De repente, un día, en los pasillos, en las puertas de las clases, en la Biblioteca… apareció una fotografía misteriosa . Nadie decía nada, pero allí estaba, y hubo quien sintió curiosidad…
Adolfo: Maestra, qué es esto (señala el cartel situado en la puerta), es una mano de una lagartija. (El día anterior habíamos estado trabajando en Conocimiento del Medio con el tema de los anfibios, reptiles). Mirel : Es la mano de una lagartija hombre… Iván: Es una iguana Mirel. Parece más bien la mano de una iguana. Nuria: ¿Y quién lo puso ahí? ¿Lo pusiste tú? Iván: No llegamos y ya estaba. Mirel: Mira pone (lee el texto: “Cinco dedos y una uña … )”. Mira dice que tiene solo una uña. (Se levantan de la silla cuatro y van hacia la puerta, observan y comentan ) Noelia: No Iván, una iguana no tiene las patas tan cortas. (Hablan de dragones. Convencen a Iván y él llega a decir que esa mano debe ser de un dragón, que es un reptil y vive en islas).
Estuvimos hablando sobre lo que nos sugería el cartel: ¿qué veíamos?, ¿cómo es la mano?, ¿cuántos dedos tiene?, ¿qué detalles podemos observar en ella y en el resto de la imagen? Analizamos la imagen; ¿hay poca luz o mucha luz?, en cuanto a la textura, ¿es la misma en la mano que en el fondo, en la roca?, ¿hay alguna indicación de movimiento en la imagen?, ¿cuál es la distancia probable entre el fotógrafo y el motivo fotografiado?. Intentamos interpretarla: ¿qué sensaciones o sentimientos nos causa la fotografía?, ¿qué detalle de la imagen te hace pensar así o tener ese tipo de sentimiento?
Y estuvimos hablando sobre Sebastiao Salgado, que es el fotógrafo que ha hecho todas las fotografías con las que estamos trabajando. Fue premio “Príncipe de Asturias de las Artes” en 1998. También leímos los comentarios que Salgado hace sobre sus fotos en el cuaderno del Proyecto Génesis. Sebastiao Salgado con el Príncipe Felipe, en el Campo de San Francisco de Oviedo, cuando inauguró su exposición.
Luego, la maestra nos dio un folio y una fotocopia de la mano de la iguana para que la dibujáramos como quisiéramos. Cada cual pegó la mano de la iguana en una parte diferente del folio y pintó la iguana como la imaginaba.
Primero hicimos un borrador y luego lo hicimos en limpio De perfil Vista desde arriba De frente
Unas miraban hacia un lado, y otras, hacia otro. Todo el mundo dibujó su iguana como sabía.
Y, esto es sólo el principio. También observamos nuestras manos, y las de otras personas, con unas lupas, e hicimos fotos a manos de personas de diferentes edades, pero eso ya es otra historia. Continuará…