Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Unidad 6 Historia de México II
1.
2. INTRODUCCIÓN
La Revolución Mexicana es el movimiento
armado iniciado en 1910 para terminar la
dictadura de Porfirio Díaz y que culminó
oficialmente con la promulgación de una nueva
Constitución en 1917.
3. El movimiento tuvo gran impacto en los círculos
obreros, agrarios y anarquistas a nivel
internacional pues la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos de 1917 fue la
primera en el mundo en reconocer las
garantías sociales y los derechos laborales
colectivos. Se estima que en el transcurso de la
lucha murieron más de novecientas mil
personas, civiles y militares.
4. ANTECEDENTES
Mucha gente tiene la idea de que la Revolución se inició
gracias a Francisco Madero, pero la realidad es que
desde el inicio del mandato de Porfirio Díaz hubo
algunas sublevaciones de personas que pertenecían al
antiguo régimen del liberal Sebastián Lerdo de Tejada. A
continuación se enumeran algunas de estas
sublevaciones.
1876: Mariano Escobedo
1877: Pedro Valdés
1878: Lorenzo Hernández, Javier Espino
1879: Miguel Negrete, Manuel Carreón, Francisco A.
Nava, José del Río
5. Dichas sublevaciones eran de tipo militar para
tomar el poder, sin una ideología de cambio social
y económico.
Fue hasta 1900 cuando surgieron los llamados
"Clubes Liberales" en los que se agrupaban
políticos de tradición liberal jacobina.
En 1901 se celebró el Congreso Liberal en San
Luis Potosí promovido por Camilo Arriaga, durante
1902 y 1903 se llevaron a cabo múltiples
protestas contra la reelección de Díaz, quien
respondió con cárcel y muerte a los inconformes.
6. Las libertades de prensa y asamblea, garantizadas en la
Constitución de 1857 fueron suprimidas, además de
que las condiciones de miseria y explotación de obreros
y campesinos eran perpetuadas por las concesiones a
empresas extranjeras, latifundios y tiendas de raya
fomentadas durante el Porfiriato.
La Tienda de raya era un establecimiento de crédito
para el abasto básico, ubicada junto a las fábricas o
haciendas y donde los obreros o campesinos eran
obligados a realizar sus compras. Se conocieron como
tiendas de raya pues la gran mayoría de los
trabajadores era analfabeta y en el libro de registro de
pago de nómina ponían una raya en lugar de su firma.
8. Un grupo de liberales entre los que se encontraban los
hermanos Flores Magón comprendieron que Díaz no
dejaría la presidencia a través de una derrota electoral.
Este grupo consideraba que la dictadura se sostenía por
la fuerza de las armas y sólo por la fuerza de las armas
podría caer.
Por esta razón, cuando los liberales salen de la cárcel
en 1904, y se exilian en los Estados Unidos, ya se
habían creado dos tendencias, unos proponían reformar
sólo las estructuras políticas y otros buscaban estallar
la revolución social, estos últimos comenzaron a
organizar en 1905 el Partido Liberal Mexicano (PLM)
que hizo público su programa al siguiente año en San
Luis, Missouri.
9. El 16 de septiembre de 1906 (aniversario de la
Independencia de México) el PLM había
programado el inicio de la Revolución, sin
embargo la sublevación fue descubierta por la
policía porfirista y detectives norteamericanos.
A pesar de que el levantamiento armado
general fue postergado, ese año acontecieron
sucesos que después fueron considerados
precursores del levantamiento de 1910:
11. 30 DE SEPTIEMBRE: REBELIÓN DE ACAYUCAN,
MINATITLÁN Y PUERTO MÉXICO, VERACRUZ
12. Con varios matices las ideas de cambio social y político
se apuntaban lo mismo en el Club Liberal “Ponciano
Arriaga”, gracias al cual se puso en marcha el Partido
Liberal Mexicano, y entre quienes participaban en los
centros católicos de mayor visión, o entre quienes,
simplemente, querían que la democracia fuera algo
efectivo en el país.
Contra esta actitud de Reforma y de renovación,
estaban los porfiristas, que no querían que las cosas
comenzaran a cambiar. Pese a ello la agitación
comenzó a crecer, y se sintió inquietud en muchos
sitios.
13. Los miembros del Partido Liberal Mexicano aumentaron sus
actividades públicas y clandestinas, lo mismo editaban
periódicos como Regeneración –que llegó a imprimir hasta
28.000 ejemplares- como formaban sociedades secretas
para preparar y excitar la lucha armada.
14. Cuando en 1910, estalló la revolución armada encabezada
por Madero, los componentes del Partido Liberal Mexicano
actuaron en forma independiente, sobre todo en los Estados
del Norte ya que la Junta Organizadora del PLM operaba en
el exilio al sur de los Estados Unidos.
En este lapso la acción más significativa del PLM fue la
Rebelión de Baja California, territorio que los liberales
tomaron con el apoyo de extranjeros socialistas y
anarquistas afiliados al grupo Trabajadores Industriales del
Mundo en 1911 pero fueron combatidos por los soldados
federales -y luego por los maderistas- quienes los derrotaron
finalmente con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos.
Entre 1910 y 1913, las milicias del Partido Liberal tomaron
varias poblaciones fronterizas del norte del país y actuaban
en otros Estados del sur como Michoacán y Veracruz.
15.
16. Ideas de Reforma, estudios sociales y económicos, lo mismo
que una propaganda más o menos intensa de quiénes
deseaban un cambio en la situación, fueron preparando el
ambiente favorable a un despertar cívico que encontró una
ocasión inesperada para manifestarse cuando el general
Porfirio Díaz fue entrevistado por James Creelman, redactor
del Person’s Magazine, en marzo de 1908.
La agitación que sobrevino poco después fue prácticamente
incontenible. En resumen, el general Díaz le expresó al
periodista norteamericano que, en su opinión, el pueblo
mexicano ya estaba apto para la democracia, y él prometía
retirarse a la vida privada una vez que concluyese su período
de gobierno en 1910:
17. “He esperado con paciencia, dijo, el día en que el
pueblo mexicano estuviera preparado para
seleccionar y cambiar su gobierno en cada
elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin
perjudicar el crédito nacional y sin estorbar el
progreso del país. Creo que ese día ha llegado. Si
en la República, agregó, llegase a surgir un partido
de oposición, lo miraría como una bendición y no
como un mal, y si ese partido desarrollara poder,
no para explotar, sino para dirigir, yo lo acogería, lo
apoyaría y me consagraría a la inauguración feliz
de un gobierno completamente demócrata…”
18. La entrevista provocó muchas reacciones. Algunos
pensaron que el presidente hablaba así porque quería
provocar una corriente favorable a su causa que le
permitiera seguir en el poder; y no faltaron quienes
supusieron que la entrevista fue una trampa que le
tendieron sus enemigos.
En la práctica ocurrió que, a través de folletos y por
otros medios, no pocos políticos insistieron en la
conveniencia de que siguiera el general Díaz en el poder
por lo que lo presionaron a efectuar de nuevo una
reelección, pero otros pensaron que ya era necesario e
indispensable un cambio de fondo.
21. En esta época, efectivamente, surgieron dos
grupos principales dispuestos a la lucha
electoral: el Partido Nacional Anti
reeleccionista y el Partido Democrático, con
ciertas tendencias independientes, mientras
otros, como el Partido Nacional Porfirista y el
Partido Científico optaron por reorganizarse
para actuar mejor ante la inminencia de una
campaña de carácter electoral; también surgió
el partido Reyista.
22. En el Partido Democrático se encontraban personas
que estimaban preferible que Porfirio Díaz siguiera al
frente del poder, pero que se buscara a un candidato
distinto a Ramón Corral para la Vicepresidencia de la
República. Así lo manifestaron en abril de 1909,
aunque no alcanzando popularidad, el Partido, al
final, se deshizo.
Ante esta situación, los Científicos presentaron como
candidatos a la Presidencia y Vicepresidencia de la
República, respectivamente, a Porfirio Díaz y a Ramón
Corral.
23. En mayo de 1909 estaba funcionando ya el centro
Anti reeleccionista en cuyas filas se hallaban
personas que poco más tarde iban a tener una
importante actuación política, como fueron, entre
otros, Francisco Madero, Emilio Vázquez Gómez,
Toribio Esquivel, José Vasconcelos y Luis Cabrera.
El primero de ellos, Madero, se había hecho célebre
para entonces con motivo de la publicación de un
libro suyo llamado “La Sucesión Presidencial en
1910”, en la que hizo un estudio de la situación
política mexicana, con cierto criterio independiente.
24. El Partido Reyista, sin tener propiamente un programa doctrinal
completo, comenzó a trabajar para presentarse a las
elecciones con dos candidatos: el general Porfirio Díaz para la
presidencia de la República y el general Bernardo Reyes para
la Vicepresidencia; pero en vista de que Porfirio Díaz realizó
diversas maniobras contra este último y aun lo comisionó con
un pretexto de tipo militar para ir a Europa, y dejarlo fuera de la
escena política, el Partido Reyista se deshizo, y al carecer de
objetivo inmediato sus componentes se reorganizaron después
y formaron el Partido Nacionalista Democrático, que participó,
junto con el más combativo y numeroso Partido Anti
reeleccionista, en la Convención Nacional Independiente, de
abril de 1910, que tuvo lugar en la Ciudad de México.
26. Para dar impulso y vigor al partido y a la reunión
citada, Francisco Madero realizó una gira por algunos
Estados de la Nación, que logró despertar entusiasmo
en algunos y que la Convención contara con muchos
integrantes. Plenamente instalada esta última y
puesto a discusión el tema de las elecciones, se
resolvió presentar como candidato a la Presidencia de
la República a Francisco Madero, y como candidato a
la Vicepresidencia a Francisco Vázquez Gómez,
antiguo médico de Porfirio Díaz, de quien se había
distanciado políticamente para entonces.
28. Al mismo tiempo que se lanzaba esa fórmula
de Madero-Vázquez Gómez, los
convencionistas elaboraron un programa que
iba a servir como bandera de lucha, y en la
cual los principios de “no reelección” del
Presidente y de los Gobernadores, y de
“Sufragio efectivo”, eran esenciales. La
campaña, en consecuencia, no tuvo sino dos
rivales, el Partido Anti reeleccionista y el
Partido Reeleccionista o Científico.
31. En su calidad de candidato a la Presidencia de la República,
Francisco Madero realizó una nueva gira política por diversos
sitios, despertándose no escaso entusiasmo a favor de sus
planteamientos de oposición al régimen de Porfirio Díaz,
enfocados a lograrlo no por la violencia, sino por la
participación de los ciudadanos el día de las elecciones.
El gobierno se alarmó a la vista de tal situación y decidió
actuar aprehendiendo a Madero acusándolo de haber incurrido
en delitos de ultrajes a la autoridad y de intento de rebeldía en
Monterrey, conduciéndolo después a San Luis Potosí para que
se siguiera el proceso correspondiente; su defensa logró que
saliera libre bajo caución, pero con el deber de permanecer en
la ciudad.
33. En este ambiente tenso, difícil, en el que la
violencia política ya se dejaba sentir por ambas
partes, tuvieron lugar las elecciones a
mediados de 1910, que se efectuaron con
todas las irregularidades que eran de
suponerse para evitar que los anti
reeleccionistas pudieran ganar.
El Congreso conformado por porfiristas,
expresó que habían resultado triunfantes
Porfirio Díaz y Ramón Corral y que ocuparían
tales cargos en el periodo 1910-1914.
34. Francisco Madero, persuadido de que toda solución
pacífica era imposible, se fugó de San Luis Potosí
hacia San Antonio, Texas, y dispuesto a iniciar la lucha
armada, proclamó allí el Plan de San Luis, de 5 de
Octubre de 1910, en el que dijo: “Haciéndome eco de
la voluntad nacional, declaro ilegales las pasadas
elecciones y quedando por tal motivo la República sin
gobernantes legítimos, asumo provisionalmente la
Presidencia de la República, mientras el pueblo
designa conforme a la ley a sus gobernantes”.
35. Acto seguido, señaló en el artículo 7 de dicho
plan, “El 20 de Noviembre, desde las seis de
la tarde en adelante, todos los ciudadanos de
la República tomarán las armas para arrojar
del poder a las autoridades que actualmente
nos gobiernan”. Ese día, sin embargo,
prácticamente no pasó nada, y, salvo los
acontecimientos de Puebla del día 18, la
mayor parte de los brotes rebeldes de escasa
importancia estallaron en los días
subsiguientes.
36.
37. El gobierno porfirista se aprestó a acabar con los centros Anti
reeleccionistas que más peligro implicaban, y tomó
disposiciones en contra de los de México y Puebla.
En esta última ciudad, Aquiles Serdán encabezaba a los anti
reeleccionistas; se supo que en su casa se encontraban
algunos individuos con armas y la policía se aprestó a hacer un
cateo para proceder en contra de ellos pero cuando los
gendarmes llegaron se les hizo fuego, muriendo en el acto
Miguel Cabrera, Jefe de la Policía en Puebla y prolongándose el
tiroteo por mucho tiempo haciéndose necesaria la intervención
del ejército para sitiar la casa y ocuparla finalmente.
39. El 20 de noviembre, Madero atravesó el puente internacional
para impulsar el movimiento revolucionario en Ciudad Porfirio
Díaz (Piedras Negras), pero no tuvo éxito y le fue preciso
regresar a territorio norteamericano.
Esto parecía un completo fracaso pero en el curso de las
semanas siguientes cambió el panorama y la revuelta comenzó
a extenderse por muchos sitios a la par que se dejaba sentir,
asimismo, la influencia de los Estados Unidos, que en la
práctica favorecieron al maderismo al movilizar veinte mil
soldados hacia la frontera mexicana para “mantener la
neutralidad”, y al disponer que varios barcos de guerra se
dirigieran a puertos mexicanos del Golfo.
Tales maniobras militares y navales fueron una presión para el
gobierno porfirista.
40. Entre los Jefes rebeldes que se lanzaron a la
rebelión en ese entonces, pueden mencionarse
los siguientes; Emiliano Zapata, Ambrosio y
Rómulo Figueroa, y Manuel Asúnsolo en
Morelos; Salvador Escalante y Ramón Romero
en Michoacán y Jalisco; Gabriel Hernández en
Hidalgo y Pascual Orozco en Chihuahua entre
otros. En Chihuahua las acciones de Abraham
González fueron determinantes en los primeros
días.
43. El ministro de Hacienda, José Yves Limantour, que
se encontraba en Europa, regresó a México, vía
Nueva York donde los revolucionarios se
entrevistaron con él y le entregaron proposiciones
para que las pusiera en manos del General Díaz, a
fin de llegar a un acuerdo.
Limantour, al mismo tiempo, quedó muy
impresionado por la actitud hostil del gobierno de
Estados Unidos a Porfirio Díaz pues le reprochaban
al gobierno mexicano la entrada de capital europeo
en el país.
45. Llegado a México, instó a Porfirio Díaz a efectuar
diversos cambios y reformas políticas al país.
Varios emisarios de Díaz se entrevistaron con los
rebeldes y se convino un armisticio, pero como no se
pudo llegar a ningún acuerdo, los rebeldes,
comandados por Pascual Orozco en el Norte, atacaron
Ciudad Juárez, que cayó a principios de mayo en
1911, desde allí Madero envió un telegrama exigiendo
de nuevo la renuncia de los dos líderes del país.
46. El día 21 se celebraron los Tratados de Ciudad
Juárez, entre delegados porfiristas y
revolucionarios, en donde se aceptaba la
renuncia de Porfirio Díaz y de Ramón Corral.
El día 25 renunció a sus cargos y con ello llegó
a su fin el Porfiriato. Porfirio Díaz salió de la
capital y en Veracruz se embarcó en el navío
alemán Ipiranga, rumbo a Europa, en donde
murió el 2 de Julio de 1915, en la ciudad de
París.
47.
48. Francisco León de la Barra, en calidad de Presidente Interino,
gobernó del 25 de mayo de 1911 al 6 de noviembre del
mismo año. Durante la gestión de este personaje ocurrió un
acontecimiento internacional de particular interés, que
consistió en haberse dictado el laudo arbitral favorable a
México, en virtud del cual se reconocía el derecho de México
sobre el Chamizal, en Texas, la cual se había perdido tiempo
atrás por razón de modificaciones naturales en el curso del
río Bravo.
México había insistido durante varios años en sus razones, y
el gobierno porfirista había llevado adelante las gestiones
necesarias para la recuperación de ese pequeño territorio,
que no concluyeron hasta el gobierno de Francisco León de
la Barra de forma favorable a México.
49. Empero, el representante norteamericano en el
Tribunal arbitral no estuvo conforme, y el gobierno de
Estados Unidos se negó a cumplir con el laudo hasta
el año de 1963, en que por un acuerdo entre los
presidentes John F. Kennedy y Adolfo López Mateos,
se pusieron las bases para acatar la resolución y
reintegrar el Chamizal a la soberanía mexicana.
En lo interno, el régimen de De la Barra tuvo dos
misiones principales que consistieron en buscar la
vuelta de la paz a la nación y convocar a elecciones
para la designación de los nuevos Presidente y
Vicepresidente de la República.
50. A la vista de los primeros comicios varios partidos
hicieron acto de presencia pero de todos ellos fueron
los que destacaron: el Anti reeleccionista, el Reyista y
el Partido Nacional Católico. De hecho, no hubo más
que un solo candidato a la presidencia, Francisco
Madero, porque el otro candidato, Bernardo Reyes,
que vio acometidos a sus partidarios por un grupo de
maderistas violentos agrupados en lo que se llamó la
“Porra”, dirigida por Gustavo Adolfo Madero y Serapio
Rendón, prefirió abandonar su candidatura y retirarse
a los Estados Unidos
51. Se efectuaron las elecciones y Madero y Pino Suárez
resultaron triunfantes. Los maderistas obtuvieron la
mayoría de los triunfos, pero el Partido Nacional
Católico logró la victoria de 4 Senadores, 29
diputados, 4 gobernadores y cierto número de
Diputados Locales. Ya en pleno ejercicio de sus
funciones, los representantes de este último partido
elaboraron varias iniciativas de ley para favorecer la
reforma social, pero las circunstancias políticas
impidieron que se les tomara en cuenta
54. El Presidente Madero actuó del 6 de noviembre de 1911 al 19
de febrero de 1913. Aparentemente, la revolución había
llegado al poder; pero pronto se vio que la paz, el orden y la
tranquilidad estaban lejos de haberse arraigado en el país.
Grupos de insurrectos los había en Chiapas y en Oaxaca; en
agosto apareció un brote rebelde en Yucatán; pero lo más
grave fue que, sólo unos días después de que Francisco
Madero se hizo cargo del poder, estalló en Morelos un
levantamiento promovido por Emiliano Zapata, quién dio a
conocer su Plan de Ayala, en el que acusaba a Madero de ser
un dictador, de no cumplir los postulados revolucionarios y de
cometer actos opuestos al pueblo.
56. En ese Plan se pedía la devolución de las tierras a
los pueblos y particulares a quienes se hubiera
despojado; se demandaba la expropiación de la
tercera parte de los latifundios para repartirse la
tierra correspondiente, y se pedía, finalmente, la
nacionalización de las propiedades de quienes se
opusieron al mencionado Plan.
Emiliano Zapata, que se había rebelado contra
Porfirio Díaz, también siguió como rebelde durante
el gobierno de De la Barra, y cuando este mandó
tropas a someterlo, Francisco Madero, intervino
para que los zapatistas siguieran actuando.
57. En el Plan de Ayala se reconocía como Jefe de la Revolución a
Pascual Orozco, y si este no aceptaba, quedaría Emiliano
Zapata en el puesto, como efectivamente sucedió.
La lucha se presentó con gran violencia, y aun cuando se
lanzaron varias campañas contra los zapatistas, no se pudo
acabar con ellos. Poco más tarde se complicó la situación
porque otro antiguo revolucionario, Pascual Orozco, dio a
conocer en marzo de 1912 su Plan de la Empacadora o Plan
de Chihuahua, en el que también desconocía a Francisco
Madero y pedía Reformas Sociales.
Con ello, la intranquilidad cundía en el norte, escenario de
nuevas luchas. Orozco tuvo éxito al principio pues derrotó a
Francisco Villa mientras este lo buscaba, pero al fin fue
derrotado por el Ejército Federal mandado por Victoriano
Huerta y por las fuerzas rurales de Francisco Villa.
60. México vivía una situación muy riesgosa. Pululaban las fuerzas
rebeldes en formas de guerrillas. El gobierno era atacado
severamente por la prensa y mostraba ciertos signos de
debilidad.
Fue en medio de ese ambiente de desasosiego como surgió un
nuevo movimiento armado que dirigía el general Bernardo
Reyes en la frontera Norte; como fracasó, se rindió fue llevado
preso a la prisión militar de Santiago, en la Capital.
Otro brote de oposición lo animó el general Félix Díaz, sobrino
del antiguo Presidente que se sublevó en Veracruz, y tras
algunas vicisitudes fue derrotado y conducido a la
penitenciaria de la Ciudad de México.
62. En todo ello, los soldados federales sostuvieron a Madero; sin
embargo, varios militares federales se pusieron en
comunicación con los dos presos y se tramó una revuelta que
tendría por objetivo la aprehensión del Presidente y
Vicepresidente, y el establecimiento de una junta
revolucionaria que tendría por objeto reorganizar el gobierno.
Los generales Félix Díaz y Bernardo Reyes fueron liberados
para que actuasen, pero cuando Reyes se dirigió al Palacio
Nacional, fue atacado por tropas federales leales y murió; los
otros rebeldes se apoderaron de un recinto militar llamado “la
Ciudadela”, y se hicieron fuertes en ella.
63. El presidente Francisco Madero designó a Victoriano Huerta
como comandante de la Plaza en sustitución de Lauro Villar,
que había sido herido en los combates y además llamó de
Cuernavaca a las tropas del general Felipe Ángeles que
consideraba sitiar la ciudadela para ganar la batalla. Ángeles
hubiera derrotado fácilmente la Ciudadela pero Victoriano
Huerta se lo impidió.
La lucha se extendió del 9 al 18 de febrero de 1913, y se
conoce con el nombre de Decena Trágica, al final de la cual
Huerta abandonó sus deberes, se entendió con los sublevados
mediante el Pacto de la Ciudadela, firmado en la embajada de
los Estados Unidos, y aprehendió a Francisco Madero y a José
María Pino Suárez, quienes se vieron obligados a presentar sus
renuncias ante el Congreso, que se las aceptó 119 votos a
favor y 8 en contra, no obstante estar formado por una mayoría
maderista. También arrestó a Felipe Ángeles.
65. La situación parecía particularmente
inquietante, por que el embajador
norteamericano, Henry Lane Wilson, había
estado interviniendo en la política, y había
hecho circular el rumor de que las fuerzas
armadas de su país iban a entrar a suelo
mexicano, desembarcando los navíos surtos
en el Golfo. El rumor era falso, pero contribuyó
a crear zozobra, temor y la convicción de que la
paz sólo se alcanzaría si Madero y Pino Suárez
abandonaban el Poder.
67. Presentada la renuncia de estos últimos el 19
de febrero, quedó como Presidente quien hasta
entonces fungía como ministro de Relaciones
Exteriores, Pedro Lascuráin, cuya gestión se
prolongó de las 10:34 a las 11 de la mañana
de aquel día. Nombró ministro de Gobernación
a Huerta, renunció y de conformidad en el
Congreso Victoriano Huerta se hizo cargo del
poder.
70. El Nuevo Presidente ostentó tal carácter del 19
de febrero de 1913 al 15 de julio de 1914. Fue
reconocido por el Congreso, la Suprema Corte
de Justicia, los gobernadores de los Estados –
menos los de Sonora y Coahuila– y el Cuerpo
Diplomático.
71. Sin embargo, el país entró pronto en una etapa de
gran conmoción política, por que la rebelión se
propagó en contra de Victoriano Huerta, bajo la
acción del Gobernador coahuilense, Venustiano
Carranza, quién, con otras personas, dio a conocer el
Plan de Guadalupe de 26 de marzo de 1913, por lo
que se desconocía el gobierno Huertista.
Carranza, quién ya estaba en actitud levantisca
contra Francisco Madero, desconoció inicialmente a
Victoriano Huerta, después lo reconoció como
Presidente, pero no habiendo llegado a un
entendimiento con éste, se lanzó a una lucha
definitiva contra él.
72. Se formó un Ejército llamado “Constitucionalista” y Venustiano
Carranza quedó como su Primer Jefe. Mientras tanto Huerta,
de conformidad con el Pacto de la Ciudadela, formó un primer
Gabinete con personajes destacados que le fueron impuestos,
y entre quienes estaban: Francisco León de la Barra, Alberto
García Granados, Toribio Esquibel Obregón, Rodolfo Reyes,
Jorge Vera Estañol entre otros.
Huerta insistió entonces y aún después, en que su principal
preocupación era la de que la nación se encauzase por los
senderos de la paz, pero de hecho él mismo, por su política de
fuerza y de atentados, estorbó el propósito y lo hizo
impracticable.
73. Y así, en el curso de 1913, fueron asesinados, el 19 de febrero,
Gustavo Adolfo Madero y Adolfo Bassó Bertoliat; el 22 ocurrió
lo mismo con Francisco Madero y José María Pino Suárez, para
lo cual se les sacó de la penitenciaría donde estaban
confinados; y después: Abraham González, Edmundo Pastelín,
Adolfo Gorrión, Serapio Rendón y Belisario Domínguez
Palencia.
Este último, que era senador de Chiapas, pronunció un
discurso en el que condenaba la violencia desatada, acusó a
Victoriano Huerta de asesino, y ello naturalmente disgustó al
régimen, y a consecuencia de él fue muerto.
74.
75. En el campo internacional, el presidente de los Estados Unidos,
William Howard Taft, no resolvió en definitiva si reconocer o no
al gobierno de Victoriano Huerta, y dejó el problema a su
sucesor, Woodrow Wilson, quien pronto comenzó a tener una
intervención muy acentuada en los asuntos mexicanos.
Quiso establecer las normas conforme a las cuales debía
resolver la situación, y al efecto mandó a John Lind para
indicarle a Victoriano Huerta cuál era el punto de vista del
gobierno norteamericano; pero el Ministro de Relaciones
Exteriores de la administración Huertista, Federico Gamboa, le
indicó en forma terminante que no tenía derecho a inmiscuirse
en la política nacional.
77. Wilson se empeñó en prescribir cómo debían ser las
elecciones; y continuó su política intervencionista de
diversas maneras; entre otras, dispuso la neutralidad
oficial de los Estados Unidos en la contienda
mexicana, lo cual significaba que no podían venderse
armas a ninguno de los dos rivales, ni al gobierno
Huertista ni a los revolucionarios; pero en la práctica,
y mediante disfraces, los revolucionarios si recibían
armas que adquirían de algunos norteamericanos y
puso en marcha una amplia campaña diplomática
para impedir que otros gobiernos extranjeros
reconocieran la administración mexicana, ni se le
concedieran empréstitos.
78. Cuando Alemania había vendido casquillos de balas a
Victoriano Huerta, Wilson pretextó un ultraje a la bandera
norteamericana (Incidente de Tampico), y ordenó que la
infantería de Marina norteamericana ocupara el puerto de
Veracruz (Ocupación estadounidense de Veracruz), como en
efecto lo hizo el 21 de abril del mencionado año, pese a la
resistencia del pueblo y de los cadetes de la Escuela Naval
Militar.
Mediante esta maniobra, el barco alemán Ipiranga, donde
venía el cargamento, no pudo desembarcar los materiales para
entregarlos a las autoridades Huertista. Como es natural, todo
ello favoreció a la causa constitucionalista en gran manera.
79.
80. Las tropas Rebeldes, dirigidas por el Primer
Jefe, Venustiano Carranza, se dividieron en tres
porciones principales que fueron: el Ejército del
Noreste, mandado por el general Pablo
González Garza; el Ejército del Norte, mandado
por Francisco Villa; y el del Noroeste
encabezado por Álvaro Obregón.
82. Poco a poco las líneas de resistencia de los federales
se fueron doblegando. González avanzó hasta ocupar
Tampico y Monterrey, Villa causó las más serias
derrotas a los federales al tomar a los gobiernistas en
Chihuahua, Coahuila y Zacatecas –con hechos de
armas sangrientos encabezados por Rodolfo Fierro
quién fue el principal culpable de éstos, sobre todo en
las tomas de Torreón y Zacatecas-, y Álvaro Obregón
que adelantó sus fuerzas por las costas del Pacífico,
hasta ocupar Guadalajara a mediados de 1914.
83. En este ambiente de notable violencia, los
gobiernos que formaron el grupo ABC –
Argentina, Brasil y Chile- fueron invitados a
servir como mediadores entre los rivales
mexicanos, y concurrieron para ello a las
Conferencias de Niágara Falls, en las cuales los
norteamericanos se convirtieron en los voceros
de los Carrancistas y señalaron que era
indispensable que Victoriano Huerta dejara el
poder.
84. En tales términos, Huerta, comprendiendo que
su causa estaba perdida, renunció y quedó
como presidente el Licenciado Francisco
Carvajal, quien ostentó el cargo del 15 de julio
al 13 de agosto de 1914, y se esforzó por que
hubiera un gobierno equilibrado y se evitara un
desastre nacional, pero los carrancistas y los
norteamericanos se mostraron intransigentes y
Carvajal abandonó el poder.
85. El 15 de agosto de 1915, las primeras fuerzas
revolucionarias ocuparon la Capital, y Obregón quedó
como autoridad principal. Este, entre otras cosas,
dispuso la ocupación de varios templos y la
aprehensión de los sacerdotes del Arzobispado de
México para exigirles medio millón de pesos, que no
entregaron porque no los tenían: a resultas de ello,
decretó la expulsión de los sacerdotes extranjeros, a
los mexicanos los amenazó de muerte, y a algunos los
envió a Veracruz, quedando libres al final, logrando
así oposición con viejos miembros del Partido Católico
que presidía Rafael Ceniceros y Villareal.
86. En varios lugares muchos sacerdotes fueron
expulsados o reducidos a prisión, pena de muerte a
ellos en San Luis Potosí, cierre de Colegios Católicos,
muerte por confesión, quema de confesionarios. Esta
acción persecutoria no fue impulsada por Venustiano
Carranza, sino por las ideas de Álvaro Obregón, que
finalmente serían seguidas por Plutarco Elías Calles,
que en ese tiempo ya era general y que originarían la
Guerra Cristera. En cambio, en el campo zapatista, no
existieron estas persecuciones.
89. Desaparecido el régimen Huertista, quedaron
triunfantes los elementos revolucionarios, pero
no hubo entre ellos paz ni armonía pues entre
Venustiano Carranza y Emiliano Zapata no
hubo entendimiento, como tampoco lo hubo
con Francisco Villa, puesto que Carranza le
pedía a Zapata que lo reconociera como
presidente y cesara la lucha, Zapata aceptaba
siempre y cuando Carranza aceptara el Plan de
Ayala.
90. Villa se encontraba en la misma situación pues estaba
dispuesto a reconocer su autoridad siempre y cuando se
acepte como objetivo principal del nuevo gobierno la
repartición de tierras, pero nada se resuelve puesto que
Carranza creía que los hacendados tenían derechos por las
leyes.
Venustiano Carranza entonces decide enviar a Álvaro Obregón
a convencer a Francisco Villa, pero tratando Obregón de atacar
a las tropas Villistas por un lado y lograr una alianza por el otro,
es descubierto por Villa y este manda fusilarlo, pero Serrano y
Raúl Madero evitan que Obregón sea fusilado aceptando las
condiciones de Villa y firman un acuerdo
91. En esta situación algunos revolucionarios
convocaron a una convención, en octubre de
1914, para hallar una fórmula que conciliara
los distintos intereses y evitara una ruptura
peligrosa entre los triunfadores.
Sus primeras sesiones tuvieron lugar en la
Capital y las posteriores y más importantes,
pues englobaron a los cuatro combatientes,
fueron las que tuvieron lugar en Aguascalientes
por lo que se conoce como Convención de
Aguascalientes.
93. Los primeros quince días transcurrieron con discursos
en donde se exponían los diversos puntos de vista
hasta que llegan los Zapatistas a la convención, se
estudian los diversos postulados y se aprueba el Plan
de Ayala.
Pero los convencionistas no sólo obtuvieron el visto
bueno de todos los demás pues la unión Villa-Zapata
logra mayoría, sino que además convencen a algunos
obregoncistas y carrancistas con lo que la división se
ahondó al nombrarse por ellos Presidente a Eulalio
Gutiérrez, un Villista, quién tomó el cargo el 3 de
noviembre de 1914 y lo abandonó el 28 de mayo de
1915, en franca oposición a Carranza.
94. Las tropas convencionistas obligaron a
Venustiano Carranza a salir de la Capital y
tomar el rumbo de Veracruz, en donde logró
establecerse y aún disponer de tiempo para
expedir unas leyes de particular importancia,
como fueron, entre otras, la Ley de Relaciones
Familiares, la Reforma del Municipio; la Ley de
6 de enero de 1915, que promovía la reforma
agraria; algunas de protección a los obreros y
otras.
95. Las diferencias entre Villa y los carrancistas se
agravaron cada vez más. La lucha tomó
caracteres muy vivos cuando Carranza envió a
la guerra contra Francisco Villa a Álvaro
Obregón, y dentro de ella destacaron los
combates en la región de Celaya (Batalla de
Celaya) y León, en donde los villistas fueron
deshechos por Álvaro Obregón que implementó
nuevas técnicas inventadas en Europa, la
“Guerra de Trincheras”.
96. Vencidos los hombres de Villa y capturados
muchos de ellos, doscientos oficiales villistas
fueron asesinados con ametralladoras por los
carrancistas además de las derrotas en
Aguascalientes, Durango y Naco, Sonora que
obligaron a Villa a refugiarse en Chihuahua.
Reducido a jefe de grupos poco numerosos, en
Chihuahua, Villa se reorganizó y siguió dando
guerra en ese estado como guerra de
guerrillas.
98. En octubre de 1915, los Estados Unidos
reconocieron como único gobierno al de
Venustiano Carranza, pese a que, de acuerdo
con las leyes mexicanas el legítimo era el de la
Convención de Aguascalientes.
Indignado por el reconocimiento, Villa, con
cuatrocientos hombres atacó la población de
Columbus, Nuevo México (Batalla de
Columbus) tomándola por unas horas y dio
muerte a americanos en Santa Isabel,
Chihuahua.
99. Las tropelías villistas dieron lugar a que
Woodrow Wilson con el permiso de Venustiano
Carranza enviase a suelo mexicano a una
Expedición Punitiva comandada por el general
John J. Pershing al mando de doce regimientos,
caballería y fuerzas aéreas que resultó
infructuosa porque nunca dio con Francisco
Villa.
100. Tropas carrancistas y estadounidenses buscaron al
guerrillero por todas partes pero nunca lo encontraron
y en las dos batallas que enfrentaron contra los
villistas durante los seis meses de búsqueda fueron
derrotados: en el Parral por villistas y en el Carrizal
por tropas carrancistas que no dejaron pasar a las
tropas estadounidenses.
Las Tropas Villistas, al mando de Francisco Villa en
ese tiempo, recuperaron mucha parte de su ejército y
volvieron a tomar Chihuahua exitosamente, aunque
sólo por momentos.
101.
102. Por ese entonces se convocó a un Congreso Constituyente en
la Ciudad de Querétaro, al que concurrieron sólo Diputados
carrancistas, por haberse excluido a todos sus enemigos o
desafectos.
Los integrantes del Congreso se aplicaron a elaborar una
nueva Constitución Federal, que en cierto modo siguió muchos
principios de la anterior, la de 1857, pero en no pocos artículos
introdujo reformas, o estableció principios completamente
nuevos, sobretodo en lo referente a la reforma agraria, que
impulsó la distribución de la tierra, y en lo que ve a la
protección de la clase obrera.
103. Además, en todos los artículos que tocaban el
problema educativo o religioso, se percibió un
espíritu faccional muy dividido y llamativo,
medularmente anticatólico por una parte y por
otra en protección de las ideas de los últimos
que al final fueron a repercutir en la Guerra
Cristera con Plutarco Elías Calles con el
cumplimiento riguroso de la Ley y la condena
de lo antirreligioso de la constitución del Papa
Pío XI en su encíclica Iniquis afflictisque el 18
de noviembre de 1926.
104. El Proyecto original de la Constitución estuvo
redactado por los diputados José Natividad
Macías, Félix F. Palavicini, Luis Manuel Rojas,
Alfonso Cravioto, Manuel Andrade y Juan N.
Frías; pero en el curso de las sesiones, el
proyecto fue modificado hasta alcanzar su
forma final, que al conseguirse, permitió que se
promulgase la Constitución el 5 de Febrero de
1917.
106. BIBLIOGRAFÍA
www.nevadaobserver.com/Mexican%20Revolut
ion%2...
www.exploramex.com/epocaIndep/Chamizal.ht
m
Temporada de Zopilotes de Paco Ignacio Taibo
II