GUIÓN CON CANCIONES DE LA EUCARISTÍA DEL DOMINGO QUINTO E CUARESMA. CICLO B. DEL 22 DE MARZO DEL 2015
1. COMUNIÓN.
Cerca de Ti, Señor, yo quiero estar; tu
grande eterno amor quiero gozar. Llena
mi pobre ser, limpia mi corazón, hazme tu
rostro ver, en la aflicción.
Mi pobre corazón inquieto está, por esta
vida voy buscando paz. Más sólo tú,
Señor, la paz me puedes dar; cerca de Ti,
Señor, yo quiero estar.
Pasos inciertos doy, el sol se va, más si
contigo estoy, no temo ya. Himnos de
gratitud, alegre cantaré y fiel a Ti, Señor,
siempre seré.
Día feliz veré, creyendo en Ti, en que yo
habitaré, cerca de Ti. Mi voz alabará, tu
santo nombre allí y mi alma gozará, cerca
de Ti.
Más cerca, oh Dios de Ti; más cerca sí,
cuando la cruz, Señor, me lleve a Ti. Si
tiende al sol la flor, si el agua busca el
mar, a Ti, mi sólo bien, he de buscar.
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN.
La vida sin amor no vale nada;
La justicia sin amor te hace duro.
La inteligencia sin amor te hace hipócrita;
la fe sin amor te hace fanático
Sed bondadosos, generosos,
comprensivos.
Que todos los que se acerquen a vosotros
sean mejores y más felices.
Sed la expresión viva de la bondad de
Dios, bondad en la cara, bondad en los
ojos, bondad en la sonrisa, bondad en
vuestro saludo, Cordial y afectuoso.
RITO DE CONCLUSIÓN.
BENDICIÓN Y DESPEDIDA.
Dios es fiel: guarda siempre su Alianza; libra
al pueblo de toda esclavitud. Su Palabra
resuena en los profetas, reclamando el bien y
la virtud.
Y Jesús nos dará en el Calvario su lección:
“Hágase tu voluntad”. Y su sangre, vertida
por nosotros, será el precio de nuestra
libertad.
PARROQUIA DE SAN DIEGO EN MADRID
22 DE MARZO DE 2015
DOMINGO 5º DE CUARESMA “B”
CANTO DE ENTRADA.
Hacia ti, morada santa,
hacia ti, tierra del Salvador,
peregrinos, caminantes,
vamos hacia ti.
Venimos a tu mesa, sellaremos tu pacto,
comeremos tu carne, tu sangre nos limpiará.
Reinaremos contigo en tu morada santa,
beberemos tu sangre, tu fe nos guiará.
Lectura del profeta Jeremías. (Jer 31,31-
34)
Vienen días -dice el Señor- en que yo haré con
la casa de Israel y la casa de Judá una alianza
nueva. No como la alianza que hice con sus
padres cuando los tomé de la mano y los saqué
del país de Egipto, alianza que ellos violaron,
por lo cual los rechacé -dice el Señor-. Ésta es
la alianza que haré con la casa de Israel
después de aquellos días -dice el Señor-:
pondré mi ley en su interior, la escribiré en su
corazón, y seré su Dios y ellos serán mi
pueblo. No tendrán ya que instruirse
mutuamente, diciéndose unos a otros:
«¡Conoced al Señor!», pues todos me
conocerán, desde el más pequeño al mayor
-dice el Señor-, porque perdonaré su crimen y
no me acordaré más de sus pecados.
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL (Sal 51)
R/. Ten compasión de mí, oh Dios, por tu
misericordia.
Por tu inmensa ternura borra mi iniquidad.
Lávame más y más de mi delito
y purifícame de mi pecado. R/.
Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
implanta en mis entrañas un espíritu nuevo;
2. no me rechaces lejos de tu rostro,
no retires de mí tu santo espíritu; R/.
Dame la alegría de tu salvación
y que el espíritu generoso me mantenga firme.
Enseñaré tus caminos a los descarriados, los
pecadores volverán a ti. R/.
Tú no quieres ofrendas ni holocaustos;
si te los ofreciera, no los aceptarías.
El sacrificio que Dios quiere es un espíritu
contrito, un corazón contrito y humillado,
tú, oh Dios, no lo desprecias. R/.
Lectura de la carta a los Hebreos. (Heb
5,7-9)
Cristo, en los días de su vida mortal, presentó
con gran clamor y lágrimas oraciones y
súplicas al que podía salvarle de la muerte, y
fue escuchado en atención a su obediencia;
aunque era hijo, en el sufrimiento aprendió a
obedecer; así alcanzó la perfección y se
convirtió para todos aquellos que le obedecen
en principio de salvación eterna.
Palabra de Dios
Lectura del Santo Evangelio según San
Juan. (Jn 12,20-33)
Entre los que habían ido a Jerusalén para
dar culto a Dios en la fiesta había algunos
griegos. Éstos se acercaron a Felipe, el de
Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor,
queremos ver a Jesús». Felipe se lo fue a
decir a Andrés; Andrés y Felipe se lo
dijeron a Jesús. Jesús les respondió: «Ha
llegado la hora en que va a ser glorificado
el hijo del hombre. Os aseguro que si el
grano de trigo que cae en la tierra no
muere, queda infecundo; pero si muere,
produce mucho fruto. El que ama su vida
la perderá; y el que odia su vida en este
mundo la conservará para la vida eterna. El
que quiera ponerse a mi servicio, que me
siga, y donde esté yo allí estará también mi
servidor. A quien me sirva, mi Padre lo
honrará. Ahora estoy profundamente
angustiado. ¿Y qué voy a decir? ¿Pediré al
Padre que me libre de esta hora? No, pues
para esto precisamente he llegado a esta
hora. Padre, glorifica tu nombre». Entonces
dijo una voz del cielo: «Lo he glorificado y
lo glorificaré de nuevo». La gente que
estaba allí y lo oyó, dijeron que había sido
un trueno. Oros decían que le había
hablado un ángel.
Jesús replicó: «Esta voz no ha venido por
mí, sino por vosotros. Ahora es cuando va
a ser juzgado este mundo; ahora el príncipe
de este mundo va a ser echado fuera. Y yo,
cuando sea levantado de la tierra, a todos
los atraeré hacia mí». Decía esto indicando
de qué muerte iba a morir.
Palabra del Señor
HOMILÍA.
CREDO.
ORACIÓN DE LOS FIELES.
1.- Por la Iglesia, para que el Señor la
purifique con su sangre y le de la unidad.
Escucha, nuestra oración.
2.-Por todos los pueblos, para que se unan a
favor de la paz. Escucha nuestra oración.
3.-Por los matrimonios que hacen alianza de
amor, para que vivan luego unidos y se
guarden mutua fidelidad. Escucha nuestra
oración.
4.-Por todos los donantes de sangre y donantes
de órganos a favor de sus hermanos
enfermos. Para que el Señor les dé
recompensa por su solidaridad. Escucha
nuestra oración.
5.- Por todos lo que se sacrifican a favor de los
demás. Escucha nuestra oración.
6.- Por nosotros, que celebramos la eucaristía,
para que experimentemos los frutos de la
nueva alianza de Jesucristo. Escucha
nuestra oración.
OFERTORIO.
Yo no soy nada y del polvo nací, pero Tú me amas
y moriste por mí. Ante la cruz sólo puedo
exclamar: Tuyo soy, tuyo soy.
Toma, mi mano, te pido, toma, mis labios te
amo, toma mi vida ¡oh Padre!, tuyo soy, tuyo
soy.
Cuando de rodillas te miro, oh Jesús, veo tu
grandeza y mi pequeñez. ¿Qué puedo darte yo?
Sólo mi ser. Tuyo soy, tuyo soy.
ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS.
PREFACIO Y SANTO.
PLEGARIA EUCARÍSTICA.