El documento describe al "pirata enmascarado", un pirata de origen desconocido que participó en la invasión pirata de la ciudad de Guayaquil en 1687. Se cree que era de bajo estrato social y que se alió con los piratas para obtener parte del botín. El documento también resume dos libros que relatan esta historia: Leyendas, tradiciones y páginas de historia de Guayaquil de José Gabriel Pino Roca y El pirata enmascarado de Juan Carlos Riofrío Martínez-Villalba.
1. Pirata enmascarado
El pirata enmascarado fue un pirata de origen desconocido al que se vio actuar
durante la invasión pirata a la ciudad de Guayaquil, perpetrada durante el año 1687. Se
hallaba dentro del grupo de piratería compuesto por ingleses y franceses. En ella
aparecieron uno o dos piratas que no dejaron ver su rostro porque se enmascararon con una
capucha negra.
En opinión de varios historiadores, seguramente se trataba de dos personas de bajo
estrato social que pertenecían a la misma ciudad de Guayaquil asaltada, pero que se aliaron
a los piratas para tener parte en el botín. Así, para evitar ser reconocidos, se enmascararon.
A raíz de esta historia se han escrito varios libros, que intentan recoger con mayor o
menor fidelidad tanto la invasión pirata a la ciudad de Guayaquil del año 1687, como la
posible vida de ese personaje. Entre ellos se encuentran las famosas Leyendas, tradiciones y
páginas de historia de Guayaquil1 de José Gabriel Pino Roca y el libro de El pirata
enmascarado2 de Juan Carlos Riofrío Martínez-Villalba.
Índice
1Libro El pirata enmascarado
1.1La historia que recoge
1.2Características del texto
2Referencias
Libro El pirata enmascarado[editar]
2. La historia que recoge[editar]
La obra El pirata enmascarado2 del autor Juan Carlos Riofrío Martínez-Villalba es
una novela histórica costumbrista de la América del siglo XVII. Narra la mayor catástrofe
sufrida por la noble ciudad de Santiago de Guayaquil en el año 1687, cuando un grupo de
piratas holandeses, franceses e ingleses asaltaron este puerto de la costa pacífica.3 Luego
escaparon al norte perseguidos por la escuadra antipirata que se formó en el Callao. La
ciudad quedó desierta durante algunos años.4
Tras la invasión la ciudad de Santiago de Guayaquil quedó en completa ruina.
Setenta y cuatro conciudadanos murieron en la acometida pirata. A muchos ni los
enterraron y, echados sus cuerpos a la ría, por varios días quedaron flotando al son del flujo
y del reflujo desatando infecciones y epidemias.
Muchas familias pasaron repentinamente de la opulencia a la más humillante
miseria. La población huyó despavorida a los campos y Guayaquil quedó desolado por
varios años. En 1688 se ordenó su demolición.
Características del texto[editar]
La novela histórica está publicada por la editorial El Conejo y por la Universidad de
los Hemisferios en el año 2007. A más de la novela histórica, tiene dos anexos históricos y
varias páginas gráficas con mapas, naves, banderas, retratos y fortines de la época y del
lugar.
Está escrita en primera persona, en el español de la América de finales del siglo
XVII, que, como se sabe, no llega a ser tan antiguo como el de Cervantes o el del Mio Cid.
El texto conserva las construcciones, giros y expresiones propias de la colonia, que se
3. aclaran en nota al pie cuando su comprensión presenta alguna dificultad para el lector
medio.
Para entonces ya comenzaba a diferenciarse el trato que se daba a las personas en la
península ibérica, del que se daba en América. Se usaban varias formas: vuestra merced,
voacé, ucé, vos, vusted y el usted, que más tarde se terminará imponiendo en buena parte
del nuevo continente. Todo esto queda reflejado en el modo de hablar de los personajes de
la novela.
La novela tiene dos líneas argumentales paralelas, cada una escrita por dos personas
distintas (un pirata guayaquileño y un armador de barcos), con dos estilos literarios
diferentes. Hasta la puntuación es distinta. El tercer acto termina como el de la célebre obra
shakesperiana, El Mercader de Venecia, en donde una de las dos historias que configuran el
drama, termina anegando a la otra.
Como suele hacerse con las obras clásicas, la ortografía con la que se ha editado la
novela es la ortografía actual. Únicamente los títulos (incluidas las fechas del diario)
mantienen la ortografía de la época. Consiguientemente, no se crea que faltan tildes o que
por descuido se han cometido gravísimos errores, como escribir