El documento argumenta que debemos desarrollar buenas prácticas ambientales para establecer estrategias que prevengan la contaminación del medio ambiente y fomenten hábitos respetuosos con el entorno. Las tres actividades principales de las buenas prácticas ambientales son reflexionar, actuar y cooperar. Si desarrollamos buenas prácticas ambientales, se reducirá la contaminación, mejorará nuestra calidad de vida y nos convertiremos en ciudadanos responsables con el ambiente.