El documento describe las características de una autoridad saludable versus una autoridad destructiva a través de los ejemplos de Acab y Jezabel. Una autoridad destructiva se caracteriza por no poner a Dios primero, abusar del poder para beneficio propio, e imponer la voluntad a través del miedo y la violencia. En contraste, una autoridad saludable se ejerce con respeto, diálogo y consideración por los demás, buscando siempre el bienestar de la familia. El documento también explora cómo ejercer apropiadamente la
2. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Introducción
Durante sus años como el premier de la Unión
Soviética, Nikita Khruschev denunció muchas de las
políticas y atrocidades cometido por José Stalin. Una
vez, cuando andaba censurando a Stalin en una reunión
o asamblea pública, fue interrumpido por un grito de
una persona quien le preguntó, “Oye, tu fuiste uno de
los colegas de Stalin. ¿Por qué entonces no lo detuviste
tú?” “¿Quién preguntó eso?” Gritó Khruschev. Un
silencio de agonía siguió mientras que nadie en el salón
se atrevió mover ni un músculo. Fue cuando Krushchev
replicó quietamente, “Ahora entiendes el por qué.”
3. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Introducción
El tema para hoy es el de la AUTORIDAD en el hogar, en su
matrimonio, en su familia.
Lo primero que debemos advertir, mis amados hermanos, es que
para el mundo la Autoridad tiene significados diferentes y se
expresa de maneras diferentes a lo que Dios concibió.
Para el mundo la autoridad siempre tiene el trasfondo de
“ventaja”, de “gabela”, de “imposición” de “privilegio”, todo de
lo cual se puede sacar partido, utilidad, prebendas para sí
mismo o para determinado grupo o partido.
Para Dios la Autoridad es Su gran responsabilidad y lleva
implícito el bienestar, la felicidad y el provecho de los otros, sin
consideración a uno mismo. Bajo estos presupuestos estará la
edificación de hoy.
4. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
ORACIÓN
Señor, Tu eres el Señor de Señores y no hay autoridad sobre ti. La
Autoridad es tuya. A ti sea la honra, el poder y la gloria por los
siglos de los siglos. Te alabamos, te exaltamos, declaramos que Tu
y sólo Tú ocupas el trono en nuestro corazón. Hoy queremos, Mi
Señor, que nos reveles acerca de la Autoridad que eres TÚ. Hoy
queremos, Mi Señor, que nos hables de corazón a corazón.
Venimos a ti con un corazón humilde a darte gracias por tu amor
que sobrepasa todo entendimiento y por las maravillas que Tu
Autoridad produce en nosotros. Tu eres nuestro Señor y te
honramos cuando ejercemos nuestra autoridad delegada por tí o
cuando nos sujetamos a Tu Autoridad. En el nombre de Jesús
nuestro Señor y Salvador, amén.
5. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
1- LO QUE NO ES LA AUTORIDAD.
Acab y Jezabel son unos personajes cuyo ejercicio del poder nos
deja enseñanzas tremendas precisamente sobre lo que significan
comportamientos derivados de la autoridad del maligno en la
vida de alguien.
*Eran idólatras: Nunca pusieron a Dios en primer lugar. El Dios
de Abraham, Isaac y Jacob no era su Dios. Tenían no uno sino
varios otros dioses. Veamos 1 Reyes 16: 31 a 33 en donde Dios
habla de Acab: “Porque le fue ligera cosa andar en los pecados
de Jeroboam hijo de Nabat, y tomó por mujer a Jezabel, hija de
Et-baal rey de los sidonios, y fue y sirvió a Baal, y lo adoró. E
hizo altar a Baal, en el templo de Baal que él edificó en Samaria.
Hizo también Acab una imagen de Asera, haciendo así Acab más
que todos los reyes de Israel que reinaron antes que él, para
provocar la ira de Jehová Dios de Israel”.
6. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
¿Usted puede decir que ha puesto a Jesucristo sobre
todas y en el centro de las cosas en su hogar? ¿No adora
usted a dioses como la vanidad, el trabajo excesivo, el
orgullo, la ira desenfrenada, las inmoralidades sexuales, el
dinero o mammon….?
*El era un hombre pusilánime sin autoridad y ella una
mujer manipuladora y usurpadora de la autoridad.
Ambos abusaron de la autoridad: Jezabel no era la esposa
de Acab sino que Acab era el esposo de Jezabel! Él dejó
que Jezabel ejerciera y abusara de la autoridad en su casa
de manera consciente y aun la ejerciera y abusara como
soberana de Israel.
7. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Se hacía el bobo, aguantaba que Jezabel le humillara.
2 Reyes 9: 22: “Cuando vio Joram a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú?
Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu
madre, y sus muchas hechicerías?”
Actuaba como un niño ante situaciones normales, era atenido
y, en fin, despreciaba su carácter de varón.
Miremos en las Escrituras cómo fue el episodio del asesinato
de Nabot en 1 Reyes 21: 2 a 16: “…aconteció que Nabot de
Jezreel tenía allí una viña junto al palacio de Acab rey de
Samaria. Y Acab habló a Nabot, diciendo: Dame tu viña para
un huerto de legumbres, porque está cercana a mi casa, y yo
te daré por ella otra viña mejor que esta; o si mejor te
pareciere, te pagaré su valor en dinero.
8. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Y Nabot respondió a Acab: Guárdeme Jehová de que yo te dé
a ti la heredad de mis padres. Y vino Acab a su casa triste y
enojado, por la palabra que Nabot de Jezreel le había
respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y
se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió. Vino a él
su mujer Jezabel, y le dijo: ¿Por qué está tan decaído tu
espíritu, y no comes? El respondió: Porque hablé con Nabot
de Jezreel, y le dije que me diera su viña por dinero, o que si
más quería, le daría otra viña por ella; y él respondió: Yo no te
daré mi viña. Y su mujer Jezabel le dijo: ¿Eres tú ahora rey
sobre Israel? Levántate, y come y alégrate; yo te daré la viña
de Nabot de Jezreel. Entonces ella escribió cartas en nombre
de Acab, y las selló con su anillo, y las envió a los ancianos y a
los principales que moraban en la ciudad con Nabot.
9. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Y las cartas que escribió decían así: Proclamad ayuno, y
poned a Nabot delante del pueblo; y poned a dos hombres
perversos delante de él, que atestigüen contra él y digan: Tú
has blasfemado a Dios y al rey. Y entonces sacadlo, y
apedreadlo para que muera. Y los de su ciudad, los
ancianos y los principales que moraban en su ciudad,
hicieron como Jezabel les mandó, conforme a lo escrito en
las cartas que ella les había enviado. Y promulgaron ayuno,
y pusieron a Nabot delante del pueblo. Vinieron entonces
dos hombres perversos, y se sentaron delante de él; y
aquellos hombres perversos atestiguaron contra Nabot
delante del pueblo, diciendo: Nabot ha blasfemado a Dios y
al rey. Y lo llevaron fuera de la ciudad y lo apedrearon, y
murió.
10. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Después enviaron a decir a Jezabel: Nabot ha sido
apedreado y ha muerto. Cuando Jezabel oyó que Nabot
había sido apedreado y muerto, dijo a Acab: Levántate y
toma la viña de Nabot de Jezreel, que no te la quiso dar por
dinero; porque Nabot no vive, sino que ha muerto. Y
oyendo Acab que Nabot era muerto, se levantó para
descender a la viña de Nabot de Jezreel, para tomar
posesión de ella”.
*Cuando ejerce autoridad lo hace sin sujeción al Dios de
Israel y en contra de ÉL: La Biblia dice que a Acab le fue
ligera cosa andar en los pecados de Jeroboam, es decir que
Acab no sólo se hastió de cometer los mismos actos
aberrantes de Jeroboam sino que quiso adrede ir mucho
más allá. Él pervirtió todo en contra de Dios.
11. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Por ambición y avaricia para mantener el poder en su
reino inventó para Israel 2 dioses becerros de oro y puso
uno en Dan y otro en Bet-el, pero también se inventó
fechas para fiestas solemnes (falsificando las de Israel) y
nombró sacerdotes de entre los suyos que no eran de la
tribu de Leví: “Y puso uno en Bet-el, y el otro en Dan. Y
esto fue causa de pecado; porque el pueblo iba a adorar
delante de uno hasta Dan.
Hizo también templos en los lugares altos, se inventó
fiestas y nombró sacerdotes de entre el pueblo, que no
eran de los hijos de Leví: 2 Reyes 12: 30 a 33: “Entonces
instituyó Jeroboam fiesta solemne en el mes octavo, a los
quince días del mes, conforme a la fiesta solemne que se
12. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
celebraba en Judá; y sacrificó sobre un altar. Así hizo en
Bet-el, ofreciendo sacrificios a los becerros que había
hecho. Ordenó también en Bet-el sacerdotes para los
lugares altos que él había fabricado. Sacrificó, pues, sobre
el altar que él había hecho en Bet-el, a los quince días del
mes octavo, el mes que él había inventado de su propio
corazón; e hizo fiesta a los hijos de Israel, y subió al altar
para quemar incienso”.
¿Le parece una joyita este hombre?
Pues bien, esos son buenos ejemplos de cómo ejercer la
autoridad diabolicamente.
13. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Con astucia diabólica se pueden usar raciocinios torcidos para
imponer sus opiniones y credos y/o llegan hasta violar, herir y
asesinar.
Ejemplo de ello es el abuso abominable cometido por Saúl que
podemos leer en 1 Samuel 22: 16 a 18: “¡Te llegó la hora,
Ajimélec! replicó el rey. ¡Y no sólo a ti sino a toda tu familia! De
inmediato el rey ordenó a los guardias que lo acompañaban:
¡Maten a los sacerdotes del Señor, que ellos también se han
puesto de parte de David! Sabían que estaba huyendo, y sin
embargo no me lo dijeron. Pero los oficiales del rey no se
atrevieron a levantar la mano en contra de los sacerdotes del
Señor. Así que el rey le ordenó a Doeg: ¡Pues mátalos tú!
Entonces Doeg el edomita se lanzó contra ellos y los mató.
Aquel día mató a ochenta y cinco hombres que tenían puesto el
efod de lino”.
14. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Los hombres que no ejercen la autoridad que Dios les ha
encargado en toda sumisión a Su Señorío y Su Palabra o
que la confunden con el autoritarismo o la dictadura,
tienen actitudes como las de mandar sin respeto,
imponerse con violencia, someter con temor, gritar en vez
de dialogar, trapear el suelo con su esposa y sus hijos,
menospreciar lo que su esposa o sus hijos significan, no
contar para ninguna decisión con la opinión de su esposa,
negarles a su esposa e hijos la provisión a la que está
obligado, querer controlar absolutamente todo, imponer
todas sus decisiones en el hogar sin tener en cuenta en lo
más mínimo lo que su esposa diga, pasan largos tiempos
en silencio a veces hasta sin saludar ni mirar a su esposa,
etc
15. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
En cambio Los hombres que hemos nacido de nuevo tenemos
la naturaleza de Quien tiene toda autoridad. No confundimos
nunca esa autoridad con el autoritarismo o la dictadura,
mandamos con respeto, nunca nos imponemos y menos con
violencia, nunca sometemos a nadie con temor sino que
reflejamos la Gracia de Quien nos habita; no gritamos sino
que dialogamos y lideramos con nuestro ejemplo, tratamos a
nuestro cónyuge y nuestros hijos con estimación, amor y
respeto; nunca menospreciamos a nadie, Siempre oimos a
nuestro cónyuge para tomar decisiones; somos proveedores
para nuestro hogar; nunca queremos ni controlamos a las
personas, tomamos decisiones en el hogar teniendo en cuenta
lo que el cónyuge diga; nunca pasamos largos tiempos en
silencio a veces hasta sin saludar ni mirar al cónyuge, etc
16. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
*Imponía o exigía sumisión.
En ninguna parte de la Biblia se establece vínculo
alguno entre autoridad y exigencia, o entre sujeción y
obediencia. La palabra autoridad en la Biblia no está
referida a “mandar” y mucho menos imponer, no se
basa en el miedo o en el terror. La palabra autoridad
mejor está referida a “ESTAR AUTORIZADO PARA”.
Acab y Jezabel hacían todo lo contrario: imponían sus
conceptos aun a costa de muchas vidas humanas y eso
nos puede pasar en nuestro hogar. Vidas se pueden
perder por nuestra imposición, autoritarismo, mando
con violencia, mal ejercicio de nuestra autoridad.
17. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
2-LO QUE SÍ ES LA AUTORIDAD. SUS CARACTERÍSTICAS Y
CÓMO SE EJERCE.
Comprender lo que significa ser cabeza del hogar y lo que es
la autoridad y ésta dentro del hogar es fundamental para
seguir mejorando en nuestras relaciones matrimoniales.
*Lo primero es entender que toda autoridad debe estar
sujeta a Jesucristo. Porque ÉL es la autoridad. Toda
autoridad le es dada en el cielo y la tierra.
La autoridad no está allí per se, no se ha creado a sí misma,
no proviene de ella misma. Toda autoridad proviene de
Dios el Padre y Él la ha dado a Quien nos habita.
“…porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que
hay, por Dios han sido establecidas” (Romanos 13: 1).
18. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Nuestra autoridad en el hogar, entonces, proviene de
Dios (Efesios 5: 23: “porque el marido es cabeza de la
mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual
es su cuerpo, y Él es su Salvador”) y eso implica que la
puedo ejercer sólo y sólo si yo mismo estoy sujeto a
ella, porque “Cristo es la cabeza de todo varón” (1
Corintios 11: 3).
Tener una autoridad delegada directamente por Dios
es algo de suma importancia pues las consecuencias
de no ejercerla o ejercerla mal son gravísimas.
En el día del Señor ciertamente saldrá a relucir la
manera en que ejercimos la autoridad.
19. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Dios llamó a Adán, cuando él y Eva pecaron.
Génesis 3: 10 a 13: “Mas Jehová Dios llamó al
hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió:
Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba
desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te
enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del
árbol de que yo te mandé no comieses? Y el
hombre respondió: La mujer que me diste por
compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces
Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has
hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y
comí”.
20. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Y observemos cómo Dios decreta las consecuencias de
la caída y cómo al establecer las del hombre y la
serpiente lo hace con un particular señalamiento,
mientras que a la mujer solo le describe lo que le
pasaría de ahí en adelante.
Génesis 3: 14 a 19: “Y Jehová Dios dijo a la serpiente:
Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las
bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu
pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu
vida. Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu
simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza,
y tú le herirás en el calcañar.
21. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
A la mujer dijo: Multiplicaré en gran manera los
dolores en tus preñeces; con dolor darás a luz los
hijos; y tu deseo será para tu marido, y él se
enseñoreará de ti. Y al hombre dijo: Por cuanto
obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol
de que te mandé diciendo: No comerás de él;
maldita será la tierra por tu causa; con dolor
comerás de ella todos los días de tu vida. Espinos y
cardos te producirá, y comerás plantas del campo.
Con el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que
vuelvas a la tierra, porque de ella fuiste tomado;
pues polvo eres, y al polvo volverás”.
22. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Por último en este punto, es de recalcar que las
cualidades del Obispo (anciano, sacerdote) y del Diácono
son, sin duda, las que usted tiene, si es líder en su iglesia
local: 1 Timoteo 3: 2 a 12: “Pero es necesario que el
obispo (de la palabra griega EPISKOPES: epi –sobre-, skop
-mirar-, y “es”, la parte final de la palabra, indica "cargo"
u "oficio") sea irreprensible, marido de una sola mujer,
sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para
enseñar; no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de
ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro;
que gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en
sujeción con toda honestidad (pues el que no sabe
gobernar su propia casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de
Dios?)….
23. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
…no un neófito, no sea que envaneciéndose caiga en
la condenación del diablo. También es necesario que
tenga buen testimonio de los de afuera, para que no
caiga en descrédito y en lazo del diablo. Los diáconos
asimismo deben ser honestos, sin doblez, no dados a
mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas;
que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia.
Y éstos también sean sometidos a prueba primero, y
entonces ejerzan el diaconado, si son irreprensibles.
Las mujeres asimismo sean honestas, no
calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. Los
diáconos sean maridos de una sola mujer, y que
gobiernen bien sus hijos y sus casas”.
24. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
*Debemos entender que la autoridad del mismo Jesucristo
estaba y está presidida por el Amor.
Cristo no ostentó el poder como un medio para
aprovecharse de su condición de Dios y sacar beneficios de
su estatus sino que el Amor de Dios lo determinó en todo
momento a utilizar su poder y autoridad para beneficiar a
los hombres, para hacerles bien, para sanarles, para
perdonarles, para instruirles, para expulsar demonios que
les atormentaban, para alimentarles, para servirles, en fin
para expresarles Amor, guiado por el Amor.
Si usted ejerce alguna clase de autoridad que no esté sujeta
al Amor, usted está ejerciendo una clase de autoridad que
no proviene de Dios porque Dios es Amor.
25. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Juan 13: 1: “Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús
que su hora había llegado para que pasase de este mundo al
Padre, como había amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin”.
Reflexionemos sobre esto.
¿Cuál es el “método” que usa usted para liderar a los suyos?
¿Está su autoridad basada en el amor o en el temor?
¿Cómo expresa la autoridad que tiene sobre el hogar?
¿Impone las decisiones o sus decisiones son aceptadas
porque claramente corresponden a su naturaleza de hijo
amado? ¿Las razones para tomar toda clase de decisiones
son manifiestas, compartidas, comprendidas o nadie
entiende por qué actuó de esa manera?
26. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
*Si su autoridad está basada en el Amor de Dios, su
familia lo “oirá y actuará de conformidad”.
¿Notaron que cuando hablamos sobre las
consecuencias de la caída había un versículo que
decía que el deseo de la mujer será para su marido,
pero que él se enseñoreará de ella? Pues bien, está
claro que el deseo del cual se habla allí no es del
deseo sexual por cuanto ese ya existía antes de la
caída, sino que se trata del querer usurpar la
autoridad de su esposo. Esa fue la razón por la cual la
serpiente buscó primero a Eva. La serpiente quería,
quiere y querrá siempre corromper el orden de Dios.
27. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
La carne hace que por ejemplo tantas mujeres sean
rebeldes y rechacen la sujeción ordenada en La Palabra,
ataquen a sus maridos y quieran ser las cabezas del hogar.
Pero quienes así actúan, si el Espíritu está en ellas, no
actúan según su nueva naturaleza. Ellas simplemente
recibirán revelación sobre su identidad en Cristo y cuando
suceda se someterán naturalmente a Su Señor y Salvador en
todo y andarán en Amor ejerciendo su autoridad.
Gálatas 5: 23 a 24 nos enseña: “Mas el fruto del Espíritu es
amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus
pasiones y deseos.
Y Efesios 5: 9 a 10 complementa:
28. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
“Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois
luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el
fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad),
comprobando lo que es agradable al Señor”.
La cabeza del hogar y su esposa, si el Espíritu está en
ellos, actúan de esa manera, dejando que todo el fruto
del espíritu salga de su corazón por su boca y sus
actuaciones.
Podrán oponerse a su autoridad pero ¡no podrán hacer
nada contra ella!
29. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Para rematar este punto aclaramos que cuando la Palabra de
Dios establece al hombre como cabeza de la mujer y autoridad
en su hogar lo hace para que el sea un Geber, un guerrero, un
protector en tres planos. Pero no por su propio esfuerzo o
méritos, sino porque Cristo en él lo hace todo:
1- En el plano físico, ante cualquier amenaza de carácter material
sobre esposa, su casa o familia, Cristo es su Fortaleza, su castillo,
su refugio, su protector.
2- En el almático, ante cualquier peligro o amenaza para los
sentimientos, voluntad, pensamientos de su esposa y familia, Su
Palabra transforma, guarda, da dirección, produce sumisión de
sus almas a sus espíritus.
3- En el espiritual, ante todas las amenazas del mundo y sus
creencias, las falsas doctrinas, etc.; Él se revela con Poder y
afirma nuestra vida.
30. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
Por otro lado conocemos la Escritura: 2Y a ti te daré las llaves del
reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en
los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en
los cielos”.
¡El Señor nos ha dado las llaves!
Ellas funcionan con nuestras palabras, declaraciones, decretos en
Su nombre. Ejercemos la Autoridad de esta manera sobre las
situaciones en las cuales no podemos quedarnos esperando que
se obren milagros simplemente porque ellos pasan cuando la Fe
de Cristo viviendo en mi actúa.
Cuando estoy enfermo, por ejemplo, no soy de los que se echan
en cama a lamentarse y a auto compadecerse. Ejerzo mi
autoridad, declarando mi sanidad dada por Cristo en la cruz en
beneficio mío.
Y cuando ejerzo mi autoridad, nada puede resistirse.
31. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
3- LA AUTORIDAD EN ACCIÓN
Ahora que sabemos qué es, cómo se ejerce y que hay una
línea de autoridad bien definida en la Biblia: Dios es cabeza de
Cristo, Cristo es cabeza del Hombre y el hombre es cabeza de
la mujer, volvamos a 1 Corintios 13 para reconocer la esencia
de nuestra autoridad y como ella nos lleva a ser hacedores de
La Palabra:
“El que ama tiene paciencia en todo”.
Por eso, yo amo y, ejerciendo mi autoridad, soy pacienteen
todo. Es el Señor en mi quien aumenta mi paciencia en las
áreas que necesito.
32. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
“..y siempre es amable”. Ejerciendo mi autoridad soy
amable. En mis relaciones con los demás, ellos pueden ver
la amabilidad de Cristo a través de mi
“…El que ama no es envidioso…” Ejerciendo mi autoridad
no soy envidioso. No envidio nada. Tengo al Omnipotente
habitándome, Él es mi Proveedor, Él sustenta todo con el
poder de Su Palabra. Nada puedo envidiar.
“…ni se cree más que nadie. No es orgulloso”. Ejerciendo
mi autoridad soy humilde y manso de corazón.
“No es grosero…” Ejerciendo mi autoridad, tengo las
palabras exactas que no acusan, ni señalan, ni condenan
sino que edifican, exhortan y consuelan.
33. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
“ …ni egoísta”. Ejerciendo mi autoridad soy generoso, pienso
en los otros antes de pensar en mi. Doy porque el Dador hizo
tienda en mi.
“No se enoja por cualquier cosa”. Ejerciendo mi autoridad
me gozo con todo. Porque el Gozo del Señor es mi fortaleza.
Vivo en Él, vivo en el reino de Dios que es para mi justicia, paz
y gozo en el espíritu.
“No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han
hecho”. Ejerciendo mi autoridad, tengo siempre palabras que
vivifican a los demás. Perdono con la facilidad de Cristo.
“No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la
verdad”. Ejerciendo mi autoridad soy guardado por Él de los
malvados y la verdad Quien es Cristo Jesús, siempre está en
mi boca.
34. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
“El que ama es capaz de aguantarlo todo…” Ejerciendo
mi autoridad soy capaz de atravesar adversidades
porque Cristo es Quien me fortalece. Todo lo puedo en
Él.
“…de creerlo todo…” Ejerciendo mi autoridad creo en
el Hijo, lo oigo y lo veo. El Hijo es el centro de mi vida.
“…de esperarlo todo…” Ejerciendo mi autoridad estoy
preparado para lo que viene. Corro la carrera que
tengo por delante sin pesos y veloz.
“…de soportarlo todo”. Ejerciendo mi autoridad lo
soporto todo. No por mi sino porque el Eterno rebosa
en Su poder a través de mi.
35. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
“Sólo el amor vive para siempre”. Ejerciendo mi autoridad con
amor soy consciente de mi eternidad. Porque el Amor nunca
deja de ser. El Amor Quien es Cristo Jesús, desborda mi vida y
alcanza a otros.
¡Nada más claro! ¡Nada más simple!
CONCLUSIÓN
Amados hermanos: La autoridad que tengo es una enorme
responsabilidad de Dios que Él asume a través de mi. Ejerzo mi
autoridad para beneficio de mi cónyuge, mi familia y mis
hermanos. La autoridad que ejerzo, proviene de Dios y estoy
plenamente sometido al Espíritu Santo. Todos los actos que
manifiestan mi autoridad están sellados con la impronta del
amor y muestran en el exterior el fruto del Espíritu, en toda
bondad, justicia y verdad.
36. QUIÉN MANDA A QUIÉNQUIÉN MANDA A QUIÉN
ORACIÓN FINAL
Gracias por la autoridad que nos has delegado. Gracias por
escogernos para colocar en nosotros Tu Autoridad.
Queremos ser fieles a Ti, Señor, nos sometemos
completamente rendidos a tu autoridad que es sobre toda
autoridad y andamos en amor, ejerciendo nuestra
autoridad. Nos abandonamos en ti y sabemos que lo que
Tú eres, somos nosotros por lo cual nuestra autoridad
siempre expresa Quien eres Tú. Bendito y siempre bendito
seas por todos los siglos en el nombre de Jesús, amén.