Jesús realizó su primer signo en una boda en Galilea, salvando la fiesta al convertir el agua en vino abundante y de buena calidad cuando los novios se habían quedado sin vino. Este gesto muestra que Jesús se centró en hacer la vida de la gente más llevadera, en lugar de concentrarse en la religión como los dirigentes religiosos. Jesús trajo fe en un Dios que da alegría y atrajo a la gente hacia una vida más generosa movida por el amor solidario.