Trabajar en equipo puede dividir el trabajo entre varias personas y así multiplicar los resultados finales. Cuando las personas colaboran y comparten las tareas, es posible completar proyectos más grandes y complejos de una manera más eficiente. Dividiendo el trabajo en partes más pequeñas que pueden ser manejadas por distintos miembros del equipo, se optimizan los recursos y se maximiza la productividad del grupo.