2. “En el corazón de los sabios mora la sabiduría,
pero los necios ni siquiera la conocen.”
Proverbios 14:33
3. ¿Cuándo usaste tus habilidades para
promover la paz?
(1 Sam. 25:32,33)
¡Ilustra tu respuesta con una historia personal! (En dúos o tríos)
¿Son verdaderas o falsas las siguientes
declaraciones?
¡Fundamenta tu respuesta!
4. 1 Sam. 25:10-13
La respuesta de Nabal justificó la reacción
de David.
Verdadero
Falso
1
5. “Cuando los jóvenes regresaron con las manos vacías, y relataron lo
acontecido a David, éste se llenó de indignación. Ordenó a sus hombres
que se preparasen para un encuentro; pues había decidido castigar al
hombre que le había negado su derecho, y había agregado al daño insultos.
Este movimiento impulsivo estaba más en armonía con el carácter de Saúl
que con el de David; pero el hijo de Isaí tenía que aprender todavía
lecciones de paciencia en la escuela de la aflicción.”
White, E., Patriarcas y profetas, 723
1
6. 1 Sam. 25:11
Cada quien puede usar lo suyo como le
plazca.
Verdadero
Falso
2
7. “David y sus hombres habían sido algo así como una muralla protectora
para los pastores y los rebaños de Nabal; y ahora a este rico se le pedía
que de su abundancia aliviara en algo las necesidades de aquellos que le
habían prestado tan valiosos servicios. Bien podían David y sus hombres
haber tomado de los rebaños y manadas de Nabal; pero no lo hicieron. Se
comportaron honradamente. Pero Nabal no reconoció la bondad de ellos.”
White, E., Patriarcas y profetas, 722
2
9. “Mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos deben estar listos
para escuchar, y ser lentos para hablar y para enojarse.”
Santiago 1:19
3
10. 1 Sam. 25:18-20
Las situaciones difíciles de la vida hacen
surgir lo mejor de las personas.
Verdadero
Falso
4
11. “Abigail se dirigió a David con tanta reverencia como si hubiese hablado a
un monarca coronado… Con palabras bondadosas procuró calmar los
sentimientos irritados de él, y le suplicó en favor de su marido. Sin
ninguna ostentación ni orgullo, pero llena de sabiduría y del amor de Dios,
Abigail reveló la fortaleza de su devoción a su casa; y explicó claramente
a David que la conducta hostil de su marido...”
White, E., Patriarcas y profetas, 724
4
12. 1 Sam. 25:31-33
Abigaíl fue un instrumento de Dios para que
David recupere el sentido común.
Verdadero
Falso
5
13. “Estas palabras sólo pudieron brotar de los labios de una persona que
participaba de la sabiduría de lo alto. La piedad de Abigail, como la
fragancia de una flor, se expresaba inconscientemente en su semblante,
sus palabras y sus acciones. El Espíritu del Hijo de Dios moraba en su
alma... Impulsos mejores se apoderaron de David, y tembló al pensar en
lo que pudiera haber resultado de su propósito temerario.”
White, E., Patriarcas y profetas, 725
5
14. 1 Sam. 25:32-34
Se necesita un título famoso para
desarrollar un papel significativo.
Verdadero
Falso
6
15. “Abigail era sabia para aconsejar y reprender… Cuando Abigail regresó
a casa, encontró a Nabal y sus huéspedes gozándose en un gran
festín, que habían convertido en una borrachera alborotada. Hasta la
mañana siguiente, no relató ella a su marido lo que había ocurrido en
su entrevista con David.”
White, E., Patriarcas y profetas, 725
6
17. “A pesar de las dificultades, las congojas y los desalientos que puedan
suscitarse, no abriguen jamás ni el marido ni la mujer el pensamiento de
que su unión es un error o una decepción... Aliéntese uno a otro en las
luchas de la vida. Procuren anticipar la felicidad uno de otro. Haya entre
ellos amor mutuo, soportándose uno a otro. Entonces el matrimonio, en
vez de ser el término del amor, será más bien su verdadero principio.”
White, E., La fe por la cual vivo, 256
7
19. “¡Ojalá que hubiera muchas personas como esta mujer de Israel, que
suavizaran los sentimientos irritados y sofocaran los impulsos temerarios y
evitaran grandes males por medio de palabras impregnadas de una
sabiduría serena y bien dirigidas! Una vida cristiana consagrada derrama
siempre luz, consuelo y paz. Se caracteriza por la pureza, el tino, la
sencillez y el deseo de servir a los semejantes. Está dominada por ese
amor desinteresado que santifica la influencia. Está henchida del Espíritu de
Cristo, y doquiera vaya quien la posee deja una huella de luz.”
E. White, Patriarcas y profetas, 725,726
Pensamiento final