Este documento presenta un decálogo para alcanzar la felicidad, seguido de una lista de valores que necesita Colombia y una reflexión sobre los motivos que impulsan las acciones humanas como órdenes, costumbres y caprichos. Finalmente, plantea una pregunta sobre la naturaleza humana y divina.
MAYO 1 PROYECTO día de la madre el amor más grande
Valores que necesita Colombia para ser justa
1. CAPÍTULO II<br />Órdenes,, costumbres y caprichos<br />*Decálogo para alcanzar la felicidad:<br />Piensa siempre antes de actuar.<br />No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy.<br />Nunca reniegues de lo que te suceda para que no te deprimas.<br />Toma con calma y paciencia tanto las calamidades como las situaciones de gozo y alegría extrema.<br />No te dejes llevar por las emociones.<br />Si estás enojado, cuenta hasta diez y serena tu mente, para luego poder actuar con inteligencia.<br />Nunca tomes decisiones que al beneficiarte, perjudiquen a los demás.<br />Sigue las órdenes de tus padres, pues ellos desean lo mejor para ti.<br />Disfruta el amor que sientes por tus familiares y amigos, no sea que te acostumbres a ellos y al final los desprecies y te quedes solo.<br />No confundas la libertad con el libertinaje.<br />Cada persona tiene que concientizarse de las consecuencias de sus actosTodos debemos aprender a trabajar en equipo sin discriminación algunaLos gobernantes tienen que ser transparentes en todo lo que hagan y cumplir con sus promesasA nivel individualPrincipalmente a nivel socialPara que sea justa necesita deCOLOMBIAPrincipalmente a nivel políticoHONRADEZSINCERIDADRESPONSABILIDADCOOPERACIÓNSOLIDARIDADTOLERANCIAHONESTIDAD*Diagrama que muestra los valores que necesita Colombia:<br />*Listado de las cinco ideas más importantes:<br />Quizás no tengamos control sobre lo que el destino nos depare, pero si podemos tener el control acerca de cómo enfrentarlo para hacerlo más llevadero.<br />Normalmente actuamos buscando complacer nuestros caprichos, de manera que nos ponemos en 1º lugar con la circunstancia más agradable.<br />Analizamos constantemente el futuro que traerán nuestros actos presentes pero no contamos con que la mayoría de nuestros actos son automáticos.<br />Los caprichos son motivos sin justificación, nos mueve a realizarlos el simple deseo de hacerlos tangibles.<br />Los motivos (costumbres, órdenes, caprichos) inclinan la conducta de un sujeto y a partir de ellos tomará decisiones cotidianas o fuera del plano.<br />*Conclusión:<br />Todas las acciones que realizamos son movidas por los motivos, los cuales tienen diferentes tipos: gustos, hábitos, o porque debemos hacerlo. Siempre encontraremos una razón para hacer las cosas y justificar nuestros actos, ya sean de carácter benéfico o su contrario. Es como si de algún modo estuviéramos atados por las leyes de los hábitos, el hábito de seguir una norma, el hábito de cumplir nuestras obstinaciones, y la mayor parte de las veces analizando pros y contras. Siempre atados, siempre obligados… pero, al fin y al cabo, actuando bajo nuestro criterio siempre y cuando se pueda, claro está, pues habrá muchas situaciones en las que sea el destino el encargado de movernos y obligarnos a tomar decisiones, y lo único que podremos hacer allí, bajo nuestra libertad, será la manera de afrontar lo que nos depare éste. <br />*Frase célebre:<br />“El cielo y el infierno no están fuera, están dentro de nosotros”<br />Nuestros premios y castigos siempre han estado dentro de nosotros; la religión es quien los separa y los pone fuera de uno, de manera que el cielo (nuestra alma divina) es el premio, y el infierno (nuestra naturaleza caída) es el castigo. Por lo tanto, si seguimos los deseos de nuestra naturaleza caída: hacemos mal uso de nuestro cuerpo, nuestros sentimientos, emociones, nuestra mente y voluntad, el castigo vendrá a nosotros; pero, si de lo contario hacemos lo que nuestra alma divina nos diga, seremos premiados.<br />Así, afuera está lo que nosotros, como sociedad, hemos creado: un mundo muy negativo a causa de nuestras malas acciones.<br />*Pregunta:<br />¿Quién soy yo? ¿Soy hombre o soy Dios?<br />Como decía J.J. Benítez en un libro titulado “EL TESTAMENTO”, nosotros somos humanos y llevamos a Dios en nuestro interior, es sólo que falta recordarlo.<br />En el transcurso de la vida y a medida que nos vamos conociendo más, nos vamos dando cuenta que poseemos un alma divina y una naturaleza caída o “infierno”, el cual, poco a poco, hay que mejorar para que no interfiera negativamente en nuestras aptitudes frente a lo que nos pasa y para poder tomar las decisiones correctas según como nos lo dicte nuestra alma divina.<br />Aunque seamos hijos de Dios, también somos hombres con cuerpos que nos atan a la tierra, por ello, siempre buscamos la comodidad en nuestras vidas, y una muestra de esto es que nuestras acciones son movidas por órdenes, costumbres o caprichos, de manera que no nos esforzamos por meditar lo que hacemos, lo cual es justo lo que nos advierte Dios: “piensa siempre antes de actuar”.<br />