1. ZOOM
Es lo que debe
ser: oráculo
de la moda
Diseñador por pasión, buen hijo por vocación,
buen amigo por convicción, buen amante por
romántico, así se califica Gustavo Moscoso,
un ecléctico diseñador cuencano, de polos
opuestos, que se reinventa cada día sin perder
su esencia. Un hombre que se dice feliz porque
está haciendo lo que más le apasiona, un
oficio que ha permitido que su nombre y sus
marcas alcancen reconocimiento y sean,
hoy por hoy, referentes de la moda masculina.
Su destino estuvo marcado desde pequeño:
hijo de empresarios textiles, nació, vivió y creció
entre telas, cortes, puntadas y moda. A los 12 años,
Versace fue su primera inspiración, y a él le
siguieron Valentino, Marc Jacobs, Dior, Karl
Lagerfeld, Maison Martin Margiela, entre otros.
Apenas llegado de Boston, y una vez
terminado el colegio, empezó en el diseño de
modas a partir de un error. Cuando su padre
murió y se puso al frente de una de sus empresas,
quería algo nuevo y diferente, quería telas bellas
y finas. El chico, falto de experiencia y algo
perdido, hizo una gran inversión en telas
importadas, que no se vendieron. Organizó un
desfile de modas para mostrar a la gente qué es lo
que podía hacer con esos cortes. Al día siguiente
nadie quiso saber de las telas, sino quién era la
persona detrás de esos diseños.
Ya son 12 años de carrera, y Gustavo Moscoso
no para. Luego de GM757, línea para la cadena
Megamaxi, y de GM Sur Mesure, un traje hecho
a mano, a medida y gusto de quien lo usa, acaba
de abrir su segunda tienda en el exclusivo Plaza
Lagos Town Center, de Samborondón, donde
lanzó sus dos primeras fragancias: Billionaire
y Jet Setter.
Su marca, GM Gustavo Moscoso, está en
tiendas multimarca de México, Argentina y
Nueva York, y en breve su nombre estará en el
ciberespacio, con una propuesta innovadora.
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