Principios del Reino para alcanzar la sabiduría de lo alto

Ministerio Profético Impacto de Dios

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Principios del Reino para alcanzar la sabiduría de lo alto
El camino que nos lleva a la sabiduría, es el mismo que nos lleva a la
perfección
Segunda Edición Octubre 2013

Salmos 119:97-100 ¡Cuánto amo tu ley! Todo el día ella es mi
meditación. Por tus mandamientos me has hecho más sabio
que mis enemigos, porque para siempre son míos. He
comprendido más que todos mis instructores, porque tus
testimonios son mi meditación. He entendido más que los
ancianos, porque he guardado tus ordenanzas.

Índice General

Pág.
Introducción
1. La ignorancia
2. Creerle al Eterno
3. El Temor a Jehová
4. La Humildad
5. El espíritu de Siervo
6. El Conocimiento de lo Alto
7. La Meditación
8. La Sabiduría y Prudencia
9. La Perfección

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Introducción
En este material presentamos un procedimiento, un camino
para que usted alcance la perfección que le exige nuestro
Padre Eterno, pero dependerá de su disposición y esfuerzo
para que lo logre en beneficio de su propia vida, pues solo los
perfectos habitarán en la tierra Proverbios 2:21. Vienen tiempos
de grandes crisis y angustias para Venezuela y las naciones,
viene un tiempo de selección rigurosa y solo los perfectos o
n
aquellos que decidan de verdad alcanzar la perfección
sobrevivirán Ezequiel 20:32-38, Amos 9:8-12.
12.

El pueblo del Señor en este tiempo ocupa poco tiempo en la
búsqueda de la sabiduría y mucho tiempo en la búsqueda de
las riquezas materiales, como si las riquezas fueran lo más
eriales,
importante para una persona que forma parte del Reino Mateo
6:33, ignorando que la mayor riqueza que un ser humano
puede poseer es la sabiduría del Señor Proverbios 3:13-18.
3:13

La perfección es una exigencia de nuestro Padre Eterno
El Reino del Eterno solo puede estar conformado por personas
que son perfectas o que tomaron la firme decisión de caminar
en el camino de la perfección. Si usted no ha cambiado mucho
desde que aceptó al Señor, dudo que esté en el camino de la
perfección. Cuando aceptamos formar parte del Reino del Dios
uando
Eterno, automáticamente se activan para nosotros una serie de
promesas que Él ha establecido en su palabra en beneficio de
su pueblo, pero para que esas promesas se hagan realidad en
nuestras vidas, debemos pagar un precio y ese precio es la
agar
perfección 2 Corintios 7:1, Mateo 5:48. El Dios Eterno le exigió
,
perfección a Abraham para cumplir en él sus promesas
Génesis 17:1, pero no lo dejó a la deriva, sino que inició en él
una capacitación en sus leyes y Abraham alcanzó la perfección
m
cumpliendo todas sus leyes (pues ellas son las que nos llevan a
la perfección) Génesis 26:4-5. El Señor nos exige hoy la misma
perfección Mateo 5:48, pero solo la podremos alcanzar
siguiendo la misma ruta o camino que nos lleva a la sabiduría y
esta última se alcanza a través de la revelación y conocimiento
de las leyes del Reino Deuteronomio 4:5-6.

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1. La Ignorancia:
El ignorante es una persona cautiva que difícilmente agradará
al Señor
La sagrada escritura cuando hace referencia a las personas
que tienen sabiduría y carecen de ella, distingue entre el
sabio y el no sabio. Al sabio lo llama también: sensato,
prudente, justo, entendido e inteligente. Pero al que no es
sabio lo llama también: necio, insensato, ignorante, ingenuo
e imprudente.
Todo aquel que niega la existencia del Eterno es un necio
Salmos 14:1. Cuando el impío acepta al Señor deja de ser
necio, pero es ahora ignorante de la sabiduría del Señor
(es un recién nacido en el Reino) y por esa razón aún
cuando ya no es necio, tendrá conductas propias de un niño
(necio) por causa de su ignorancia Proverbios 22:15.
Cuando un creyente no ha alcanzado un nivel de sabiduría y
prudencia aceptable en el Señor, será como un niño sin
importar la edad que tenga 1 Corintios 14:20, Hebreos 5:1214. Recuerde que al niño le caracterizan la ignorancia, la
necedad Proverbios 22:15 y la imprudencia.
¿Cómo puedes reconocer a una persona ignorante de la
sabiduría del Señor?
El ignorante es una persona que carece de sabiduría,
prudencia y de conocimiento de las leyes y de los misterios del
Reino Proverbios 14:7, 14:33. En muchos casos es también
una persona altiva, que no controla sus emociones (ira y
temores) Proverbios 12:16, 29:11, no acepta el consejo
Proverbios 12:15, 15:5, aborrece la corrección Proverbios 12:1,
13:1, alimenta su mente de necedades Proverbios 15:14
porque no valora el conocimiento del Reino. Repite una y otra
vez sus errores y pecados Proverbios 14:9, 26:11. No aprende

a través de la enseñanza Santiago 1:22 (son oidores
olvidadizos) ni a través de sus propios errores, sino con duros
azotes Proverbios 17:10, 20:30. Su conducta acarrea tristeza
para su padre terrenal, así como para el Padre Celestial
Proverbios 17:21, 25, 19:13. No sabe cuándo conviene callar,
por lo que hace mucho daño con sus palabras Proverbios
17:28, 18:6-7, 29:20. Es una persona que no selecciona sus
amistades por lo que en vez de relacionarse con sabios
Proverbios 13:20, Salmos 1:1, 26:4-5, se relaciona con
personas que aman la necedad, haciéndose necio como ellos
Proverbios 4:14-15.
Una persona puede tener mucho estudio secular, tener 2 ó 3
doctorados y sin embargo ser ignorante, por cuanto la sabiduría
de lo alto no se adquiere en las universidades 1 Corintios 3:1820, sino que es dada por el Señor a quienes aman su ley y la
guardan Salmos 119:97-101.
La ignorancia es un mal del que debemos huir todos
El pueblo perece por falta de conocimiento de la ley del
Señor Oseas 4:7
Al pueblo lo cautiva el enemigo por su falta de conocimiento
Isaías 5:13
Entre más conocimiento tengamos de la verdad, más libres
seremos y de esa manera seremos instrumentos del Señor
para liberar a otros Juan 8:32.
No hay persona más ignorante que aquel que se hace sabio
en su propia opinión Proverbios 28:11, 1 Corintios 3:18

2. Creerle al Eterno
La mayoría de las personas se jactan de creer en el Dios
Eterno, pero eso no es suficiente Santiago 2:19, debemos creer
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en lo que Él nos dice a través de su Palabra (su ley). Nuestro
problema radica en que creemos y aceptamos sólo aquellas
cosas que nos conviene creer y aceptar, pero aquellas cosas
que no entendemos o nos afecta de alguna manera (aún
cuando las Sagradas Escrituras lo afirman), entonces las
rechazamos o buscamos argumentos y excusas para no
tomarlas en cuenta. Buscar argumentos y excusas no
fundamentadas en las verdades eternas, es característico de
las personas altivas que se creen sabios en su propia opinión.
Aquí no estamos sugiriendo en que se crea en todo lo que se
nos dice Proverbios 14:15, sino de creer en todas aquellas
cosas que están fundamentadas en las Palabras del Eterno
Lucas 21:33.

3. El Temor a Jehová
El hombre que más tema al Señor, será el más sabio de la
tierra
Debemos temer al Señor más que nada y a nadie en este
mundo, porque Él es un Dios grande y temible
Deuteronomio 7:1. Hay personas que le temen más a los
animales (como a las arañas y serpientes) y a los hombres
que al Señor y eso no debe ser así Éxodo 1:17.
El temor a Jehová es la puerta de entrada al camino de la
sabiduría Proverbios 1:7, 9:10
El Eterno no puede reinar sobre un pueblo que no le teme 2
Samuel 23:3 y el propósito del temor es inhibir el pecado en
el pueblo Jeremías 32:40. Cuando el Señor llevó a Israel al
desierto, puso su temor en ellos para que guardaran sus
leyes Éxodo 20:18-20.
Cuando David inicia el reinado en Israel, era un siervo del
Señor, pero le faltaba temor y conocimiento de las leyes. La
muerte de Uza 1 Crónicas 13:9-10 le permite a David

conocer y temer más al Señor 1 Crónicas 13:12 y este fue el
principio para que se convirtiera en un sacerdote y maestro
de su ley 1 Crónicas 15:11-13, 27. (Uza muere por la
ignorancia de David y de los sacerdotes pues trasladaban el
arca siguiendo procedimientos paganos) 1 Cronicas 13:9, 1
Samuel 6:10-13. Cuando el pueblo del Señor es ignorante
de sus leyes, le cantan, adoran, evangelizan y sirven
siguiendo procedimientos paganos.
Con la muerte de Ananías y Safira quienes mintieron al
Señor, sobrevino un gran temor a la iglesia primitiva Hechos
5:9-11. El Señor a través de estos eventos pone su temor
en el pueblo para reducir el pecado.
El Eterno nos ha revelado que los tiempos de Uza, de
Ananías y Safira se repetirán nuevamente, porque el Señor
desea levantar en este tiempo un pueblo que le tema de
verdad y de esa manera evite el pecado.
La enseñanza de la verdadera ley del Dios Eterno nos
enseña a temerle, ya que así como las leyes de las
naciones paganas establecen sentencias o castigos para
aquellos que cometen injusticias, las leyes del Reino
también establecen sentencias severas para los pecadores
del Reino y entre ellas la muerte Levíticos 20:10,1 Juan
5:16-17. Esto es algo que no se enseña en este tiempo, por
la ignorancia que lamentablemente ha caracterizado a la
iglesia. Las leyes de las naciones castigan a los infractores
de su ley, por ejemplo el que roba va preso. Sin embargo
las leyes del Reino del Eterno son más estrictas y exigentes
que las leyes de las naciones paganas. Por ejemplo ¿Cuál
es la sentencia en tu nación para aquellos que cometen
adulterio? Tal vez ninguna, pero la ley del Reino establece
la muerte para este pecado ¿lo sabías? Levíticos 20:10. El
mismo Apóstol Pablo como juez del Señor juzgó un caso de
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adulterio en la iglesia de Corinto (el sacerdocio entendido
está llamado a juzgar en la iglesia Ezequiel 44:15, 24),
donde Pablo declaró sentencia de muerte al pecador 1
Corintios 5:1-10 (En el nuevo pacto, las personas
sentenciadas a muerte eran entregadas a Satanás para la
destrucción de su cuerpo) 1 Timoteo 1:20.
El Señor en este tiempo está Él mismo entregando a
Satanás a los pecadores de su pueblo, por cuanto no hay
quien juzgue el pecado en su Iglesia. Esa es la explicación
de tantos accidentes (pérdidas de miembros) y muertes de
creyentes que llevan una vida espiritual desordenada.

4. La Humildad
El hombre más manso y humilde de la tierra, será también el
más sabio
Según la RAE, la humildad es una virtud que consiste en el
conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en
obrar de acuerdo con este conocimiento
La persona humilde reconoce su ignorancia, su falta de
conocimiento, sus propios errores, sus limitaciones, su
dependencia total del Señor. El corazón del humilde es
contrito (se arrepiente cuando le falta al Señor) y humillado
Salmos 51:17.
Cuando una persona es altiva y necia (sabia en su propia
opinión), el Señor lo lleva a tiempos de gran angustia
(desiertos) para humillarlo y convertirlo en un ser humilde
Deuteronomio 8:2,16, para luego hacerlo su siervo Oseas
2:14.
Solo los humildes alcanzarán la sabiduría del Señor, pues el
Padre Eterno solo enseña y da sabiduría a aquellos que son
humildes Salmos 25:9, Proverbios 11:2.

Este es un tiempo profético donde el Señor traerá nueva
revelación a su pueblo Isaías 43:19, por lo que debemos
renunciar al Talmud (las interpretaciones y doctrinas
privadas sobre las sagradas escrituras), para que la Torah
nos sea revelada por el Señor (la palabra revelada o el
conocimiento que viene del Señor y sobre todo su ley).

5. El espíritu de siervo. Un vivo deseo de agradar y
servir al Señor
El hombre que más agrada al Señor entre todos los hombres,
recibirá de Él también más sabiduría que todos los demás
hombres y será puesto como mayordomo de todos sus siervos
El Reino del Dios Eterno está conformado por su Rey que
es Jesucristo y sus siervos que somos nosotros Levíticos
25:55. Aquel cristiano que no se comporte como un
verdadero siervo de Jesucristo, no es digno de llamarle
Señor Lucas 6:46 (vea un esclavo y entenderá que es un
siervo). El siervo necesita saber la voluntad de su Señor
para poder servirle con entendimiento Lucas 12:47-48.
El camino a la sabiduría pasa por que la persona se
convierta en un siervo del Señor que desea agradarlo en
todo Lucas 6:46. El sabio tiene en su corazón un vivo deseo
de agradar al Señor en todo lo que hace Proverbios 10:1,
15:20.
Muchas personas presentan conflictos en su vida, no saben
si agradar al hombre o al Señor, pero para el verdadero
siervo del Señor, agradar al Dios Eterno es lo primero.
Nadie debería agradar al hombre en aquello que desagrada
al Señor Gálatas 1:10, Efesios 5:10.
Aquel que está en el camino de la sabiduría (el siervo),
le pregunta al Señor cómo le agrada que le adore (por
ejemplo qué y cómo le debe cantar), cómo le agrada que se
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vista (qué vestimenta debe usar), cómo le agrada que coma
(qué es lo que debe comer), cómo le agrada que ore (qué
cosas debe pedir en oración), etc. Todo aquel que procura
agradar al Señor, recibirá de Él sabiduría, conocimiento y
alegría Eclesiastés 2:26.
El siervo se caracteriza por su disposición: cada vez que
el Señor le enseña algo lo acepta, cada vez que el Señor le
ordena algo, lo hace sin murmurar y cada vez que el Señor
le quita algo no se queja. Ante toda exigencia del Señor,
la respuesta del siervo debe ser “Si Señor” Lucas 6:46.
Nosotros le demostramos al Señor que somos sus siervos
cuando obedecemos con espíritu de mansedumbre a las
personas que el Señor nos ha puesto sobre nosotros como
autoridad Colosenses 3:12. Si obedecemos, es como si
estuviéramos
obedeciendo
al
Señor,
pero
si
desobedecemos, es como si estuviéramos desobedeciendo
al Señor mismo. Por esa razón el Apóstol Pablo nos enseñó
que todo lo que hacemos, debemos hacerlo como si lo
hiciéramos para el Señor Colosenses 3:17-18, 23-24,
Efesios 6:6-7, 1 Pedro 2:13-15. Cuando el hijo desobedece
a sus padres, es como si le estuviera desobedeciendo al
Señor Colosenses 3:20. Cuando la esposa desobedece a su
esposo es como si le estuviera desobedeciendo al Señor
Colosenses 3:17-18. Cuando el siervo o el subordinado
desobedece a su amo o jefe, es como si desobedeciera al
Señor Colosenses 3:22-24. Pero el esposo Colosenses
3:19, los padres Colosenses 3:21 y toda autoridad no debe
abusar de su privilegio, sino actuar con sabiduría, sabiendo
que todos somos siervos del mismo Señor, que es
Jesucristo Colosenses 3:23-24.
El Eterno necesita siervos entendidos en su Reino y los mas
entendidos serán los mayordomos de su Reino 1 Corintios

4:1-2. El siervo entendido conoce a su Señor y la voluntad
de su Señor Jeremías 9:23-24, mientras el siervo no
entendido es aquel que poco conoce a su Señor y no
conoce la voluntad de su Señor. A los siervos entendidos
más se les demandará y recibirán un juicio más riguroso si
no hacen la voluntad del Señor Lucas 12:47-48.
Una ilustración sobre lo que es un siervo
Para enseñar lo que es un siervo, siempre utilizo el siguiente
ejemplo: el capitán de una tropa ve en un lugar, una piedra que
pesa 20 kg aproximadamente, la señala y le dice a un soldado,
“soldado, tome esa piedra y la lleva para aquella esquina”. El
soldado no puede preguntarle al capitán ¿para qué? ¿Por qué
a él? porque sería una insubordinación y lo puede enviar preso.
El soldado callado y sin murmurar debe tomar la piedra y
llevarla al lugar indicado. Después que el soldado coloca la
piedra en el lugar señalado, el capitán le vuelve a dar una
nueva orden: “soldado, toma nuevamente la piedra y tráela al
sitio donde estaba anteriormente”. El soldado puede pensar
que se está burlando de él, que está haciendo un trabajo vano.
Sin embargo, no puede murmurar, nuevamente debe obedecer
sin reclamar a su capitán. Todo soldado es entrenado para ser
un siervo de sus superiores, es entrenado para obedecer toda
orden aún cuando esta no sea de su agrado. Los siervos del
Señor ante su voluntad deben reaccionar de una mejor manera
que el soldado de esta ilustración, porque aquel soldado puede
que no diga nada, pero en su interior puede estar maldiciendo a
su capitán. Nosotros estamos llamados a obedecer sin
murmurar, ni siquiera en nuestro interior de lo que el Señor nos
ordena, ya que Él conoce nuestros pensamientos. ¿De qué
sirve obedecer al Señor si lo hacemos murmurando?. Abraham
subió al monte a ofrecer a su propio hijo en sacrificio sin
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murmurar Génesis 22:1-3 porque era un siervo del Señor
Génesis 26:54.
Una enseñanza del Señor a través de una experiencia
sobrenatural
Un día después de haber dado este estudio en una
congregación, un joven tuvo una experiencia sobrenatural con
el Señor y su madre fue testigo de esta experiencia. El joven
dormía en una hamaca (chinchorro) y su mamá dormía en una
cama en la misma habitación. La madre cuenta que esa noche
vio en su hijo un comportamiento extraño que le preocupaba
sobremanera, pues se pasó de la hamaca para la cama y al
rato volvió a regresar a la hamaca, esto ocurrió en varias
ocasiones en la misma noche. Finalmente el joven estando en
la cama, se bajó al suelo y se postró. Al siguiente día su mamá
le pregunta si era que se sentía mal, pues no entendía su
comportamiento al cambiarse de lugar con mucha frecuencia.
El joven le explicó a su mamá, que estando en la hamaca
escuchó la voz del Señor que le dijo “pásate a la cama” a lo que
el joven contestó “si Señor” (se acordaba del estudio que había
recibido el día anterior). El joven se pasa a la cama y al rato
vuelve a escuchar la misma, pero esta vez le dice “pásate para
la hamaca”, el joven vuelve a responder “si Señor” y obedece la
orden. Esto ocurrió varias veces y finalmente ya estando en la
cama, el Señor le dice “póstrate y adórame”, razón por la cual
el joven se postró. El joven también cuenta, que en la mañana
siguiente estando él en la hamaca, su mamá le dice “hijo
pásate para la cama” pero no obedeció al instante, pero vuelve
a escuchar la misma voz del Señor y esta vez le dice “si le
desobedeces a ella es como si me desobedecieras a mí”. Todo
esto confirma esta enseñanza que les he dado acerca de los
siervos que el Señor desea en este tiempo.

El camino a la perfección
Ignorante – Creer - temeroso – humilde – siervo –
discípulo – conocimiento - meditación – sabio –
perfecto
La humildad le permite estar dispuesto a recibir todo lo que el
Señor desea enseñarte. El temor te llevará a apartarte de lo
que no le agrada al Señor, mientras que el ser siervo te
motivará a agradar al Señor en todo y te convertirá en un
discípulo deseoso de saber su voluntad y aprender su ley.

6. El Conocimiento de lo alto
Los sabios atesoran el conocimiento Proverbios 10:14.
La sabiduría de lo alto es un don o regalo del Señor para todo
su pueblo Santiago 1:5, pero no solo se alcanza con oración,
sino que también requiere de nosotros un gran esfuerzo. Parte
de ese esfuerzo requerido está relacionado con el aprendizaje
de nuevos conocimientos Proverbios 12:1, 10:14, 18:15. Pero
buena parte de esos nuevos conocimientos que el Señor nos
quiere enseñar pueden entrar en conflicto con los viejos que
hemos memorizado y aquí es donde debe actuar nuestra
humildad y nuestro espíritu de siervo Lucas 5:38 en favor del
aprendizaje, para desaprender o renunciar a las viejas
conductas, costumbres y conocimientos adquiridos en el
pasado, para así poder aceptar todo lo nuevo que nos ofrece el
Señor y Rey Levíticos 26:10-12.
El temor, la humildad y el espíritu de siervo le convertirá en un
discípulo ideal del Reino, es decir, en una persona con una
disposición para aprender y aceptar el conocimiento del Señor
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Juan 8:31-32. Cuando usted se convierta en un discípulo, el
Espíritu Santo será un gran maestro para su vida Juan 14:26 y
el Señor pondrá a tu lado, maestros (ministerios) con gran
revelación para que su aprendizaje sea más acelerado.
La principal fuente de sabiduría y conocimiento proviene de las
leyes del Señor Deuteronomio 4:5-6, Salmos 119:99-100. El
sabio busca con ansiedad el conocimiento de Dios, a través del
estudio de sus leyes Proverbios 12:1, 10:14, 18:15. El sabio
mientras es enseñado por el Señor, no discute acerca de lo que
le enseña o le manda hacer. El sabio acepta todos los
mandamientos del Señor porque sabe que es su fuente de
sabiduría Proverbios 10:8. Para ser justo hay que ser sabio
Salmos 37:30-31. (Entiéndase que cuando hablo de sabio, me
refiero a una persona humilde, temerosa y sierva del Señor).
Las principales fuentes de conocimiento para el discípulo
del Reino
El conocimiento que adquirimos a través del estudio
individual y grupal de las sagradas escrituras. Cada
familia debe tener un sacerdote y él es responsable de
enseñar la ley a los que viven en la casa Deuteronomio
11:18-20.
El conocimiento que recibimos a través de la enseñanza de
las leyes del Reino por el sacerdocio de Señor: las
distintas fiestas del Señor (día de reposo, pascua, panes sin
levadura, tabernáculos) tienen como propósito que el pueblo
aparte un tiempo para ser enseñado en las leyes del Reino
Levíticos 23, Deuteronomio 31:10.12, Nehemías 8:14-18. El
día de reposo debe ser santificado (consagrado al Señor) y
debe ser usado especialmente para enseñar y aprender las

leyes del Reino Isaías 56:1-7, Ezequiel 44:24, Lucas 4:16,
Hechos 13:44.
El conocimiento que obtenemos al aprender de nuestros
propios errores. El sabio aprende de sus propios errores,
mientras que el necio repetirá sus mismos errores Job 6:24,
Proverbios 24:16. Sin embargo, hay errores que cometemos
y no nos percatamos de ellos Salmos 19:12.
El conocimiento que obtenemos al aprender de los errores
de los demás. Si el vecino cometió un error y me entero, es
bueno aprender de él, no debo esperar cometer el mismo
error para aprender Proverbios 21:11.
El conocimiento que recibimos a través del consejo. Es
bueno pedir consejo antes de actuar en algo que estamos
inseguros. Todo consejo debe estar sustentado en las
sagradas escrituras. Si no encontramos consejo en ella,
debemos consultar con los maestros de la Palabra. También
debemos orar al Señor para que el consejo venga de Él. El
consejo del Señor puede ser enviado a través de un profeta
Proverbios 12:15, 19:20.
El conocimiento que obtenernos a través de la corrección o
amonestación. Hay errores que cometemos con frecuencia
pero no nos damos cuenta pues lo ignoramos. Pero el
Señor puede usar a otra persona con mayor conocimiento
para corregirnos al ver que nosotros estamos cometiendo el
error. La amonestación o corrección debe venir del que nos
ha visto errar, pero el Señor puede usar a otras personas
como a nuestros padres terrenales, el sacerdocio, hermanos
en la fe y a través de profetas Proverbios 8:33, 9:8, 25:12.
En la ley del Señor la corrección es una obligación de aquel
que ve a su hermano cometer pecado, porque si no se hace
cómplice del pecador cometiendo también pecado Levíticos
19:17.
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El conocimiento que obtenemos a través de la disciplina o
de los juicios del Señor Proverbios 15:32. La disciplina
puede venir a través del sacerdocio, de los jueces del Reino
o de un profeta que el Señor utilice para tal fin Proverbios
13:1, 19:20, 29:15, Hebreos 12:4-11. No debemos confundir
la
disciplina
con
las
pruebas.
Si
andamos
desordenadamente, lo más seguro es que el Señor tarde o
temprano nos disciplinará por ello a través de una
enfermedad o problema, pero si andamos en obediencia y
fidelidad, tarde o temprano vendrán las pruebas del Señor
para llevarnos a un nivel mayor de fe.

7. La Meditación
Según el DRAE la meditación consiste en “aplicar con profunda
atención el pensamiento a la consideración de algo”. Es decir,
cuando meditamos, hacemos una revisión mental de aquello en
lo que meditamos (el conocimiento recibido), nos hacemos
preguntas al respecto y buscamos profundizar o aclarar
cualquier inquietud.
Cada vez que recibimos conocimiento de las leyes de Señor,
debemos meditar en ellas Josué 1:8, Salmos 1:2, 119:15, 23,
97. Cuando recibes el conocimiento siempre tendrás
inquietudes y preguntas en relación a lo aprendido (eso es
normal). En la meditación te haces todas las preguntas
relacionadas con lo aprendido y de esa manera el Espíritu
Santo te irá enseñando y guiando a toda verdad Juan 16:13,
pues Él estará atento para responder a tus inquietudes. La
meditación es un mandamiento Josué 1:8 y es la puerta al
entendimiento y a la revelación de las Sagradas Escrituras
Daniel 8:15, medita y la Palabra te será revelada, porque el
Espíritu Santo será tu maestro Hechos 10:19, 1 Juan 2:27. Si

recibes conocimiento de las escrituras pero no meditas, sólo
tendrás conocimiento y no entendimiento Proverbios 17:16.

8. La Sabiduría y prudencia
La prudencia consiste en saber discernir o distinguir entre lo
que es bueno o aceptable y lo que es malo o no aceptable
desde la perspectiva del Dios Eterno con la finalidad de hacerlo
o seguirlo si es bueno o apartarse de ello si es malo Proverbios
22:3. La prudencia por tanto tiene tres partes:
El saber que viene del conocimiento de las leyes
El hacer que es parte de la naturaleza del siervo cuando
se trata de algo que agrada a su Señor
El apartarse que es naturaleza del siervo que temeroso
al Señor cuando se trata de algo que no le agrada al
Dios Eterno.
El discernimiento es una habilidad que debe desarrollar todo
ciudadano del Reino del Eterno Nehemías 10:28. La enseñanza
de las leyes del Eterno tiene como propósito desarrollar en el
pueblo gran parte de este discernimiento Ezequiel 44:23,
Levíticos 10:8-11, Hebreos 5:12-14. El discernimiento le
permite a la persona ser más prudente Proverbios 22:3, pues
estará más apercibida para no caer en el error que lo puede
llevar su ignorancia Oseas 4:6. La sabiduría y prudencia lo que
busca es producir el carácter perfecto de Jesucristo en toda
persona Efesios 4:12-13. Todo ciudadano del Reino, para
poder alcanzar la sabiduría que desea el Rey de sus siervos y
así se diferencien de los ciudadanos de los pueblos paganos,
deberá desarrollar discernimiento en estas áreas:
-

Debe discernir entre lo bueno y lo malo 1 Reyes 3:9, Job
6:30, Hebreos 5:13-14: Este discernimiento lo desarrollarán
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-

-

-

-


los creyentes a través del estudio continuo y la meditación
de la ley de justicia, ley que encontramos estudiando la
palabra de justicia del Reino que está en las sagradas
escrituras Mateo 6:33, 2 Timoteo 3:16-17.
Debe discernir entre lo puro y lo impuro Levíticos 10:10,
Ezequiel 22:26, 44:23: Para que un pueblo sea santo
primero tiene que ser puro, porque la pureza es un requisito
de la santidad Levíticos 20:25-26. El nuevo sacerdocio
Ezequiel 44:15-16 deberá enseñar al pueblo a discernir
entre lo limpio y lo no limpio conforme a lo que establece el
Eterno en su ley, por razones de su santidad.
Debe discernir entre lo santo y lo profano Levíticos
10:10, Ezequiel 22:26, 44:23: el Eterno habita entre su
pueblo, por eso su pueblo deben santificarse siguiendo los
procedimientos establecidos por el Señor en su ley para la
santificación. El nuevo sacerdocio Ezequiel 44:15-16 deberá
enseñar al pueblo a discernir entre lo santo y lo profano, así
como los procedimientos para la santificación, esto le
impedirá profanar los lugares santos, las cosas santas y los
días santos del Dios Eterno, por cuanto habitará entre ellos
como lo hizo en los tiempos antiguos.
Debe discernir entre lo que es alimento y lo que no es
alimento, entre lo que el Eterno creó para ser usado como
alimento por su pueblo y lo que no es alimento Levíticos
11:47, 20:25.
El ciudadano del Reino debe evitar
contaminarse con aquellas cosas que el Eterno prohíbe en
sus leyes, por cuanto le hacen impuro y detestable ante su
presencia.
Debe discernir entre los profetas y las profecías, entre
los profetas que son del Eterno y los que no lo son, para no
ser engañados 1 Juan 4:1, Mateo 7:15, 24:11, 24.

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-

-

Debe discernir entre las costumbres del Reino y las
costumbres paganas, entre las fiestas del Señor y las fiestas
paganas. Porque un pueblo santo solo practica costumbres
santas y solo celebra fiestas santas. Las costumbres y
fiestas del Señor están regidas por los estatutos o leyes del
Reino.
Debe discernir entre las personas, entre el lobo
disfrazado de oveja y la oveja de verdad, entre el justo y el
justo, entre el que sirve al Señor de corazón y el que no lo
hace Malaquías 3:18. Entre el sabio y el necio Proverbios
26:10.
Debe discernir los tiempos Mateo 16:2-3, por tanto debe
ser entendido en los tiempos 1 Crónicas 12:32.
Debe discernir los espíritus 1Timoteo 4:1, 1 Corintios
12:10, por tanto necesita moverse en el don de
discernimiento de espíritus 1 Corintios 12:10, esto es,
necesita saber en un momento terminado, qué espíritu está
operando en una persona.

9. La Perfección
La perfección se alcanza con el aprendizaje y el desarrollo de
las virtudes señaladas anteriormente, así como muchas otras
que se aprenderán a través de la acumulación de los
conocimientos del Reino Mateo 6:33. La perfección, así como la
sabiduría tarda muchos años en desarrollarse, por eso es una
virtud de los ancianos Job 12:12. Unos tardarán más que otros
y la duración dependerá del grado de temor, de la humildad, de
cuán siervos somos para el Señor y del tiempo que dedicamos
para estudiar, ser enseñados y meditar las leyes del Reino.

10



Oración profética para todo aquel que desea ser
perfecto en el Señor
Padre Eterno líbrame de la ignorancia, quiero ser sabio para
agradarte. Hazme cada día más humilde y temeroso de ti,
llévame al desierto y humíllame si es necesario. Dame un
corazón de siervo, pero revélame tu voluntad para ser un siervo
entendido. Enséñame tus leyes y que nunca falte tu consejo en
todas mis decisiones. Corrígeme y disciplíname todas las veces
que sea necesario. Muéstrame mis propios errores para no
volverlos a repetir más. Hazme cada día más sabio y
entendido, porque quiere ser un siervo justo, puro, santo y
perfecto para ti.

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