1. ¡MI TÍA ES VERDE!
Autor XOSÉ CERMEÑO
Ilustraciones AVI
Editorial SM
Este cuento ha sido preparado para
trabajar en la pizarra digital en
animación a la lectura con los
alumnos del primer ciclo de primaria
del C.E.I.P. Nuestra Señora de la
Paz de Villaralbo. Para ello hemos
utilizado y manipulado las
ilustraciones del cuento.
Pilar Muñoz Martín.
2. Yo tengo una tía verde
No quiero decir que sea
de ojos verdes, ni que lleve
un vestido verde.
Quiero decir que ella es
de color verde, toda entera,
desde la punta del pelo hasta
los pelos de los pies.
Mi tía se llama Juliana
y tiene la piel igual que la lechuga.
Ya se que no es fácil de creer,
porque es un caso único en el mundo.
Mi tía Juliana
es verde
como los guisantes,
como las hojas
en primavera.
Tan verde como
las espinacas,
como los prados.
Nadie sabe
por qué.
3. Cuando era una niña, los médicos dijeron
que comía demasiadas aceitunas y que ésa
era la razón de que tiviese aquel verdor.
-Será mejor que Juliana no coma más
aceitunas -opinó el doctor.
-¿Está seguro? -le preguntó la madre
de Juliana.
-Completamente. Vera como
recupera su aspecto normal.
4. Juliana pasó un año sin probar
las aceitunas. Pero cada día estaba más verde.
Después, el médico le recetó que estuviese otro año sin comer
pistachos, por si era cosa de los pistachos.
Pero no funcionó.
5. Y cuando el médico quiso prohibirle la escarola, su madre dijo:
-A mí no me importa que Juliana sea verde.
-A mí tampoco -afirmó la profesora en el colegio.
-Pues a mí me gusta ser verde -intervino Juliana muy contenta.
6. Su padre que era pintor y entendía bastantes de esos asuntos, sentenció.
-El verde resulta muy original.
7.
8. Mi amigo Martín me preguntó si no me daba miedo tener una tía verde.
-¿Miedo? -contesté yo- Nooo... Al contrario, mi tía Juliana es muy divertida.
10. Otras veces navegamos en una canoa sobre su espalda, como si fuese en las
aguas verdes de un lago.
11. Un día jugando al escondite, no fuimos capaces de encontrarla.
Se tumbó en un prado y se confundió con la hierba.
¡Ni siquiera cuando la teníamos a un metro de distancia éramos
capaces de verla!
12. Pero cuando vamos juntos a una fiesta, o a un partido de fútbol, no la pierdo nunca.
Si nos despistamos entre tanta gente, me basta con preguntarle a cualquiera:
-¿Has visto pasar a una señora verde?
Y enseguida me contestan:
-Sí, claro, allí está.
13. Sus amigas si quieren decirle que está muy guapa, no habla de su traje, ni de su
peinado. Siempre prefieren decirle:
-Juliana cada día estás más verde. Pareces una esmeralda.
Y ella sonríe con su estupenda sonrisa verde.
14. Mi tía Juliana es fantástica.
Es una pena que no haya más gente verde en el mundo.