2. Todos en el territorio le alababan a Tyllib su caballo El Almirante. Se llamaba así porque –son palabras del vaquero- la gente se ‘almiraba’ mucho al verlo. Y era cierto: los vecinos se hacían lenguas sobre la prodigiosa clarividencia del caballo. Y sin embargo Tyllib sostenía que su caballo era un idiota. Relataba: “-Una mañana cabalgaba yo cerca del Salado, y fui atacado por un indio comanche que me clavó una flecha…
3. … y me dejó por muerto. Le pedí al Almirante que me arrastrara hasta dejarme bajo un árbol, a fin de protegerme del sol ardiente. Al punto el caballo obedeció. Luego le pedí que fuera a traerme agua en mi sombrero, pues me moría de sed. El caballo cumplió la orden. Finalmente le pedí que fuera al galope al pueblo y regresara con un médico. Fue, en efecto. ¡Pero el idiota me trajo al veterinario…!?!?! Jajaaja.
4. Un Fuerte abrazo amiga Jazmín. Gracias por compartir con mostros sus pps. Música: Clayderman Yesterday Diseño: Santos L.C.