presentación del desensamble y ensamble del equipo de computo en base a las n...
La revolucion digital
1. Lo primero que me llama la atención es que el artículo de EL PAÍS DIGITAL, titulado
”La revolución digital”, ha sido publicado en 2004 (hace nueve años) y, sin embargo, el
debate planteado en el mismo (con matices) podría ser de total actualidad a día de hoy.
Con un estudio largo y pormenorizado el artículo trata de explicar cómo afecta, y
afectará, a la sociedad la llamada revolución digital. Esta revolución digital la basa en la
aparición de dos herramientas tecnológicas:
-
La telefonía móvil
Internet
La evolución de ambas, su uso conjunto (o no), el impacto a nivel personal y
empresarial y la “guerra” desatada entre compañías informáticas y telefónicas por
hacerse con el poder en esta “era inalámbrica”, es lo que se analiza a continuación y, por
lo tanto, entraré a debatir.
Está claro que la aparición de la telefonía móvil e Internet han cambiado la sociedad
pero, los cambios operados en la misma y la velocidad con la que se han producido,
también nos llevan a cuestionar aspectos de esta metamorfosis.
Cualquier circunstancia que suponga una modificación sustancial en nuestras vidas
tiene, a la fuerza, que reportar aspectos positivos pero también negativos en las mismas.
Hoy, nueve años después de la publicación del artículo en cuestión, ¿quién no tiene un
teléfono móvil equipado con la última tecnología o un ordenador portátil?
Los teléfonos son auténticos miniordenadores. Son cámaras fotográficas de última
generación, envían mensajes de texto, de voz, imágenes, videos, tienen acceso a las
redes sociales…
Y los ordenadores. ¿Quién no tiene un ordenador portátil equipado con la última
tecnología?
Pero, ¿nos hemos parado a pensar el uso que hacemos de ellos?
Es cierto. Disponemos de toda la información que precisamos. De una forma rápida y
cómoda. Y disponemos de unos modelos de comunicación, tanto a nivel personal como
profesional que nos facilitan enormemente nuestras relaciones individuales y
empresariales.
Pero también es cierto que esta tecnología está al alcance de todos.
¿Cómo protegemos a nuestros menores? Niños y jóvenes menores de edad están en
posesión de teléfonos móviles de última generación que les permiten acceder a todo tipo
de información con total libertad.
La libre difusión de mensajes, fotografías y videos, así como el acceso a las redes
sociales nos abren una puerta que encierra al mismo tiempo una solución y un
problema.
2. ¿Analizamos la influencia de los SMS en el lenguaje habitual?
Laura Sánchez publicó, el 17 de febrero de 2011, en CONCIENCIA@2.0, un artículo
titulado “Cara y cruz del lenguaje SMS”. Sin tildes, sin “haches” o sin vocales. El
peligro de los SMS no sólo reside en los errores ortográficos, sino en el
empobrecimiento del idioma, si bien es cierto que algunos lingüistas defienden sus
aspectos positivos. En lo único que ambas posturas están de acuerdo es que estamos
ante un fenómeno imparable e irrefrenable.
El móvil (recoge el artículo) dice Julio Navío, director de tecnología de Nokia España,
ha incorporado la movilidad a nuestras vidas y ahora sentimos que no estamos sujetos a
esclavitud.
¿Acaso ahora no somos seres más individualizados? Esa libertad (comodidad) que nos
permite no reunirnos, no acudir físicamente al trabajo, no es la que perdemos cuando
desde nuestra casa, en soledad, podemos realizar todas estas actividades?
Internet ha entrado en nuestras vidas, sí o sí.
Hoy en día, a través de nuestro ordenador o teléfono móvil, podemos realizar cualquier
tipo de operación: compras, operaciones bancarias, acceso a documentos de otro
ordenador (trabajo), etc.
De nuevo, la cara y la cruz de la moneda. Las empresas ahorran costes debido a una
tecnología más barata, sin cableado y con total libertad de movimientos. Por cierto,
también con la reducción del número de trabajadores en plantilla que, ahora, ya no son
necesarios.
El negocio de la fotografía, música o cine se resiente. Muchos estudios fotográficos,
firmas discográficas o salas de cine han dejado de funcionar, con todo lo que ello
implica en cuanto a puestos de trabajo, debido a la facilidad que el usuario tiene para
conseguir su álbum fotográfico digitalizado, “bajar” su música o sus películas favoritas
de la red. El móvil es nuestro aparato de radio, nuestra televisión portátil y hasta nuestra
calculadora.
Tenemos que admitir, llegado este punto, que la revolución digital es imparable y
vertiginosa y, que si deseamos estar al día, deberemos invertir en productos de última
generación que hasta hace poco ni se nos hubiese ocurrido que podríamos necesitar.
¿Cuándo hemos cambiado por última vez de teléfono fijo, o incluso de centralita en
nuestra empresa?
Pero, ¿y de teléfono móvil o PC? Aquí, la cosa cambia. Lo que ahora es novedoso deja
de serlo a los seis meses y, si no compramos un nuevo terminal, no podremos disponer
de nuevos servicios que el antiguo no está diseñado para soportar.
3. ¡Consumamos pues! Las empresas informáticas y de telefonía se encargarán de
ofrecernos los productos que consideren más interesantes, desatándose entre ellas una
dura competencia.
Al éxito de la telefonía GSM y estando a la vista la 3G o UMTS, sucedía una nueva
tecnología impulsada por las empresas informáticas, el Wi-Fi.
Mientras que las empresas de telefonía trabajan en una tecnología móvil, más segura en
las comunicaciones, las empresas informáticas lo hacen en una tecnología inalámbrica
(que no móvil), sencilla y muy barata pero no muy segura.
Alguien ha llegado a pensar en el final de las grandes compañías telefónicas y el uso de
Internet como el comienzo de una gratuidad total en las comunicaciones.
¡Que utopía! Estamos en plena sociedad de consumo. En donde todo se hace para
conseguir una contrapartida (económica o social).
La telefonía IP nos permite la comunicación de voz y datos. ¿Son acaso las empresas
telefónicas, que equipan con Wi-Fi sus propios terminales, las que permitirán la
gratuidad de las comunicaciones?
Acierta de pleno el artículo de EL PAÍS DIGITAL en que los ordenadores portátiles
arrinconarán a los de sobremesa y que gestionarán todas o muchas de las actividades de
nuestro hogar, en especial el entretenimiento. Tiempo de ocio de mayor calidad, para
nosotros y nuestra juventud que, salvo por nuestras inquietudes personales (estudios,
deporte, trabajo…) podríamos no necesitar salir de casa. A mayor evolución más
obesidad.
Pienso que teléfono móvil o portátil convivirán, pero teniendo unas funciones cada vez
más específicas. El ordenador cubrirá todas nuestras necesidades profesionales y
familiares, mientras que el teléfono será un artículo personal y complementario que, por
su accesibilidad, será imprescindible en nuestro día a día.
Hoy, después de nueve años, nuevas tecnologías han invadido el mercado y la sociedad:
La casi augurada desaparición del DVD (toda la información se podrá encontrar en la
red). Además, el uso de los “pendrive” mucho más cómodos por su tamaño y discos
duros externos de tamaño muy reducido.
Tecnología 4G, GPS, Tablet, iPAD…
Todo ello nos lleva a una vertiginosa evolución en nuestra sociedad y costumbres pero,
el uso que hagamos de ello (cara y cruz de la moneda) siempre será responsabilidad
nuestra.