La ciudad medieval de Tallin, capital de Estonia, conserva su aspecto del siglo XV como una ciudad comercial, con murallas, calles adoquinadas y callejones secretos, lo que la hace conocida como "La Perla Olvidada del Báltico". La visita incluyó el centro histórico de la ciudad, con la plaza del Ayuntamiento, la Catedral de Santa María Virgen y la iglesia de San Nicolás.