El documento define el ensayo como un género literario breve que analiza e interpreta un tema de manera subjetiva. Las características del ensayo incluyen un estilo denso, la falta de una estructura definida, y la voluntad del autor de establecer un punto de vista sobre un tema. El ensayo se originó en la antigua oratoria griega y romana, y ha evolucionado como género literario que permite al autor expresar reflexiones de manera personal sobre un tema.
1. El ensayo 1
es un tipo de texto que brevemente analiza, interpreta o evalúa un tema de
manera oficial o libre. Se considera un género literario, al igual que la poesía, la ficción y
el drama.
Las características que debe tener un ensayo son las siguientes:
Es un escrito serio y fundamentado que sintetiza un tema significativo.
Posee un carácter preliminar, introductorio, de carácter propedéutico.
Se expresa en un estilo denso y no se acostumbra la aplicación detallada.
Es un género literario dentro del más general de la didáctica.
El ensayo consiste en la interpretación o explicación de un determinado tema —
humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, por tomar algunos ejemplos—,
sin que sea necesariamente obligado usar un aparataje documental, es decir,
desarrollado de manera libre, asistemática, y con voluntad de estilo.
Un ensayo es una obra literaria relativamente breve, de reflexión subjetiva, en la que el
autor trata de una manera personal, no exhaustiva, y en la que muestra —de forma más o
menos explícita— cierta voluntad de estilo. Esto último propone crear una obra literaria,
no simplemente informativa. Puede tratar sobre temas de literatura, filosofía, arte, ciencias
y política, entre otros.
Sólo en la edad contemporánea este tipo de obras ha llegado a alcanzar una posición
central.
En la actualidad está definido como género literario, debido al lenguaje, muchas veces
poético y cuidado que usan los autores, pero en realidad, el ensayo no siempre podrá
clasificarse como tal. En ocasiones se reduce a una serie de divagaciones y
elucubraciones, la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las cuales el autor expresa
sus reflexiones acerca de un tema determinado o, incluso, sin específico tema alguno.
Ortega y Gasset lo definió como «la ciencia sin la prueba explícita». Alfonso Reyes, por
otra parte, afirmó que «el ensayo es la literatura en su función ancilar» —es decir, como
esclava o subalterna de algo superior—, y también lo definió como «el Centauro de los
géneros». El crítico Eduardo Gómez de Baquero —más conocido como Andrenio— afirmó
en 1917 que «el ensayo está en la frontera de dos reinos: el de la didáctica y el de la
poesía, y hace excursiones del uno al otro». Y por su parte Eugenio D'Ors lo definió como
la «poetización del saber».
Su origen se encuentra en el género epidíctico de la antigua oratoria grecorromana, y
ya Menandro el Rétor, aludiendo al mismo bajo el nombre de «charla», expuso algunas de
sus características en sus Discursos sobre el género epidíctico:
Tema libre (elogio, vituperio, exhortación).
Estilo sencillo, natural, amistoso.
Subjetividad (la charla es personal y expresa estados de ánimo).
Se mezclan elementos (citas, proverbios, anécdotas, recuerdos personales).
Sin orden preestablecido (se divaga), es asistemático.
2. Extensión variable.
Va dirigido a un público amplio.
Conciencia artística.
Libertad temática y de construcción.
El ensayo, a diferencia del texto informativo, no posee una estructura definida ni
sistematizada o compartimentada en apartados o lecciones, por lo que ya desde
el Renacimiento se consideró un género más abierto que el medieval tractatus o que
la suma, y se considera distinto a él también por su voluntad artística de estilo y su
subjetividad, ya que no pretende informar, sino persuadir o convencer.
Utiliza la modalidad discursiva expositivo-argumentativa y un tipo de «razonamientos
blandos» que han sido estudiados por Chaïm Perelman y Lucie Ollbrechts-Tyteca en
su Tratado de la argumentación.
A esto convendría añadir que en el ensayo existe además, como bien ha apreciado el
crítico Juan Marichal, una «voluntad de estilo», una impresión subjetiva que es también de
orden formal.
Otros géneros didácticos emparentados con el ensayo son:
El discurso (en el sentido de «discurrir» sobre un tema concreto).
La disertación.
El artículo de prensa.
Los géneros renacentistas y humanísticos del Diálogo, en sus variantes Platónica,
Ciceroniana y Lucianesca.
La epístola.
La miscelánea.
La estructura del ensayo es sumamente flexible, ya que toda sistematización es ajena a
su propósito esencial, que es deleitar mediante la exposición de un punto de vista que no
pretende agotar un tema, como sí haría (y sistemáticamente) el género
literario meramente expositivo del tratado; por eso estas indicaciones son meramente
orientativas. 2
Introducción[editar · editar código]
Es la que expresa el tema y el objetivo del ensayo; explica el contenido y los subtemas o
capítulos que abarca, así como los criterios que se aplican en el texto, es el 10% del
ensayo y abarca más o menos 6 renglones.
Además, esta parte puede presentar el problema que plantea al tema al cual vamos a
abocar nuestros conocimientos, reflexiones, lecturas y experiencias. Si este se plantea,
entonces el objetivo del ensayo será presentar nuestro punto de vista sobre dicho
problema (su posible explicación y sus posibles soluciones).
Desarrollo[editar · editar código]
3. Contiene la exposición y análisis del mismo tema, se plantean las ideas propias y se
sustentan con información de las fuentes necesarias: libros, revistas, Internet , entrevistas
y otras. Constituye el 75% del ensayo. En él va todo el tema desarrollado, utilizando la
estructura interna: 50% de síntesis, 15% de resumen y 10% de comentario.
Se sostiene la tesis, ya probada en el contenido, y se profundiza más sobre la misma, ya
sea ofreciendo contestaciones sobre algo o dejando preguntas finales que motiven al
lector a reflexionar.
Conclusión[editar · editar código]
En este apartado el autor expresa sus propias ideas sobre el tema, se permite dar
algunas sugerencias de solución, cerrar las ideas que se trabajaron en el desarrollo del
tema y proponer líneas de análisis para posteriores escritos.
Esta última parte mantiene cierto paralelismo con la introducción por la referencia directa
a la tesis del ensayista, con la diferencia de que en la conclusión la tesis debe ser
profundizada, a la luz de los planteamientos expuestos en el desarrollo
La lógica es crucial en un ensayo y lograrla es algo más sencillo de lo que parece:
depende principalmente de la organización de las ideas y de la presentación. Para lograr
convencer al lector hay que proceder de modo organizado desde las explicaciones
formales hasta la evidencia concreta, es decir, de los hechos a las conclusiones. Para
lograr esto el escritor puede utilizar dos tipos de razonamiento: la lógica inductiva o
la lógica deductiva.
De acuerdo con la lógica inductiva el escritor comienza el ensayo mostrando ejemplos
concretos para luego deducir de ellos las afirmaciones generales. Para tener éxito, no
sólo debe elegir bien sus ejemplos sino que también debe presentar una explicación clara
al final del ensayo. La ventaja de este método es que el lector participa activamente en el
proceso de razonamiento y por ello es más fácil convencerle.
De acuerdo con la lógica deductiva el escritor comienza el ensayo mostrando
afirmaciones generales, las cuales documenta progresivamente por medio de ejemplos
bien concretos. Para tener éxito, el escritor debe explicar la tesis con gran claridad y, a
continuación, debe utilizar transiciones para que los lectores sigan la
lógica/argumentación desarrollada en la tesis. La ventaja de este método es que si el
lector admite la afirmación general y los argumentos están bien construidos generalmente
aceptará las conclusiones.
4. La teoría de la argumentación, o la argumentación, es el estudio interdisciplinario
de la forma en que se obtienen conclusiones a través de la lógica, o sea,
mediante premisas. Incluye el arte y la ciencia del debate civil, el diálogo,
la conversación y la persuasión. Estudia las reglas de la inferencia, la lógica y las
reglas procedimentales, tanto en el mundo real como en sistemas artificiales.
La teoría de la argumentación incluye el debate y la negociación, las cuales están
dirigidas a alcanzar conclusiones de mutuo acuerdo aceptables. También incluye
el diálogo erístico, una rama del debate social en el cual la principal motivación es
la victoria sobre un oponente. Este arte y ciencia es con frecuencia el medio por el
cual algunas personas protegen sus creencias o propios intereses en un diálogo
racional, en simples coloquios o durante el proceso de argumentación o defensa
de ideas.
La argumentación es usada en los juicios para probar y o refutar la validez de
ciertos tipos de evidencias. Los estudiosos de argumentación estudian las
racionalizaciones post hoc mediante las cuales un individuo puede justificar
decisiones que originalmente pudieron haber sido realizadas de forma irracional.
Desde la antigüedad, la argumentación ha sido objeto de interés en todas las
áreas donde se practica el arte de hablar y de escribir de manera persuasiva. En
la actualidad, el estudio de la argumentación ha recobrado vigencia debido a la
gran influencia que los medios de comunicación tienen sobre la sociedad. Esta
influencia se manifiesta en el planteamiento de estrategias argumentativas para
convencer al público acerca de ciertos valores e ideas. Ejemplo de esto son los
discursos argumentativos relacionados con la publicidad o el pensamiento político.
Así pues, la principal motivación del estudio de la argumentación (por parte de los
argumentadores), consiste en establecer si el razonamiento planteado es
verosímil, es decir, si quien es objeto de la argumentación estará dispuesto a
aceptarla.
Se reconocen tres tipos de discursos persuasivos: la demostración, la
argumentación y la descripción:
La demostración trata de llegar a una conclusión partiendo
de premisas mediante razonamientos deductivos. En la demostración no
aparece ninguna marca del sujeto que la enuncia. Aparentemente se habla de
hechos y no de opiniones.
La argumentación trata de causas y consecuencias, se evalúa en relación a
una situación dada y se expresa con palabras comunes. En esta situación es
donde se comprueba si la argumentación ha logrado su objetivo primordial:
convencer al destinatario para que adopte un determinado punto de vista o
realice cierta acción.
5. La descripción se ubica en una línea intermedia entre ambos discursos. Se la
acepta o rechaza en relación a lo que ha sido explicado, por lo cual es
necesario el debate donde se expresan y defienden una opinión
Cuando alguien desarrolla una argumentación para convencer a otro de que
acepte su tesis, lo hace en un determinado contexto. Éste abarca las creencias,
las costumbres, las ideas de la comunidad a la cual ambos pertenecen. Además,
el contexto determina las convenciones lingüísticas que ambos usan, es decir, el
valor semántico de las palabras empleadas. Cuando el contexto en el que se
desarrolla la argumentación, no es común a sus participantes, alguien puede
fácilmente utilizar palabras que resulten molestas o agraviantes para los demás.
Para plantear un discurso argumentativo es necesario conocer las condiciones de
propiedad y legitimidad. Las condiciones de propiedad son las características que
tiene que reunir el destinatario a quien se dirige el argumentador, es necesario
conocerlas para que el argumento sea efectivo. Las condiciones de legitimidad
tienen que ver con la autenticidad de la figura del argumentador.
De acuerdo con las condiciones de propiedad, en primer lugar se argumenta
partiendo de que el otro no adhiere a la tesis pero puede llegar a convencerse de
ella. En segundo lugar, se argumenta a partir del supuesto de que el otro tiene la
inteligencia y los conocimientos necesarios para comprender los argumentos.
En cuanto a las condiciones de legitimidad, a veces, cuando el argumentador no
está seguro de que el otro confía en su legitimidad, puede apelar a enunciados
justificativos. El argumentador también debe suponer que el otro puede ser
persuadido mediante una argumentación adecuada: si encuentra resistencia será
posible desplegar las estrategias persuasivas necesarias para hacerlo cambiar de
opinión. La argumentación es legítima cuando hay una concesión mutua de
derechos entre los interlocutores. En este campo inciden no sólo el contexto de la
situación sino también los roles de autoridad que se establecen entre ellos...
La argumentación es una variedad discursiva con la cual se pretende defender
una opinión y persuadir de ella a un receptor mediante pruebas y
razonamientos, que están en relación con diferentes: la lógica (leyes del
razonamiento humano), la dialéctica (procedimientos que se ponen en juego para
probar o refutar algo) y la retórica (uso de recursos lingüísticos con el fin de
persuadir movilizando resortes no racionales, como son los afectos, las
emociones, las sugestiones ... ).
Aspectos estructurales
En un texto argumentativo aparecerán dos elementos fundamentales: la tesis y
el cuerpo argumentativo.
Tesis: la idea fundamental sobre la cual se reflexiona y se argumenta.
Cuerpo argumentativo: la aportación de todo tipo de «razones» que permiten
al autor convencer al destinatario. Se denominan argumentos.
6. Estructuras básicas
Las dos formas básicas en que se estructuran estos elementos coinciden con la
exposición:
Estructura inductiva. Se parte de los hechos concretos para establecer una
idea general que los ratifique. La tesis suele aparecer al final y sirve como
conclusión de todo el proceso argumentativo.
Estructura deductiva: Se parte de una idea general ( tesis inicial ) para llegar a
una conclusión concreta.
Pero se pueden presentar de otras formas
Estructura encuadrada: Se parte de una idea general, con argumentos que
generan, como conclusión, otra tesis final.
Estructura repetitiva: Se repite la misma tesis a lo largo del texto
Estructura en paralelo: Se presentan diferentes tesis y se van argumentando
al mismo tiempo.
Aspectos pragmáticos
Como acto comunicativo un texto argumentativo no es, en su forma básica, más
que un enunciado en él que un emisor dirige a un receptor un argumento o razón
para hacerle admitir una conclusión.
El emisor es el constructor del discurso con el que pretende persuadir al
receptor, influir en él para que modifique su pensamiento o para que actúe de un
modo determinado. Su actitud es subjetiva, pero intenta que su actitud tenga
una aparente objetividad. Por otro lado, si la argumentación quiere ser efectiva,
habrá de tener en cuenta el receptor a quien va dirigida.
Tipos de argumentos
Según su capacidad persuasiva.
La pertinencia: Los argumentos pertienentes están relacionados con la tesis o
la refuezan.
La validez: Conducen a la conclusión deseada. En caso contrario, son
argumentos falaces.
La fuerza argumentativa: Depende de la facilidad con que se rebaten. Se
distinguen argumentos débiles y argumentos sólidos. Si no puede ser rebatido es
un argumento irrefutable.
Según su función
Argumentos de apoyo a la tesis propia.
Concesiones o ideas de la tesis contraria que se admiten provisionalmente.
Refutaciones o argumentos con los que se rebate total o parcialmente la tesis
contraria.
Contraargumentos que invalidan los argumentos contrarios a la tesis o las
concesiones que el propio autor ha admitido previamente.
7. Según su contenido: El contenido de los argumentos se basa en los tópicos:
los diferentes valores en que se basa un argumento para establecer su fuerza
argumentativa. Son muy variados
Lo existente es preferible a lo no existente
Lo útil y beneficioso es preferible a lo inútil: lo no perjudicial es preferible a lo
perjudicial .
Lo moral y ético es preferible a lo inmoral.
La cantidad es preferible a la calidad.
La calidad es preferible a la cantidad
Lo bello es preferible a lo feo
Lo tradicional es más valioso que lo reciente
Lo novedoso y reciente es más valioso que lo antiguo
Lo agradable es preferible a lo desagradable
Según su finalidad: Las finalidades básicas que tiene una argumentación son
la demostración y persuasión. Para la primera se utilizan los argumentos
racionales, que se fundamentan en los hechos. Para la segunda se utilizan
los argumentos afectivos.
Argumentos racionales:
La argumentación lógica se basa en las relaciones causa-efecto, concreto-
abstracto, condición-resultado, concreto-abstracto, individual-general.
El silogismo: es un razonamiento que consta de dos premisas y de una
conclusión que se deduce necesariamente de ellas.
El ejemplo
El uso del sentido común y el uso de refranes y máximas
El argumento de autoridad
La argumentación analógica se basa en las relaciones de semejanza.
La comparación
La metáfora
Argumentos afectivos
La diferencia con los anteriores radica en el uso del lenguaje: se buscan los
valores expresivos, mediante el empleo de recursos estilísticos. Predominan
los valores connotativos, al igual que en los textos literarios. El uso de la
argumentación afectiva está condicionado por el tipo de texto. Es inadecuada en
textos científicos, pero aparece con frecuencia en textos humanísticos.