2. El pasado 12 de mayo, la actualidad informativa mundial realizó una cobertura inédita de
un episodio igualmente histórico. WannaCry, un potente software malicioso
(‘ransomware’, para ser más exactos), estaba protagonizando el mayor ataque
cibernético de cuantos se tienen noticia. Prácticamente ningún país desarrollado se libró
de la infección, con centenares de miles de equipos afectados, principalmente en las
redes gubernamentales y corporativas. Cuando un hacker británico logró detener el
ataque, llegó el momento de hacer balance y, lo que era más importante, descubrir qué
había fallado. Este fue el impacto de WannaCry.
WANNACRY
3. Por poner las cifras sobre la mesa, el número de equipos que se vieron infectados por el
‘ransomware’ se situó en el entorno de los 230.000, repartidos en 150 países. El origen de
la infección sigue sin esclarecerse pero la hipótesis que ha cobrado mayor credibilidad
es la de que partió de una acción de ‘pishing’ sobre un único equipo. A partir de este
primer ataque, el ‘malware’ corrió como la pólvora por todo el mundo aprovechándose
de una vulnerabilidad detectada en los principales sistemas operativos. ¿De dónde
partió exactamente el ataque? La incógnita se mantiene sobre la mesa pero varios
servicios de inteligencia apuntan a Corea del Norte.
4. ¿Qué países se vieron más afectados por el ataque? Rusia, Ucrania, India y Taiwán fueron
las principales víctimas de la infección, sin que se haya demostrado una conexión
aparente entre estos cuatro países. Posiblemente, el mayor grado de vulnerabilidad de
sus equipos pudo convertirlos en los blancos más fáciles para WannaCry. En cualquier
caso, empresas tan importantes como FedEx en Estados Unidos o Telefónica en España
también sufrieron serios problemas durante el ataque. Y dado que el hacker que logró
desactivar el ‘ransomware’ halló una suerte de botón de apagado en el programa,
muchos investigadores creen que el ataque no fue sino un aviso.
5. Esta hipótesis nos lleva a interpretar que el auténtico impacto de WannaCry o han sido
los más de 200.000 ordenadores afectados ni su ensañamiento con distintos países. La
gravedad real del ataque ha sido constatar la fragilidad de buena parte de los equipos del
mundo. No en vano, apenas entre el 10% y el 15% de los usuarios toman las debidas
precauciones a la hora de establecer una conexión a Internet. Si se aprovecha este toque
de atención para reaccionar, WannaCry incluso podría haber contribuido a reforzar la
seguridad en la red.