El documento discute si la iglesia adventista es Babilonia. Explica que las denominaciones religiosas caídas son consideradas Babilonia por promover doctrinas erróneas como la inmortalidad del alma, el tormento eterno y la exaltación del domingo. Sin embargo, los escogidos de Dios que tratan de andar en la luz no componen a Babilonia. Cualquiera que diga que la iglesia adventista es Babilonia es un agente de Satanás.