La USB comenzó a desarrollarse en 1996 como un dispositivo de almacenamiento portátil que no requiere batería y puede guardar gran variedad de archivos, incluyendo imágenes, música y más. Las memorias USB han evolucionado para retener datos hasta 20 años y pueden reescribirse hasta un millón de veces, lo que las ha hecho muy populares para uso promocional y de marketing.