La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
Un hombre caminaba
1. Un hombre caminaba tal vez sin darse cuenta que allí le esperaba muy cerca
un ladrón, de la ciudad eterna aquel hombre bajaba y allí el cruel pecado le
hirió sin compasión.
Paso un levita no quiso ni verle
Paso un sacerdote también le desprecio
Paso un samaritano paro para atenderle curando sus heridas con bálsamo de
amor
De aquel samaritano debemos ser ejemplo al pobre desvalido curemos un
dolor llevémosle con gusto en brazos hacia el templo
//curando sus heridas con bálsamo de amor
Un hombre caminaba tal vez sin darse cuenta que allí le esperaba muy cerca
un ladrón, de la ciudad eterna aquel hombre bajaba y allí el cruel pecado le
hirió sin compasión.
Paso un levita no quiso ni verle
Paso un sacerdote también le desprecio
Paso un samaritano paro para atenderle curando sus heridas con bálsamo de
amor
De aquel samaritano debemos ser ejemplo al pobre desvalido curemos un
dolor llevémosle con gusto en brazos hacia el templo
//curando sus heridas con bálsamo de amor
Un hombre caminaba tal vez sin darse cuenta que allí le esperaba muy cerca
un ladrón, de la ciudad eterna aquel hombre bajaba y allí el cruel pecado le
hirió sin compasión.
Paso un levita no quiso ni verle
Paso un sacerdote también le desprecio
Paso un samaritano paro para atenderle curando sus heridas con bálsamo de
amor
De aquel samaritano debemos ser ejemplo al pobre desvalido curemos un
dolor llevémosle con gusto en brazos hacia el templo
//curando sus heridas con bálsamo de amor