La excursión escolar incluyó caminatas por un bosque siguiendo flechas indicativas, una visita a una iglesia antigua y una pequeña casa con perros y plantas. Los estudiantes comieron merienda en varios puntos de parada y se divirtieron en un charco, aunque algunos no se metieron por falta de ropa de cambio. Al final, la profesora elogió su buen comportamiento y regresaron a los autobuses cansados.