1. Érase una vez un Papa Noel que tenía esclavizados a sus
enanitos, haciéndoles trabajar sin descanso mañana, tarde y
noche. Un día, los enanitos se cansaron de que los tuviera
esclavizados e hicieron juguetes malos, muy malos. Cuando llegó
el día de repartir los regalos, Papa Noel, pensando que eran los
juguetes de siempre, los repartió.
Y los juguetes malos hicieron de las suyas: las muñecas se
llevaron de paseo a las niñas a través de la niebla y nunca las
volvieron a ver; los niños se montaron en los coches que les
habían regalado y se los llevaron tan lejos que nunca más se supo
de ellos; los dragones y dinosaurios se comieron a unos cuantos
niños; las espadas de juguete les cortaron la cabeza y así hasta
que TODOS LOS NIÑOS Y NIÑAS DESAPARECIERON DE LA
FAZ DE LA TIERRA.