Eduardo Cavero, de 87 años, comparte recuerdos de su vida y enseñanzas. Creció en Trujillo, Perú y se mudó luego de que su padre falleciera. Pasó 35 años enseñando español en China y encontró su propósito en la vida al servir a los demás. Afirma que la felicidad nace de aceptar los principios del holismo y la relación entre lo interno y externo.