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Corea del Norte anuncia que está “en estado de guerra” con Seúl
La afirmación es un paso más en la escalada retórica de Pyongyang


Un nuevo golpe de efecto. Otra llamada de atención a Occidente. Un recurso cada vez más
desesperado. Una bravuconada. Una amenaza realmente seria. Un movimiento de cara a la gallería
norcoreana. Todo ello se une, probablemente, en el rosario de advertencias y declaraciones belicistas
que ha efectuado Pyongyang casi a ritmo diario en las últimas semanas, y que ha continuado este
sábado con la afirmación de que ha entrado en “estado de guerra” con Corea del Sur. “Desde este
momento, las relaciones Norte-Sur han entrado en estado guerra y todas las cuestiones que surjan
entre el Norte y el Sur serán abordadas en consecuencia”, asegura un comunicado firmado por el
Gobierno y el Partido de los Trabajadores de Corea, difundido por la agencia oficial norcoreana
KCNA.


La declaración no cambia gran cosa en sí, ya que los dos países se encuentran técnicamente en guerra
porque el conflicto de Corea (1950-1953) finalizó con un alto el fuego que nunca se convirtió en
tratado de paz definitivo. Pero sube un nuevo peldaño en la escalada de retórica puesta en marcha
por el régimen de Kim Jong-un en respuesta a los ejercicios militares conjuntos que están llevando a
cabo Estados Unidos y Corea del Sur en la región y a las sanciones impuestas por la ONU por la
prueba atómica que ejecutó el 12 de febrero pasado. El Norte ha amenazado también con ataques
nucleares preventivos contra Corea del Sur y Estados Unidos y ha declarado rotos todos los pactos de
no agresión con Seúl, incluido el armisticio de la guerra de Corea.


El Ministerio de Unificación surcoreano ha respondido rápidamente al comunicado y ha asegurado
que no es nada nuevo y sigue a la puesta en alerta de las tropas norcoreanas por los ejercicios
militares en el Sur, que Pyongyang considera un ensayo de invasión.


El líder norcoreano, Kim Jong-un, celebró en la madrugada del viernes “una reunión de urgencia” con
altos generales y dijo que “en vista de la situación, ha llegado el momento de saldar cuentas con los
imperialistas de Estados Unidos”. Acto seguido, dio orden a las unidades de misiles de que se
colocaran en posición de espera para atacar las bases de Estados Unidos en Corea del Sur y el
Pacífico, como respuesta al vuelo el jueves de bombarderos furtivos B-2 estadounidenses sobre
Corea del Sur en el marco de las maniobras.
Desde la Casa Blanca no han tardado en reaccionar. "Hemos visto las informaciones sobre un nuevo
comunicado no constructivo de Corea del Norte. Tomamos estas amenazas en serio y mantenemos
las relaciones con nuestro aliado surcoreano", ha asegurado la portavoz del Consejo Nacional de
Seguridad, Caitlin Hayden.


Los analistas consideran muy poco probable que estalle un conflicto amplio porque sería un suicidio
para el régimen de Kim Jong-un, aunque sí podrían producirse escaramuzas. Piensan que el Norte
está presionando para empujar a Estados Unidos a la mesa negociadora, con objeto de obtener ayuda
y restablecer las relaciones, al tiempo que fomenta la lealtad del pueblo hacia el joven e inexperto
Kim Jong-un.


Decenas de miles de personas participaron el viernes en la plaza principal de Pyongyang en una
manifestación de hora y media en apoyo del llamamiento a las armas. Barcos de guerra pequeños
norcoreanos, incluidas patrulleras, han llevado a cabo esta semana maniobras navales en ambas
costas cerca de la frontera con el Sur, según ha informado el Ministerio de Defensa en Seúl. Su
portavoz, Kim Min-seok, ha asegurado que están vigilando de cerca cualquier signo de que
Pyongyang se disponga a disparar misiles.


China, lo más cercano a un aliado que tiene el Norte, repitió el viernes sus llamamientos a la calma.
“Esperamos que las partes implicadas trabajen juntas para darle la vuelta a esta tensa situación”, dijo
Hong Lei, portavoz de Exteriores. Mientras, Rusia criticó de forma implícita el vuelo de los
bombarderos estadounidenses. “Nos preocupa que al lado de la reacción adecuada y colectiva del
Consejo de Seguridad de la ONU, se estén tomando acciones unilaterales alrededor de Corea del
Norte que están incrementando la actividad militar”, dijo Sergei Lavrov, ministro de Exteriores,
informa Reuters. “La situación podría simplemente descontrolarse, está deslizándose hacia la espiral
del círculo vicioso”.
Corea del Sur y Estados Unidos efectúan maniobras militares conjuntas
Pyongyang confirma la ruptura del armisticio de la guerra de Corea


Corea del Sur y Estados Unidos han iniciado este lunes unas maniobras militares conjuntas, en un
momento en el que la situación en la península coreana ha alcanzado uno de los niveles más tensos
de los últimos años. Pyongyang ha calificado los ejercicios de ensayo de invasión y ha anunciado, tal y
como había amenazado, que desde hoy queda anulado el armisticio que puso fin a la guerra de Corea
(1950-1953). El conflicto finalizó con un alto el fuego que nunca se convirtió en tratado de paz
definitivo.


Las maniobras, llamadas Key Resolve (determinación clave), durarán 11 días y, aunque en gran parte
son realizadas mediante simulación informática, incluyen la participación de más de 10.000
surcoreanos y 3.500 soldados estadounidenses. El Ejército norteamericano ha afirmado que las
maniobras —que forman parte de unas más amplias, de dos meses de duración, iniciadas el 1 de
marzo— no están relacionadas con los últimos acontecimientos en la península coreana. Washington
tiene un contingente de 28.500 personas en Corea del Sur.


Rodong Sinmun, periódico oficial del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, ha confirmado
el “fin absoluto” del armisticio de 1953 y ha advertido sobre la volatilidad de la situación. “Con el alto
el fuego acabado, nadie puede predecir lo que ocurrirá en esta tierra a partir de ahora”, señala hoy el
diario. Pyongyang ha cancelado también todos los pactos de no agresión con el Sur, como el firmado
en 1991, que fijaba la resolución pacífica de las disputas y la prevención de escaramuzas militares
accidentales.


Los ejercicios militares son especialmente importantes este año, ya que se trata de la primera vez
que la junta de estado mayor surcoreana ha planificado y ejecutado las maniobras conjuntas. Está
previsto que, en diciembre de 2015, Seúl asuma el control operativo de las fuerzas combinadas en
caso de guerra.


El Norte afirmó el viernes pasado que, a partir de este lunes, rompía todos los pactos de no agresión
con el Sur y cortaba las líneas de comunicación directas, en respuesta a las sanciones aprobadas el
día anterior por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el país asiático por la prueba nuclear que
llevó en febrero. El Ministerio surcoreano para la Unificación ha confirmado que Pyongyang ha
interrumpido la conexión. Las dos partes hablan habitualmente dos veces al día, pero el Norte no ha
respondido a la llamada efectuada esta mañana. La línea directa fue instalada en 1971, y, desde 2010,
Pyongyang la ha cancelado en cinco ocasiones. Pero al menos otros dos canales de comunicación,
entre sus militares y las administraciones de aviación, siguen funcionando, informa Associated Press.


El Ministerio de Defensa surcoreano ha asegurado que Corea del Norte prevé llevar a cabo sus
propias maniobras militares a gran escala a lo largo de su frente oriental esta semana. En ellas,
participarán el Ejército, la Armada y las fuerzas aéreas. Según ha afirmado, las bases de artillería
norcoreanas en las islas cercanas a la frontera marítima en disputa con el Sur han colocado sus
cañones en posición de disparo. “El Norte parece estar incrementando sus actividades militares”, ha
señalado Kim Min-seok, portavoz de Defensa, informa France Presse.


El régimen de Kim Jong-un ha redoblado la habitual retórica bélica en las últimas semanas, ha
afirmado que una segunda guerra coreana es “inevitable” y ha amenazado con “ataques nucleares
preventivos” contra Estados Unidos y Corea del Sur.




Corea del Sur anuncia nuevas maniobras militares con EE UU para abril
Ambos países realizan ejercicios que han soliviantado a Pyongyang, que ayer se declaró en
"estado de guerra" contra el Sur


Pese a la escalada retórica de Corea del Norte contra su vecino del sur y contra EE UU, el Gobierno de
Seúl ha anunciado que llevará a cabo en abril maniobras militares conjuntas en su territorio junto a
la marina estadounidense para comprobar su capacidad ante potenciales provocaciones del régimen
norcoreano.


El anuncio de Seúl llega después de que este sábado Corea del Norte declarara que había entrado en
"estado de guerra" con el Sur dentro de una intensa escalda de amenazas por parte del país
comunista. El ejército de Corea del Sur ha explicado que los ejercicios consistirán en maniobras y
operaciones conjuntas para probar sus unidades. Actualmente, EE UU y Corea del Sur llevan a cabo
otra serie de maniobras conjuntas que han soliviantado aún más al régimen de Kim Jong-un. También
barcos de guerra norcoreanos han llevado a cabo esta semana maniobras navales en ambas costas
cerca de la frontera con el Sur.


Además, el ejército surcoreano ha informado de que los marines estadounidenses que se encuentren
en el país para estos ejercicios serán invitados a participar en "discusiones técnicas para la
preparación ante posibles provocaciones de Corea del Norte".


Como respuesta a la escalada de amenazas llevadas a cabo en las últimas semanas por parte del
régimen de Pyongyang, el ejercito de Corea del Sur explica que intentará mantener un “nivel alto el
estado de preparación ante potenciales provocaciones", según la agencia local Yonhap.


Según detallaron las autoridades norcoreanas, en la primera semana de abril, los efectivos de ambos
ejércitos probarán "la capacidad de sus unidades tanto de paz como de guerra". A lo largo del mes
que viene, las militares basados en las islas fronterizas del Mar Amarillo llevarán a cabo además
ejercicios aéreos y navales en diferentes lugares.


En estos momentos, Corea del Sur y EEUU realizan las maniobras conjuntas anuales Key Resolve, que
implican a unos 10.000 efectivos surcoreanos y 3.500 estadounidenses, además de un portaaviones y
cazas de combate. Estos ejercicios se combinan con las maniobras Foal Eagle, que las fuerzas
conjuntas de ambos países mantienen en curso desde el pasado día 1. Seúl y Washington aseguran
que se trata de maniobras con un objetivo defensivo, mientras que Pyongyang las considera ensayos
para una invasión.


EEUU mantiene 28.500 efectivos en territorio surcoreano como herencia de la Guerra de Corea
(1950-53), a la que nunca se puso fin oficialmente mediante un tratado de paz, y con el compromiso
de defender a su aliado en caso de enfrentamiento con el régimen comunista.
Seúl promete una respuesta contundente si recibe una “provocación” de Pyongyang


La presidenta surcoreana defiende una "respuesta contundente" e inmediata "sin ninguna otra
consideración política"


Una mano tendida y otra dispuesta a golpear. La nueva presidenta de Corea del Sur, Park Geung-hye,
ha defendido desde que accedió al cargo el 25 de febrero pasado la necesidad de aumentar la
confianza con Corea del Norte y emplear una política que busque atraer de nuevo a su vecino al
diálogo, pero, al mismo tiempo, no ha dudado en mostrar firmeza y ha prometido que responderá de
forma enérgica a cualquier ataque. Este lunes, lo ha vuelto a recordar. “Si se produce cualquier
provocación contra Corea del Sur o su gente, habrá una respuesta contundente en un combate inicial
sin tener en cuenta consideraciones políticas”, ha dicho en una reunión con el ministro de Defensa,
Kim Kwan-jin, y otros responsables de seguridad. Park ha afirmado que se toma las amenazas casi
diarias del Norte “muy en serio”.


El responsable de Defensa, por su parte, ha dejado claro que Seúl llevará a cabo ataques preventivos
en caso de que estallen las hostilidades. “Impondremos la llamada ‘disuasión activa’, dirigida a
neutralizar rápidamente las amenazas nucleares y de misiles del Norte”, ha señalado, según informa
France Presse.
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Seúl ha modificado las normas de entrada en acción para permitir a las unidades locales una
respuesta inmediata ante un ataque, en lugar de esperar el permiso de la capital.


El Gobierno surcoreano fue muy criticado por su tibia y tardía actuación tras el bombardeo de una
isla surcoreana en 2010 por parte de Pyongyang, en el cual murieron dos soldados y dos civiles del
Sur. Desde entonces, ha corregido el tiro, y ha amenazado con dirigir su réplica contra el líder
norcoreano, Kim Jong-un, y destruir las estatuas de la dinastía Kim, formada por su abuelo, Kim Il-
sung, su padre, Kim Jong-il, y él mismo. El plan ha provocado la ira del régimen, que alimenta el culto
a la familia Kim como si de dioses se tratara.


La península coreana se encuentra inmersa en una espiral de tensión desde que el Norte lanzó un
cohete el pasado diciembre, que, según Estados Unidos y sus aliados, fue la prueba de un misil
balístico, aunque Corea del Norte dice que su único objetivo fue colocar un satélite en órbita. Las
consiguientes resolución de condena de la ONU y ampliación de las sanciones fueron seguidas de una
prueba nuclear el 12 de febrero, tras lo cual vinieron más sanciones internacionales y un reguero de
amenazas y represalias norcoreanas, al tiempo que Corea del Sur y Estados Unidos celebraban sus
maniobras militares anuales conjuntas. La retórica y las amenazas del Norte han ido desde el anuncio
de la ruptura de todos los pactos de no agresión con el Sur, incluido el armisticio que puso fin a la
guerra de Corea (1950-1953), hasta la posibilidad de llevar a cabo ataques nucleares preventivos
contra Estados Unidos y Corea del Sur. Pyongyang afirmó el sábado pasado que ha entrado en
“estado de guerra” con el Sur, una declaración que, según el Ministerio de Unificación en Seúl, no es
cosa nueva y sigue a la puesta en alerta de las tropas norcoreanas por los ejercicios militares en el
Sur, que Pyongyang considera un ensayo de invasión.


La utilización, la semana pasada, de bombarderos furtivos B-2 estadounidenses en las maniobras y,
anteriormente, de bombarderos B-52, ambos con capacidad nuclear, ha provocado la furia del
régimen norcoreano, a quien tampoco habrá gustado, con toda seguridad, el despliegue, este
domingo, de aviones de combate también furtivos F-22. Los cazas han sido enviados desde la base de
Okinawa, en Japón.


Un caza estadounidense F-22, en la base surcoreana de Osan, en 2010. / YONHAP (EFE)


No es la primera vez que Washington emplea los F-22 en los ejercicios militares anuales, pero su
despliegue coincidió con la celebración de una reunión del Comité Central del Partido de los
Trabajadores, presidida por Kim Jong-un, en la que, según la agencia oficial KCNA, los líderes
decidieron que la posesión de armas nucleares “debería ser fijada por ley” y que su arsenal atómico
debe ser fortalecido “de forma cualitativa y cuantitativa”. Además, aseguraron que su programa de
armas nucleares es “la vida de la nación”, un componente importante de su defensa y un activo que
no puede ser negociado ni por “miles de millones de dólares”.


Pyongyang ha amenazado en los últimos días con cerrar el complejo industrial de Kaesong, que está
situado en el Norte y emplea en su mayoría a trabajadores de este país, aunque es operado con
tecnología y dinero del Sur. El complejo continuaba funcionando normalmente este lunes. Su
clausura marcaría una grave escalada de las tensiones, más allá de la retórica bélica.




E UU dice que Corea del Norte no acompaña sus amenazas con hechos
El Pentágono acerca a la costa norcoreana una plataforma marítima dotada con radar de superficie
para controlar los movimientos de sus tropas


La Casa Blanca ha reiterado que se toma en serio las amenazas procedentes de Corea del Norte, pero
ha asegurado que su retórica belicista no está respaldada por acciones militares que la secunden. En
la rueda de prensa diaria, el portavoz de la Administración Obama, Jay Carney, ha insistido en que
Estados Unidos está preparado para responder a las provocaciones del régimen de Pyongyang y ha
puesto como ejemplo de esa determinación el último envío de aviones F-22 a Corea del Sur.


“Nuestro servicio de inteligencia no ha observado cambios significativos en la movilización de las
fuerzas armadas norcoreanas”, ha señalado Carney. “No hemos visto hechos que apoyen su retórica”.
El portavoz de la Casa Blanca ha criticado la retórica provocativa de Corea del Norte y ha asegurado
que sólo servirá para aislar al país todavía más. La Marina de EE UU ha acercado a las costas
norcoreanas una plataforma marítima dotada con radar de superficie para controlar las maniobras
de su Ejército, incluido el lanzamiento de misiles, ha informado la cadena CNN, que asegura que ésta
es la primera de otras acciones de vigilancia que podría desarrollar el Pentágono en la zona.
EE UU ha dejado claro que no se toma a la ligera las amenazas vertidas por el Gobierno de Kim Jong-
um. Pero el Pentágono parece decidido a atender a las maniobras militares y a los hechos antes que a
preocuparse por las proclamas beligerantes procedentes de Pyongyang, cuyo grado de provocación
ha ido en aumento desde que el país asiático realizara el pasado mes de febrero su tercera prueba
nuclear. “La retórica de Corea del Norte es consistente con su comportamiento habitual”, ha
recordado Carney.


El anuncio de las maniobras militares anuales entre EE UU y Corea del Sur ha espoleado la retórica
desafiante de su vecino del Norte. Varios expertos han puesto en duda que, en esta ocasión, Corea del
Norte vaya a cumplir sus amenazas. El envío este domingo de aviones F-22 a Corea del Sur se
enmarca dentro de esas maniobras conjuntas, pero la Casa Blanca ha querido remarcar con esta
decisión, que se suma al despliegue la semana pasada, de una flota de bombarderos B-2 y B-52 en la
región, es “EE UU quiere demostrar su determinación” de que está dispuesta a defenderse y defender
a sus aliados y que sirve, además, para “reducir la presión” a Seúl ante una eventual acción unilateral.
Este lunes, la primera ministra surcoreana, Park Geung-hye, ha advertido de que no dudará en
responder de manera contundente si recibe cualquier provocación por parte de Pyongyang.
EE UU ha dejado claro que no se toma a la ligera las amenazas vertidas por el Gobierno de Kim Jong-
um. Pero el Pentágono parece decidido a atender a las maniobras militares y a los hechos antes que a
preocuparse por las proclamas beligerantes procedentes de Pyongyang, cuyo grado de provocación
ha ido en aumento desde que el país asiático realizara el pasado mes de febrero su tercera prueba
nuclear. “La retórica de Corea del Norte es consistente con su comportamiento habitual”, ha
recordado Carney.


El anuncio de las maniobras militares anuales entre EE UU y Corea del Sur ha espoleado la retórica
desafiante de su vecino del Norte. Varios expertos han puesto en duda que, en esta ocasión, Corea del
Norte vaya a cumplir sus amenazas. El envío este domingo de aviones F-22 a Corea del Sur se
enmarca dentro de esas maniobras conjuntas, pero la Casa Blanca ha querido remarcar con esta
decisión, que se suma al despliegue la semana pasada, de una flota de bombarderos B-2 y B-52 en la
región, es “EE UU quiere demostrar su determinación” de que está dispuesta a defenderse y defender
a sus aliados y que sirve, además, para “reducir la presión” a Seúl ante una eventual acción unilateral.
Este lunes, la primera ministra surcoreana, Park Geung-hye, ha advertido de que no dudará en
responder de manera contundente si recibe cualquier provocación por parte de Pyongyang.

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  • 1. Corea del Norte anuncia que está “en estado de guerra” con Seúl La afirmación es un paso más en la escalada retórica de Pyongyang Un nuevo golpe de efecto. Otra llamada de atención a Occidente. Un recurso cada vez más desesperado. Una bravuconada. Una amenaza realmente seria. Un movimiento de cara a la gallería norcoreana. Todo ello se une, probablemente, en el rosario de advertencias y declaraciones belicistas que ha efectuado Pyongyang casi a ritmo diario en las últimas semanas, y que ha continuado este sábado con la afirmación de que ha entrado en “estado de guerra” con Corea del Sur. “Desde este momento, las relaciones Norte-Sur han entrado en estado guerra y todas las cuestiones que surjan entre el Norte y el Sur serán abordadas en consecuencia”, asegura un comunicado firmado por el Gobierno y el Partido de los Trabajadores de Corea, difundido por la agencia oficial norcoreana KCNA. La declaración no cambia gran cosa en sí, ya que los dos países se encuentran técnicamente en guerra porque el conflicto de Corea (1950-1953) finalizó con un alto el fuego que nunca se convirtió en tratado de paz definitivo. Pero sube un nuevo peldaño en la escalada de retórica puesta en marcha por el régimen de Kim Jong-un en respuesta a los ejercicios militares conjuntos que están llevando a cabo Estados Unidos y Corea del Sur en la región y a las sanciones impuestas por la ONU por la prueba atómica que ejecutó el 12 de febrero pasado. El Norte ha amenazado también con ataques nucleares preventivos contra Corea del Sur y Estados Unidos y ha declarado rotos todos los pactos de no agresión con Seúl, incluido el armisticio de la guerra de Corea. El Ministerio de Unificación surcoreano ha respondido rápidamente al comunicado y ha asegurado que no es nada nuevo y sigue a la puesta en alerta de las tropas norcoreanas por los ejercicios militares en el Sur, que Pyongyang considera un ensayo de invasión. El líder norcoreano, Kim Jong-un, celebró en la madrugada del viernes “una reunión de urgencia” con altos generales y dijo que “en vista de la situación, ha llegado el momento de saldar cuentas con los imperialistas de Estados Unidos”. Acto seguido, dio orden a las unidades de misiles de que se colocaran en posición de espera para atacar las bases de Estados Unidos en Corea del Sur y el Pacífico, como respuesta al vuelo el jueves de bombarderos furtivos B-2 estadounidenses sobre Corea del Sur en el marco de las maniobras.
  • 2. Desde la Casa Blanca no han tardado en reaccionar. "Hemos visto las informaciones sobre un nuevo comunicado no constructivo de Corea del Norte. Tomamos estas amenazas en serio y mantenemos las relaciones con nuestro aliado surcoreano", ha asegurado la portavoz del Consejo Nacional de Seguridad, Caitlin Hayden. Los analistas consideran muy poco probable que estalle un conflicto amplio porque sería un suicidio para el régimen de Kim Jong-un, aunque sí podrían producirse escaramuzas. Piensan que el Norte está presionando para empujar a Estados Unidos a la mesa negociadora, con objeto de obtener ayuda y restablecer las relaciones, al tiempo que fomenta la lealtad del pueblo hacia el joven e inexperto Kim Jong-un. Decenas de miles de personas participaron el viernes en la plaza principal de Pyongyang en una manifestación de hora y media en apoyo del llamamiento a las armas. Barcos de guerra pequeños norcoreanos, incluidas patrulleras, han llevado a cabo esta semana maniobras navales en ambas costas cerca de la frontera con el Sur, según ha informado el Ministerio de Defensa en Seúl. Su portavoz, Kim Min-seok, ha asegurado que están vigilando de cerca cualquier signo de que Pyongyang se disponga a disparar misiles. China, lo más cercano a un aliado que tiene el Norte, repitió el viernes sus llamamientos a la calma. “Esperamos que las partes implicadas trabajen juntas para darle la vuelta a esta tensa situación”, dijo Hong Lei, portavoz de Exteriores. Mientras, Rusia criticó de forma implícita el vuelo de los bombarderos estadounidenses. “Nos preocupa que al lado de la reacción adecuada y colectiva del Consejo de Seguridad de la ONU, se estén tomando acciones unilaterales alrededor de Corea del Norte que están incrementando la actividad militar”, dijo Sergei Lavrov, ministro de Exteriores, informa Reuters. “La situación podría simplemente descontrolarse, está deslizándose hacia la espiral del círculo vicioso”.
  • 3. Corea del Sur y Estados Unidos efectúan maniobras militares conjuntas Pyongyang confirma la ruptura del armisticio de la guerra de Corea Corea del Sur y Estados Unidos han iniciado este lunes unas maniobras militares conjuntas, en un momento en el que la situación en la península coreana ha alcanzado uno de los niveles más tensos de los últimos años. Pyongyang ha calificado los ejercicios de ensayo de invasión y ha anunciado, tal y como había amenazado, que desde hoy queda anulado el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953). El conflicto finalizó con un alto el fuego que nunca se convirtió en tratado de paz definitivo. Las maniobras, llamadas Key Resolve (determinación clave), durarán 11 días y, aunque en gran parte son realizadas mediante simulación informática, incluyen la participación de más de 10.000 surcoreanos y 3.500 soldados estadounidenses. El Ejército norteamericano ha afirmado que las maniobras —que forman parte de unas más amplias, de dos meses de duración, iniciadas el 1 de marzo— no están relacionadas con los últimos acontecimientos en la península coreana. Washington tiene un contingente de 28.500 personas en Corea del Sur. Rodong Sinmun, periódico oficial del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, ha confirmado el “fin absoluto” del armisticio de 1953 y ha advertido sobre la volatilidad de la situación. “Con el alto el fuego acabado, nadie puede predecir lo que ocurrirá en esta tierra a partir de ahora”, señala hoy el diario. Pyongyang ha cancelado también todos los pactos de no agresión con el Sur, como el firmado en 1991, que fijaba la resolución pacífica de las disputas y la prevención de escaramuzas militares accidentales. Los ejercicios militares son especialmente importantes este año, ya que se trata de la primera vez que la junta de estado mayor surcoreana ha planificado y ejecutado las maniobras conjuntas. Está previsto que, en diciembre de 2015, Seúl asuma el control operativo de las fuerzas combinadas en caso de guerra. El Norte afirmó el viernes pasado que, a partir de este lunes, rompía todos los pactos de no agresión con el Sur y cortaba las líneas de comunicación directas, en respuesta a las sanciones aprobadas el día anterior por el Consejo de Seguridad de la ONU contra el país asiático por la prueba nuclear que
  • 4. llevó en febrero. El Ministerio surcoreano para la Unificación ha confirmado que Pyongyang ha interrumpido la conexión. Las dos partes hablan habitualmente dos veces al día, pero el Norte no ha respondido a la llamada efectuada esta mañana. La línea directa fue instalada en 1971, y, desde 2010, Pyongyang la ha cancelado en cinco ocasiones. Pero al menos otros dos canales de comunicación, entre sus militares y las administraciones de aviación, siguen funcionando, informa Associated Press. El Ministerio de Defensa surcoreano ha asegurado que Corea del Norte prevé llevar a cabo sus propias maniobras militares a gran escala a lo largo de su frente oriental esta semana. En ellas, participarán el Ejército, la Armada y las fuerzas aéreas. Según ha afirmado, las bases de artillería norcoreanas en las islas cercanas a la frontera marítima en disputa con el Sur han colocado sus cañones en posición de disparo. “El Norte parece estar incrementando sus actividades militares”, ha señalado Kim Min-seok, portavoz de Defensa, informa France Presse. El régimen de Kim Jong-un ha redoblado la habitual retórica bélica en las últimas semanas, ha afirmado que una segunda guerra coreana es “inevitable” y ha amenazado con “ataques nucleares preventivos” contra Estados Unidos y Corea del Sur. Corea del Sur anuncia nuevas maniobras militares con EE UU para abril Ambos países realizan ejercicios que han soliviantado a Pyongyang, que ayer se declaró en "estado de guerra" contra el Sur Pese a la escalada retórica de Corea del Norte contra su vecino del sur y contra EE UU, el Gobierno de Seúl ha anunciado que llevará a cabo en abril maniobras militares conjuntas en su territorio junto a la marina estadounidense para comprobar su capacidad ante potenciales provocaciones del régimen norcoreano. El anuncio de Seúl llega después de que este sábado Corea del Norte declarara que había entrado en "estado de guerra" con el Sur dentro de una intensa escalda de amenazas por parte del país comunista. El ejército de Corea del Sur ha explicado que los ejercicios consistirán en maniobras y
  • 5. operaciones conjuntas para probar sus unidades. Actualmente, EE UU y Corea del Sur llevan a cabo otra serie de maniobras conjuntas que han soliviantado aún más al régimen de Kim Jong-un. También barcos de guerra norcoreanos han llevado a cabo esta semana maniobras navales en ambas costas cerca de la frontera con el Sur. Además, el ejército surcoreano ha informado de que los marines estadounidenses que se encuentren en el país para estos ejercicios serán invitados a participar en "discusiones técnicas para la preparación ante posibles provocaciones de Corea del Norte". Como respuesta a la escalada de amenazas llevadas a cabo en las últimas semanas por parte del régimen de Pyongyang, el ejercito de Corea del Sur explica que intentará mantener un “nivel alto el estado de preparación ante potenciales provocaciones", según la agencia local Yonhap. Según detallaron las autoridades norcoreanas, en la primera semana de abril, los efectivos de ambos ejércitos probarán "la capacidad de sus unidades tanto de paz como de guerra". A lo largo del mes que viene, las militares basados en las islas fronterizas del Mar Amarillo llevarán a cabo además ejercicios aéreos y navales en diferentes lugares. En estos momentos, Corea del Sur y EEUU realizan las maniobras conjuntas anuales Key Resolve, que implican a unos 10.000 efectivos surcoreanos y 3.500 estadounidenses, además de un portaaviones y cazas de combate. Estos ejercicios se combinan con las maniobras Foal Eagle, que las fuerzas conjuntas de ambos países mantienen en curso desde el pasado día 1. Seúl y Washington aseguran que se trata de maniobras con un objetivo defensivo, mientras que Pyongyang las considera ensayos para una invasión. EEUU mantiene 28.500 efectivos en territorio surcoreano como herencia de la Guerra de Corea (1950-53), a la que nunca se puso fin oficialmente mediante un tratado de paz, y con el compromiso de defender a su aliado en caso de enfrentamiento con el régimen comunista.
  • 6. Seúl promete una respuesta contundente si recibe una “provocación” de Pyongyang La presidenta surcoreana defiende una "respuesta contundente" e inmediata "sin ninguna otra consideración política" Una mano tendida y otra dispuesta a golpear. La nueva presidenta de Corea del Sur, Park Geung-hye, ha defendido desde que accedió al cargo el 25 de febrero pasado la necesidad de aumentar la confianza con Corea del Norte y emplear una política que busque atraer de nuevo a su vecino al diálogo, pero, al mismo tiempo, no ha dudado en mostrar firmeza y ha prometido que responderá de forma enérgica a cualquier ataque. Este lunes, lo ha vuelto a recordar. “Si se produce cualquier provocación contra Corea del Sur o su gente, habrá una respuesta contundente en un combate inicial sin tener en cuenta consideraciones políticas”, ha dicho en una reunión con el ministro de Defensa, Kim Kwan-jin, y otros responsables de seguridad. Park ha afirmado que se toma las amenazas casi diarias del Norte “muy en serio”. El responsable de Defensa, por su parte, ha dejado claro que Seúl llevará a cabo ataques preventivos en caso de que estallen las hostilidades. “Impondremos la llamada ‘disuasión activa’, dirigida a neutralizar rápidamente las amenazas nucleares y de misiles del Norte”, ha señalado, según informa France Presse. más información “Nosotros tenemos amigos, pero los norcoreanos están solos” Moscú pide “máxima contención” a EE UU y a las dos Coreas La presidenta de Corea del Sur muestra dureza frente al Norte Siga la moda del peinado comunista Las provocaciones de Pyongyang abren una brecha con Pekín Seúl ha modificado las normas de entrada en acción para permitir a las unidades locales una respuesta inmediata ante un ataque, en lugar de esperar el permiso de la capital. El Gobierno surcoreano fue muy criticado por su tibia y tardía actuación tras el bombardeo de una
  • 7. isla surcoreana en 2010 por parte de Pyongyang, en el cual murieron dos soldados y dos civiles del Sur. Desde entonces, ha corregido el tiro, y ha amenazado con dirigir su réplica contra el líder norcoreano, Kim Jong-un, y destruir las estatuas de la dinastía Kim, formada por su abuelo, Kim Il- sung, su padre, Kim Jong-il, y él mismo. El plan ha provocado la ira del régimen, que alimenta el culto a la familia Kim como si de dioses se tratara. La península coreana se encuentra inmersa en una espiral de tensión desde que el Norte lanzó un cohete el pasado diciembre, que, según Estados Unidos y sus aliados, fue la prueba de un misil balístico, aunque Corea del Norte dice que su único objetivo fue colocar un satélite en órbita. Las consiguientes resolución de condena de la ONU y ampliación de las sanciones fueron seguidas de una prueba nuclear el 12 de febrero, tras lo cual vinieron más sanciones internacionales y un reguero de amenazas y represalias norcoreanas, al tiempo que Corea del Sur y Estados Unidos celebraban sus maniobras militares anuales conjuntas. La retórica y las amenazas del Norte han ido desde el anuncio de la ruptura de todos los pactos de no agresión con el Sur, incluido el armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953), hasta la posibilidad de llevar a cabo ataques nucleares preventivos contra Estados Unidos y Corea del Sur. Pyongyang afirmó el sábado pasado que ha entrado en “estado de guerra” con el Sur, una declaración que, según el Ministerio de Unificación en Seúl, no es cosa nueva y sigue a la puesta en alerta de las tropas norcoreanas por los ejercicios militares en el Sur, que Pyongyang considera un ensayo de invasión. La utilización, la semana pasada, de bombarderos furtivos B-2 estadounidenses en las maniobras y, anteriormente, de bombarderos B-52, ambos con capacidad nuclear, ha provocado la furia del régimen norcoreano, a quien tampoco habrá gustado, con toda seguridad, el despliegue, este domingo, de aviones de combate también furtivos F-22. Los cazas han sido enviados desde la base de Okinawa, en Japón. Un caza estadounidense F-22, en la base surcoreana de Osan, en 2010. / YONHAP (EFE) No es la primera vez que Washington emplea los F-22 en los ejercicios militares anuales, pero su despliegue coincidió con la celebración de una reunión del Comité Central del Partido de los Trabajadores, presidida por Kim Jong-un, en la que, según la agencia oficial KCNA, los líderes decidieron que la posesión de armas nucleares “debería ser fijada por ley” y que su arsenal atómico debe ser fortalecido “de forma cualitativa y cuantitativa”. Además, aseguraron que su programa de
  • 8. armas nucleares es “la vida de la nación”, un componente importante de su defensa y un activo que no puede ser negociado ni por “miles de millones de dólares”. Pyongyang ha amenazado en los últimos días con cerrar el complejo industrial de Kaesong, que está situado en el Norte y emplea en su mayoría a trabajadores de este país, aunque es operado con tecnología y dinero del Sur. El complejo continuaba funcionando normalmente este lunes. Su clausura marcaría una grave escalada de las tensiones, más allá de la retórica bélica. E UU dice que Corea del Norte no acompaña sus amenazas con hechos El Pentágono acerca a la costa norcoreana una plataforma marítima dotada con radar de superficie para controlar los movimientos de sus tropas La Casa Blanca ha reiterado que se toma en serio las amenazas procedentes de Corea del Norte, pero ha asegurado que su retórica belicista no está respaldada por acciones militares que la secunden. En la rueda de prensa diaria, el portavoz de la Administración Obama, Jay Carney, ha insistido en que Estados Unidos está preparado para responder a las provocaciones del régimen de Pyongyang y ha puesto como ejemplo de esa determinación el último envío de aviones F-22 a Corea del Sur. “Nuestro servicio de inteligencia no ha observado cambios significativos en la movilización de las fuerzas armadas norcoreanas”, ha señalado Carney. “No hemos visto hechos que apoyen su retórica”. El portavoz de la Casa Blanca ha criticado la retórica provocativa de Corea del Norte y ha asegurado que sólo servirá para aislar al país todavía más. La Marina de EE UU ha acercado a las costas norcoreanas una plataforma marítima dotada con radar de superficie para controlar las maniobras de su Ejército, incluido el lanzamiento de misiles, ha informado la cadena CNN, que asegura que ésta es la primera de otras acciones de vigilancia que podría desarrollar el Pentágono en la zona.
  • 9. EE UU ha dejado claro que no se toma a la ligera las amenazas vertidas por el Gobierno de Kim Jong- um. Pero el Pentágono parece decidido a atender a las maniobras militares y a los hechos antes que a preocuparse por las proclamas beligerantes procedentes de Pyongyang, cuyo grado de provocación ha ido en aumento desde que el país asiático realizara el pasado mes de febrero su tercera prueba nuclear. “La retórica de Corea del Norte es consistente con su comportamiento habitual”, ha recordado Carney. El anuncio de las maniobras militares anuales entre EE UU y Corea del Sur ha espoleado la retórica desafiante de su vecino del Norte. Varios expertos han puesto en duda que, en esta ocasión, Corea del Norte vaya a cumplir sus amenazas. El envío este domingo de aviones F-22 a Corea del Sur se enmarca dentro de esas maniobras conjuntas, pero la Casa Blanca ha querido remarcar con esta decisión, que se suma al despliegue la semana pasada, de una flota de bombarderos B-2 y B-52 en la región, es “EE UU quiere demostrar su determinación” de que está dispuesta a defenderse y defender a sus aliados y que sirve, además, para “reducir la presión” a Seúl ante una eventual acción unilateral. Este lunes, la primera ministra surcoreana, Park Geung-hye, ha advertido de que no dudará en responder de manera contundente si recibe cualquier provocación por parte de Pyongyang.
  • 10. EE UU ha dejado claro que no se toma a la ligera las amenazas vertidas por el Gobierno de Kim Jong- um. Pero el Pentágono parece decidido a atender a las maniobras militares y a los hechos antes que a preocuparse por las proclamas beligerantes procedentes de Pyongyang, cuyo grado de provocación ha ido en aumento desde que el país asiático realizara el pasado mes de febrero su tercera prueba nuclear. “La retórica de Corea del Norte es consistente con su comportamiento habitual”, ha recordado Carney. El anuncio de las maniobras militares anuales entre EE UU y Corea del Sur ha espoleado la retórica desafiante de su vecino del Norte. Varios expertos han puesto en duda que, en esta ocasión, Corea del Norte vaya a cumplir sus amenazas. El envío este domingo de aviones F-22 a Corea del Sur se enmarca dentro de esas maniobras conjuntas, pero la Casa Blanca ha querido remarcar con esta decisión, que se suma al despliegue la semana pasada, de una flota de bombarderos B-2 y B-52 en la región, es “EE UU quiere demostrar su determinación” de que está dispuesta a defenderse y defender a sus aliados y que sirve, además, para “reducir la presión” a Seúl ante una eventual acción unilateral. Este lunes, la primera ministra surcoreana, Park Geung-hye, ha advertido de que no dudará en responder de manera contundente si recibe cualquier provocación por parte de Pyongyang.