2. (
El diluvio, prototipo
del fin de los tiempos
El relato del diluvio en el libro
de Génesis es una vislumbre del futuro.
El libro de Daniel
y el tiempo del fin
1
1
1
2
Se aproxima. .
una cr1s1s Pablo Partida Ge11ez
El discernimiento de los tiempos
en que vivimosynuestra preparación
determinarán nuestro destino eterno.
Editorial
El concepto del fin del tiempo
en la Biblia Eloy Wade Carrillo
lSerá que se acerca el fin del mundo?
FernandoCana/e
lPuede usted enfrentar el fin
del mundo? Benjamín De Anda Pére'
La Segunda Venida de Cristo
Es hora de ver a Cristo
Alejandro Bullón
El tiempo
señalado
...
4. ---'!1!!1"'!11" .......... .
1 - ~·, a ll • i!t • ij¡, r
lk,N~.LISIS~ 1~
El concepto del fin
del tiempo en laEloy Wade Carrillo
Cómo explica la Biblia el fin del tiempo y qué debemos hacer
para prepararnos ante el gran acontecimiento que se aproxima.
E
N ALGUNAS CULTURAS
antiguas se tenía la creen-
cia de que el tiempo es cí-
clico, de modo que los acon-
LecimienLos suceden una y
oLra vez. La Biblia, sin embargo, con-
tiene el concepto de un tiempo lineal
que se extiende desde la creación del
mundo hasta el fin del orden presen-
te, al que seguirá un tiempo sin fin,
la eternidad. Esle concepto origina la
típica idea bíblica de que la historia
del mundo se dirige hacia un final.
Los judíos enseñaban que la his-
toria del mundo se puede dividir en dos
eras o edades. La primera iba desde la
creación del mundo hasLa la venida del
Mesías y la llamaban «esta era» (Olam
HaZeh). Cuando el mal se introdujo
en esta tierra, se inició «esta era» en
que predominan la injusticia y la mal-
dad, un estado de cosas que Dios se
propone terminar. Cuando el Mesías
viniera, establecería un nuevo orden al
que se llamaba «la era venidera» (Olam
HaBa). Esta sería un período sin fin
durante el cual reinarían la justicia, la
paz y la prosperidad. La venida de ese
Libertador que Dios prometió acaba-
rá con la mala situación e ins amará un
nuevo orden mundial con0t ido como
el reino de Dios, que durará )ara siem-
pre (Daniel 2: 44).
El comienzo
de un nuevo reino
La fe cristiana, derivada del ¡udaísmo,
adoptó originalmente tal mo lo de pen-
sar, aunque posteriormente 1 hizo cier-
tas correcciones. Los prime os cristia-
nos, incluyendo a Jesús d , Nazaret,
fundador del cristianismo, q tienes eran
judíos de nacimiento y edu. ados en la
cultura judía, incorporarot a su pen-
samiento el esquema bíblicc de las dos
eras. Pero estos individuos a diferen-
cia del resto de los judíos, aceptaron
a Jesucristo como el Mesía , que Dios
había enviado. Eso, de acue ·do al con
cepto predominante de la dos eras,
implicaba que si j esús era el Mesías,
el reino de Dios había llegado y es-
taba por establecerse. Así o entendió
Cristo cuando comenzó SJ ministe
rio y predicó sobre la cerca 1ía del rei-
no de Dios (S. Mateo 4: 17 S. Marcos
1: 15). Resulta claro que la proclama-
ción de Jesús giró alreded<r del Lema
predominame del reino de I)ios (S. Ma-
teo 4: 23). Sus discípulos e. taban con-
vencidos de que él era el lfesías y el
reino de Dios había llegado. Solamen-
te faltaba que él asumier 1 su papel
de rey, liberara a Israel de us opreso-
res paganos con el propós to de esta-
blecer su reino.
5. Después de su muerte yresurrección, Jesús dedicó
tiempo para explicar asus discípulos la dem ra que
vendría antes de establecer el reino de Dios, debido
al rechazo de lo judíos
Con esta comisión y con la prome-
sa del poder del Espíritu Santo, los
discípulos se lanzaron a predicar por
todas partes adonde los guiaba. Pero
en su confrontación con sus paisanos
incrédulos debían estar preparados pa-
ra responder a sus pregunLas. «Si jesús
de Nazaret es realmente el Mesías co-
mo dicen, ¿dónde está el reino prometi-
do?» «¿Por qué sigue esta era de mal-
dad y no vemos el establecimiento de
una nueva era?» Los predicadores del
evangelio esLaban preparados para res-
ponder: «El reino de Dios ya se inaugu-
ró con la venida de Jesús, pero por la
incredulidad de ustedes y su rechazo
del Mesías, que impidió que elevan-
gelio se diera a conocer en el mundo,
existe un atraso en su consumación.
Ahora debemos hacer la tarea que us-
tedes ignoraron y eso implica una de-
mor:a, porque para que el reino se esta-
blezca es necesario predicar su evan-
gelio en Lodo el mundo». Eso era preci-
samente lo que el Señor había enseña-
do en su sermón proféticc «EsLe evan-
gelio del reino se predica ·á en Lodo el
mundo como teslimonio z todas las na-
ciones, y entonces vendrá (l fin» (S. Ma-
teo 24: 14). Según los ph nes de Dios
el fin no puede venir sin que antes los
seres humanos tengan a oportuni-
dad de responder al Han ado de Dios
al arrepentimiento. Est J es así por-
que al final de la hisLori humana se
realizará un juicio univer' 1l en que to-
do ser humano será juzg«lo (2 Corin-
Lios 5: 10). En ese juicic se verá que
toda persona tuvo la opon midad de
oír el evangelio y tomar na
decisión. Los que
aeepLen el evange-
lio serán ciudada-
nos del reino de
Dios; los que
lo rechacen, co-
secharán las conse-
cuencias correspon-
dientes (S. Mateo
13: 40-43). ~
Año 27 Núm. 12/ Enfoque de nu siro tiempo 5
6. El concepto bíblico del fin
Es alentador saber que esta historia cruenta
de maldad en que estamos sumidos no durará
para siempre. Muy pronto el Señor establecerá un
nuevo orden mundial de paz, dicha yfelicidad.
6 Enfoque de nuestro
La venida de ese ibertador
que Dios prometió acabará
con la mala situación
einstaurará un nuevo
orden mundial.
Es reconfortante sabe -que de acuer-
do a las profecías bíblic 1s, ese fin está
más cercano que nunca. .s alentador sa-
ber que esta historia crm nta de maldad
en la que estamos sum1 los no durará
para siempre. Muy pron o el Señor es-
tablecerá un nuevo 01 den mundial
de paz, dicha y felicid< d. Invito a us-
ted a orar y esperar cm paciencia ese
día anhelado. Después le todo, eso es
lo que nos recomienda ·l apóstol: «Ya
se acerca el fin de toda las cosas. Así
que, para orar bien, m<nténganse so-
brios y con la mente dc spejada» (l S.
Pedro 4: 7) •
Cuando el mal se introdujo en esta
tierra, inició un período n que
predominan la injusticia y la maldad.
Dios dará una última oportunidad
para que los seres humanos escuchen
el evangelio.
7. S
ERÁ QUE UNA TERCERA guerra mundial des-
• truirá al mundo, o más bien una catástrofe natu-
C ral? ¿Habrá una crisis económica, política o so-
cial que causará la autodestrucción de la raza
humana? ¿Existe un momento específico que de-
terminaron las profecías mayas o egipcias con respecto al
fin del mundo7
Esas son las interrogantes que circulan en la mente de
muchas personas. Han sido el argumento de diversas
r
las de Hollywood, n
umentales televisivos.
La Palabra de Dios tiene mucho q e decimos
con respecto al tema. La inquietuc que el ser
humano tiene de conocer el futuro n ) es nuev:i;
desde épocas remotas anhelaba com Jrcndcr los
tiempos en que vivia y la posibilida l de precie
cir con exactitud un acontecirni nto apoca-
líptico, el cual marcaría la fiistoria de
este mundo.
En el Evangelio de San L1cas encon-
tramos el registro de un mo nento en el
que Jesucristo dirigió su m rada hacia
el futuro, y habló sobre cómo Dios inter-
vendrá súbitamente. Aun cuando :i Biblia no
da una fecha para determinar el tien po final de
esta tierra (S. Mateo 24: 36, 42), se nos exhor-
ta a que no perdamos de vista las ,eñalcs que
lo presagian.
Uno de los ejemplos que use Jesús para
ilustrar la condición en Ja que s' encontra-
ría la humanidad antes del final se personi-
fica en Lot: «Lo mismo sucedió 'n los tiem-
pos de Lot: comían y bebían, 'ompraban
y vendían, sembraban y edifi, aban. Pero
el día en que Lot salió de Sod )ma, llovió
del cielo fuego y azufre y acab< con todos.
Así será el día en que se marn l.este el Hi-
jo del hombre» (S. Lucas 17: 8-30)
Año 27 Núm. 12 / Enfoque de nuertro tiempo 7
8. ¿Qué sucedió
en los días de Lot?
LoLera sobrino del patriarca Abraham
y vivió durante un tiempo con él. Sin
embargo, llegó un momento en que
las dos familias necesitaban separarse
con el propósito de eviLar conflictos.
Al mismo tiempo, cada familia tendría la
oportunidad de buscar su propia iden-
tidad y desarrollo económico (Génesis
13: 8). En un gesLo de amabilidad y
cortesía, Abraham concedió a su sobri-
no la oportunidad de escoger la tierra
en donde habiLaría (Génesis 13: 9). Lot
permitió que lo sedujera la visLa del
hermoso valle del Jordán, donde exis-
Lían ciudades como Sodoma y Gomo-
rra, que habían tenido un destacado
progreso económico y cuya belleza era
comparable solameme con el legenda-
rio «huerto del Señor» (Génesis 13: 10,
Reina-Valera Contemporánea). LoL ter-
minó por esLablecerse en Sodoma. Pe-
ro dejarse guiar por las apariencias, en
lugar de buscar la voluntad de Dios,
es muy peligroso.
Castigo por la maldad
de sus pecados
LABIBLIA DECLARA: «los habltiti-
tes de SOdoma eran mátvadós y
cometfan muygraves pecado$,contra
el Señor» (Génesis 13:13).M1Jypron-
to llegaron al límite de su maldad y
Diosdecidió castigarlos, asícomoala
gente de Gomorr1, por sus altfsimas
corrupción y pervérSidad (Génesis
18: 20, 21, 23). Gracias ala interce-
sión de.Abrahamafavor de suamado
sobrino, Dios envió dos áiilgeles para
darla orden aLotdequeescapara por
su vida (Génesis 19:15). Lamenta-
blemente no todos en el hogar
de Lot creyeron el men-
saje; como consecuencia,
perdió a varios miembros
de su querida familia, inclu-
yendo asu esposa. Et dolory
la tristeza quedaron profunda-
mentegrabadosenel corazón de
·~- Lot (Génesis 19: 1-26).
8 Enfoque de nuestro tiempo / Año 27 Núm.12
Un mensaje de advertencia
Por razones obvias, nuestro Señor Jesucristo
usó la historia para ilustrar la condición
moral en la que se va encontrar el
mundo durante los últimos días de la
historia, y al mismo tiempo dar un
mensaje de advertencia a la humanidad. Al menos dos
lecciones importantes podemos aprender del relato con
el fin de estar preparados para ese momento glorioso, cuando
Jesucristo venga por sus hijos a esta tierra.
La influencia cultural ysocial de una
ciudad perversa perjudicó profundam nte
a la familia de Lot (Génesis 19: 7, 8).
tésmente en su casa a
forasteros(losmen-
celestialesque
pu
perp
envió para des-
ciudades del
Jordán),una
rtida que
"óvenes,
la narra
ofreció a
con ellas
que los ma
la integridad
sajeros divinos.
tensión ética entre su rue-
go: «No cometan tal
perversidad», y la
negociación de sus
hijas con ~sa mu-
chedum re sin
escrúpulos (Gé-
nesis 1e : 6-8).
Más ade1ante, el
relatonos lescribe
la conducta extraña
queasumieror las dos
hijas ante la destru :ción de
las ciudades del valle. El incesto que
practicaron con su padre quedó «jus-
tificado» ante la falta de horr bres en
9. La familia de Lot no entendió la urgencia de los
tiempos finales, y la deslumbraron la prosperidad,
los intereses materiales y los compromisos
personales en la sociedad en que se desenvolvían.
«"APÚRATE! l1
atus dos hij
para que no perezcan
dad sea castigada» (G
La familia de Lot tenía
promisos con su entorno
embargo, el precio que se obti
alcanzar una cierta posición y
El mensaje de advertencia que con-
tiene el Evangelio de San Lucas es cla-
ro y preciso. Debemos tener un correc-
to entendimiento de los tiempos en que
vivimos, evaluar cuáles son las priori-
dades más importantes de nuestra vi-
da. No cedamos a las presiones sociales
y los valores culturales que contradicen
los principios de rectitud y justicia. No
zas, en ocasiones puede ser demasia-
do alto. Los que iban a ser sus futuros
yernos fueron los primeros en pensar
que Lot estaba loco, ante el anuncio
de la inminente destrucción de la ciu-
dad. La esposa de Lot, deslumbrada
por el nivel alto de vida que llevaba y
agasajada por las comodidades que
una ciudad ofrecía, nunca aceptó el
destino fatal que vendría ycomo con-
secuencia enfrentó el mismo fin. Jesu-
cristo lo advierte: «¡Acuérdense de la
esposa de Lot! El que procure con-
servar su vida, la perderá» (S. Lucas
17: 32, 33). Dios no está peleado con
la riqueza y la prosperidad, pero no
pueden ser la brújula quedirija nues-
tra voluntad. En tal caso nuestro
futuro será más que incierto.
Cuando el mal se arraiga
en el corazón, es
· id/ desprenderse
lo que estorba
o/lo
sigamos el camino de la ilegalidad, ni
lo adoptemos como un estilo de vida
bajo el justificativo de «todo el mundo
lo hace». El tiempo final está cerca y
debemos prepararnos para al ~o mejor,
una vida de santidad e inte~ ridad. Si
seguimos este camino, el cie ) será un
hermoso lugar para vivir .
Jesucristo ilustró la condición moral en que se va encontrar
el mundo en los últimos días de la historia humana.
Debemos entender los tiempos en que vivimos, evaluar
cuáles son las prioridades más importantes de nuestra vida.
Año 27 Núm. 12 / Enfoque de nuestro tiempo 9
10. •••.•••• •. ·. · 1'~MUND.O ~~'- ' ·'7" "'.1•' ·'' ,,,
T
ODO EL PANORAMA,
.J.j los pueblos y ciudades
' ' derrumbados en un to-
rrente de fango ymuer-
Le, es abrumador y ca-
si incomprensible».* Con esas palabras
expresaba el escritor estadounidense
Paul Theroux la impresión de millo-
nes de personas ante la devastación
del maremoto que arrasó japón el 11 de
marzo del 2011 . Pero eso no era todo
lo que sucedía en el mundo. La por-
tada de la revista Newsweeh de la sema-
na del 28 de marzo anunciaba omino-
sameme: «Llegó el apocalipsis. Mare-
motos, terremotos, desastres nucleares,
revoluciones, economías al borde del
colapso. ¿Qué sigue7». A pesar de los
extraordinarios avances de la cien-
cia y la tecnología, el futuro no pare-
ce muy alentador para la humanidad.
Muchos suponen que pensar en el
porvenir no es posible o importan-
te, porque está fuera de nuestro con-
trol. Sin embargo, todos tenernos algu-
na idea de lo que ocurrirá en el futuro.
Aunque a simple vista nuestras expec-
tativas parezcan meras opiniones, de-
terminan en gran manera lo que hace-
mos y llegaremos a ser. Conviene pues
que pensemos en lo que puede acon-
tecernos mañana.
Desde la perspectiva
cristiana, las catástrofes se
transforman en señales de
esperanza. Anuncian el pronto
regreso del Salvador del mundo.
1Ü Enfoque de nuestro tiempo / Año 27 Núm. 12
Fernando Cana/e
11. erca el
El futuro hoy
¿Qué preparación necesitamos para ser parte del futuro glorioso de la hun anidad?
Necesitamos poseer fe y amor en Cristo (Santiago 2: 5) que nazcan sincl ramente
de lo profundo de nuestro corazón (Deuteronomio 6: 5; S. Lucas 10: 27) Tener fe
significa confiar plenamente en Dios como los niños en sus padres (S. Mat( J 18: 3).
Confiar en su voluntad, su Ley y sus promesas expresadas en las Sagradas E'. crituras.
Referencia
Recientemente, una secuencia de catástr )fes im-
presionantes ha lamado la atención del mun lo y nos
invita a reflexionar acerca del futuro. La auror 1 de una
nueva historia de la humanidad se aproxima v Ttigino-
sameme. No olvide usted que el futuro eterno ,,stá dis-
ponible ahora en la persona de jesucristo. ¿Dl positará
su fe y amor en éP Lo que el mañana deparar depen-
de de cuál sea la respuesta a esa pregunta •
*Paul Theroux, «Nightmare and Defiance», Newsweeh, 20 de 1'1arzo de 2011, disponible en www.thedai ·beastcom/
newsweek/2011/03/20/nightmare-and-defiance.html.
El poder y la fidelidad de Cristo garantizan el cumplimiento
de su promesa de restauración.
La fe será el anda que nos sostenga en los momentos
turbulentos que estamospor afrontar.
Año27 Núm. 12 / Enfoque de nuestro tiempo 11
12. E
N EL LIBRO de Génesis, capí-
tulos 6 al 9, enconLramos la his-
LOria del diluvio. Es el registro
conocido más antiguo; narra
por primera vez que el mundo
anLiguo enfrenLó una gran catástrofe mun-
dial. jesucristo dijo en cierta ocasión: «La
venida del Hijo del hombre será como en
Liempos ele Noé» (S. Mateo 24: 37). Es de-
cir, que si deseamos comprender cómo será
la condición mundial en los últimos días,
debemos analizar la situación del planeta
ames del diluvio. Su relato contiene cuatro
rasgos distintivos que se repetirán en el
Liempo del fin: declinación, proclamación,
juicio y resultado.
El
Primera etapa Texto bíblico Características
El relato del diluvio en el libro de Géne
es una vislumbre del futuro.
Dios habló a Noé sobre
la grave decadencia social
Declinación Génesis 6: 5-12. de la humanidad en su
época: corrupción, violencia
ydesintegración familiar.
Señalesde la decadencia social
en el mundo antediluviano
1Las personas procuraban
satisfacer los deseos de sus
orgullosos corazones y se
aturdían en escenas de placer
y perversidad.
2No deseaban co~ocer .ª Dios
y negaron su existencia.
3Adoraron a la naturaleza
en lugar del Creador"y
glorificaban el ingenio humano.
4Predominaba la idolatría
como forma de culto.
SEi matrimonio, institución
divina, estaba degradado.
&Predominaba la corrupción en
todos los aspectos de la vida.
12 Enfoque de nuestro tiempo /Año 27 Núm. 12
Aplicación
En nuestros días, con solamente hojear los pe-
riódicos, navegar por Internet o mirar la tele-
visión, podemos ser testigos ele la abt.nclante
maldad y la elevada perversión que impera en
la sociedad de hoy
Segunda etapa
Pregonar
al mundo
un mensaje
de advertencia
Texto bíblico
Génesis 6: 7,
13, 14.
Características
Dios tiene un remanente
fiel (Noé y su familia)
que proclama un mensaje
de advertencia al mundo
antes de la destrucción final.
Aplicación
Así como en los tiempos de Noé, hoy se proclama un mensaje. Sin
embargo, la actitud de la gente es la burla, el escarruo, la rebeldía
y la indiferencia. «Deben saber que en los últimos s vendrá gen-
te burlona que, siguiendo sus malos deseos, se rá ¿Qué hu-
bo de esa promesa de su venida? Nues ros pa on y nada
ha cambiado desde el principio de la crea d 3:
13. Juicio
•
1empo
- Características 1
El Juicio de Dios tiene dos
componentes, la destrucc ón de
la maldad y la salvación
del pueblo remanente.
Aplicación
«En los tiempos antiguos, en los días de loé, deso-
bedeoeron, cuando Dios esperaba con pacie icia mien-
tras se construía el arca. En ella solo pocas pers( nas, ocho
en total, se salvaron mediante el agua» (1 S. Pedro ): 2O, 21).
1
Cuarta etapa Texto bíblico Características
La restauración Génesis 9: 1-3
El final de la historia del diluvio
fue la destrucción yposter or
restauración del planeta Tierra.
Aplicación
El diluvio definió el final de la época de Noé; implicaba la destrucció i física del
planeta y su posterior restauración. De igual manera, el final que nos e .pera tiene
como ob~o purificar físicamente la tierra de la contaminación y d' la multi-
plicaciónde~ maldad y perversión del hombre. «Después vi un cie o nuevo y
una , porque el primer cielo y la primera tierra habían deja·lo de exis-
tir, I e el man> (Apocalipsis 21: 1).
Conclusión
triarcas y profetas, la eser tora cristiana E. G. White '1encionó:
onamientos de la filosofa hayan desterrado el temor de los jui-
o los maestros de la religión nos hablen de largos si )os de paz
mundo se dedique por completo a sus negocios y ::ilaceres, a
a fiestas y diversiones, y desechando las amonest 1ciones de
mensajeros. "Cuando estén diciendo: 'Paz y segu1 dad', ven-
re ellos la destrucción" (1 Tesalonicenses 5: 3)» .
Año 27 Núm. 12 /Enfoque de nuestro tiempo 13
14. e
UÁNDO, cómo y por qué
el mundo llegará a su fin
son preguntas que la gen-
te se ha hecho en el pasa-
do y todavía formula. In-
cluso hay quienes cuestionan el hecho
ele si realmente el mundo llegará
a su fin algún día. La Biblia
enseña que efectivamen-
te así será, para que co-
mience una nueva eta-
pa en la vida del pla-
neta. Esto sucederá
cuando Dios venga por
segunda vez a esta tierra ,
por sus hijos fieles para lle-
varlos con él, y entonces pon-
drá fin a la maldad y al pecado.
La tierra tendrá entonces
un período de purifica-
ción y renovación.
El Señor prepara
un mundo nuevo
para sus hijos. ¿Ya
se alistó usted para
ese gran día?
14 '"'''" '""'~"Hom ( /
¿Cuándo se acabará
el mundo?
Con respecto al momento exacto del fin
del mundo, la Biblia narra que los dis-
cípulos plantearon esa misma cues-
tión a jesucristo en el Monte ele los
Olivos. La respuesta del Maestro fue:
«En cuanto al día y la hora, nadie
lo sabe, ni siquiera los ángeles
Es necesario
tomar en cuenta
las señales que
la Biblia
presenta.
en el cielo, ni el Hijo, sino ,;olo el Pa-
dre» (S. Mateo 24: 36).
Hay quienes piensan de '1asiaclo en
establecer una fecha. Sin e nbargo, el
énfasis de las Sagradas Es< rituras es-
tá en la preparación para se magno
acontecimiento y no tanto <n fijar una
hora específica para el fü del mun-
do. Si Jesucristo hubiera e insiderado
correcto dar a conocer la f 'Cha ele su
venida, la hubiera proporcü nado a sus
discípulos.
El discurso de Jesús en el apítulo 24
del Evangelio según San M teo parece
entrelazar el anuncio de 11 caída de
]erusalén, con profecías s Jbre el re-
greso del Hijo del hombre y el fin del
mundo. Una parte impor ante de lo
que dijo acerca del futuro e aplicaba
específicamente a acomecin iemos que
pronto habrían de suceder n relación
con la nación judía, la ciuc 1d ele Jeru-
salén y su templo. Sin e '1bargo, el
discurso también podía beneficiar
a los que vivirían en medio de las
últimas escenas de a historia
de este mundo.
15. el del
lCómo prepararse para el fin del mundo? El énfasis de
las Sagradas
Escrituras está
en la preparación
para el retorno
de Jesucristo.
Será pronto
Aunque no conocemos la Íl cha exac-
ta del fin del mundo, sí poc emos ha-
cer algo para que ese día no nos Lome
por sorpresa. En primer lu ~ar, debe-
mos preslar aLención a las st ñales que
nos indican que el fin de J l historia
de esLe mundo se acerca. D 'spués, es
necesario hacer caso a esa, señales,
consagrar nuesLras vidas a D os y cum-
plir con nuesLro deber cad. día.
Si usLed hace caso a estas advenen-
cias, se preparará no solarn 'nle para
el fin del mundo sino, más mponan-
Le aún, enconLrarse con nue ,Lro Señor
y Salvador jesucristo tan p1 Jnto apa-
rezca. ¿Desea prepararse h iy?.
La Biblia enseña que d mundo
en el cual vivimos tendrá un final
y un nuevo c 1mienzo.
Dios vendrá por sus hi1os fieles
para llevarlos con él, y •ntonces
pondrá fin a la maldad y al pecado.
El énfasis de la Biblia está en la
preparación para la venida
de Cristo, más que en inticipar
el fin de mundo.
Año 27 Núm. 12 / Enfoque de nuestro iempo 15
16. 16 Enfoque de nuestro tiempo / Año 27 Núm. 12
Dios control
destino del hombre
yde sus naciones.
17. y el tiempo
del fin
El sueño de Nabucodonosor
(Daniel 2: 31-35)
«En su sueño Su Majestad veía una estatua enorme, de ta-
maño impresionante y de aspecto horrible. La cabeza de
la estatua era de oro puro, el pecho y los brazos eran
de plata, el vientre y los muslos eran de bronce, y las pier-
nas eran de hierro, lo mismo que la mitad de los pies, en
tanto que la otra mitad era de barro cocido. De pronto,
y mientras Su Majestad contemplaba la estatua, una roca
que nadie desprendió vino y golpeó los pies de hierro y
barro de la estatua, y los hizo pedazos. Con ellos se hi-
cieron añicos el hierro y el barro, junto con el bronce, la
plata y el oro. La estatua se hizo polvo, como el que vue-
la en el verano cuando se trilla el trigo. El viento barrió
con la estatua, y no quedó ni rastro de ella. En cambio, la
roca que dio contra la estatua se convirtió en una mon-
taña enorme que llenó toda la tierra».
Daniel descifra el sueño del rey
(Daniel 2: 38-44)
«¡Su Majestad es la cabeza de oro! Después de Su Majes-
tad surgirá un reino de menor importancia. Luego ven-
drá un tercer reino, que será de bronce, y dominará so-
bre toda la tierra. Finalmente, vendrá un cuarto reino,
sólido como el hierro. Yasí como el hierro todo lo rom-
pe, destroza y pulveriza, este cuarto reino hará polvo a
los otros reinos. Su Majestad veía que los pies y los de-
dos de la estatua eran mitad hierro y mitad barro cocido.
El hierro y el barro, que Su Majestad vio mezclados, sig-
nifican que este será un reino dividido, aunque tendrá la
fuerza del hierro. Ycomo los dedos eran también mitad
hierro y mitad barro, este reino será medianamente fuer-
te y medianamente débil. Su Majestad vio mezclados el
hierro y el barro, dos elementos que no pueden fundir-
se entre sL De igual manera, el pueblo será una mezcla
que no podrá mantenerse unida. En los días de estos
reyes el Dios del cielo establecerá un reino que jamás
será destruido ni será entregado a otro pueblo, sino
permanecerá para siempre y hará pedazos a todos
estos reinos».
ORO BABILONIA 605-539 A. c.
PLATA PERSIA 539-331 .c.
BRONCE MACEDONIA 331-168 A. C.
HIERRO ROMA 168-476 .c.
BARRO Y HIERRO DIVERSAS NACIONES ÉPOCA ACTUAL
ROCA QUE GOLPEA
REINO DE CRISTO MUY PRONTOLA ESTATUA
Aplicación
Después de que el Imperio Romano quedó dividido e1 diversas
naciones, a lo largo de los años venideros surgieron hombres
de talento que trataron d( unir a Europa. Los más reci mes fue-
ron Napoleón Bonaparte, Guillermo ll y Adolf Hitler, pl ro nunca
pudieron igualar al Imperio Romano.
El SIGNIFICADO
DE LA PIEDRA EN EL SUEÑO
DE NABUCODONOSOR
«Mientras Su Majestad contemplaba la es-
tatua, una roca que nadie desprendió vino
y golpeó los pies de hierro y barro de la es-
tatua, y los hizo pedazos» (Daniel 2: 34).
Nadie desprendió la piedra
de su origen.
Hirió a la estatua.
- -------
SIGNIFICA O
Un reino que jamás será destruido.
El reino ya no ser6 • • •
a otro.
Hará pedazos a todos lo demás
Golpeó los pies de hierro y barro. reinos.
Los hizo pedazos. El reino permanecerá para .....
La piedra representa a jesucristo en ocasión de si... Segunda
Venida, cuando todos los reinos humanos serán destn idos, y el
reino eterno de Dios permanecerá para siempre •
La historia de este mundo culminará
con la grandiosa venida de Cristo.
La Biblia nos enseña que en los designios
de Dios, hay un propósito bien definido.
Año 27 Núm. 12 / Enfoque de nuestro tiempo 17
18. D
E ACUERDO al predi-
cador Harold Camping,
nuestro mundo debió
llegar a su fin el 21 de
mayo de 2011. En los
medios masivos de comunicación se dio
mucha difusión a tan magno aconteci-
miento anticipado. Sin embargo, nada
de lo predicho sucedió aquel día. La es-
pera de Camping y muchos que creye-
ron en su mensaje quedaron defrauda-
dos. Esperaban alguna acción de Dios,
pero sin considerar bien lo que él ha di-
cho sobre tal espera y el fin del mundo.
20 Enfoque de nuestro tiempo / Año 27Núm. 12
Hace muchos siglos, Dios envió un
mensaje al profeta Habacuc. «Escribe
la visión, y haz que resalte claramente
en las tablillas, para que pueda leerse
de corrido. Pues la visión se realizará
en el tiempo señalado; marcha hacia
su cumplimiento, y no dejará de cum-
plirse. Aunque parezca tardar, espé-
rala; porque sin falta vendrá» (Haba-
cuc 2: 2, 3). ¿Qué podía ser tan im-
portante como para que se ordenara
al profeta que hiciera un registro tan
detallado? Más aún, ¿es posible que
pueda ser útil para nosotros hoy en
medio de tantas voces q te presagian
el fin del mundo7
La importancia d esperar
Una de las principales pr- ocupaciones
de Habacuc tenía que ve con la crisis
espiritual y moral de la so1iedad en que
vivía. Su reclamo ante l 1 maldad, la
iajusticia y la violencia que impera-
ban, expresa una gran ndignac1ón·
«¿Hasta cuándo, Señor, ie de pedirte
ayuda sin que tu me eset ches7 ¿Hasta
cuándo he ele quejarme e ' la violencia
sin que tú nos salves/¿Pl r qué me ha-
19. ces presenciar calamidades? ¿Por qué
debo contemplar el sufrimiento?» (1: 2,
3). Para contestar a las exigencias del
profeta, el Señor no solamente le dio
instrucciones específicas sobre cómo
escribir, sino que también le habló so-
bre paciencia al esperar el cumplimien-
to de la respuesta divina.
Por eso, aunque esperar casi nun-
ca es agradable, el hecho de que Ha-
bacuc recibiera esa orden nos enseña
algo importante: esperar denota una
actitud tanto de humildad como de
esperanza. Además, esperar el cum-
plimiento de la visión también es sig-
nificativo para nosotros debido a la
propia naturaleza de la visión: «No de-
jará de cumplirse. Aunque parezca tar-
dar, espérala; porque sin falta vendrá».
Pese a la condición de su pueblo
y la devastación que se aproximaba,
Habacuc debía entender que Dios
cumpliría su palabra. ¿Pero cuánto
tiempo transcurriría entre los días del
profeta y el cumplimiento de la visión?
Que el Señor no lo especificara nos re-
cuerda que, a menudo, cuando pro-
mete algo, espera que nuestra confian-
za no esté basada en una fecha, sino
en la certeza de su palabra y cómo vi-
vimos mientras esperamos el cumpli-
miento de dicha promesa (S. Mateo
24: 34-25: 46).
Asimismo, la expresión tiempo se-
ñalado (laMoed en hebreo) se usa va-
Así como en los días de
Habacuc, hoy podemos
desesperar os ante
la terrible situación
rmndial.
rias veces en las profeoas le Daniel
(11: 27, 29, 35; 12: 7), y al igual que
en Habacuc, está asociada Cl•n los tér-
minos «cumplimiento» y «"in» (Ha-
bacuc 3: 3; Daniel 8:19). E evidente
que el momento en que la v ,1ón se ha
de cumplir se refiere al tiem >o del fin,
dando paso al glorioso desl nlace del
plan de la redención. De zhí que la
comprensión del apóstol Pa >lo de es-
tos pasajes resulte tan relevai te: «Den-
tro de muy poco tiempo, "el ¡ue ha de
venir vendrá, y no tarda11"» (He-
breos 10: 37).
Una cosa podemos t ener por segura, que Dios siempre
cumple sus promesas.
Nuestra actitud al esperar debe ser de humildad
y paciencia.
Año 27 Núm. 12 / Enfoque de nuestro t empo 21
20. Entre todas las dificultades que se asoman en nuestra vida,
podemos encontrar la luz que nos guíe.
s ora
de Alejandro Bullón
A
GONIZABA el día en la playa. La llegada de
aquella noche le parecía muy triste y más os-
cura que oLras. No era solamente por el dolor
que enfrenitaba. El peso de la culpa y el miedo
del futuro lastimaban su agobiado corazón. In-
LenLaba ver un rayo de luz en medio de su desesperación y
no podia.
A pesar de todo, aquella noche era diferente. Acababa de
recibir la noticia de que Lenía sida, y aún no sabía si esLaba
dcspiena o Lenía una terrible pesadilla. Los días que vinie-
ron fueron un infierno para ella. Maldijo, lloró, se desesperó,
suplicó y hasta intentó suicidarse. Después vivió una etapa
de conformismo, inercia y abandono. Transitaba por la vida
sin un rumbo definido. Fue en esas circunstancias que
me escuchó mediante la radio. Por primera vez vislumbró
un rayo de esperanza. Miemras Lodavía me escuchaba, se
22 Enfoque de nuestro tiempo /Año 27 Núm. 12
preguntó a sí misma qué la había llevado a s 1 terrible si-
LUación. Como en una película vio desfilar los l Jisodios mas
tristes de su vida. La pérdida de su padre cuanc ) todavia era
una niña. Aquella fue su primera frustración. a muerte le
robó a un ser sumamente amado y le dejó m vacío enor-
me en el corazón. A los quince años quedó e nbarazada y
se provocó un aborto al no contar con el apoyt del que de
cía ser su pareja. A pesar de todo, todavia crefo en los hom
bres, pero nunca pasó a ser más que un objeto e 'placer para
ellos. Con el correr de los años se hundió cad vez más en
la promiscuidad. ~e volvió adicta a las drogas y Jerdió el res
peto propio y la dignidad. Después vinieron a ¡uellas man
chas rojas en la pid, los exámenes médicos y el veredicto fa-
tal del sida.
De repente levantó la cabeza y se dio cue1 ta de que el
programa radiofónico había terminado. Apa .ó la radio y
21. reflexionó sobre lo que había escuchado. En una época
anterior había soñado con dinero, fama y gloria; corri-
do tras placeres fugaces y gloria pasajera. Mas todo lo que
encontró fue aquella terrible enfermedad que echaba
por tierra el castillo de ilusiones que un día construye-
ra. A lo largo de mi vida he encontrado muchas per-
sonas como esa joven. Las he conocido de diferentes
nacionalidades, niveles de educación, clase social y
género.
La búsqueda de la felicidad
«He tenido momentos felices pero nunca he sido plena-
mente feliz», me dijo, triste, un empresario de éxito. «He
alcanzado la fama, pero he sufrido mucho», me contó
en tono triste una actriz de televisión. «Puedo gober-
nar un Estado pero no puedo controlar mis ansiedades»,
me dijo un político famoso. «Yo solo quería sentirme va-
lioso», me escribió un joven drogadicto tras descubrir
que no podía dejar las drogas. Los seres humanos somos
capaces de lograr grandes proezas, pero no de conquis-
tar el amor de nuestros hijos. Somos capaces de comen-
zar a descifrar los misterios del átomo, pero no podemos
entender las angustias de nuestro propio corazón.
Somos capaces de clonar se-
res vivos pero nos resulta di-
fícil unir a los miembros de nues-
tra propia familia. Podemos co-
'municarnos instantáneamen-
te con cualquier lugar del pla-
neta por medio de Internet,
pero tenemos dificultad pa-
ra simpatizar con nuestro
vecino de al lado. ¿Nos
hemos puesto a pensar
alguna vez qué nos ha-
ce falta7 Quizás la respuesta esté en la declaración de
nuestro Señor Jesucristo: «Busquen primeramente el
reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les se-
rán añadidas» (S. Mateo 6: 33).
¿Se da usted cuenta de lo que afirmó jesús' Él m restó im-
portancia a «todas estas cosas». Por tales se entiendl ·1 la fama,
la gloria terrenal, el dinero, la cultura, el poder, los ap1msos o lo
que usted prefiera. Pero lo que Cristo quiso decir e~ que si en
nuestro loco afán por ser felices colocamos «el reino de Dios y
su justicia» en segundo plano, todo lo que consigamoc en la vida
será siempre hueco, vacío y sin sentido.
Contemplarlo
en medio de las dificultades
¿Nos hemos puesto a pensar alguna vez
qué nos falta para ser plenamente felices?
Es hora de ver a Jesús. de contemplar/o
en medio de las dificultades de la vida.
Año 27 Núm. 12/ Enfoque de nuestro tiempo 23
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