La historia cuenta la historia de una niña que caminaba sola a la escuela a pesar del mal tiempo. Mientras el clima empeoraba con truenos y relámpagos, la madre se preocupó y fue a buscarla. La encontró sonriendo y mirando al cielo cada vez que había un relámpago, explicando luego que Dios estaba sacando fotos suyas. El cuento termina sugiriendo dejar que la inocencia florezca para ver la felicidad en los momentos simples de la vida.