2. ¡En el gallinero es la hora de la puesta!
Bajo la mirada atenta de sus mamás,
las pequeñas gallinitas se esfuerzan
todo lo que pueden…
Sólo Carmela se niega a poner su
huevo.
- Poner, poner, ¡¡SIEMPRE
PONER!! Protesta.
- ¡En la vida hay cosas
mucho más interesantes
que hacer!
3. Carmela prefiere escuchar a Pedro el
Cormorán hablar del mar.
¡Pedro ha viajado mucho!
Y aunque es un poco mentiroso,
la gallinita adora
las maravillosas historias que cuenta.
“Algún día yo también iré
a ver el mar”.
Se dice la pequeña gallina.
4. Una tarde, en el momento de recogerse en el gallinero
para dormir, Carmela desobedece:
- ¡¡No quiero ir a dormir como las
demás… !!
“Yo,
yo quiero ir
a ver el mar”
5. -¿Ir a ver el mar? ¡Pero qué manía con viajar!
El padre de Carmela
nunca ha entendido
algo tan estúpido.
-¿Acaso yo viajo?
¿Me has visto a mí viajar?
Escucha, Carmela:
¡¡El mar no es un lugar
conveniente para una gallina!!
¡¡Venga, al nido!!
6. Esa noche, Carmela no acierta
a dormir…
De repente, sin aguantar más,
se levanta.
-¡Está
decidido !
¡¡¡Me voy
a ver el mar !!!
7. Carmela mira por última
vez a papá,
a mamá,
a sus hermanos,
a sus hermanas,
a sus primos,
a sus primas…
…y abandona el gallinero
sin hacer ruido.
8. Valientemente, Carmela se interna en la noche.
Camina mucho tiempo,
tanto que al final no siente sus pobres patitas.
Pero, por la mañana, sus esfuerzos se ven
recompensados.
Al llegar a la cima de una duna, pudo ver por fin…
10. Carmela está deslumbrada por el espectáculo
maravilloso que se presenta ante sus ojos.
– ¡¡Qué precioso es!! –exclama.
Todavía mucho más bonito que lo que
me contó Pedro .
11. Empieza por hacer castillos de arena, recoge
conchas, degusta cangrejos… Impresionada
por las inmensas olas, Carmela intenta
meterse en el agua.
Después, se lanza al mar.
Traga agua -!glup, glup!- tose, escupe…
Hace el muerto…
Nada, se zambulle, se desliza…
Incluso hace pipí en el agua…
Carmela ríe, ríe…
12. LLORA, LLORA…
La noche comienza a caer y
Carmela sueña con volver al gallinero.
Pero, ¡¡horror!! ¡La costa ha desaparecido!
Imposible encontrar tierra firme…
-¡Papá,
mamá ! Solloza la gallinita.
Nadie responde.
13. Carmela se duerme, rota por el cansancio,
perdida en la inmensidad del océano…
14. Al amanecer, los gritos de alguien la
sacan de su sueño:
-“¡GALLINAAA!
GALLINA AL AGUAAAAA!”
15. Y aparecen tres
formidables navíos.
Tres bellas carabelas.
Es el gran Cristóbal
Colón en persona
navegando hacia el
Nuevo Mundo.
De golpe, una enorme
ola lanza a Carmela
sobre la cubierta de la
Santa María.
17. ¡¡Carmela se niega a ser
comida!!
Cuenta su increíble viaje
para impresionar a
Cristóbal Colón.
-¡¡Basta!!
Grita Cristóbal Colón…
-
“A la cazuela”
18. -Esperad, capitán, -llora
Carmela
- ¡Un
huevo !
Prometo poner un huevo
fresco cada mañana para
vuestro desayuno.
Será el huevo de Cristóbal
Colón
En ese momento Carmela se mordió la lengua.
-¿Poner un huevo?
ay…
Ay, ay,
Nunca lo he hecho y mamá no está aquí para enseñarme cómo se hace...
22. Una mañana,
después de poner su
trigésimo primer
huevo, Carmela vio
una playa y un
inmenso bosque en
el horizonte…
Acababa de
descubrir
América.
23. - Rápido, rápido…
¡¡Tengo que encontrar un buen sitio
donde escarbar!!
¡Tantas semanas soñando con encontrar un buen
gusano fresquito…!
24. Escondido entre las sombras de unos árboles, un
pequeño gallo la observa
-¿Qué es esto?
UNA GALLINA BLANCA.
25. Con un poco de miedo Carmela se acerca.
-Buenos días. Me llamo Carmela.
- Yo soy Pitikok.
- Vengo de un lejano gallinero, del otro lado del mar…
- Oh, pues sí que vienes de lejos…
- Me gusta tu color rojo, Pitikok.
- Y tú, Carmela, ¡¡tú si que eres bonita!!
Ven , voy a presentarte a mi familia.
27. Por la noche, en
honor de
Carmela, se
hace una fiesta
en el gallinero.
28. - Pitikok, me gustaría preguntarte…
¿Por qué aquí las gallinas por detrás
no tienen plumas?
- Es la moda. Los indios utilizan
nuestras plumas más bonitas para
ponerse guapos…
29. - Sígueme, Carmela, tengo un
escondite secreto y estaremos más
tranquilos… te gustará el maíz
30. Pitikok quiere saber todo de Carmela:
-¿Tienes hermanos? ¿Hermanas?
¿Cómo es tu casa?
Carmela le habla de su viejo
gallinero y de su gran amigo,
Pedro el Cormorán.
“Qué graciosa es”, piensa Pitikok.
31. Pasan los días, y juntos
descubren que se divierten con
las mismas cosas… y que nunca
antes habían sido
tan felices…
32. -Pitikok, ¿No
oyes el tambor
de los
indios…?
- ¡No! Es mi
corazón que
late así de
fuerte cuando
tú estás cerca
de mí…
37. Después de
varias semanas,
Pitikok y
Carmela llegan
al viejo gallinero
- ¡Chicas, mirad
quién vuelve!
-Es Carmela que
vuelve…!
- ¡¡Mamá!!
38. Mi pequeña!
¡Déjame mirarte!
¡Cómo has crecido!
Si ya eres una
verdadera dama
- ¿Y quién es este joven tan encantador?
- Me llamo Pitikok, señor.
- Bienvenido a nuestro gallinero,
39. A la primavera siguiente, Carmela y
Pitikok asisten, muy emocionados, al
nacimiento de su primer hijo. Un precioso
pollito al que deciden llamar Carmelito .
40. Algunos meses más
tarde…
-¿Carmelito? ¡Es
la hora de ir a
casa!
-¿Yaaa?
Espera un
minutito
mamá, estoy
mirando cómo
brilla el cielo…
-¡Carmelito !:
¡Es la hora de