1. GERENTE EDUCATIVO COMO LIDER
El liderazgo en la institución educativa debe darse en forma integral, considerando
sus miembros y los principios que rigen su relación. De acuerdo con Horn y Marfán
(2010), en dicho ámbito pueden observarse dos tipos de liderazgo: el institucional y el
educativo. El primero reside en el Director, quien debe dirigir la institución hacia el
logro y concreción de los fines educativos. El segundo, ejercido por el docente como
facilitador del proceso de construcción del conocimiento.
Según Jaime Grinberg (Filosofo) el liderazgo educativo “Es imprescindible que el
líder educativo posea el entendimiento, el conocimiento, la visión, los hábitos de
pensamiento y acción, la disposición de indagar, cuestionar y problematizar la
inclinación a tomar riesgos y a experimentar y evaluar consecuencias, las habilidades
para crear espacios y prácticas cuidadosas, dedicados, respetables y respetuosos,
confiables, estimulantes, preocupados y que contribuyan a desarrollar comunidades
de aprendizaje donde se avance en la democracia, la equidad, la diversidad y la
justicia social”.
Al respecto podemos decir que el liderazgo educativo no es más que una de las bases
para el buen desarrollo de un país. Las personas constantemente estamos educando y
aprendiendo, por ello es de vital importancia que desde los primeros años se motive a
que en los centros escolares se eduque desde un liderazgo educativo. Este, busca crear
una competencia e independencia en la persona que haga de ella un individuo
completo y autosuficiente, además, el liderazgo educativo fomenta la toma de
decisiones propias por parte de la persona debido a que se fomenta precisamente eso:
que sea la persona la que elige cómo hacerlo y no haya una manera estipulada como
la correcta.
2. Debido a lo antes mencionado, se puede lograr tener gerentes que a pesar
de administrar, sean líderes que innoven y recreen; los gerentes solo se centran en
los sistemas, mientras que los líderes en las personas; los gerentes controlan, los
líderes inspiran confianza y arrastran; los gerentes aceptan el orden
establecido, mientras que los líderes lo desafían y tratan de transformarlo; los
gerentes imitan y copian, los líderes son originales; los gerentes se preocupan por las
tareas; los líderes por las personas.
Es por ello, que necesitamos en la educación verdaderos líderes comprometidos con
un proyecto innovador de calidad y con las personas, que no sólo sepan
gestionar recursos y elaborar planificaciones estratégicas, sino que sepan gestionar la
dimensión emocional de las personas. En definitiva, necesitamos directivos expertos
en educación y sobre todo en humanidad, con capacidad de convocar y de
entusiasmar, pues nada en la vida se puede lograr si falta el entusiasmo. En
conclusión, necesitamos directores con autoridad y no sólo con poder.
En definitiva, un verdadero líder educativo es abierto a los cambios, establece una
relación de resonancia, capaz de sentir las necesidades, conflictos, esperanzas y
miedos de los que lo rodean. Este respeta siempre la autonomía, empleando más
tiempo en tratar de ayudarle a formular y resolver preguntas, que en exigirle
respuestas.
3. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Horn, A., Marfan, J. (2010). Relación entre liderazgo educativo y desempeño escolar:
Revisión de la investigación en chile. Psicoperspectivas, 9 (2), 82-104. Extraído
desde: http://www.psicoperspectivas.cl. Consulta: 05-02-2015.
http://liderazgo.euroresidentes.com/2013/10/liderazgo-educativo.html
http://omaira-elliderazgoenlagerencia.blogspot.com/2011/07/el-liderazgo-en-la-
gerencia-educativa.html