1. Presentado por: Cecilia Fernández Los hijos de madres trabajadoras tienen un mejor desarrollo social y emocional
2. Los niños y las niñas que crecen en un hogar formado por una pareja donde los dos progenitores trabajan logran un mejor desarrollo y presentan mejores conductas. En cambio, aquellos pequeños que viven en un hogar monoparental o cuyos padres no tienen un trabajo suelen tener más problemas de conducta y un peor comportamiento. Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido
3. Algunos estudios han sugerido que las madres que trabajan fuera de casa durante los primeros doce meses de vida de un niño pueden influir de forma decisiva en el desarrollo personal de sus hijos. Pero en este estudio no hemos detectado ninguna evidencia de posibles influencias perjudiciales a largo plazo que las madres puedan ejercer sobre el comportamiento de sus hijos por el hecho de trabajar“. Análisis de la calidad del desarrollo infantil
4. El mejor escenario tanto para los niños como las niñas es aquél en el que los dos padres trabajan: “cuando sólo uno de ellos lo hace, el efecto es distinto según el sexo de los pequeños”. Los niños – y no las niñas– cuya madre era la que proveía el sustento del hogar presentaban más problemas de comportamiento que aquellos que crecían en un hogar donde ambos padres trabajaban. Efectos distintos según el sexo
5. Este estudio sociológico se enmarca en el MilleniumCohortStudy, una iniciativa financiada por el Consejo de Investigación Económica y Social de Reino Unido. Para llevar a cabo la investigación, los expertos hicieron un seguimiento del desarrollo de 19.000 niños nacidos entre los años 2001 y 2002. Con ello, buscaban establecer los impactos de la familia moderna y de las disparidades sociales en el desarrollo actual de los niños. Impactos de la modernidad de la familia.
6. Ella asegura que “en todo caso, los niños no están en desventaja por tener una mamá que trabaje fuera de casa”. Asimismo, añade que "las madres que trabajan fuera del hogar son más propensas a tener una mayor cualificación educativa, disponen de ingresos más altos y tienen una menor probabilidad de depresión que las madres que no tienen un trabajo remunerado. Estos factores explican por qué son tan altos los índices de niños cuyas madres no trabajan con problemas de conducta, aunque es curioso que esto sólo suceda cuando los hijos son varones. Conclusión de McMunn