2. TEXTO CLAVE
“Oh hombre, él te ha declarado lo que es
bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente
hacer justicia, y amar misericordia, y
humillarte ante tu Dios”
Miqueas 6:8
7. UN DIOS CUYAS MANOS ESTAN LLENAS
DE CUIDADOS Y AMOR POR SU PUEBLO
8. Igual que Isaías, Miqueas llevó a cabo su
ministerio profético en el período crítico de
la última mitad del siglo Vlll a. C., cuando
Asiria era el poder mundial dominante. En su
propio país, cuando empezó su ministerio
profético, Jotam rey de Judá "hizo lo recto
ante los ojos de Jehová" , aunque "el pueblo
sacrificaba aún, y quemaba perfumes en los
lugares altos” (2 Rey. 15: 34-35). Acaz, hijo de
Jotam y su sucesor, se entregó del todo a la
idolatría hasta pasar a "sus hijos por
fuego, conforme a las abominaciones de las
naciones" (2 Crón. 28: 3). No vaciló en
cambiar de lugar el altar de bronce de los
holocaustos y quitó las fuentes e hizo colocar
dentro del recinto sagrado del templo un
altar idolátrico cuyo original había visto en
Damasco
2 Rey. 16: 10-12, 14-17
9. . Estas y otras iniquidades
cometidas contra el culto
verdadero del Señor quizá
hicieron de Acaz el rey más
idólatra que jamás reinó en Judá.
Durante el tiempo de esta
decadencia espiritual entre los
habitantes de Jerusalén y
Judá, Miqueas cumplió con su
misión profética. El contenido de
su libro presenta las condiciones
morales y religiosas que
imperaban entre el pueblo
durante los reinados
mencionados
(CBA, introducción al libro de Miqueas)
10. “Por esto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré aullido
como de chacales, y lamento como de avestruces” (Miqueas 1:8)
¿Por qué se lamentaba así el profeta?
Había en Miqueas sentimientos
encontrados.
Por un lado, debía anunciar el juicio
divino y la destrucción de su pueblo.
Por otro lado, amaba profundamente a
sus hermanos y se identificaba con ellos.
El dolor por su pueblo se manifestaba en
grandes lamentos, y en un deseo
vehemente de que el arrepentimiento
hiciera innecesaria la destrucción.
11. Estos mismos
sentimientos
encontrados
embargaron a
los profetas de
todas las
épocas.
“No puedo yo solo
soportar a todo
este pueblo, que
me es pesado en
demasía”
“los hijos de Israel
han dejado tu
pacto… y sólo yo
he quedado”
(Números 11:10-15)
(1ª de Reyes 19:14)
“Quebrantado
estoy por el
quebrantamiento
de la hija de mi
pueblo”
(Jeremías 8:21-9:2)
“yo te quito de golpe el
deleite de tus ojos; no
endeches, ni llores, ni
corran tus lágrimas”
“en trabajo y fatiga, en
muchos desvelos, en
hambre y sed, en muchos
ayunos, en frío y en
desnudez; y además de
otras cosas, lo que sobre mí
se agolpa cada día, la
preocupación por todas las
iglesias”
Preocupación por
establecer la obra de
publicaciones, educación, s
alud, etc.
Pobreza, viajes, luchas
internas…
(Ezequiel 24:15-18)
(2ª de Corintios 11:23-28)
(Notas biográficas de Elena
G. de White)
12. Miqueas pinta un
cuadro realista de la
situación moral de
Judá durante el
reinado de Acaz:
Su pensamiento era de continuo el mal (Miq. 2:1)
Codiciaban y robaban; oprimían al pobre (Miq. 2:2)
Expropiaban a la viuda y al huérfano (Miq. 2:9)
Escuchaban a falsos profetas (Miq. 2:11; 3:5)
Aborrecían lo bueno y amaban lo malo (Miq. 3:2)
“Los pecadores que se arrepienten no tienen motivo para desesperar porque
se les recuerden sus transgresiones y se les amoneste acerca de su peligro.
Los mismos esfuerzos hechos en su favor demuestran cuánto los ama Dios y
desea salvarlos. Ellos sólo deben pedir su consejo y hacer su voluntad para
heredar la vida eterna. Dios presenta a su pueblo que yerra los pecados que
comete, a fin de que pueda ver su enormidad según la luz de la verdad divina.
Su deber es entonces renunciar a ellos para siempre”
E.G.W. (Conflicto y valor, 2 de enero)
13. A pesar de todo el mal que cometían, alababan con su boca a Dios y ofrecían
sacrificios, pensando que no serían destruidos aunque sus obras fuesen contrarias
a la Ley divina.
“Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes
enseñan por precio, y sus profetas adivinan por
dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está
Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre
nosotros” (Miqueas 3:11)
Este mensaje nos debe llamar a examinarnos a
nosotros mismos y nuestra relación con Dios.
Recordemos que Dios “perdona la
iniquidad”, pero “de ningún modo tendrá por
inocente al culpable” (Números 14:18)
14. “Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de
Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas
son desde el principio, desde los días de la eternidad” (Miqueas 5:2)
En estas breves palabras, se nos presenta el
misterio más maravilloso: La encarnación
del Dios eterno.
Y no vino a nacer en una gran ciudad, en el
seno de una familia influyente ni rodeado
de riquezas.
Nació en una humilde aldea, en una familia
humilde y tuvo una vida humilde: “y
estando en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente
hasta la muerte, y muerte de cruz”
(Filipenses 2:8)
Esta gran verdad da sentido a nuestra vida
y nos da la esperanza de algo más grande
de lo que el mundo alguna vez pudiera
ofrecernos.
15. “Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno,
y qué pide Jehová de ti: solamente hacer
justicia, y amar misericordia, y humillarte
[caminar humildemente] ante tu Dios”
(Miqueas 6:8)
“Hay quienes parecen hacer justicia y amar
misericordia pero no tienen dentro de ellos
el verdadero principio que los haría
caminar humildemente con Dios. Parecen
tener una fe santificada, pero al faltarles
eso, les falta todo. Si la vida no está
santificada, los motivos y propósitos
tampoco lo están, y así es imposible
agradar a Dios… Cada uno debe probar
con su vida que puede ser un ciudadano
en el reino de Cristo y de Dios”
E.G.W. (Review & Herald, 30 de septiembre
de 1909)
16. “El volverá a tener misericordia de nosotros;
sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo
profundo del mar todos nuestros pecados”
(Miqueas 7:19)
La buena noticia presentada por Miqueas es que el castigo nunca es la última
palabra de Dios. Las acciones de Dios en la Escritura, en forma consistente, van del
juicio al perdón, del castigo a la gracia y del sufrimiento a la esperanza.
17. REFLEXIÓN
•¿Qué dice el profeta Miqueas acerca del estilo
de vida que debe practicar el creyente como
parte del pueblo de Dios?
Miqueas amonesta al pueblo a
caminar con Dios a fin de mostrar
misericordia y hacer lo que es
correcto. Solo al contemplar a Dios
lo imitaremos y llegaremos a ser
como él.
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