Los residuos electrónicos como frigoríficos, televisores, monitores y lámparas contienen sustancias tóxicas como cadmio, mercurio y plomo que son dañinas para la salud humana y el medio ambiente. Los países en desarrollo que reciben grandes cantidades de basura electrónica de países ricos tienen problemas para procesarla de manera segura, contaminando el suelo y el agua con elementos tóxicos.