El documento presenta una serie de historias en las que diferentes elementos (piedra, hierro, fuego, agua, nube, viento, montañas, hombre) se proclaman a sí mismos como los más fuertes, solo para ser derrotados por otro elemento más poderoso. Al final, se presenta a Jesús como el único que pudo vencer a la muerte a través de su resurrección, y dar a la humanidad la vida eterna a través de su sangre.
La oración de santa Luisa de Marillac por el P. Corpus Juan Delgado CM
Quién vence a quién
1.
2. Un día, la piedra dijo:
«Soy la más fuerte».
Oyendo eso, el hierro dijo:
«¡Soy más fuerte que tú!. ¿Quieres verlo?».
Entonces, los dos lucharon hasta que la piedra
se convirtió en polvo.
3. El hierro, dijo a su vez:
«Yo soy fuerte».
Oyendo eso, el fuego dijo:
«¡Yo soy más fuerte que tú!. ¿Quieres verlo?».
Entonces, los dos lucharon hasta que el hierro se
derritió.
4. El fuego, dijo a su vez:
«Yo soy fuerte».
Oyendo eso, el agua dijo:
«¡Yo soy más fuerte que tú!. ¿Quieres verlo?».
Entonces, los dos lucharon hasta que el fuego se
apagó.
5. El agua, dijo, a su vez:
«Yo soy fuerte».
Oyendo eso, la nube dijo:
«¡Yo soy más fuerte que tú!. ¿Quieres verlo?».
Entonces, los dos lucharon hasta que la nube,
ayudada por el sol, hizo evaporar al agua.
6. La nube, dijo, a su vez:
«Yo soy fuerte».
Oyendo eso, el viento dijo:
«¡Yo soy más fuerte que tú!. ¿Quieres verlo?».
Entonces, los dos lucharon hasta que el viento
sopló la nube y la desapareció.
7. El viento, dijo, a su vez:
“Yo soy fuerte».
Oyendo eso, las montañas dijeron:
“¡Somos más fuertes que tú!. ¿Quieres verlo?“.
Entonces, los dos lucharon hasta que el viento
quedó preso entre una cadena de montañas.
8. Las montañas, a su vez, dijeron:
«Somos fuertes».
Oyendo eso, el hombre dijo:
«¡Yo soy más fuerte que ustedes!
¿Quieren verlo?“.
Entonces, el hombre, dotado de gran inteligencia,
perforó las montañas, impidiendo que atajaran al
viento.
9. Acabando así con el poder de las montañas, el
hombre dijo:
«Yo soy la criatura más fuerte que existe».
Hasta que vino la muerte, y el hombre que se
creía inteligente y lo suficientemente fuerte, con
apenas un golpe, se terminó.
10. La muerte todavía festejaba, cuando, sin que
esperara, vino un Hombre y, en apenas tres días
de muerto, resucitó, venciendo a la muerte y
todo poder le fue dado en el cielo, en la tierra y
debajo de la tierra.
11. Venciendo a la muerte, él nos dio el derecho a la
vida eterna. Y a través de su sangre, que libera
del pecado, cura las enfermedades y nos libra de
la perdición eterna.