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RENACIMIENTO FRANCÉS
• El reinado de Francisco I abarca el
periodo comprendido entre los
años 1515 y 1547. En general es un
periodo floreciente que permite el
desarrollo de la cultura. Francisco I
era un rey interesado por la letras y
las artes y fue mecenas de
Leonardo da Vinci.
FRANCISCO II
• Su reinado abarca el periodo
comprendido entre los años 1547 y
1559. En su reinado comienzan los
disturbios religiosos. La llamada
casa de Guisa ejerció el control del
poder, los ejércitos y llevaron a
cabo una campaña de represión
sobre los protestantes.
GUERRAS DE RELIGIÓN
• Francisco II murió sin
descendencia a la edad de 16 años.
Se acusó a los protestantes de
haberle envenenado.
• Le sucedió en el reinado Carlos IX
de Francia. Se sucedieron tres
guerras de religión entre los años
1562 y 1570.
MATANZA DE SAN BARTOLOMÉ
• En el transcurso de la cuarta guerra
de religión tuvo lugar la llamada
Matanza de San Bartolomé.
Sucedió el 23 de agosto de 1572.
• Se estima que murieron unas 3000
personas en París y entre 10.000 y
20.000 en Francia.
GUERRAS DE RELIGIÓN
• La matanza ocurre en el reinado de
Carlos IX de Francia, en una
decisión influencia por su madre
Catalina de Médíci y por los
consejeros que temían una rebelión
por parte de los protestantes.
• Fue el episodio más cruento en el
conjunto de las ocho guerras de
religión entre 1562 y 1580.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Michel de Montaigne nació en el
castillo de Montaigne, cerca de
Burdeos el 13 de septiembre de
1533.
• Era hijo de una familia noble y rica.
Tuvo una educación especial ya que
fue criado durante dos por una
niñera en un ambiente humilde.
MICHEL DE MONTAIGNE
• A los años fue llevado de nuevo
con su familia biológica y a partir
de entonces fue instruido por un
preceptor alemán que le dio clases
de latín, lengua en la que fue
educado antes de comenzar a
hablar francés, a la edad de 8 años.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Acudió al Guyene College de
Burdeos y a partir de 1549
comenzó a estudiar derecho en
Tolulouse.
• Tras su graduación, sustituyó a su
padre en la corte de Perigueux y,
con posterioridad, accedió al
Parlamento de Burdeos.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Vivió momentos sociales
complicados debido a las guerras
civiles y a las epidemias de peste
que asolaron tierras europeas.
• Su amigo Étienne de la Boétie
falleció por culpa de esa
enfermedad a la edad de 33 años.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Montaigne entabla amistad
con Étienne de la Boétie tras
leer su obra Discurso sobre la
servidumbre voluntaria o contra
uno, donde reflexiona sobre la
legitimidad de la autoridad
sobre el pueblo
ÉTIENNE DE LA BOÉTIE
• y estudia los motivos de
la servidumbre, de
modo que ha sido
considerado un
antecedente de la
desobediencia civil.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Montaigne participó
activamente en la vida política
de su tiempo. Aunque era
católico tenía dos hermanos
protestantes. Fue capaz de
negociar con habilidad entre
los bandos en litigio, siempre
con un deseo conciliador.
MICHEL DE MONTAIGNE
• En 1565 contrajo matrimonio con
Françoise de la Chassagne. Tras el
fallecimiento de su padre se
convierte en el señor de Montaigne.
• En el año 1571 se retira a su castillo
para escribir sus pensamientos en
medio del violento cisma surgido
entre católicos y protestantes.
MICHEL DE MONTAIGNE
• En 1580 y 1581 escribió un diario
durante su viaje por tierras de
Francia, Italia, Suiza, Alemania y
Austria.
• Anotó las singularidades de cada
zona y tras cruzar el Tirol llegó a
Italia. Aprendió a desarrollar sus
cualidades como diplomático.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Trató a Enrique de Navarra, que
siendo de origen protestante se
convirtió en un rey católico.
• Siendo alcalde de Burdeos evitó un
ataque de la Liga protestante sobre
Burdeos.
• Vio morir a varios de sus hijos de
forma prematura.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Adoptó a Marie de Gournay,
escritora que está considerada
como un antecedente del
feminismo en el siglo XVII.
• Tras la muerte de Montaigne su
viuda le entregó la totalidad de los
ensayos manuscritos para que los
editara de un modo póstumo.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Ya en vida Montaigne
había publicado varias
ediciones de los Ensayos,
la primera en marzo de
1580, la segunda en 1582 y
la tercera en 1588.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Montaigne escribe sus ensayos de
un modo independiente a los
grupos enfrentados en la época,
con un tono conciliador, con el
deseo de un ambiente de paz
duradera y asumiendo su
compromiso para lograr la
pervivencia del Estado.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Montaigne consigue establecer
un nuevo género literario,
escribe sobre un amplio
repertorio de temas e
inquietudes vitales como la
guerra, la libertad, la amistad,
la religión y el amor.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Dentro de la perspectiva humanista
la obra de Montaigne recupera la
importancia del hombre, lo sitúa en
el centro del mundo.
• Montaigne incorpora desde un
punto de vista personal sus propios
sentimientos su indagación en sí
mismo.
MICHEL DE MONTAIGNE
• A la edad de 35 años sufrió una
grave caída de caballo en la que
estuvo a punto de perder la vida.
• La muerte de su padre estaba
reciente todavía y Montaigne pensó
en la fragilidad de la condición
humana.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Montaigne recogía sus inquietudes
y pensamientos de un modo poco
habitual. Establecía vínculos entre
materias diversas según le indicaba
su intuición o su imaginación.
Establecía relaciones entre los
hechos de la vida cotidiana y los
autores clásicos.
MICHEL DE MONTAIGNE
• De un modo familiar y
cercano apela a los autores
clásicos para hablar sobre
la vida y la muerte, sobre
el canibalismo o los
cálculos renales…
MICHEL DE MONTAIGNE
• Compartía esas ideas con
familiares y amigos y de
un modo personal
interpretaba que esos
pensamientos le ayudaban
a conocerse mejor.
MICHEL DE MONTAIGNE.
EL AUTOR AL LECTOR
• Este es un libro de buena fe, lector.
Desde el comienzo te advertirá que
con él no persigo ningún fin
trascendental, sino sólo privado y
familiar; tampoco me propongo
con mi obra prestarte ningún
servicio, ni con ella trabajo para mi
gloria, que mis fuerzas no alcanzan
MICHEL DE MONTAIGNE
EL AUTOR AL LECTOR
• Al logro de tal designio. Lo
consagro a la comodidad particular
de mis parientes y amigos, para que,
cuando yo muera (lo que
acontecerá pronto), puedan
encontrar en él algunos rasgos de
mi condición y humor, y por este
medio conserven más completo
MICHEL DE MONTAIGNE
EL AUTOR AL LECTOR
• Y más vivo el conocimiento que de
mí tuvieron. Si mi objetivo hubiera
sido buscar el favor del mundo,
habría echado mano de adornos
prestados; pero no, quiero solo
mostrarme en mi manera de ser
sencilla, natural y ordinaria, sin
estudio ni artificio, porque soy yo
MICHEL DE MONTAIGNE
EL AUTOR AL LECTOR
• Mismo a quien pinto. Mis defectos
se reflejarán a lo vivo: mis
imperfecciones y mi manera de ser
ingenua, en tanto que la reverencia
pública lo consienta. Si hubiera yo
pertenecido a esas naciones que se
dice que viven todavía bajo la dulce
libertad de las primitivas leyes de
MICHEL DE MONTAIGNE
EL AUTOR AL LECTOR
• De la naturaleza, te aseguro que me
hubiese pintado bien de mi grado
de cuerpo entero y completamente
desnudo. Así lector, sabe que yo
mismo soy el contenido de mi libro,
lo cual no es razón para que
emplees tu vagar en un asunto tan
frívolo y tan baladí. Adiós, pues.
MICHEL DE MONTAIGNE. LIBRO I
• El modo más frecuente de
ablandar los corazones de
aquellos a quienes hemos
ofendido, cuando tienen la
venganza en su mano y
estamos bajo su dominio,
MICHEL DE MONTAIGNE
• es conmoverlos por
sumisión a conmiseración
y piedad; a veces a la
bravura, resolución y
firmeza, medios en todo
contrarios, sirvieron para
el logro del mismo fin.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Preciso es reconocer que el
hombre es cosa
pasmosamente vana, variable y
ondeante, y que es bien difícil
fundamentar sobre él juicio
constante y uniforme.
MICHEL DE MONTAIGNE
• Pompeyo perdonó a la ciudad
entera de los mamertinos,
contra la cual estaba muy
exasperado, en consideración a
la virtud y magnanimidad del
ciudadano Zenón, que echó
sobre sí las faltas públicas,
MICHEL DE MONTAIGNE
• Y no pidió otra gracia sino
recibir él solo todo castigo. El
huésped de Sila, habiendo
practicado virtud semejante en
la ciudad de Perusa, no ganó
nada con ello para sí ni para
sus ciudadanos.
CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS
PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE
• Los que acusan a los hombres de
marchar constantemente con la
boca abierta en pos de las cosas
venideras y nos enseñan a
circunscribirnos a los bienes
presentes y a contentarnos con
ellos, como si nuestro influjo sobre
lo porvenir fuera menor que el que
CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS
PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE
• Pudiéramos tener sobre lo
pasado, tocan el más
común de los humanos
errores, si puede llamarse
error a aquello a que la
naturaleza nos encamina
para la realización de
CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS
PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE
• su obra,
imprimiéndonos como
a tantos otros, la falsa
imaginación, más celosa
de nuestra atención que
de nuestra ciencia.
CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS
PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE
• No estamos concentrados nunca en
nosotros mismos, siempre
permanecemos más allá: el temor,
el deseo, la esperanza nos empujan
hacia lo venidero y nos alejan de la
consideración de los hechos
actuales, para llevarnos a reflexionar
sobre lo que acontecerá
CAPÍTULO VII. QUE LA INTENCIÓN
JUZGA NUESTRAS ACCIONES
• He visto a algunos
hombres que en vida
retuvieron a sabiendas
intereses ajenos,
disponerse a entregarlos
por su testamento,
después de su muerte.
CAPÍTULO VII. QUE LA INTENCIÓN JUZGA
NUESTRAS ACCIONES
• Con semejante proceder
nada hacen de eficaz, ni al
aplazar cosa tan urgente,
ni al pretender borrar falta
tan grave mediante
sacrificio tan escaso.
CAPÍTULO VII. QUE LA INTENCIÓN JUZGA
NUESTRAS ACCIONES
• Este debe ser mayor
cuanto que pagan a
regañadientes; su
satisfacción debe ser más
justa y meritoria: la
penitencia exige el
sacrificio.
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• Algo me sirve de consuelo
en esta falta de memoria el
convencimiento de que es
un mal de que me valgo
para corregir otro peor,
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• que fácilmente hubiera
germinado en mí y el cual es la
ambición, pues no puede
soportar la falta de memoria
quien está sumido en los
negocios del mundo.
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• Como rezan varios
ejemplos semejantes del
progreso de la naturaleza,
la ausencia de memoria ha
fortificado en mí otras
facultades
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• a medida que ésa me ha
faltado; de tener
buena memoria
fácilmente seguiría las
huellas ajenas,
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• mi espíritu languidecería
por no ejercer sus propias
facultades, como suele
hacer casi todo el mundo,
que se sirve de las extrañas
opiniones por tenerlas
presentes en la mente;
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• La segunda ventaja de la falta de
memoria consiste en recordar
menos las ofensas recibidas; como
decía Cicerón, para ello sería
menester un protocolo.
• Darío, para no echar en olvido la
ofensa que había recibido de los
atenienses,
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• hacía que un paje le repitiera al oído
tres veces, siempre que se sentaba a
la mesa: «Señor, acordaos de los
atenienses.»
• Además, los lugares y libros que
veo por segunda o tercera vez, se
me ofrecen siempre como una
novedad.
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• Es a la verdad la mentira un vicio
maldito. No somos hombres ni
estamos ligados los unos a los otros
más que por la palabra. Si
conociéramos todo su horror y
trascendencia, la perseguiríamos a
sangre y fuego, con mucho mayor
motivo que otros pecados
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• . Yo creo que de ordinario se castiga a los
muchachos sin causa justificada, por
errores inocentes, y que se les atormenta
por acciones irreflexivas que carecen de
importancia y consecuencia.
• La mentira sola, y algo menos la
testarudez, parécenme ser las faltas que
debieran a todo trance combatirse:
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• ambas cosas crecen con
ellos, y desde que la lengua
tomó esa falsa dirección,
es peregrino el trabajo que
cuesta y lo imposible que
es llevarla a buen camino;
CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS
• por donde acontece que
comúnmente vemos
mentir a personas que por
otros respectos son
excelentes, las cuales no
tienen inconveniente en
incurrir en este vicio.
CAPÍTULO XXX. DE LOS CANÍBALES
• Crisipo y Zenón, maestros de
la secta estoica, opinaban que
no había inconveniente alguno
en servirse de nuestros
despojos para cualquier cosa
que nos fuera útil, ni tampoco
en servirse de ellos como
alimento.
CAPÍTULO XXX. DE LOS CANÍBALES.
• Sitiados nuestros antepasados
por César en la ciudad de
Alesia, determinaron, para no
morirse de hambre,
alimentarse con los cuerpos de
los ancianos, mujeres y demás
personas inútiles para el
combate.
CAPÍTULO XXXVII
DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS
POR LA MISMA CAUSA
• Cuando yo lanzo alguna
fuerte reprimenda a mi
criado, lo regaño con
todas mis fuerzas, le
dirijo verdaderas y no
fingidas imprecaciones,
CAPÍTULO XXXVII
DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS
POR LA MISMA CAUSA
• pero pasado el
acaloramiento, si el
muchacho tuviera
necesidad de mí, me
hallaría de todo en todo
propicio, pues cambio
pronto de humor.
CAPÍTULO XXXVII
DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS
POR LA MISMA CAUSA
• Cuando lo llamo bufón y
ternero, no pretendo
colgarle para siempre tales
motes ni creo
contradecirme llamándole
hombre honrado poco
después.
CAPÍTULO XXXVII
DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS
POR LA MISMA CAUSA
• Ninguna cosa se apodera de
nosotros completa y
totalmente. Si no fuera cosa de
locos el hablar a solas, apenas
habría día en que yo dejara de
propinarme recriminaciones a
gritos,
CAPÍTULO XXXVII
DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS
POR LA MISMA CAUSA
• y sin embargo, no siempre me
recrimino ni me desprecio.
Quien por verme frío o
cariñoso con mi mujer
estimara que uno de esos dos
estados fuese fingido, se
equivocaría neciamente.
CAPÍTULO XXXVII
DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS
POR LA MISMA CAUSA
• Nerón al separarse de su
madre, a quién mandó
ahogar, experimentó sin
embargo la emoción del
adiós maternal y sintió el
horror y la piedad
justamente.
CAPÍTULO LI. DE LA VANIDAD
DE LAS PALABRAS
• Decía un antiguo retórico que
su oficio consistía «en abultar
las cosas haciendo ver grandes
las que son pequeñas»; algo así
como un zapatero que
acomodara unos zapatos
grandes a un pie chico.
CAPÍTULO LI. DE LA VANIDAD
DE LAS PALABRAS
• En Esparta hubieran azotado al tal
retórico por profesar un arte tan
artificial y embustero. Arquidamo,
rey de aquel Estado,
• oyó con extrañeza grande la
respuesta de Tucídides al
informarle de quién era más fuerte
en la lucha, si Pericles o él:
CAPÍTULO LI. DE LA VANIDAD
DE LAS PALABRAS
• «Eso, dijo el historiador, no es
fácil de saber, pues cuando yo
le derribo por tierra en la
pelea,
• convence a los que le han
visto caer de que no ha habido
tal cosa.»
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS
SUTILIDADES
• Existe una ignorancia supina,
que antecede a la ciencia y otra
doctoral que la sigue:
ignorancia es esta última que la
ciencia engendra y produce,
del propio modo que deshace
y destruye la primera.
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES
• Los espíritus sencillos, menos
curiosos y menos instruidos, se
convierten en buenos cristianos;
• por respeto y obediencia creen con
ingenuidad y se mantienen bajo la
disciplina que las leyes dictan.
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES
• En el mediano vigor de
los espíritus y en la
capacidad mediana, se
engendra el error de las
opiniones; éstos se dejan
llevar por la apariencia de
la interpretación primera
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES
• y se creen con luces
bastantes para
considerarnos estúpidos y
negados por el hecho de
mantenernos en las
antiguas creencias.
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES
• Los espíritus grandes, más
clarividentes y tranquilos,
forman otra clase entre los
buenos creyentes;
ayudados por una dilatada
y religiosa investigación,
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES
• penetran de un modo más
profundo la luz de las
Escrituras y sienten el
secreto misterioso y divino
de nuestro régimen
eclesiástico; por eso vemos
CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES
• algunos hombres que
alcanzaron este estado
guiados por la ciencia con
maravilloso fruto y
confirmación, como en el
extremo límite de la
cristiana inteligencia.
LIBRO II. CAP. II
DE LA EMBRIAGUEZ
• La embriaguez, entre todos los
demás, me parece un vicio grosero
y brutal. El espíritu toma una
participación mayor en otros; los
hay, por ejemplo, que tienen no sé
qué de generosos
LIBRO II. CAP. II
DE LA EMBRIAGUEZ
• si es lícito hablar así; algunos
existen, a que la ciencia
contribuye, la diligencia, la
valentía, la prudencia, la
habilidad y la fineza.
• En la embriaguez, todo es
corporal y terrenal.
LIBRO II. CAP. II
DE LA EMBRIAGUEZ
• De suerte que, la nación menos
civilizada de las que existen en el
día, es solamente el lugar donde
tiene crédito.
• Los otros desórdenes alteran el
entendimiento; éste lo derriba y
además embota el cuerpo:
LOUISE LABÉ
• Louise Labé nació en la ciudad de
Lyon. Era hija de un próspero
cordelero y tuvo la oportunidad de
recibir una educación variada, que
incluía el estudio del latín del
italiano, recibió clases de
equitación, de esgrima y de canto.
LOUISE LABÉ
• Lyon era una ciudad próspera
gracias al comercio de la seda
y vivía también un periodo
floreciente en la imprenta. Se
encontraba cerca de varios
focos culturales de interés
como Italia y España.
LOUISE LABÉ
• Los editores de la época
rescatan a los autores antiguos
a través de las imprentas de
París, Venecia y Amberes y el
intercambio y comercio de
libros enriquece los círculos
culturales de la época.
LOUISE LABÉ
• Labé tenía habilidades musicales y
conocía el italiano y el latín.
Adquirió una amplia cultura a
través de sus hábitos lectores.
Según la tradición participó en el
sitio de Perpignan con el mote de
Capitaine Loys.
LOUISE LABÉ
• Tras su matrimonio con otro
fabricante de cuerdas o
cordelero, recibirá el apodo de
la Belle Cordelière. Tras el
fallecimiento de su esposo
inició un idilio con el escritor
Olivier de Magny.
LOUISE LABÉ
• Su obra conocida
incluye veinticuatro
sonetos, tres elegías y
un texto dialogado en
prosa titulado Debate de
locura y amor.
LOUISE LABÉ
• El debate plantea la puesta en escena
de un modo dinámico de la relación
entre el amor y la locura. Los
discursos finales de sus defensores ,
Apolo y Mercurio, ayudan a
comprender el porqué de que que
esos términos se apliquen a los
avatares de la vida moderna de su
tiempo.
LOUISE LABÉ
• Sus obras se publicaron en
1555. En una epístola previa
concebida a modo de ideario
feminista, dedica las obras a
una muchacha feminista de
Lyon y por amplificación a
todas las mujeres.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Ni Ulises ni otro nadie
más astuto/ aventurado
hubiera en su semblante/
tan divino agraciado y
respetable,/ el afán y el
quebranto que yo sufro.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Porque, Amor, con los bellos
ojos tuyos/ tal llaga en mi
alma ingenua perforaste/ -
nido ya de calor para
albergarte-/ que no podrá
tener remedio alguno.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Si no se lo das tú. Qué dura
suerte:/ mordida de escorpión,
ayuda clamo/ contra el veneno a
quien me da la muerte.
• Sólo le pido calme esta agonía;/
mas no extinga el deseo a mí tan
caro/ que si me ha de faltar me
moriría.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Bello mirar oscuro y
extraviado,/ cálido suspira,
llantos vertidos,/ días de
luz en vano amanecidos,/
negras noches que en vano
se anhelaron.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Triste plañir, deseos
obstinados,/derroches de
dolor, tiempo perdido,/
muertes mil que mil redes me
han tendido,/ males que
contra mí se han destinado.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Risa, frente, cabellos, manos,
dedos,/ laúd quejoso, voz, arco,
viola:/ ¡tantas llamas que queman a
una sola/
• Mujer! Me quejo a ti:/ con tantos
fuegos/ tanto lugar del corazón me
inflamas/ y ninguna centella a ti te
alcanza.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Oh, perpetuo deseo y vana
espera,/ tristes suspiros,
lágrimas que suelen/
hacerme brotar ríos cuya
fuente/ y manantial mis
ojos los encierran.
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Oh, crueldad inhumana,
oh, aspereza,/ compasivo
mirar de luz celeste:/ del
corazón transido pasión
fuerte, ¿creeis que aún
podrán crecer mis penas?
SONETOS.
Traducción de Aurora Luque
• Que amor siga ensayando en mí su
arco/ que arroje nuevos dardos,
fuegos nuevos,/ que se ensañe y
que intente lo más bajo.
• Tan afectada estoy en todas partes/
que ya una herida más sobre mi
cuerpo/ no encontrara lugar para
empeorarme.
FRANÇOIS RABELAIS
• François Rabelais nació en 1494 en
la localidad de La Devinière.
• Su padre era un próspero abogado
en la zona de la Turena, en el
centro de Francia.
• Estudió leyes e ingresó como
novicio en un convento franciscano
en La Baumette.
FRANÇOIS RABELAIS
• Durante la infancia de Rabelais se
sucedieron acontecimientos
históricos relevantes como:
• El descubrimiento de América por
Cristobal Colón.
• La colocación por parte de Lutero
de sus tesis en la iglesia de
Wittenberg.
FRANÇOIS RABELAIS
• En 1521 ingresa como monje
franciscano en el convento de Puy
Sant Martin en Fontenay le Comte.
• Mantuvo correspondencia con
Guillaume Budé, al que escribía
versos en griego, una lengua
considerada hereje por La Sorbona.
GUILLAUME BUDÉ
• Guillaume Budé está considerado
como uno de los humanistas
franceses más importantes.
• Fue embajador francés en Roma
siendo papa León X.
• Desarrolló una labor intensa en
favor de la recuperación del estudio
de las lenguas clásicas.
FRANÇOIS RABELAIS
• Tras la decisión de La Sorbona, los
superiores franciscanos confiscaron
los libros en griego de Rabelais.
• Cuando logró recuperarlos se fue a
un monasterio benedictino.
• En 1528 decidió abandonar los
hábitos de monje y comenzar los
estudios de medicina.
FRANÇOIS RABELAIS
• Tuvo dos hijos con una mujer viuda
• Consiguió el título de médico en la
facultad de Montpellier (1537)
• En esa facultad tradujo textos
médicos del griego y conoció las
obras de Hipócrates y de Galeno.
FRANÇOIS RABELAIS
• Tras residir en Montpellier, Rabelais
se desplaza a Lyon, un importante
centro comercial y cultural de
Francia, con una destacada
actividad editorial. Allí ejerce la
medicina, publica tratados médicos
en latín, se relaciona con los
círculos humanistas de la ciudad.
FRANÇOIS RABELAIS
• El tema central de su obra gira en
torno a la dipsomanía, el abuso en
el consumo de bebida, justo en una
época (1532) en que Francia sufría
una sequía intensa:
• “Muchos se lanzaban dentro de los
pozos y otros se escondían en el
vientre de una vaca para estar a la
sombra”
FRANÇOIS RABELAIS
• “Hubo que realizar grandes
esfuerzos para poner a salvo el
agua bendita de los templos;
con el fin de que no faltara en
las pilas, por consenso de los
cardenales y del santo padre,
se convino que nadie la
tomara más de una vez.”
FRANÇOIS RABELAIS
• Rabelais recupera para su gran obra
a dos gigantes, Gargantúa y
Pantagruel, que ya formaban parte
de la tradición oral en Francia.
• Ya en 1532 se editó una obra
anónima titulada Las grandes y
sorprendentes crónicas del enorme
gigante Gargantúa
FRANÇOIS RABELAIS
• Rabelais incorpora a su
relato elementos de la
cultura clásica junto a
conocimientos de la
cultura popular como
refranes, hechos reales y
experiencias personales.
FRANÇOIS RABELAIS
• Rabelais emplea en su obra un
estilo irónico, burlesco,
extravagante, que formaba parte del
habla, popular, frente al lenguaje
refinado de los poetas de la Pléyade
que se dirigían a un público
minoritario. Rabelais acerca su obra
a un público mucho más amplio.
FRANÇOIS RABELAIS
• Los libros de Gargantúa y
Pantagruel surgieron como un
modo de terapia para los enfermos
que Rabelais atendía en su labor
como médico.
• Rabelais seguía la teoría de que el
humor tenía propiedades curativas.
FRANÇOIS RABELAIS
• Existía un libro anterior llamado
Las grandes crónicas del gran y enorme
gigante Gargantúa que tuvo un gran
éxito.
• Rabelais aprovechó esa
circunstancia previa para redactar
los cinco libros entre 1532 y 1564.
FRANÇOIS RABELAIS
• Los temas principales de la
obra abarcan aspectos
como la justicia, la fe, la
ciencia, las relaciones
humanas, el matrimonio, el
hambre, la sed, la sequía.
FRANÇOIS RABELAIS
• El volumen y glotonería de sus
personajes simboliza la voracidad y
el deseo del conocimiento por parte
del hombre en el Renacimiento.
• Anima a los lectores a acumular ese
saber pero evitando que esa
premisa les angustie o les moleste
por exceso.
FRANÇOIS RABELAIS
• Rabelais fue un pionero en el uso
del francés como lengua literaria en
detrimento del latín. Hasta 1539 no
se usó en el ámbito de la justicia.
• Una obra tan importante como la
obra Institución de la religión cristiana
de Calvino no se tradujo al francés
hasta 1541.
FRANÇOIS RABELAIS
• Su saga de gigantes con rasgos
humanistas comienza con un
libro titulado:
• Los horroríficos y espantables
hechos y proezas del renombrado
Pantagruel, Rey de los Dípsodas,
hijo del gran gigante Gargantúa.
FRANÇOIS RABELAIS
• Pantagruel era un personaje muy
popular, aparecía como un diablo
de la sed que se dedicaba a arrojar
sal en las gargantas de las personas.
• Rabelais desvincula al gigante del
mago Merlín y de sus relaciones
originales con la medicina.
ÉTIENNE DOLET
• Amigo de Rabelais, ha sido
considerado el primer mártir del
Renacimiento.
• Dolet era impresor y tenía una
imprenta en Lyon, que funcionaba
al margen de las normas de La
Sorbona.
ÉTIENNE DOLET
• Publicó dos ediciones de Gargantúa
y Pantagruel, una censurada y otra
no, que contenía críticas hacia la
Sorbona.
• Dolet fue condenado a la hoguera
por negar la inmortalidad del alma,
hecho considerado herejía.
FRANÇOIS RABELAIS
• Rabelais alentaba a sus
compatriotas a escribir en su lengua
materna, el francés, en vez de
hacerlo en latín
• Contó con importantes protectores
como el cardenal Jean du Bellay, al
que acompañó en sus viajes a Roma
GARGANTÚA Y PANTAGRUEL
• De la serie de cinco novelas las más
célebres son las dos primeras:
Gargantúa (1534) y Pantagruel
(1532).
• A partir del tomo tercero sus libros
adquieren un tono más serio,
debido al ajusticiamiento de Dolet y
a la masacre de herejes valdenses
FRANÇOIS RABELAIS
• Rabelais se recrea en la lengua
vulgar y recoge expresiones
habituales en la plaza del mercado.
• Es un pionero en el uso de la
lengua francesa, usa un lenguaje
rico y exuberante, que explora la
realidad cotidiana.
FRANÇOIS RABELAIS
• En su obra Rabelais describe la
estatura de los gigantes, sus
comidas, sus bebidas, las prendas
que utilizaban a diario .
• Descubre las aventuras de
Pantagruel, hijo de Gargantúa y de
su esposa Badebec, que es hija del
rey de Utopía.
CIRCUNSTANCIAS DE LA ÉPOCA
• “Los hombres andaban sacando la
lengua como lebreles que hubieran
corrido seis horas,
• muchos se arrojaban dentro de los
pozos y otros se metían en el
vientre de una vaca para estar a la
sombra.”
RABELAIS A SUS LECTORES
• Muy ilustres bebedores, y
vosotros, galicosos muy
preciados –pues a
vosotros y no a otros están
dedicados mis escritos, los
frutos de mi ingenio.
PROPÓSITO DE LA OBRA
• Así es que regocijaos, amigos todos,
y leed alegremente lo que ahora
sigue, dando recreo al cuerpo en
provecho de los riñones. Mas
escuchad, grandísimos asnos -¡así
tengáis moquillo!-, no olvidéis
beber a mi salud por igual, yo os
imitaré sin tardanza.
PROTECTORES
• Acompañó a Roma a Jean du
Bellay, obispo de París, para que le
ayudara a curar sus molestias de
ciática. Allí Rabelais intentó que el
Santo Padre le absolviera por haber
cambiado de orden, del hábito
franciscano al benedictino, sin
autorización.
PROTECTORES
• Finalmente, con la ayuda de sus
protectores Jean du Belay, Guilleme
Seigneur y el apoyo del rey
Francisco I consiguió la absolución
papal, a pesar de sentir cierto
interés por el protestantismo se
mantuvo fiel a la fe católica.
CAPÍTULO I
• Os remito a la Gran Crónica
Pantagruelina para conocer la
genealogía y la antigüedad de
Gargantúa. Por ella conoceréis
extensamente cómo los gigantes
aparecieron en este mundo, y cómo
de ellos, por línea directa, surgió
Gargantúa, padre de Pantagruel.
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD
DE GARGANTÚA
• ¡Pluguiera a Dios que todos
supieran tan ciertamente su
genealogía desde el arca de Noé
hasta la edad presente! Creo que
son muchos los emperadores, reyes,
duques y papas que descienden de
portadores de reliquias y de
traperos y que, por el contrario,
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• no son pocos los mendigos,
dolientes y míseros que
descienden de la sangre y
linaje de grande reyes y
emperadores, en vista de la
admirable transición de reinos
e imperios:
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• Y hablando de mí, os diré que creo
descender de algún rico monarca o
príncipe de tiempos remotos, pues
jamás visteis hombres que anhelara
más ser rey y rico a fin de poder
comer en buena mesa, divertirme
sin tener que trabajar, vivir sin
inquietudes, enriquecer a sus
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• Amigos y a la gente de bien y saber.
Mas, sobre este punto, me consuelo
diciéndome que en el otro mundo
seré a buen seguro más noble y
poderoso de lo que ahora me
atrevería a desear. Vosotros, si
tenéis ocupada la mente en tal o
mejor pensamiento, consolaos de
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• De vuestros pesares y apurad de
nuevo la copa, si es que podéis.
Volviendo a lo nuestro, os diré que,
por don soberano de los cielos, nos
han sido conservadas la antigüedad
y genealogía de Gargantúa, de un
modo más completo que ninguna
otra, excepto la del Mesías, de la
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• Que no hablo, porque no está en
mi el hacerlo y porque los
demonios, (que son los
calumniadores y gazmoños)
tampoco me lo permiten. Fue
hallada por Juan Audeau en un
prado que poseía en dirección a
Narsay. Estando saneando las
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• Zanjas, los cavadores dieron con las
azadas en un gran sepulcro de
bronce inmensamente largo, pues
nunca encontraron el extremo. Al
abrirlo por cierto sitio sellado y
tapado con un cubilete, hallaron
nueve frascos alineados a modo de
los bolos de Gascuña, uno de ellos,
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• El que estaba en el centro, tenía
encima un grueso, graso, grande,
gris, lindo, pequeño y enmohecido
librito, que olía más, pero no mejor
que las rosas. En este fue hallada
dicha genealogía, escrita con letras
cancillerescas, pero no sobre papel,
pergamino o cera, sino sobre
DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE
GARGANTÚA
• za de plomo, tan gastada por el
tiempo, que apenas si podían
descifrarse tres líneas. Yo aunque
indigno, fui llamado y lo traduje
como podréis observar,
pantagruelizando, es decir,
bebiendo a mi salud, en tanto leía
las desmesuradas hazañas de Pant
CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO
ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE
• Grandgousier era muy bromista en
su tiempo, tan aficionado a la
bebida como haya podido serlo el
que más en el mundo y gran
comedor de viandas saladas. Con
este fin tenía de ordinario buena
provisión de jamones de Bayona y
de Maguncia, muchas lenguas de
CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO
ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE
• Buey ahumadas, abundancia de
morcillas cuando era la temporada
de ellas, cecina aderezada con
mostaza, huevas de pescado saladas
y conservadas en vinagre y
salchichas, no de Bolonia, ya que le
tenía miedo al tocino de
Lombardía, sino de Bigorre, de
CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO
ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE
• Brena y de Rovergue. A su edad
viril casó con Gargamuelle, hija del
rey de los Parpaillots, bella moza. Y
a veces hacían juntos los dos la
bestia de dos espaldas, frotándose
las grasas, tanto que ella quedó
preñada de un hermoso varón , al
que le llevó en sus entrañas
CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO
ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE
• Pues tanto tiempo, si no más,
puede durar el embarazo de
las mujeres, sobre todo si es
una obra maestra o un
personaje que deba, a su
tiempo, hacer grandes proezas;
NEPTUNO
• Así Homero nos dice que el hijo
que Neptuno engendró en la ninfa
nació al cabo de un año cumplido,
es decir en el duodécimo mes.
Porque como dice Aulo Gelio tan
largo tiempo convenía a la majestad
de Neptuno, a fin de que el niño
estuviera perfectamente formado.
CAPÍTULO VI. DE CÓMO GARGANTÚA
NACIO DE UN MODO MUY EXTRAÑO.
• En tanto estaban en estos
coloquios, Gargamelle comenzó a
tener dolores. Entonces
Grandgousier, que estaba tendido
sobre la hierba, se levantó y
pensando que serían los dolores del
parto, la consoló cariñosamente,
diciéndole que se tendiera en el
saucedal que pronto se le pasarían.
GARGAMELLE
• Al poco rato Gargamelle empezó a
suspirar, a lamentarse y a llorar. Al
instante acudió de todos lados un
buen número de matronas…
• Acto seguido, una vieja malcarada
de la reunión… le hizo un
astringente tan tremebundo que las
membranas se contrajeron…
NACIMIENTO DE GARGANTÚA
• Esta dificultad hizo que se
relajaran los cotiledones de
la matriz, por los cuales
saltó el niño, que
penetrando por la vena
cava y subiendo luego
NACIMIENTO DE GARGANTÚA
• Por el diafragma hasta
los hombros, donde
dicha vena se divide en
dos, tomó el camino de
la izquierda y salió por
la oreja del mismo lado.
CAPÍTULO VII
• El bueno de Grandgousier,
que se hallaba bebiendo y
bromeando con los otros, oyó
el fuerte grito que había
lanzado su hijo, al entrar a la
luz de este mundo, cuando
CAPÍTULO VII. DE CÓMO LE FUE
IMPUESTO SU NOMBRE A GARGANTÚA
• Clamó a voces: “¡A beber, a
beber!”, lo que le hizo
exclamar : “¡Grande tienes el
gaznate!”. Los asistentes
dijeron que debía ostentar el
nombre de Gargantúa, puesto
que ésta había sido la primera
palabra pronunciada
CAPÍTULO VII
• Por su padre al nacer él, a
imitación y ejemplo de los
primitivos hebreos. El padre
se mostró de acuerdo y
también la madre se dio por
satisfecha.
CAPÍTULO VII
• Luego para calmarle le dieron de
beber a chorro y también la madre
se dio por satisfecha. Luego para
calmarle le dieron de beber a
chorro y le llevaron a la fuente
bautismal, donde fue bautizado,
como es costumbre entre los
buenos cristianos.
ALIMENTACIÓN DEL
BEBÉ GARGANTÚA
• Se dispuso que fueran reservadas
diecisiete mil novecientas trece
vacas de Pontille y de Bréhémont
para atender a su normal crianza,
pues no era posible encontrar en
todo el país nodriza capaz de
alimentarlo, dada la gran cantidad
de leche que necesitaba.
ALIMENTACIÓN DEL
BEBÉ GARGANTÚA
• Así transcurrieron un año y
diez meses, después de lo cual,
y por consejo de los médicos,
empezaron a pasearlo a cuyo
efecto construyeron una
bonita carreta de bueyes,
invención de Juan Deniu.
LOS COLORES Y LA LIBREA DE
GARGANTÚA
• Al llegar a cierta edad,
su padre ordenó que le
confeccionaran un
vestido con los colores
de su librea, que era
azul y blanca.
LOS COLORES Y LA LIBREA DE
GARGANTÚA
• Con ello su padre quería
dar a entender que le
proporcionaba una alegría
celestial, ya que para él el
blanco significaba placer,
alegría y el azul cosas
celestiales.
DE LA ADOLESCENCIA
DE GARGANTÚA
• Por mandato de su
padre, Gargantúa, de
los tres a los cinco años
fue alimentado e
instruido en toda
disciplina conveniente,
DE LA ADOLESCENCIA
DE GARGANTÚA
•y pasó aquella época
como los demás
niños del país:
bebiendo, comiendo
y durmiendo;
DE LA ADOLESCENCIA
DE GARGANTÚA
• Se revolcaba siempre en el
barro, se tiznaba la cara y la
nariz, torcía los talones de sus
zapatos, cazaba moscas a
menudo y corría con empeño
tras las mariposas, de las que
su padre tenía el imperio.
DE LOS FALSOS CABALLOS
DE GARGANTÚA
• A fin de que toda su vida fuera un
buen jinete, le hicieron un caballo
de madera muy grande, al cual él
hacía dar vueltas, saltar, bailar y
cocear, todo a la vez; andar al paso,
al trote, al galope, de costado, al
paso de camello y al de asno.
DE LOS FALSOS CABALLOS
DE GARGANTÚA
• Le hacía cambiar de pelo,
como los monjes cambian de
dalmática, según las fiestas:
castaño, alazán, tordillo, de
pelo de rata de ciervo, de pelo
de vaca, con manchas en
forma de hoz.
LA EDUCACIÓN DE GARGANTÚA
El padre de Gargantúa decide
proporcionar a su hijo una educación
adecuada y le hace nombrar Doctor
de la ciencia jovial.
Cuando Gargantúa llega a París para
instruirse en la Universidad su visión
de París es negativa:
LA EDUCACIÓN DE GARGANTÚA
• Gargantúa visitó la ciudad, siendo
admirado por todo el mundo en
gran manera,
• porque el pueblo de París es tan
bobo, tan papanatas e inepto por
naturaleza, que un titiritero, un
portador de reliquias,
LA EDUCACIÓN DE GARGANTÚA
• una mula con campanillas,
una vieja en el centro de
una encrucijada, son
capaces de reunir más
gente que un buen
predicador del Evangelio.
GARGANTÚA
• Tan importunamente lo seguían,
que se vio obligado a descansar a
descansar sobre la torres de la
Iglesia de Nuestra Señora.
• Miró con atención las grandes
campanas que había en dichas
torres y las hizo sonar muy
armoniosamente.
GARGANTÚA
• Al hacerlo se le ocurrió pensar
que podrían servir como
cascabeles en el cuello de su
yegua, a la que pretendía
devolver a su padre cargada de
queso de Brie y arenques
frescos. Así que las llevó a su
hostería.
LA GUERRA DE LOS PASTELEROS
• La Guerra de los pasteleros, que
enfrenta a pastores con pasteleros,
y ocasiona una guerra asesina
aparece como una caricatura de un
episodio vivido por el padre de
Rabelais, abogado, por un pleito
con sus vecinos relativo al derecho
de pesca en un arroyo.
CAPÍTULO XXV.
LA GUERRA DE LOS PASTELEROS
• En aquel tiempo, que era el de
la recolección de la uva, a
principios del otoño, los
pastores de la comarca se
ocupaban de guardar las viñas
e impedir que los estorninos
se comieran las uvas.
CAPÍTULO XXV.
LA GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Al propio tiempo, los
pasteleros de Lerné pasaban
por el camino real llevando
diez o doce cargas de bollos a
la ciudad. Los dichos pastores
les rogaron cortésmente que
se los dieran, pagando al
precio del mercado.
CAPÍTULO XXV.
LA GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Los pasteleros no se
mostraron en modo alguno
inclinados a acceder a este
ruego, sino, lo que es peor, los
insultaron gravemente,
llamándoles ordinarios,
holgazanes, zafios, parásitos.
CAPÍTULO XXV.
LA GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Uno de ellos, llamado Frogier,
persona honrada y notable
bachiller, respondió al insulto
diciendo con dulzura: -¿Desde
cuando vosotros, que erais
becerros, os habéis convertido
en toros?
CAPÍTULO XXV.
LA GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Esto no es de buenos
vecinos y nosotros no os
tratamos así cuando venís
aquí a comprar el buen
trigo candeal con el que
hacéis vuestros bollos y
pasteles.
GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Esta guerra muestra de
un modo alegórico
como los conflictos
más ridículos pueden
desencadenar muertes y
asesinatos.
GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Aparece en escena el Monje Juan
des Entommeures que defiende a
los pastores frente al rey de los
pasteleros Picrochole:
• “Se despojó de su hábito y asió el
palo de la cruz, que era largo como
una lanza, redondo, con madera de
serval, con flores de lis grabadas
GUERRA DE LOS PASTELEROS
• Salió así, vestido con el sayo, se
recogió el hábito y con el palo de la
cruz se arrojó tan de improviso
sobre los enemigos
• que los abatía como si fueran
puercos, asestando golpes a diestro
y siniestro como si fuera vieja
esgrima.
ABADÍA DE THÉLÈME
• En agradecimiento por su ayuda
Gargantúa le edifica un nuevo
monasterio llamado la abadía de
Theleme, que se rige por una regla
novedosa titulada “Haz lo que
quieras”, donde viven hombres y
mujeres ataviados según su gusto y
no el de una orden religiosa.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• Gargantúa, a la edad de
ochocientos cuarenta y
cuatro años, engendró a su
hijo Pantagruel en su
esposa llamada Badebec,
hija del rey de los
amaurotas de Utopía ,
LIBRO DE PANTAGRUEL
• que murió de mal parto, pues la
criatura era tan grande y pesaba
tanto, que no pudo salir a la luz sin
sacrificar a su madre.
• Su padre le impuso por nombre
Pantagruel , porque Panta en griego
significa todo y gruel en lengua
morisca significa sediento.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• En el libro segundo
Pantagruel conoce a su mejor
amigo Panurgo:
• Pantagruel encontró un
hombre de elevada estatura y
cuerpo de elegantes rasgos,
aunque lastimosamente herido
LIBRO DE PANTAGRUEL
• en diversos lugares y tan
mal arreglado que parecía
que se hubiera escapado
de los perros. Pantagruel
dijo: No es pobre más que
en suerte, pues os aseguro
que la naturaleza
LIBRO DE PANTAGRUEL
• le ha dotado de una
fisonomía que denota un
linaje noble y rico, pero las
aventuras a que se
exponen las gentes
curiosas le han reducido a
tal indigencia y penuria.
CAP. IX. PANURGO
• Señor mi verdadero y propio
nombre de bautismo es Panurgo y
ahora vengo de Turquía… Ahora
tengo necesidad muy apremiante de
tomar alimento : los dientes
afilados, el vientre vacío, las
garganta seca y un apetito
estridente me asedian.
CAP. X. JUICIO
• En la Corte estaba pendiente a
la sazón un pleito entre dos
grandes señores, uno de los
cuales era el señor de Baiseul,
el demandante, y el otro, el
señor de Humevesne, el
demandado, controversia muy
ardua y difícil
JUICIO
• Entonces Baiseul comenzó de
la manera que sigue:
• -Señor, lo cierto es que una
buena mujer de mi casa
llevaba huevos al mercado
para venderlos.
JUICIO
• Pero, a propósito; esto sucedió
entre los dos trópicos, seis blancas
en sitio diametralmente opuesto a
los trogloditas en un año en que los
montes Nipheos sufrían una gran
esterilidad de mentiras por efecto
de una sedición de patrañas…
JUICIO
• Dicha mujer diciendo sus Gaude y
Audi nos, no pudo cubrirse de un
falso revés subiendo por la virtud
goda de los privilegios de la
Universidad y para campanearse
angélicamente, se cubrió con un
septenario de piedras de catapulta.
JUICIO. OPINIÓN DEL SEÑOR DE
HUMEVESNE
• Señores, no creáis que, en el
momento en que dicha buena
mujer enfurruñó la bolsa para
empanar mejor el camino del
sirviente, tergiversó el bazo de
morcilla por las bolsas de los
usureros pues no hubo nada mejor
para librarse de los caníbales…
SENTENCIA DE PANTAGRUEL
• Que, considerando la horripilación
del murciélago declinando
bravamente del solsticio estival para
cortejar las consejas que han
sufrido mate al peón por las
malvadas vejaciones de los
lucífugos, inquilinos de los climas
que pasan por Roma con una
SENTENCIA DE PANTAGRUEL
• Gimelga, a caballo que se
venda los riñones con una
ballesta, el demandante tuvo
justa causa para calafatear el
guante que la buena mujer
infló con un pie calzado y otro
SENTENCIA DE PANTAGRUEL
• desnudo, reembolsándose,
bajo y roído en su conciencia,
tantas bagatelas como pelos
hay en dieciocho vacas y otro
tanto para el bordador.
• Y tan amigos como antes, sin gastos y
con razón.
VIAJE A UTOPÍA CON PANURGO
• Pantagruel y Panurgo se
dirigen a luchar a la ciudad de
Utopía, que estaba siendo
devastada por los dípsodas. Su
amigo Epistemón es
decapitado y Panurgo
recompone la cabeza.
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• Epistemón quedó curado
por completo, salvo de
una ronquera que padeció
por más de tres semanas y
una tos seca de la que no
pudo curarse nunca, sino a
fuerza de beber.
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• Entonces comenzó a hablar,
diciendo que había visto a los
diablos, que había hablado
familiarmente con Lucifer, que se
había dado la gran vida en el
infierno y en los campos Eliseos y
aseguró delante de todos que los
diablos eran buenos compañeros.
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• En cuanto a los condenados dijo
que estaba muy pesaroso de que
Panurgo le hubiera devuelto tan
pronto a la vida.
• Allí no se los trata tan mal como
pensáis; pero su estado cambia de
una manera muy extraña.
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• He visto a Alejandro Magno
remendando unas calzas viejas y así
se ganaba su miserable vida. Jerjes
preparaba la mostaza.
• Rómulo era vendedor de sal.
Numa, fabricante de clavos.
Tarquino usurero, Sila barquero.
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• Trajano era pescador de
ranas. París era un pobre
cerrajero. Aquiles
hacinador de heno.
Cleopatra, vendedora de
cebollas. Dido vendía setas
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• De este modo se ganaban allá abajo
su malhadada y miserable vida los
que habían sido grandes señores en
este mundo.
• Por el contrario los filósofos y los
que habían sido indigentes en este
mundo eran a su vez grandes
señores en el más allá.
CAPÍTULO XXX.
LIBRO DE PANTAGRUEL
• Vi a Diógenes rodeado de
magnificencia, con un buen
vestido de púrpura y un cetro
en la diestra, que hacía rabiar a
Alejandro Magno cuando éste
no había remendado bien sus
calzas y le pagaba a
bastonazos.
CAP. XXXII. DE COMO PANTAGRUEL
CUBRIÓ CON SU LENGUA TODO UN
EJÉRCITO
• Cuando Pantagruel entró con
todos los suyos en las tierras
de los dípsodas, todo el
mundo se alegró. Se rendían
en seguida y por su propia
voluntad le entregaban las
llaves de todas las ciudades a
las que iba.
DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU
LENGUA TODO UN EJÉRCITO
• Excepto los almirodas, que
quisieron combatir con él,
y respondieron a sus
heraldos que no se
rendirían mas que con
buenas condiciones.
DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU
LENGUA TODO UN EJÉRCITO
• Pero en el camino al pasar
por una gran llanura,
fueron sorprendidos por
una copiosísima lluvia, con
lo que comenzaron a
temblar y a apretarse unos
contra otros.
DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU
LENGUA TODO UN EJÉRCITO
• Pantagruel al verlo, les envió a
decir por medio de los
capitanes que no era nada y
que él veía por encima de las
nubes que solo se trataba de
un pequeño rocío; pero que de
DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU
LENGUA TODO UN EJÉRCITO
• Todos modos se pusieran en
orden, que él los cubriría.
Entonces se colocaron en
orden y muy apretados y
Pantagruel sacando la lengua
solo a medias, los cubrió como
una gallina a sus polluelos.
LO QUE EL AUTOR VIO
DENTRO DE SU BOCA
• Mientras tanto, yo, que os
cuento cosas tan ciertas…
anduve dos buenas leguas
sobre su lengua hasta entrar en
su boca… vi grandes rocas
como los montes de los
daneses – creo que eran sus
dientes -
LO QUE EL AUTOR VIO
DENTRO DE SU BOCA
• Entonces pensé que cuando
Pantagruel bostezaba , las palomas
entraban a bandadas en su boca,
creyendo que era un palomar.
• Encontré allí los más bellos lugares del
mundo: grandes juegos de pelota,
hermosas galerías, bellas praderas. Me
quedé allí cuatro meses y nunca me di
mejor vida.

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  • 1. RENACIMIENTO FRANCÉS • El reinado de Francisco I abarca el periodo comprendido entre los años 1515 y 1547. En general es un periodo floreciente que permite el desarrollo de la cultura. Francisco I era un rey interesado por la letras y las artes y fue mecenas de Leonardo da Vinci.
  • 2. FRANCISCO II • Su reinado abarca el periodo comprendido entre los años 1547 y 1559. En su reinado comienzan los disturbios religiosos. La llamada casa de Guisa ejerció el control del poder, los ejércitos y llevaron a cabo una campaña de represión sobre los protestantes.
  • 3. GUERRAS DE RELIGIÓN • Francisco II murió sin descendencia a la edad de 16 años. Se acusó a los protestantes de haberle envenenado. • Le sucedió en el reinado Carlos IX de Francia. Se sucedieron tres guerras de religión entre los años 1562 y 1570.
  • 4. MATANZA DE SAN BARTOLOMÉ • En el transcurso de la cuarta guerra de religión tuvo lugar la llamada Matanza de San Bartolomé. Sucedió el 23 de agosto de 1572. • Se estima que murieron unas 3000 personas en París y entre 10.000 y 20.000 en Francia.
  • 5. GUERRAS DE RELIGIÓN • La matanza ocurre en el reinado de Carlos IX de Francia, en una decisión influencia por su madre Catalina de Médíci y por los consejeros que temían una rebelión por parte de los protestantes. • Fue el episodio más cruento en el conjunto de las ocho guerras de religión entre 1562 y 1580.
  • 6. MICHEL DE MONTAIGNE • Michel de Montaigne nació en el castillo de Montaigne, cerca de Burdeos el 13 de septiembre de 1533. • Era hijo de una familia noble y rica. Tuvo una educación especial ya que fue criado durante dos por una niñera en un ambiente humilde.
  • 7. MICHEL DE MONTAIGNE • A los años fue llevado de nuevo con su familia biológica y a partir de entonces fue instruido por un preceptor alemán que le dio clases de latín, lengua en la que fue educado antes de comenzar a hablar francés, a la edad de 8 años.
  • 8. MICHEL DE MONTAIGNE • Acudió al Guyene College de Burdeos y a partir de 1549 comenzó a estudiar derecho en Tolulouse. • Tras su graduación, sustituyó a su padre en la corte de Perigueux y, con posterioridad, accedió al Parlamento de Burdeos.
  • 9. MICHEL DE MONTAIGNE • Vivió momentos sociales complicados debido a las guerras civiles y a las epidemias de peste que asolaron tierras europeas. • Su amigo Étienne de la Boétie falleció por culpa de esa enfermedad a la edad de 33 años.
  • 10. MICHEL DE MONTAIGNE • Montaigne entabla amistad con Étienne de la Boétie tras leer su obra Discurso sobre la servidumbre voluntaria o contra uno, donde reflexiona sobre la legitimidad de la autoridad sobre el pueblo
  • 11. ÉTIENNE DE LA BOÉTIE • y estudia los motivos de la servidumbre, de modo que ha sido considerado un antecedente de la desobediencia civil.
  • 12. MICHEL DE MONTAIGNE • Montaigne participó activamente en la vida política de su tiempo. Aunque era católico tenía dos hermanos protestantes. Fue capaz de negociar con habilidad entre los bandos en litigio, siempre con un deseo conciliador.
  • 13. MICHEL DE MONTAIGNE • En 1565 contrajo matrimonio con Françoise de la Chassagne. Tras el fallecimiento de su padre se convierte en el señor de Montaigne. • En el año 1571 se retira a su castillo para escribir sus pensamientos en medio del violento cisma surgido entre católicos y protestantes.
  • 14. MICHEL DE MONTAIGNE • En 1580 y 1581 escribió un diario durante su viaje por tierras de Francia, Italia, Suiza, Alemania y Austria. • Anotó las singularidades de cada zona y tras cruzar el Tirol llegó a Italia. Aprendió a desarrollar sus cualidades como diplomático.
  • 15. MICHEL DE MONTAIGNE • Trató a Enrique de Navarra, que siendo de origen protestante se convirtió en un rey católico. • Siendo alcalde de Burdeos evitó un ataque de la Liga protestante sobre Burdeos. • Vio morir a varios de sus hijos de forma prematura.
  • 16. MICHEL DE MONTAIGNE • Adoptó a Marie de Gournay, escritora que está considerada como un antecedente del feminismo en el siglo XVII. • Tras la muerte de Montaigne su viuda le entregó la totalidad de los ensayos manuscritos para que los editara de un modo póstumo.
  • 17. MICHEL DE MONTAIGNE • Ya en vida Montaigne había publicado varias ediciones de los Ensayos, la primera en marzo de 1580, la segunda en 1582 y la tercera en 1588.
  • 18. MICHEL DE MONTAIGNE • Montaigne escribe sus ensayos de un modo independiente a los grupos enfrentados en la época, con un tono conciliador, con el deseo de un ambiente de paz duradera y asumiendo su compromiso para lograr la pervivencia del Estado.
  • 19. MICHEL DE MONTAIGNE • Montaigne consigue establecer un nuevo género literario, escribe sobre un amplio repertorio de temas e inquietudes vitales como la guerra, la libertad, la amistad, la religión y el amor.
  • 20. MICHEL DE MONTAIGNE • Dentro de la perspectiva humanista la obra de Montaigne recupera la importancia del hombre, lo sitúa en el centro del mundo. • Montaigne incorpora desde un punto de vista personal sus propios sentimientos su indagación en sí mismo.
  • 21. MICHEL DE MONTAIGNE • A la edad de 35 años sufrió una grave caída de caballo en la que estuvo a punto de perder la vida. • La muerte de su padre estaba reciente todavía y Montaigne pensó en la fragilidad de la condición humana.
  • 22. MICHEL DE MONTAIGNE • Montaigne recogía sus inquietudes y pensamientos de un modo poco habitual. Establecía vínculos entre materias diversas según le indicaba su intuición o su imaginación. Establecía relaciones entre los hechos de la vida cotidiana y los autores clásicos.
  • 23. MICHEL DE MONTAIGNE • De un modo familiar y cercano apela a los autores clásicos para hablar sobre la vida y la muerte, sobre el canibalismo o los cálculos renales…
  • 24. MICHEL DE MONTAIGNE • Compartía esas ideas con familiares y amigos y de un modo personal interpretaba que esos pensamientos le ayudaban a conocerse mejor.
  • 25. MICHEL DE MONTAIGNE. EL AUTOR AL LECTOR • Este es un libro de buena fe, lector. Desde el comienzo te advertirá que con él no persigo ningún fin trascendental, sino sólo privado y familiar; tampoco me propongo con mi obra prestarte ningún servicio, ni con ella trabajo para mi gloria, que mis fuerzas no alcanzan
  • 26. MICHEL DE MONTAIGNE EL AUTOR AL LECTOR • Al logro de tal designio. Lo consagro a la comodidad particular de mis parientes y amigos, para que, cuando yo muera (lo que acontecerá pronto), puedan encontrar en él algunos rasgos de mi condición y humor, y por este medio conserven más completo
  • 27. MICHEL DE MONTAIGNE EL AUTOR AL LECTOR • Y más vivo el conocimiento que de mí tuvieron. Si mi objetivo hubiera sido buscar el favor del mundo, habría echado mano de adornos prestados; pero no, quiero solo mostrarme en mi manera de ser sencilla, natural y ordinaria, sin estudio ni artificio, porque soy yo
  • 28. MICHEL DE MONTAIGNE EL AUTOR AL LECTOR • Mismo a quien pinto. Mis defectos se reflejarán a lo vivo: mis imperfecciones y mi manera de ser ingenua, en tanto que la reverencia pública lo consienta. Si hubiera yo pertenecido a esas naciones que se dice que viven todavía bajo la dulce libertad de las primitivas leyes de
  • 29. MICHEL DE MONTAIGNE EL AUTOR AL LECTOR • De la naturaleza, te aseguro que me hubiese pintado bien de mi grado de cuerpo entero y completamente desnudo. Así lector, sabe que yo mismo soy el contenido de mi libro, lo cual no es razón para que emplees tu vagar en un asunto tan frívolo y tan baladí. Adiós, pues.
  • 30. MICHEL DE MONTAIGNE. LIBRO I • El modo más frecuente de ablandar los corazones de aquellos a quienes hemos ofendido, cuando tienen la venganza en su mano y estamos bajo su dominio,
  • 31. MICHEL DE MONTAIGNE • es conmoverlos por sumisión a conmiseración y piedad; a veces a la bravura, resolución y firmeza, medios en todo contrarios, sirvieron para el logro del mismo fin.
  • 32. MICHEL DE MONTAIGNE • Preciso es reconocer que el hombre es cosa pasmosamente vana, variable y ondeante, y que es bien difícil fundamentar sobre él juicio constante y uniforme.
  • 33. MICHEL DE MONTAIGNE • Pompeyo perdonó a la ciudad entera de los mamertinos, contra la cual estaba muy exasperado, en consideración a la virtud y magnanimidad del ciudadano Zenón, que echó sobre sí las faltas públicas,
  • 34. MICHEL DE MONTAIGNE • Y no pidió otra gracia sino recibir él solo todo castigo. El huésped de Sila, habiendo practicado virtud semejante en la ciudad de Perusa, no ganó nada con ello para sí ni para sus ciudadanos.
  • 35. CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE • Los que acusan a los hombres de marchar constantemente con la boca abierta en pos de las cosas venideras y nos enseñan a circunscribirnos a los bienes presentes y a contentarnos con ellos, como si nuestro influjo sobre lo porvenir fuera menor que el que
  • 36. CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE • Pudiéramos tener sobre lo pasado, tocan el más común de los humanos errores, si puede llamarse error a aquello a que la naturaleza nos encamina para la realización de
  • 37. CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE • su obra, imprimiéndonos como a tantos otros, la falsa imaginación, más celosa de nuestra atención que de nuestra ciencia.
  • 38. CAPÍTULO III. COMO LO PORVENIR NOS PREOCUPA MÁS QUE LO PRESENTE • No estamos concentrados nunca en nosotros mismos, siempre permanecemos más allá: el temor, el deseo, la esperanza nos empujan hacia lo venidero y nos alejan de la consideración de los hechos actuales, para llevarnos a reflexionar sobre lo que acontecerá
  • 39. CAPÍTULO VII. QUE LA INTENCIÓN JUZGA NUESTRAS ACCIONES • He visto a algunos hombres que en vida retuvieron a sabiendas intereses ajenos, disponerse a entregarlos por su testamento, después de su muerte.
  • 40. CAPÍTULO VII. QUE LA INTENCIÓN JUZGA NUESTRAS ACCIONES • Con semejante proceder nada hacen de eficaz, ni al aplazar cosa tan urgente, ni al pretender borrar falta tan grave mediante sacrificio tan escaso.
  • 41. CAPÍTULO VII. QUE LA INTENCIÓN JUZGA NUESTRAS ACCIONES • Este debe ser mayor cuanto que pagan a regañadientes; su satisfacción debe ser más justa y meritoria: la penitencia exige el sacrificio.
  • 42. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • Algo me sirve de consuelo en esta falta de memoria el convencimiento de que es un mal de que me valgo para corregir otro peor,
  • 43. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • que fácilmente hubiera germinado en mí y el cual es la ambición, pues no puede soportar la falta de memoria quien está sumido en los negocios del mundo.
  • 44. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • Como rezan varios ejemplos semejantes del progreso de la naturaleza, la ausencia de memoria ha fortificado en mí otras facultades
  • 45. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • a medida que ésa me ha faltado; de tener buena memoria fácilmente seguiría las huellas ajenas,
  • 46. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • mi espíritu languidecería por no ejercer sus propias facultades, como suele hacer casi todo el mundo, que se sirve de las extrañas opiniones por tenerlas presentes en la mente;
  • 47. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • La segunda ventaja de la falta de memoria consiste en recordar menos las ofensas recibidas; como decía Cicerón, para ello sería menester un protocolo. • Darío, para no echar en olvido la ofensa que había recibido de los atenienses,
  • 48. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • hacía que un paje le repitiera al oído tres veces, siempre que se sentaba a la mesa: «Señor, acordaos de los atenienses.» • Además, los lugares y libros que veo por segunda o tercera vez, se me ofrecen siempre como una novedad.
  • 49. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • Es a la verdad la mentira un vicio maldito. No somos hombres ni estamos ligados los unos a los otros más que por la palabra. Si conociéramos todo su horror y trascendencia, la perseguiríamos a sangre y fuego, con mucho mayor motivo que otros pecados
  • 50. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • . Yo creo que de ordinario se castiga a los muchachos sin causa justificada, por errores inocentes, y que se les atormenta por acciones irreflexivas que carecen de importancia y consecuencia. • La mentira sola, y algo menos la testarudez, parécenme ser las faltas que debieran a todo trance combatirse:
  • 51. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • ambas cosas crecen con ellos, y desde que la lengua tomó esa falsa dirección, es peregrino el trabajo que cuesta y lo imposible que es llevarla a buen camino;
  • 52. CAPÍTULO IX. DE LOS MENTIROSOS • por donde acontece que comúnmente vemos mentir a personas que por otros respectos son excelentes, las cuales no tienen inconveniente en incurrir en este vicio.
  • 53. CAPÍTULO XXX. DE LOS CANÍBALES • Crisipo y Zenón, maestros de la secta estoica, opinaban que no había inconveniente alguno en servirse de nuestros despojos para cualquier cosa que nos fuera útil, ni tampoco en servirse de ellos como alimento.
  • 54. CAPÍTULO XXX. DE LOS CANÍBALES. • Sitiados nuestros antepasados por César en la ciudad de Alesia, determinaron, para no morirse de hambre, alimentarse con los cuerpos de los ancianos, mujeres y demás personas inútiles para el combate.
  • 55. CAPÍTULO XXXVII DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS POR LA MISMA CAUSA • Cuando yo lanzo alguna fuerte reprimenda a mi criado, lo regaño con todas mis fuerzas, le dirijo verdaderas y no fingidas imprecaciones,
  • 56. CAPÍTULO XXXVII DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS POR LA MISMA CAUSA • pero pasado el acaloramiento, si el muchacho tuviera necesidad de mí, me hallaría de todo en todo propicio, pues cambio pronto de humor.
  • 57. CAPÍTULO XXXVII DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS POR LA MISMA CAUSA • Cuando lo llamo bufón y ternero, no pretendo colgarle para siempre tales motes ni creo contradecirme llamándole hombre honrado poco después.
  • 58. CAPÍTULO XXXVII DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS POR LA MISMA CAUSA • Ninguna cosa se apodera de nosotros completa y totalmente. Si no fuera cosa de locos el hablar a solas, apenas habría día en que yo dejara de propinarme recriminaciones a gritos,
  • 59. CAPÍTULO XXXVII DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS POR LA MISMA CAUSA • y sin embargo, no siempre me recrimino ni me desprecio. Quien por verme frío o cariñoso con mi mujer estimara que uno de esos dos estados fuese fingido, se equivocaría neciamente.
  • 60. CAPÍTULO XXXVII DE CÓMO REÍMOS Y LLORAMOS POR LA MISMA CAUSA • Nerón al separarse de su madre, a quién mandó ahogar, experimentó sin embargo la emoción del adiós maternal y sintió el horror y la piedad justamente.
  • 61. CAPÍTULO LI. DE LA VANIDAD DE LAS PALABRAS • Decía un antiguo retórico que su oficio consistía «en abultar las cosas haciendo ver grandes las que son pequeñas»; algo así como un zapatero que acomodara unos zapatos grandes a un pie chico.
  • 62. CAPÍTULO LI. DE LA VANIDAD DE LAS PALABRAS • En Esparta hubieran azotado al tal retórico por profesar un arte tan artificial y embustero. Arquidamo, rey de aquel Estado, • oyó con extrañeza grande la respuesta de Tucídides al informarle de quién era más fuerte en la lucha, si Pericles o él:
  • 63. CAPÍTULO LI. DE LA VANIDAD DE LAS PALABRAS • «Eso, dijo el historiador, no es fácil de saber, pues cuando yo le derribo por tierra en la pelea, • convence a los que le han visto caer de que no ha habido tal cosa.»
  • 64. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • Existe una ignorancia supina, que antecede a la ciencia y otra doctoral que la sigue: ignorancia es esta última que la ciencia engendra y produce, del propio modo que deshace y destruye la primera.
  • 65. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • Los espíritus sencillos, menos curiosos y menos instruidos, se convierten en buenos cristianos; • por respeto y obediencia creen con ingenuidad y se mantienen bajo la disciplina que las leyes dictan.
  • 66. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • En el mediano vigor de los espíritus y en la capacidad mediana, se engendra el error de las opiniones; éstos se dejan llevar por la apariencia de la interpretación primera
  • 67. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • y se creen con luces bastantes para considerarnos estúpidos y negados por el hecho de mantenernos en las antiguas creencias.
  • 68. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • Los espíritus grandes, más clarividentes y tranquilos, forman otra clase entre los buenos creyentes; ayudados por una dilatada y religiosa investigación,
  • 69. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • penetran de un modo más profundo la luz de las Escrituras y sienten el secreto misterioso y divino de nuestro régimen eclesiástico; por eso vemos
  • 70. CAPÍTULO LIV. DE LAS VANAS SUTILIDADES • algunos hombres que alcanzaron este estado guiados por la ciencia con maravilloso fruto y confirmación, como en el extremo límite de la cristiana inteligencia.
  • 71. LIBRO II. CAP. II DE LA EMBRIAGUEZ • La embriaguez, entre todos los demás, me parece un vicio grosero y brutal. El espíritu toma una participación mayor en otros; los hay, por ejemplo, que tienen no sé qué de generosos
  • 72. LIBRO II. CAP. II DE LA EMBRIAGUEZ • si es lícito hablar así; algunos existen, a que la ciencia contribuye, la diligencia, la valentía, la prudencia, la habilidad y la fineza. • En la embriaguez, todo es corporal y terrenal.
  • 73. LIBRO II. CAP. II DE LA EMBRIAGUEZ • De suerte que, la nación menos civilizada de las que existen en el día, es solamente el lugar donde tiene crédito. • Los otros desórdenes alteran el entendimiento; éste lo derriba y además embota el cuerpo:
  • 74. LOUISE LABÉ • Louise Labé nació en la ciudad de Lyon. Era hija de un próspero cordelero y tuvo la oportunidad de recibir una educación variada, que incluía el estudio del latín del italiano, recibió clases de equitación, de esgrima y de canto.
  • 75. LOUISE LABÉ • Lyon era una ciudad próspera gracias al comercio de la seda y vivía también un periodo floreciente en la imprenta. Se encontraba cerca de varios focos culturales de interés como Italia y España.
  • 76. LOUISE LABÉ • Los editores de la época rescatan a los autores antiguos a través de las imprentas de París, Venecia y Amberes y el intercambio y comercio de libros enriquece los círculos culturales de la época.
  • 77. LOUISE LABÉ • Labé tenía habilidades musicales y conocía el italiano y el latín. Adquirió una amplia cultura a través de sus hábitos lectores. Según la tradición participó en el sitio de Perpignan con el mote de Capitaine Loys.
  • 78. LOUISE LABÉ • Tras su matrimonio con otro fabricante de cuerdas o cordelero, recibirá el apodo de la Belle Cordelière. Tras el fallecimiento de su esposo inició un idilio con el escritor Olivier de Magny.
  • 79. LOUISE LABÉ • Su obra conocida incluye veinticuatro sonetos, tres elegías y un texto dialogado en prosa titulado Debate de locura y amor.
  • 80. LOUISE LABÉ • El debate plantea la puesta en escena de un modo dinámico de la relación entre el amor y la locura. Los discursos finales de sus defensores , Apolo y Mercurio, ayudan a comprender el porqué de que que esos términos se apliquen a los avatares de la vida moderna de su tiempo.
  • 81. LOUISE LABÉ • Sus obras se publicaron en 1555. En una epístola previa concebida a modo de ideario feminista, dedica las obras a una muchacha feminista de Lyon y por amplificación a todas las mujeres.
  • 82. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Ni Ulises ni otro nadie más astuto/ aventurado hubiera en su semblante/ tan divino agraciado y respetable,/ el afán y el quebranto que yo sufro.
  • 83. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Porque, Amor, con los bellos ojos tuyos/ tal llaga en mi alma ingenua perforaste/ - nido ya de calor para albergarte-/ que no podrá tener remedio alguno.
  • 84. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Si no se lo das tú. Qué dura suerte:/ mordida de escorpión, ayuda clamo/ contra el veneno a quien me da la muerte. • Sólo le pido calme esta agonía;/ mas no extinga el deseo a mí tan caro/ que si me ha de faltar me moriría.
  • 85. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Bello mirar oscuro y extraviado,/ cálido suspira, llantos vertidos,/ días de luz en vano amanecidos,/ negras noches que en vano se anhelaron.
  • 86. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Triste plañir, deseos obstinados,/derroches de dolor, tiempo perdido,/ muertes mil que mil redes me han tendido,/ males que contra mí se han destinado.
  • 87. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Risa, frente, cabellos, manos, dedos,/ laúd quejoso, voz, arco, viola:/ ¡tantas llamas que queman a una sola/ • Mujer! Me quejo a ti:/ con tantos fuegos/ tanto lugar del corazón me inflamas/ y ninguna centella a ti te alcanza.
  • 88. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Oh, perpetuo deseo y vana espera,/ tristes suspiros, lágrimas que suelen/ hacerme brotar ríos cuya fuente/ y manantial mis ojos los encierran.
  • 89. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Oh, crueldad inhumana, oh, aspereza,/ compasivo mirar de luz celeste:/ del corazón transido pasión fuerte, ¿creeis que aún podrán crecer mis penas?
  • 90. SONETOS. Traducción de Aurora Luque • Que amor siga ensayando en mí su arco/ que arroje nuevos dardos, fuegos nuevos,/ que se ensañe y que intente lo más bajo. • Tan afectada estoy en todas partes/ que ya una herida más sobre mi cuerpo/ no encontrara lugar para empeorarme.
  • 91. FRANÇOIS RABELAIS • François Rabelais nació en 1494 en la localidad de La Devinière. • Su padre era un próspero abogado en la zona de la Turena, en el centro de Francia. • Estudió leyes e ingresó como novicio en un convento franciscano en La Baumette.
  • 92. FRANÇOIS RABELAIS • Durante la infancia de Rabelais se sucedieron acontecimientos históricos relevantes como: • El descubrimiento de América por Cristobal Colón. • La colocación por parte de Lutero de sus tesis en la iglesia de Wittenberg.
  • 93. FRANÇOIS RABELAIS • En 1521 ingresa como monje franciscano en el convento de Puy Sant Martin en Fontenay le Comte. • Mantuvo correspondencia con Guillaume Budé, al que escribía versos en griego, una lengua considerada hereje por La Sorbona.
  • 94. GUILLAUME BUDÉ • Guillaume Budé está considerado como uno de los humanistas franceses más importantes. • Fue embajador francés en Roma siendo papa León X. • Desarrolló una labor intensa en favor de la recuperación del estudio de las lenguas clásicas.
  • 95. FRANÇOIS RABELAIS • Tras la decisión de La Sorbona, los superiores franciscanos confiscaron los libros en griego de Rabelais. • Cuando logró recuperarlos se fue a un monasterio benedictino. • En 1528 decidió abandonar los hábitos de monje y comenzar los estudios de medicina.
  • 96. FRANÇOIS RABELAIS • Tuvo dos hijos con una mujer viuda • Consiguió el título de médico en la facultad de Montpellier (1537) • En esa facultad tradujo textos médicos del griego y conoció las obras de Hipócrates y de Galeno.
  • 97. FRANÇOIS RABELAIS • Tras residir en Montpellier, Rabelais se desplaza a Lyon, un importante centro comercial y cultural de Francia, con una destacada actividad editorial. Allí ejerce la medicina, publica tratados médicos en latín, se relaciona con los círculos humanistas de la ciudad.
  • 98. FRANÇOIS RABELAIS • El tema central de su obra gira en torno a la dipsomanía, el abuso en el consumo de bebida, justo en una época (1532) en que Francia sufría una sequía intensa: • “Muchos se lanzaban dentro de los pozos y otros se escondían en el vientre de una vaca para estar a la sombra”
  • 99. FRANÇOIS RABELAIS • “Hubo que realizar grandes esfuerzos para poner a salvo el agua bendita de los templos; con el fin de que no faltara en las pilas, por consenso de los cardenales y del santo padre, se convino que nadie la tomara más de una vez.”
  • 100. FRANÇOIS RABELAIS • Rabelais recupera para su gran obra a dos gigantes, Gargantúa y Pantagruel, que ya formaban parte de la tradición oral en Francia. • Ya en 1532 se editó una obra anónima titulada Las grandes y sorprendentes crónicas del enorme gigante Gargantúa
  • 101. FRANÇOIS RABELAIS • Rabelais incorpora a su relato elementos de la cultura clásica junto a conocimientos de la cultura popular como refranes, hechos reales y experiencias personales.
  • 102. FRANÇOIS RABELAIS • Rabelais emplea en su obra un estilo irónico, burlesco, extravagante, que formaba parte del habla, popular, frente al lenguaje refinado de los poetas de la Pléyade que se dirigían a un público minoritario. Rabelais acerca su obra a un público mucho más amplio.
  • 103. FRANÇOIS RABELAIS • Los libros de Gargantúa y Pantagruel surgieron como un modo de terapia para los enfermos que Rabelais atendía en su labor como médico. • Rabelais seguía la teoría de que el humor tenía propiedades curativas.
  • 104. FRANÇOIS RABELAIS • Existía un libro anterior llamado Las grandes crónicas del gran y enorme gigante Gargantúa que tuvo un gran éxito. • Rabelais aprovechó esa circunstancia previa para redactar los cinco libros entre 1532 y 1564.
  • 105. FRANÇOIS RABELAIS • Los temas principales de la obra abarcan aspectos como la justicia, la fe, la ciencia, las relaciones humanas, el matrimonio, el hambre, la sed, la sequía.
  • 106. FRANÇOIS RABELAIS • El volumen y glotonería de sus personajes simboliza la voracidad y el deseo del conocimiento por parte del hombre en el Renacimiento. • Anima a los lectores a acumular ese saber pero evitando que esa premisa les angustie o les moleste por exceso.
  • 107. FRANÇOIS RABELAIS • Rabelais fue un pionero en el uso del francés como lengua literaria en detrimento del latín. Hasta 1539 no se usó en el ámbito de la justicia. • Una obra tan importante como la obra Institución de la religión cristiana de Calvino no se tradujo al francés hasta 1541.
  • 108. FRANÇOIS RABELAIS • Su saga de gigantes con rasgos humanistas comienza con un libro titulado: • Los horroríficos y espantables hechos y proezas del renombrado Pantagruel, Rey de los Dípsodas, hijo del gran gigante Gargantúa.
  • 109. FRANÇOIS RABELAIS • Pantagruel era un personaje muy popular, aparecía como un diablo de la sed que se dedicaba a arrojar sal en las gargantas de las personas. • Rabelais desvincula al gigante del mago Merlín y de sus relaciones originales con la medicina.
  • 110. ÉTIENNE DOLET • Amigo de Rabelais, ha sido considerado el primer mártir del Renacimiento. • Dolet era impresor y tenía una imprenta en Lyon, que funcionaba al margen de las normas de La Sorbona.
  • 111. ÉTIENNE DOLET • Publicó dos ediciones de Gargantúa y Pantagruel, una censurada y otra no, que contenía críticas hacia la Sorbona. • Dolet fue condenado a la hoguera por negar la inmortalidad del alma, hecho considerado herejía.
  • 112. FRANÇOIS RABELAIS • Rabelais alentaba a sus compatriotas a escribir en su lengua materna, el francés, en vez de hacerlo en latín • Contó con importantes protectores como el cardenal Jean du Bellay, al que acompañó en sus viajes a Roma
  • 113. GARGANTÚA Y PANTAGRUEL • De la serie de cinco novelas las más célebres son las dos primeras: Gargantúa (1534) y Pantagruel (1532). • A partir del tomo tercero sus libros adquieren un tono más serio, debido al ajusticiamiento de Dolet y a la masacre de herejes valdenses
  • 114. FRANÇOIS RABELAIS • Rabelais se recrea en la lengua vulgar y recoge expresiones habituales en la plaza del mercado. • Es un pionero en el uso de la lengua francesa, usa un lenguaje rico y exuberante, que explora la realidad cotidiana.
  • 115. FRANÇOIS RABELAIS • En su obra Rabelais describe la estatura de los gigantes, sus comidas, sus bebidas, las prendas que utilizaban a diario . • Descubre las aventuras de Pantagruel, hijo de Gargantúa y de su esposa Badebec, que es hija del rey de Utopía.
  • 116. CIRCUNSTANCIAS DE LA ÉPOCA • “Los hombres andaban sacando la lengua como lebreles que hubieran corrido seis horas, • muchos se arrojaban dentro de los pozos y otros se metían en el vientre de una vaca para estar a la sombra.”
  • 117. RABELAIS A SUS LECTORES • Muy ilustres bebedores, y vosotros, galicosos muy preciados –pues a vosotros y no a otros están dedicados mis escritos, los frutos de mi ingenio.
  • 118. PROPÓSITO DE LA OBRA • Así es que regocijaos, amigos todos, y leed alegremente lo que ahora sigue, dando recreo al cuerpo en provecho de los riñones. Mas escuchad, grandísimos asnos -¡así tengáis moquillo!-, no olvidéis beber a mi salud por igual, yo os imitaré sin tardanza.
  • 119. PROTECTORES • Acompañó a Roma a Jean du Bellay, obispo de París, para que le ayudara a curar sus molestias de ciática. Allí Rabelais intentó que el Santo Padre le absolviera por haber cambiado de orden, del hábito franciscano al benedictino, sin autorización.
  • 120. PROTECTORES • Finalmente, con la ayuda de sus protectores Jean du Belay, Guilleme Seigneur y el apoyo del rey Francisco I consiguió la absolución papal, a pesar de sentir cierto interés por el protestantismo se mantuvo fiel a la fe católica.
  • 121. CAPÍTULO I • Os remito a la Gran Crónica Pantagruelina para conocer la genealogía y la antigüedad de Gargantúa. Por ella conoceréis extensamente cómo los gigantes aparecieron en este mundo, y cómo de ellos, por línea directa, surgió Gargantúa, padre de Pantagruel.
  • 122. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • ¡Pluguiera a Dios que todos supieran tan ciertamente su genealogía desde el arca de Noé hasta la edad presente! Creo que son muchos los emperadores, reyes, duques y papas que descienden de portadores de reliquias y de traperos y que, por el contrario,
  • 123. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • no son pocos los mendigos, dolientes y míseros que descienden de la sangre y linaje de grande reyes y emperadores, en vista de la admirable transición de reinos e imperios:
  • 124. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • Y hablando de mí, os diré que creo descender de algún rico monarca o príncipe de tiempos remotos, pues jamás visteis hombres que anhelara más ser rey y rico a fin de poder comer en buena mesa, divertirme sin tener que trabajar, vivir sin inquietudes, enriquecer a sus
  • 125. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • Amigos y a la gente de bien y saber. Mas, sobre este punto, me consuelo diciéndome que en el otro mundo seré a buen seguro más noble y poderoso de lo que ahora me atrevería a desear. Vosotros, si tenéis ocupada la mente en tal o mejor pensamiento, consolaos de
  • 126. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • De vuestros pesares y apurad de nuevo la copa, si es que podéis. Volviendo a lo nuestro, os diré que, por don soberano de los cielos, nos han sido conservadas la antigüedad y genealogía de Gargantúa, de un modo más completo que ninguna otra, excepto la del Mesías, de la
  • 127. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • Que no hablo, porque no está en mi el hacerlo y porque los demonios, (que son los calumniadores y gazmoños) tampoco me lo permiten. Fue hallada por Juan Audeau en un prado que poseía en dirección a Narsay. Estando saneando las
  • 128. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • Zanjas, los cavadores dieron con las azadas en un gran sepulcro de bronce inmensamente largo, pues nunca encontraron el extremo. Al abrirlo por cierto sitio sellado y tapado con un cubilete, hallaron nueve frascos alineados a modo de los bolos de Gascuña, uno de ellos,
  • 129. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • El que estaba en el centro, tenía encima un grueso, graso, grande, gris, lindo, pequeño y enmohecido librito, que olía más, pero no mejor que las rosas. En este fue hallada dicha genealogía, escrita con letras cancillerescas, pero no sobre papel, pergamino o cera, sino sobre
  • 130. DE LA GENEALOGÍA Y ANTIGÜEDAD DE GARGANTÚA • za de plomo, tan gastada por el tiempo, que apenas si podían descifrarse tres líneas. Yo aunque indigno, fui llamado y lo traduje como podréis observar, pantagruelizando, es decir, bebiendo a mi salud, en tanto leía las desmesuradas hazañas de Pant
  • 131. CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE • Grandgousier era muy bromista en su tiempo, tan aficionado a la bebida como haya podido serlo el que más en el mundo y gran comedor de viandas saladas. Con este fin tenía de ordinario buena provisión de jamones de Bayona y de Maguncia, muchas lenguas de
  • 132. CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE • Buey ahumadas, abundancia de morcillas cuando era la temporada de ellas, cecina aderezada con mostaza, huevas de pescado saladas y conservadas en vinagre y salchichas, no de Bolonia, ya que le tenía miedo al tocino de Lombardía, sino de Bigorre, de
  • 133. CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE • Brena y de Rovergue. A su edad viril casó con Gargamuelle, hija del rey de los Parpaillots, bella moza. Y a veces hacían juntos los dos la bestia de dos espaldas, frotándose las grasas, tanto que ella quedó preñada de un hermoso varón , al que le llevó en sus entrañas
  • 134. CAPÍTULO III. DE CÓMO GARGANTÚA FUE LLEVADO ONCE MESES EN EL VIENTRE DE SU MADRE • Pues tanto tiempo, si no más, puede durar el embarazo de las mujeres, sobre todo si es una obra maestra o un personaje que deba, a su tiempo, hacer grandes proezas;
  • 135. NEPTUNO • Así Homero nos dice que el hijo que Neptuno engendró en la ninfa nació al cabo de un año cumplido, es decir en el duodécimo mes. Porque como dice Aulo Gelio tan largo tiempo convenía a la majestad de Neptuno, a fin de que el niño estuviera perfectamente formado.
  • 136. CAPÍTULO VI. DE CÓMO GARGANTÚA NACIO DE UN MODO MUY EXTRAÑO. • En tanto estaban en estos coloquios, Gargamelle comenzó a tener dolores. Entonces Grandgousier, que estaba tendido sobre la hierba, se levantó y pensando que serían los dolores del parto, la consoló cariñosamente, diciéndole que se tendiera en el saucedal que pronto se le pasarían.
  • 137. GARGAMELLE • Al poco rato Gargamelle empezó a suspirar, a lamentarse y a llorar. Al instante acudió de todos lados un buen número de matronas… • Acto seguido, una vieja malcarada de la reunión… le hizo un astringente tan tremebundo que las membranas se contrajeron…
  • 138. NACIMIENTO DE GARGANTÚA • Esta dificultad hizo que se relajaran los cotiledones de la matriz, por los cuales saltó el niño, que penetrando por la vena cava y subiendo luego
  • 139. NACIMIENTO DE GARGANTÚA • Por el diafragma hasta los hombros, donde dicha vena se divide en dos, tomó el camino de la izquierda y salió por la oreja del mismo lado.
  • 140. CAPÍTULO VII • El bueno de Grandgousier, que se hallaba bebiendo y bromeando con los otros, oyó el fuerte grito que había lanzado su hijo, al entrar a la luz de este mundo, cuando
  • 141. CAPÍTULO VII. DE CÓMO LE FUE IMPUESTO SU NOMBRE A GARGANTÚA • Clamó a voces: “¡A beber, a beber!”, lo que le hizo exclamar : “¡Grande tienes el gaznate!”. Los asistentes dijeron que debía ostentar el nombre de Gargantúa, puesto que ésta había sido la primera palabra pronunciada
  • 142. CAPÍTULO VII • Por su padre al nacer él, a imitación y ejemplo de los primitivos hebreos. El padre se mostró de acuerdo y también la madre se dio por satisfecha.
  • 143. CAPÍTULO VII • Luego para calmarle le dieron de beber a chorro y también la madre se dio por satisfecha. Luego para calmarle le dieron de beber a chorro y le llevaron a la fuente bautismal, donde fue bautizado, como es costumbre entre los buenos cristianos.
  • 144. ALIMENTACIÓN DEL BEBÉ GARGANTÚA • Se dispuso que fueran reservadas diecisiete mil novecientas trece vacas de Pontille y de Bréhémont para atender a su normal crianza, pues no era posible encontrar en todo el país nodriza capaz de alimentarlo, dada la gran cantidad de leche que necesitaba.
  • 145. ALIMENTACIÓN DEL BEBÉ GARGANTÚA • Así transcurrieron un año y diez meses, después de lo cual, y por consejo de los médicos, empezaron a pasearlo a cuyo efecto construyeron una bonita carreta de bueyes, invención de Juan Deniu.
  • 146. LOS COLORES Y LA LIBREA DE GARGANTÚA • Al llegar a cierta edad, su padre ordenó que le confeccionaran un vestido con los colores de su librea, que era azul y blanca.
  • 147. LOS COLORES Y LA LIBREA DE GARGANTÚA • Con ello su padre quería dar a entender que le proporcionaba una alegría celestial, ya que para él el blanco significaba placer, alegría y el azul cosas celestiales.
  • 148. DE LA ADOLESCENCIA DE GARGANTÚA • Por mandato de su padre, Gargantúa, de los tres a los cinco años fue alimentado e instruido en toda disciplina conveniente,
  • 149. DE LA ADOLESCENCIA DE GARGANTÚA •y pasó aquella época como los demás niños del país: bebiendo, comiendo y durmiendo;
  • 150. DE LA ADOLESCENCIA DE GARGANTÚA • Se revolcaba siempre en el barro, se tiznaba la cara y la nariz, torcía los talones de sus zapatos, cazaba moscas a menudo y corría con empeño tras las mariposas, de las que su padre tenía el imperio.
  • 151. DE LOS FALSOS CABALLOS DE GARGANTÚA • A fin de que toda su vida fuera un buen jinete, le hicieron un caballo de madera muy grande, al cual él hacía dar vueltas, saltar, bailar y cocear, todo a la vez; andar al paso, al trote, al galope, de costado, al paso de camello y al de asno.
  • 152. DE LOS FALSOS CABALLOS DE GARGANTÚA • Le hacía cambiar de pelo, como los monjes cambian de dalmática, según las fiestas: castaño, alazán, tordillo, de pelo de rata de ciervo, de pelo de vaca, con manchas en forma de hoz.
  • 153. LA EDUCACIÓN DE GARGANTÚA El padre de Gargantúa decide proporcionar a su hijo una educación adecuada y le hace nombrar Doctor de la ciencia jovial. Cuando Gargantúa llega a París para instruirse en la Universidad su visión de París es negativa:
  • 154. LA EDUCACIÓN DE GARGANTÚA • Gargantúa visitó la ciudad, siendo admirado por todo el mundo en gran manera, • porque el pueblo de París es tan bobo, tan papanatas e inepto por naturaleza, que un titiritero, un portador de reliquias,
  • 155. LA EDUCACIÓN DE GARGANTÚA • una mula con campanillas, una vieja en el centro de una encrucijada, son capaces de reunir más gente que un buen predicador del Evangelio.
  • 156. GARGANTÚA • Tan importunamente lo seguían, que se vio obligado a descansar a descansar sobre la torres de la Iglesia de Nuestra Señora. • Miró con atención las grandes campanas que había en dichas torres y las hizo sonar muy armoniosamente.
  • 157. GARGANTÚA • Al hacerlo se le ocurrió pensar que podrían servir como cascabeles en el cuello de su yegua, a la que pretendía devolver a su padre cargada de queso de Brie y arenques frescos. Así que las llevó a su hostería.
  • 158. LA GUERRA DE LOS PASTELEROS • La Guerra de los pasteleros, que enfrenta a pastores con pasteleros, y ocasiona una guerra asesina aparece como una caricatura de un episodio vivido por el padre de Rabelais, abogado, por un pleito con sus vecinos relativo al derecho de pesca en un arroyo.
  • 159. CAPÍTULO XXV. LA GUERRA DE LOS PASTELEROS • En aquel tiempo, que era el de la recolección de la uva, a principios del otoño, los pastores de la comarca se ocupaban de guardar las viñas e impedir que los estorninos se comieran las uvas.
  • 160. CAPÍTULO XXV. LA GUERRA DE LOS PASTELEROS • Al propio tiempo, los pasteleros de Lerné pasaban por el camino real llevando diez o doce cargas de bollos a la ciudad. Los dichos pastores les rogaron cortésmente que se los dieran, pagando al precio del mercado.
  • 161. CAPÍTULO XXV. LA GUERRA DE LOS PASTELEROS • Los pasteleros no se mostraron en modo alguno inclinados a acceder a este ruego, sino, lo que es peor, los insultaron gravemente, llamándoles ordinarios, holgazanes, zafios, parásitos.
  • 162. CAPÍTULO XXV. LA GUERRA DE LOS PASTELEROS • Uno de ellos, llamado Frogier, persona honrada y notable bachiller, respondió al insulto diciendo con dulzura: -¿Desde cuando vosotros, que erais becerros, os habéis convertido en toros?
  • 163. CAPÍTULO XXV. LA GUERRA DE LOS PASTELEROS • Esto no es de buenos vecinos y nosotros no os tratamos así cuando venís aquí a comprar el buen trigo candeal con el que hacéis vuestros bollos y pasteles.
  • 164. GUERRA DE LOS PASTELEROS • Esta guerra muestra de un modo alegórico como los conflictos más ridículos pueden desencadenar muertes y asesinatos.
  • 165. GUERRA DE LOS PASTELEROS • Aparece en escena el Monje Juan des Entommeures que defiende a los pastores frente al rey de los pasteleros Picrochole: • “Se despojó de su hábito y asió el palo de la cruz, que era largo como una lanza, redondo, con madera de serval, con flores de lis grabadas
  • 166. GUERRA DE LOS PASTELEROS • Salió así, vestido con el sayo, se recogió el hábito y con el palo de la cruz se arrojó tan de improviso sobre los enemigos • que los abatía como si fueran puercos, asestando golpes a diestro y siniestro como si fuera vieja esgrima.
  • 167. ABADÍA DE THÉLÈME • En agradecimiento por su ayuda Gargantúa le edifica un nuevo monasterio llamado la abadía de Theleme, que se rige por una regla novedosa titulada “Haz lo que quieras”, donde viven hombres y mujeres ataviados según su gusto y no el de una orden religiosa.
  • 168. LIBRO DE PANTAGRUEL • Gargantúa, a la edad de ochocientos cuarenta y cuatro años, engendró a su hijo Pantagruel en su esposa llamada Badebec, hija del rey de los amaurotas de Utopía ,
  • 169. LIBRO DE PANTAGRUEL • que murió de mal parto, pues la criatura era tan grande y pesaba tanto, que no pudo salir a la luz sin sacrificar a su madre. • Su padre le impuso por nombre Pantagruel , porque Panta en griego significa todo y gruel en lengua morisca significa sediento.
  • 170. LIBRO DE PANTAGRUEL • En el libro segundo Pantagruel conoce a su mejor amigo Panurgo: • Pantagruel encontró un hombre de elevada estatura y cuerpo de elegantes rasgos, aunque lastimosamente herido
  • 171. LIBRO DE PANTAGRUEL • en diversos lugares y tan mal arreglado que parecía que se hubiera escapado de los perros. Pantagruel dijo: No es pobre más que en suerte, pues os aseguro que la naturaleza
  • 172. LIBRO DE PANTAGRUEL • le ha dotado de una fisonomía que denota un linaje noble y rico, pero las aventuras a que se exponen las gentes curiosas le han reducido a tal indigencia y penuria.
  • 173. CAP. IX. PANURGO • Señor mi verdadero y propio nombre de bautismo es Panurgo y ahora vengo de Turquía… Ahora tengo necesidad muy apremiante de tomar alimento : los dientes afilados, el vientre vacío, las garganta seca y un apetito estridente me asedian.
  • 174. CAP. X. JUICIO • En la Corte estaba pendiente a la sazón un pleito entre dos grandes señores, uno de los cuales era el señor de Baiseul, el demandante, y el otro, el señor de Humevesne, el demandado, controversia muy ardua y difícil
  • 175. JUICIO • Entonces Baiseul comenzó de la manera que sigue: • -Señor, lo cierto es que una buena mujer de mi casa llevaba huevos al mercado para venderlos.
  • 176. JUICIO • Pero, a propósito; esto sucedió entre los dos trópicos, seis blancas en sitio diametralmente opuesto a los trogloditas en un año en que los montes Nipheos sufrían una gran esterilidad de mentiras por efecto de una sedición de patrañas…
  • 177. JUICIO • Dicha mujer diciendo sus Gaude y Audi nos, no pudo cubrirse de un falso revés subiendo por la virtud goda de los privilegios de la Universidad y para campanearse angélicamente, se cubrió con un septenario de piedras de catapulta.
  • 178. JUICIO. OPINIÓN DEL SEÑOR DE HUMEVESNE • Señores, no creáis que, en el momento en que dicha buena mujer enfurruñó la bolsa para empanar mejor el camino del sirviente, tergiversó el bazo de morcilla por las bolsas de los usureros pues no hubo nada mejor para librarse de los caníbales…
  • 179. SENTENCIA DE PANTAGRUEL • Que, considerando la horripilación del murciélago declinando bravamente del solsticio estival para cortejar las consejas que han sufrido mate al peón por las malvadas vejaciones de los lucífugos, inquilinos de los climas que pasan por Roma con una
  • 180. SENTENCIA DE PANTAGRUEL • Gimelga, a caballo que se venda los riñones con una ballesta, el demandante tuvo justa causa para calafatear el guante que la buena mujer infló con un pie calzado y otro
  • 181. SENTENCIA DE PANTAGRUEL • desnudo, reembolsándose, bajo y roído en su conciencia, tantas bagatelas como pelos hay en dieciocho vacas y otro tanto para el bordador. • Y tan amigos como antes, sin gastos y con razón.
  • 182. VIAJE A UTOPÍA CON PANURGO • Pantagruel y Panurgo se dirigen a luchar a la ciudad de Utopía, que estaba siendo devastada por los dípsodas. Su amigo Epistemón es decapitado y Panurgo recompone la cabeza.
  • 183. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • Epistemón quedó curado por completo, salvo de una ronquera que padeció por más de tres semanas y una tos seca de la que no pudo curarse nunca, sino a fuerza de beber.
  • 184. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • Entonces comenzó a hablar, diciendo que había visto a los diablos, que había hablado familiarmente con Lucifer, que se había dado la gran vida en el infierno y en los campos Eliseos y aseguró delante de todos que los diablos eran buenos compañeros.
  • 185. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • En cuanto a los condenados dijo que estaba muy pesaroso de que Panurgo le hubiera devuelto tan pronto a la vida. • Allí no se los trata tan mal como pensáis; pero su estado cambia de una manera muy extraña.
  • 186. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • He visto a Alejandro Magno remendando unas calzas viejas y así se ganaba su miserable vida. Jerjes preparaba la mostaza. • Rómulo era vendedor de sal. Numa, fabricante de clavos. Tarquino usurero, Sila barquero.
  • 187. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • Trajano era pescador de ranas. París era un pobre cerrajero. Aquiles hacinador de heno. Cleopatra, vendedora de cebollas. Dido vendía setas
  • 188. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • De este modo se ganaban allá abajo su malhadada y miserable vida los que habían sido grandes señores en este mundo. • Por el contrario los filósofos y los que habían sido indigentes en este mundo eran a su vez grandes señores en el más allá.
  • 189. CAPÍTULO XXX. LIBRO DE PANTAGRUEL • Vi a Diógenes rodeado de magnificencia, con un buen vestido de púrpura y un cetro en la diestra, que hacía rabiar a Alejandro Magno cuando éste no había remendado bien sus calzas y le pagaba a bastonazos.
  • 190. CAP. XXXII. DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU LENGUA TODO UN EJÉRCITO • Cuando Pantagruel entró con todos los suyos en las tierras de los dípsodas, todo el mundo se alegró. Se rendían en seguida y por su propia voluntad le entregaban las llaves de todas las ciudades a las que iba.
  • 191. DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU LENGUA TODO UN EJÉRCITO • Excepto los almirodas, que quisieron combatir con él, y respondieron a sus heraldos que no se rendirían mas que con buenas condiciones.
  • 192. DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU LENGUA TODO UN EJÉRCITO • Pero en el camino al pasar por una gran llanura, fueron sorprendidos por una copiosísima lluvia, con lo que comenzaron a temblar y a apretarse unos contra otros.
  • 193. DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU LENGUA TODO UN EJÉRCITO • Pantagruel al verlo, les envió a decir por medio de los capitanes que no era nada y que él veía por encima de las nubes que solo se trataba de un pequeño rocío; pero que de
  • 194. DE COMO PANTAGRUEL CUBRIÓ CON SU LENGUA TODO UN EJÉRCITO • Todos modos se pusieran en orden, que él los cubriría. Entonces se colocaron en orden y muy apretados y Pantagruel sacando la lengua solo a medias, los cubrió como una gallina a sus polluelos.
  • 195. LO QUE EL AUTOR VIO DENTRO DE SU BOCA • Mientras tanto, yo, que os cuento cosas tan ciertas… anduve dos buenas leguas sobre su lengua hasta entrar en su boca… vi grandes rocas como los montes de los daneses – creo que eran sus dientes -
  • 196. LO QUE EL AUTOR VIO DENTRO DE SU BOCA • Entonces pensé que cuando Pantagruel bostezaba , las palomas entraban a bandadas en su boca, creyendo que era un palomar. • Encontré allí los más bellos lugares del mundo: grandes juegos de pelota, hermosas galerías, bellas praderas. Me quedé allí cuatro meses y nunca me di mejor vida.