2. Somos ciudadanos de un mundo
1.- Somos ciudadanos de un mundo,
que necesita el vuelo de una
paloma, que necesita corazones
abiertos y está sediento de
un agua nueva.
POR ESTO ESTAMOS AQUI,
CONMIGO PUEDES CONTAR.
Y DEJARÉ MI EQUIPAJE
A UN LADO
PARA TENER BIEN ABIERTAS LAS MANOS
Y EL CORAZON LLENO DE SOL.
3. Preparad el camino al Señor
Había una gran multitud junto al río Jordán.
¿Qué pasaba? ¿Algo extraordinario estaba
ocurriendo? Los niños se deslizaron hasta la
primera fila para ver mejor. Pero todo lo que
vieron fue a un hombre… ¡hablando! ¡Era un
hombre muy raro! Llevaba una túnica de piel y
un cinturón alrededor de la cintura.
-Es Juan –decía uno de los mayores-. El hijo de
Zacarías e Isabel. Ahora vive allí. Es un lugar
solitario y terrible y casi no hay comida. ¡Come
langostas (un insecto parecido al saltamontes) y
la miel que fabrican las abejas silvestres!
4. Juan les hablaba con fuerza y dureza.
-¡Preparad el camino, preparad el camino para
el Reino prometido de Dios! Él vendrá pronto.
Por eso, debéis estar preparados.
-¿Qué tenemos que hacer?
-Debéis ser más generosos –les decía Juan- y
compartid vuestras cosas. Dejad de hacer
cosas malas. Dios nos ha enseñado la mejor
manera para vivir. Así que haced lo que Él dice.
Cuando lo hagáis, estaréis preparados para la
llegada del Rey.
Los mayores se miraban unos a otros
sorprendidos.
5. -No hemos sido generosos y hemos hecho cosas
malas. Pero estamos
arrepentidos, verdaderamente arrepentidos.
-Entonces –les dijo Juan-, seguidme. Y se metió
dentro del río.
Uno por uno, todos se metieron en el agua.
Querían quedar liberados de todas las cosas
malas que habían hecho.
-Dios sabe que estáis realmente arrepentidos –
les dijo Juan-. Él os ha perdonado y os ha
lavado dejándoos limpios por dentro y por
fuera. Ahora, id a casa y vivid como Dios quiere.
De esta forma, estaréis preparados para el
Reino de Dios. Finalmente, todos se habían
metido dentro del agua.
6. Tenemos que pedir perdón a
Jesús porque…
• No hemos sido cariñosos con las personas.
• No hemos obedecido a los profesores.
• Hemos trabajado poco en clase.
• Hemos dejado tirados a los compañeros que lo pasan mal.
• No hemos sacado las notas que deberíamos tener con
nuestras capacidades.
• No hemos hecho lo suficiente para mejorar nuestro
colegio.
• No hemos solucionado aquello que no va bien.
• No hemos llenado de luz el principio de este nuevo curso.
• No hemos sido solidarios con los que no tienen tantas
cosas como nosotros.
• No hemos confiado completamente que nuestro padre
Dios nos ayuda y nos quiere.
• No hemos dejado a Jesús ser nuestro amigo.
• No hemos querido o no hemos podido…
7. Dios Padre nos regala su perdón
Dios Padre nos perdona.
El Padre Dios es misericordioso.
Con el corazón te grito, Padre Dios.
Padre Dios, ¡escucha mi voz! El Padre Dios es misericordioso.
Te grito: ¡Padre Dios, perdóname! Te espero, Padre Dios.
Cuando me porto mal. Espero tu palabra.
Cuando sé que estás Espero tu perdón.
triste por mi culpa. Sé que nos has salvado.
Te grito: ¡Padre Dios, perdóname! Que nos perdonas siempre.
Tú me perdonas. Que nos quieres.
Soy malo y me perdonas. Te espero. Padre Dios.
Yo no quiero ser malo. Tu perdón es para mí un regalo.
¡De verdad, me arrepiento! El regalo mejor.
Dios Padre nos perdona El regalo más grande.
siempre, siempre. El regalo perfecto.
¡Gracias por regalarnos tu perdón!
Dios Padre nos perdona
siempre, siempre.
El Padre Dios es misericordioso.