi
   imposible distinguir si se trata o no de un
  hombre, y hasta se mueve de un modo muy
 parecido a un ser humano. Los investigadores
sostienen, que ahora se ocupan de hacer que sus
      movimientos sean aún más naturales.
Robótica para el futuro
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Robótica para el futuro

  • 2.
  • 4. El Proyecto Universidad Milenio de las Naciones Unidas examina la forma en la que los humanos y los Robots se relacionarán en el futuro. Uno de sus escenarios de análisis, nominalmente puesto en el año 3000, fue llamado "La ascensión y caída del Imperio Robot". En ese escenario, mirando hacia atrás hasta el día de hoy: Los Robots evolucionaron como los humanos y se volvieron filósofos, bufones, políticos, oradores, actores, maestros, acróbatas, artistas, poetas y pastores de los menos adeptos humanos. La sociedad tuvo un nuevo sistema de castas, y los humanos se convirtieron en una raza tolerada y de alguna manera menospreciados por las máquinas que pudieron desplazarlos y mejorarlos en cualquier medida de fuerza, vitalidad, velocidad y resistencia.
  • 5. El argumento más importante hecho en la aplicación de la tecnología genética para mejorar el desempeño de los humanos mental y físicamente fue " nosotros tenemos que mantenernos a la par con los Robots". Con los recursos escaseando, la selección natural y artificial comenzó a operar en una manera seria, distribuyendo los recursos disponibles entre aquellos entes que eran los más aptos para explotarlos, en su mayor parte, los Robots. ¿Cómo pudieron los humanos retomar el control? La respuesta fue usar la ingenuidad humana, la creatividad, ocultismo, dedicación y distracción. Tomo algún tiempo, pero funcionó. Esto al final comenzó a estabilizar la población de Robots.
  • 6. Muchos desechan tal escenario y lo tachan de optimista y muy orientado a la propaganda tecnológica. Hay muchos ejemplos de Robots desplazando humanos, y, las tecnologías integradas en el Robot Depredador y los Misiles Crucero de EEUU son ejemplos altamente sofisticados de inteligencia artificial utilizada para asesinar humanos. Muchos temen a las Armas de destrucción masiva basadas en pequeños Robots ubicuos. Aún sin una programación maliciosa, los Robots y los humanos simplemente no tienen la misma tolerancia o conocimientos, conduciendo esto aaccidentes: En Jackson, (Michigan) el 21 de julio de 1984, un Robot aplastó a un trabajador contra una barra de protección en la que aparentemente fue la primera muerte relacionada con un Robot en los EEUU. En LongBets, un mercado de futuros, hay predicciones impresionantes que son una autodefensa en contra de que los Robots serán un elemento estándar en este siglo.
  • 7.
  • 9. En la década de los 50, el matemático John von Neumann trasladó esta idea al desarrollo de la tecnología, pronosticando un momento de “singularidad esencial en la historia de la especie después del cual los asuntos humanos, tal y como los conocemos, ya no podrían continuar”, esto por el grado de avance que alcanzaría la tecnología. Recientemente el concepto ha cobrado nueva fuerza en vista de algo que se avecina como un escenario cada vez más factible: el hecho de que haya dispositivos más inteligentes que un ser humano, algo que, de entrada, se plantea como inevitable de aquí a 5 años.
  • 10. Hasta ahora las fronteras entre el mundo digital y el analógico son claras, entre el mundo de las computadoras y el de los actos humanos. Y si bien hay puentes de comunicación entre ambos —aplicaciones como Siri para el iPhone, que convierte la voz (analógica) en una respuesta digital— el primer paso sigue siendo prerrogativa de un ser humano. Otro ejemplo similar es el de LIDAR, el sistema que controla el automóvil de Google que se conduce solo, aunque igualmente con un control mínimo por parte de una persona. Y si bien por ahora no es viable que LIDAR se adapte a un dispositivo de las características de un iPhone, si este llegase a procesar la información que recibe por medio de su cámara fotográfica con la misma precisión que el sistema visual humano, entonces este smartphone podría conducir por sí mismo el transporte, utilizando una tecnología similar a la que ya forma parte de nuestra vida cotidiana: la del reconocimiento facial y la del reconocimiento de placas de automóviles.
  • 11. En este proceso de singularidad están involucradas dos fuerzas igualmente análogas a las que producen el fenómeno en el universo: por un lado el crecimiento exponencial y, por otro, la saturación crítica de data. La primera es clara en sus efectos: en la existencia de desarrollos como Siri cuyo contexto presupone su perfeccionamiento y aun su superación —es decir, los mismos recursos que hicieron posible el reconocimiento vocal pueden hacer posible el visual si el problema es solo un asunto de capacidades (de megabytes versus gigabyte).
  • 12. Por otro lado, la acumulación de información ha provocado que los dispositivos computacionales adquieran habilidades inicialmente solo humanas. Fue el vasto acervo de sitios en Internet lo que permitió la singularidad de lectura de las máquinas, y lo mismo para la voz y Siri y el desarrollo de la singularidad visual (en vista de las 72 horas de video que se postean cada minuto en YouTube): en junio pasado, Google conectó 16 mil procesadores en una máquina gigante de aprendizaje neural, dejando que esta navegara libremente en YouTube, teniendo como resultado que la red aprendió por sí misma a reconocer gatos. ¿Cómo fue esto posible? Casi de la misma manera en que un niño aprende a reconocer lo que observa con mayor frecuencia. En este caso, como se sabe, Internet es esencialmente el imperio de los felinos domésticos. Lo sorprendente es que la computadora reconoció a estos animales de entre una lista de más de 20 mil elementos.
  • 13. Igual de sorprendente es Da Vinci, un robot cirujano que asiste en las operaciones de bypass gástrico con movimientos mucho más precisos que los que quizá será capaz nunca un médico. Si tan solo pudiera ver, sin duda sería el mejor cirujano existente. Si a eso añadimos la habilidad del diagnóstico —ya desarrollada en el prototipo Watson, que de entrada está por encima del 45% de error que un médico humano tiene al dictaminar la enfermedad de un paciente— entonces la triada de la salud estaría completa, y quizá, en un futuro no muy distante, haya hospitales ocupados enteramente por seres robóticos cargados con un tipo especializado de software (una versión en circuitos y partes móviles de un estudiante graduado en medicina).
  • 14. Y si bien en este panorama se deben tener en cuenta otro tipo de circunstancias (en especial las sociopolíticas y económicas: por lo regular la vanguardia tecnológica se encuentra también en el puñado de países que se presentan como los de mayor desarrollo económico), sin duda la posibilidad planteada por von Neumann y otros investigadores representa uno de los mayores desafíos para nuestra especie, la misma que en épocas pasadas generó discursos de orgullo y amor propio exacerbado. ¿Seremos desplazados por nuestras propias creaciones en la falsa supremacía de este mundo? ¿Terminarán las máquinas con el horizonte de posibilidades de los asuntos humanos?
  • 16.
  • 17. “para 2050 los robots sexuales se convertirán en los principales protagonistas del sexo” David Levy es uno de los gurus de la inteligencia artificial, profesor de la universidad de Maastrich y que vuelve al primer plano de la actualidad por un libro transgresor y provocador sobre el futuro que nos espera a través de las aplicaciones prácticas de la robótica. Un futuro que nos acerca a las predicciones de la ciencia ficción y a los amoríos de películas tales como la de “Blade runner”, un futuro que ya parece estar aquí a través de un libro que acaba de publicar Paidós sobre “Sexo y amor con robots” y en el que hace la predicción de que en unos cuarenta años estarán ya disponibles los primeros robots para uso sexual.
  • 18.
  • 19. Y yo estoy seguro de que será así y lo estoy porque la ciencia avanza en función del beneficio económico y no tanto de las necesidades más “elevadas” del pueblo llano. Es por eso que existe Internet -gracias a la pornografía y a los negocios- y no tanto por esa mística de la red global en la que algunos aun creen, aunque es cierto que gracias a la pornografía y a los negocios -aun militares- algunos podemos escribir blogs como este que no podríamos escribir en ningún otro lugar. Pero hay que despertar amigos y este post es un post-despertador, en él analizaré precisamente lo que dice Levy y lo que dicen también otros ingenuos que aun no han entendido en qué mundo viven.
  • 20. Vivimos en un mundo donde no existe eso que se ha llamado “igualdad de oportunidades” y me estoy refiriendo ahora a las oportunidades sexuales, esa actividad que tanto tiempo y energías consume en los humanos. Las reglas de acceso de un sexo a otro son reglas no escritas, desdibujadas y ocultas en la trama de la sociabilidad, de la cultura y de las convenciones sociales. A ello hay que sumar las mentiras y la hipocresía que existe en los temas distributivos de hembras y hombres, las diferentes expectativas que los humanos tenemos del otro sexo y la ignorancia de las reglas que debemos poner en marcha para negociar una relación que nos satisfaga. Los feos y las feas, los bajitos, los pobres, los “mala patas” y de carácter difícil lo tienen muy complicado para agenciarse una pareja satisfactoria, como los enfermos, los viejos o los aburridos.
  • 21.
  • 22. Un tema sobre el que el propio Marx hubo de pronunciarse cuando sus seguidores imaginaron el socialismo como un edén exclusivo para hombres: donde la libre accesibilidad a las mujeres sería su premio en la tierra a su proselitismo. Marx -y cito de memoria- salió al paso en sus “Manuscritos” de esta idea decepcionando a algunos sobre en qué consistía el socialismo e igualando a los que lo pensaban en clave de repartición de hembras con la codicia de los explotadores capitalistas. Marx no acabó de resolver el gran tema del ser humano ¿Por qué él si y yo no? o ¿qué tiene ella que no tenga yo?
  • 23. Las reglas sobre las que se basan los intercambios sexuales son- para aquellos que aun lo sepan- estas dos: la belleza y el poder. Sin ninguna clase de belleza o poder está usted condenado a pasar la mano por la pared, amigo/a. Y además una contradicción: los hombres buscan el sexo anónimo y las mujeres el compromiso, una dificultad añadida para que el socialismo en el que pensaban las mujeres se asemeje en algo el socialismo inventado por los hombres. Es por eso que han tenido tanto éxito las sexual dolls, las muñecas siliconadas e hinchables que dicen que están haciendo furor en China tal y como comenté en este post. Pero todo mejora y ahora estas muñecas están siendo perfeccionadas para que tengan espacios de su cuerpo vibrátiles e incluso que tengan voz propia para comunicarse aun con jadeos u onomatopeyas con su dueño. Todo es cuestión de tiempo y llegará a construirse una de esas muñecas hechas al gusto de los hombres que competirán con las mujeres “verdaderas” al menos en prestaciones.
  • 24. Es evidente que es una muñeca siliconada pero la ingenieria está avanzando a pasos agigantados tal y como predecía la ley de Moore y es esta predicción la que sirve de pretexto al libro de Levy que asegura un futuro de robots de quita y pon diseñados para cultivar nuestros deseos sexuales más abyectos. El gran obstáculo que existe entre los humanos para una relación sexual satisfactoria es la existencia de dos subjetividades bien distintas, la del hombre y la de la mujer, que son difícilmente compatibles al menos en el largo plazo, es por eso que Levy prevee un gran futuro para la industria de la robótica con fines sexuales.
  • 25. ¿Se imaginan ustedes qué sucedería si pudieramos diseñar un robot con apariencia humana para nuestros escarceos sexuales? El asunto que plantea Levy es que esos robots con apariencia humana serian tan parecidos a nosotros, los humanos de verdad que serian difícilmente reconocibles. La ingeniería robótica ya ha avanzado lo suficiente para saber que un robot necesita moverse para ser realmente inteligente, para tener una conciencia recursiva que es lo que diferencia al humano de una mascota. Mi perro tiene una mente pero no sabe que tiene un Yo independiente del mio, ni siquiera tiene una subjetividad, simplemente tiene instintos que llevan a repetir constantemente una serie de rutinas y a saber que soy yo quien le da de comer. Mi perro no me ama como un ser humano pero la palabra “amor” en un perro carece de sentido, tampoco es posible sustituirla por la palabra “interés” porque los perros no tienen intereses sino simplemente instintos y es su instinto gregario y territorial el que le lleva a reconocerme como macho alfa de su manada. Y me seguirá reconociendo como tal aunque lo maltrate, no le de de comer o le abandone.
  • 26. El problema de las mascotas es que aprenden muy poco y no son capaces de sentir lo que yo siento, ni de adelantarse a mis deseos, son bastante torpes en eso y sobre todo son incapaces de tener sentimientos o emociones parecidas a los de los humanos. Lo que plantea precisamente Levy es que los robots del futuro tendrán sentimientos y podrán diseñarse con emociones concretas según el gusto del consumidor, al tiempo que los robots serán capaces de “leer” la mente de sus dueños o sea que tendrán una “teoria de la mente“. Evidentemente no se tratará de emociones genuinas, como sucede en los humanos, será un “como si”, una simulación pero indistinguible de las emociones “verdaderas”que poseemos algunos de nosotros.
  • 27. Lo que nos lleva a plantearnos qué es una emoción genuina y una emoción simulada. La verdad del asunto es que no lo sabemos, ¿es el cariño de una prostituta genuino o ficticio? En este caso es muy fácil, pero ¿qué sucede en el resto de los supuestos humanos donde está en juego una emoción? Si descontamos el amor de una madre por sus hijos -amor egoísta donde los haya- ¿podemos estar seguros de que el cariño que alguien nos tiene es verdadero lejos de ese supuesto de la maternidad?, ¿existe algún supuesto que diluya esta duda? Y en cualquier caso ¿qué significa una emoción verdadera de una simulada? Pondré un ejemplo del corazón, ¿el amor de Carla Bruni por Nicolas Sarkozy es verdadero o simulado?
  • 29. Porque ser robot tendrá algunas ventajas morales sobre el ser humano, para empezar y dado que no podrán tener emociones genuinas como nosotros, carecerán de libre albedrío. No podrán decidir salvo en aquello que les hayamos enseñado a decidir, podrán por tanto mostrarse enamorados si usted quiere un robot enamorado o como bailarines si lo que usted desea es un acompañante bailarín (el ideal de las mujeres). Sus emociones serán simulacros pero usted no podrá discriminar el amor verdadero del fingido de tan parecido que le resultará, además usted podrá acabar enamorado de uno de esos seres buenos, dóciles y sin subjetividad que terminará por hacerles la vida más fácil, sencilla y feliz y si usted lo desea podrá programarlos para hablar de filosofia o incluso para discutir si esa es su pasión.
  • 30.
  • 31. Dicho de otro modo, los robots serán con total seguridad una realidad en el tiempo en que los ingenieros descubran como implementarlos de los circuitos necesarios y de hecho es muy probable que nos cambien la vida, ¿quién optará entonces por un humano? La ventaja metafísica de relacionarse con un robot es que al carecer de libertad el robot no podrá nunca ser ambivalente (amar y odiar al mismo tiempo a alguien), pero la libertad no debe confundirse con el concepto sistémico de “condiciones de libertad del sistema” que significa si el azar podrá o no contribuir a la conducta de la máquina. Podremos elegir el grado de incertidumbre que exigimos a nuestro robot pero él nunca será libre.
  • 32. No podrá odiarnos si no está programado para ello pero podrá enfadarse si nos apetece tener en casa una máquina parecida a lo que entendemos como “calor humano”. Ingenieros neerlandeses han conmocionado al mundo con la afirmación de que en pocos años las famosas prostitutas de Ámsterdam serán reemplazadas por robots. Esta revolución tecnológica será posible gracias a la labor de los ingenieros que han creado una nueva generación de androides, hechos de un material resistente a las bacterias.
  • 34. Sexo más seguro, desaparición de la prostitución infantil, reducción de las enfermedades de transmisión sexual… todo son ventajas en ese terreno según impulsores. Además, los autores de la idea aseguran que este tipo de prostitución resolverá muchos problemas. Por ejemplo, privará a los hombres del sentimiento de culpabilidad ante su pareja, ya que “después de realizar un acto sexual con un robot probablemente no lo considerarán como infidelidad”. Al principio, utilizar los servicios de un robot en Ámsterdam será posible en clubes especiales que funcionarán bajo el sistema ‘todo incluido’.
  • 35. No obstante, este tipo de ‘entretenimiento’ no estará al alcance de todos los bolsillos, ya que el servicio costará alrededor de 7.500 de euros. Por este precio el cliente tendrá la posibilidad de elegir cualquier nacionalidad del androide con una inmensa variedad de sus características morfológicas. A mediados de abril de este año los investigadores Ian Yeoman y Michelle Mars de la Universidad de Wellington de Nueva Zelanda publicaron un informe, en el que afirman que “para el 2050 los robots sexuales se convertirán en los principales protagonistas del sexo”.
  • 36. Un grupo dirigido por el científico japonés Hiroshi Ishiguro, uno de los investigadores más exitosos de robots con apariencia humana, ha creado un nuevo modelo, denominado Geminoid-DK. Este robot es el ingenio más avanzado en este ámbito; en las fotos es casi imposible distinguir si se trata o no de un hombre, y hasta se mueve de un modo muy parecido a un ser humano. Los investigadores sostienen, que ahora se ocupan de hacer que sus movimientos sean aún más naturales.