Enid y Bert son amigos desde la infancia, pero Enid es la princesa del reino de Occam mientras que Bert es el príncipe de un pequeño reino y no será rey. Bert vive en el palacio de Enid para estudiar magia con Lucius. Bert cuestiona la creencia de Enid en la ciencia y se enojan, aunque Bert no lo hace con mala intención sino porque le gusta expresar sus propias opiniones.
texto argumentativo, ejemplos y ejercicios prácticos
SUPUESTO EXAMEN LENGUA ESPA II.docx
1. SUPUESTO EXAMEN LENGUA ESPA II
1. Comprensión lectora:
—No me hagas reír, Enid —dijo Bert—. Ahora va a resultar que crees en la ciencia. Solo
los idiotas y los niños pequeños creen en la ciencia. ¿Cómo es posible que alguien tan
inteligente como tú se deje engañar por esas tonterías?
Enid miró a su mejor-amigo con el ceño fruncido, mientras se preguntaba muy
seriamente si, después de lo que acababa de oír, no sería mejor retirarle para siempre
el título de «mejor-amigo».
—Tengo razones para creer en la ciencia —contestó con orgullo—. Razonesque tú no
podrías entender, Bert; eres demasiado pequeño.
—¿Demasiado pequeño? ¡Enid, tengo exactamente dos semanas y tres díasmenos que
tú!
—Es lo que acabo de decir —insistió Enid—. Demasiado pequeño.
Enid y Bert se miraron desafiantes durante unos segundos. Los dos eran amigos desde
los seis años, pero Enid le llevaba ventaja a Bert en muchos aspectos: en primer lugar,
era la hija del rey de Occam, mientras que Bert solo era el príncipe de un pequeño reino
de trescientos habitantes, y tenía cuatro hermanos mayores que iban delante de él en
la línea sucesoria. Es decir, que jamás sería rey, mientras que Enid, si todo iba bien,
sucedería algún día a su padre, el rey Tristán, en el trono. Pero además, por si eso fuera
poco, Bert vivía en el palacio de Enid como invitado. Sus padres le habían enviado allí
para aprender magia con el mejor profesor del mundo, el gran Lucius. Solo volvía a su
casa en las vacaciones de verano.
Y aun así, se permitía el lujo de llevarle la contraria a Enid una y otra vez. Era irritante.
A) Realiza un resumen del texto.
B) Describe por qué resultaba irritante Bert.
C) Qué personajes se nombran en esta historia?
D) ¿De qué están hablando?
E) ¿Para qué estaba Bert en el reino de Occam?
F) Indica la estructura del texto: planteamiento, nudo y desenlace
G) ¿Cuál es el tipo de narrador del texto?
Pero no lo hacía con mala intención. Lo que le ocurría a Bert es que era incapaz de callarse sus
opiniones. Y tenía opiniones propias sobre casi todo.
Opiniones que no solían coincidir con lo que pensaba el resto de la gente, y menos aún con lo
que decían los viejos libros. Tenía una mente «creativa» o eso era lo que decía de él su
maestro, Lucius.
Ana Alonso, El castillo de vapor. Ed. Anaya.
2. 2. . ¿Qué es una descripción objetiva? ¿y una descripción subjetiva? ¿Lee el
siguiente texto y justifica si es objetivo o subjetivo?
Odio la playa (Risto Mejide)
Odio la playa. Con todas mis fuerzas. No puedo con ella. La arena pegada, el calor
sofocante, el olor a pies y a sudor ajeno, la masificación, el ruido, las pelotas de plástico,
las sombrillas, las colillas, las señoras que gritan, los señores que fuman, las botellas de
plástico, y que el único remedio sea meterte en el agua del mar consciente de que las
ballenas expulsan 1.350 litros de semen fuera de su pareja en cada eyaculación o más
de 970 litros de orina en un solo día, y aún que eso es aportación natural, como si fuese
lo más contaminante que se llega a verter. Eso sí, respeto muchísimo que a la gente le
guste meterse ahí. No voy a tratar de convencerles. El problema viene cuando espero el
mismo respeto de vuelta. Y especialmente en este país. Y ahí ando todos los años sin
excepción tratando de justificar por qué no me gusta lo que no me gusta, como si fuese
un apestado, alguien a quien hay que tenerle lástima u otorgarle urgentemente una
subvención. Me ocurre lo mismo que con los fines de año, verbenas y otras fiestas de
guardar. Momentos en los que no es que tengas que pasártelo bien haciendo lo que
quieras, no, es que tienes que salir de fiesta sí o sí. Momentos en los que la forma pasa
por encima del contenido, momentos en los que el cómo importa más que el qué.
Siempre hay quien te dice que entonces te metas en una piscina. Pero es gente que no
entiende nada, el problema no está sólo en el dónde, sino en el qué. Pasarte horas al sol
es, junto a picarse los genitales con un punzón de hielo o presentarse de candidato en
UPyD, una de las torturas más improductivas y estúpidas que se me ocurren hoy por
hoy. Por más que me pongo, no lo consigo. Estoy unos minutos y enseguida tengo la
sensación de perder el tiempo. Cojo un libro. Intento leer. No hay postura más
incómoda que la del lector lagarto. Se te duerme la mano tratando de taparte el sol
mientras la otra intenta que no se te pase la página por culpa del viento. Brisa marina,
perdón. Y ya no digamos si el ejemplar tiene más de 400 páginas, como me suele ocurrir
con los que me gustan. Me doy la vuelta. Pero mi columna vertebral retorcida en
posición cobra tiene un límite y sobre todo un umbral de dolor. Paso al periódico, que
aunque sea más liviano, parece desmontarse más fácilmente con el calor. Ah entonces
recurre a la tableta. Claro, cuando inventen la pantalla que no requiera dejarte la retina
en intentar ver algo bajo la luz del sol. Nada, me pongo nervioso y acabo siempre
intimando más de la cuenta con el tipo del chiringuito. Dios salve los chiringuitos. Pues
oiga, no. Yo odio la playa en verano. Y ya está. Especialmente en verano. Porque me
gusta la playa en invierno, eso sí. Pasear por la orilla bien abrigado es de las cosas más
bellas que se puede hacer. Y una buena chimenea con vistas al mar. Insuperable. Porque
no sé si ha quedado claro que odio la playa. Pues no vayas, pensarás. Ya, pero entonces
tengo que aguantar la exclusión social desde la montaña. Píllate un barco. Te lo regalo,
yo me mareo. Y además, por qué. Porque en verano hay que estar en el mar sí o sí.
Porque si no, no eres persona, puede que hasta te retiren el carné de ciudadano español
3. o catalán o barcelonés o lo que seamos a estas alturas ya. Me encanta Barcelona, pero
no soporto que lo primero que me digan sea siempre que es una maravilla porque
tenemos el mar al lado. Pues no.
3. Busca en el texto anterior 6 sustantivos, 6 determinantes, 3 pronombres,
5 adjetivos, 5 adverbios, 5 preposiciones, 5 conjunciones y 1 interjección.
Clasifica estas palabras.
4. Localiza los sintagmas subrayados en el texto y analízalos.
Ej: La arena pegada: SN compuesto de Det + Sustantivo + adyacente
(adjetivo)
5. Clasifica las siguientes palabras en la tabla según sean simples, derivadas
o parasintéticas.
rico, ricachón, enriquecer, suavidad, gorro, imposibilidad, verdadero,
empedrado, camisa, enviudar, trompetilla, bosque, aterrizar, cuadrilla,
endulzar, colorante, césped, lunático, cuchara, envolver, envenenado,
gracioso, brazo.
SIMPLES DERIVADAS PARASINTÉTICAS
6. Separa en sílabas y di si estas palabras tienen diptongo o hiato:
Abuela: a - bue – la Diptongo
Rocío
Camión
4. Poeta
País
Puente
Ahí
Área
Tuerto
Decisión
Océano
Ilusión
León
Ciempiés
Columpio
Baúl
Hiena
Después
Maíz
Ruido
Héroe
Suerte
Corea
Recreo
7. . Clasifícalas en llanas, agudas y esdrújulas.