El documento describe el Palacio de Knossos en Creta, notable por su armonioso diseño y decoración suntuosa. Más que un monumento a los dioses, los palacios parecen haber servido como aposentos reales para los gobernantes. Las grecas de mosaico cubren gran parte del interior y exterior de los palacios, dándole al lugar un aspecto armonioso.