1. Días después del Tijuana-Rosarito me entere de este nuevo anuncio ahora bajo una
mera causa social pero seguramente tomado por todos aquellos que gustan de la
aventura y de los paisajes de la naturaleza prácticamente al aire libre. Me costo un poco
de trabajo tomar la decisión. Realmente tendré la condición para este paseo de 60 kms?
Según se dijo, para aquellos experimentados el tiempo estimado era alrededor de una
hora y media y tres para novatos. Deje a un lado la indecisión y desde el Miércoles
anterior tenia el 1391 como boleto de participación.
Fue en 1982 que por primera y última vez llegue al Valle de Guadalupe por un paseo
que ni recuerdo que se estaba celebrando y nunca más de los nunca volver.
A propósito de rocas destellantes que últimamente visitan la tierra, no era el momento
de quedarme acostado y menos pensaba sentarme a ver la lluvia de meteoritos desde
mi cama. Mi sueño de la noche no fue de alta calidad, el insomnio de nueva cuenta me
visito con poco menos de 6 horas y antes de las 5 desperté para mi ducha y el día
anterior acudir el peluquero para cortar mi cabellera en mi ritual de mes tras mes
recortármelo y pesar unos cuantos kilos de menos. Huevo estrellado con frijoles, avena
en agua, licuado de plátano con proteína fueron mi desayuno y un durazno al llegar a
las instalaciones de los estudios de grabación y cargado con 2 litros de agua, una pera,
naranja, barra de proteína y una bolsa de almendras fueron mis cómplices para el
recorrido de 60 kms y sin ellos, no quisiera saber que pudo ser de mi.
Esta vez nadie sabia
de mi y yo era parte de
todos. La nota del
periódico del siguiente
día marca la asistencia
de 4000, el noticiero
2000 pero el momento
del arranque se tenia el
conteo de 2895 en
punto de las 10.15 de
la mañana ante una
multitud ansiosa de
salir, ayudar y convivir.
Mas de una ocasión estuve a punto de pedir el auxilio de una barredora, sin embargo,
una voz interna me lo impidió ……NO espere 31 años para regresar a los Viñedos con la
cara de derrota…voy a seguir haciéndolo!!!!
No puedo creer que mi “bici” de segunda mano este aguantando tanto y después de los
clásicos paseos de la ciudad, este es el segundo largo recorrido que tiene no sin antes y
2. para este tener una ligera
reparación de frenos, no en
balde varias tantas se vieron
varadas durante el camino.
Repentinamente y como
espejismo del desierto ahí lo
vi…..Valle de Guadalupe decía
el anuncio, sin embargo, aun
era largo, casi interminable a
esas alturas y prácticamente
desesperante y al borde de mi
hora limite y estimada de arribo para la transportación de regreso a tiempo y en lugar y
forma.
Algunas bicicletas guardaban
rastros de sus antiguas
participaciones de paseos
anteriores
En punto de las 3.15 lo vi llegar.
Por fin, no creí que lo hice y
menos arribar sin auxilio. No hubo
tiempo para visitar el Bibayof, solo
me dispuse a sentarme y
descansar sobre la sombra de un
árbol y comer lo que me quedaban de provisiones para pocos minutos después,
reportarme al transporte de regreso al quinto municipio de la Baja y tomar el mío rumbo
a mi ciudad Tijuana.
La pregunta que ahora
tengo a mi mismo, lo
volveré a hacer? Tengo un
año para pensarlo y sobre
todo decidirlo.