3. Koch había comenzado a usar el
microscopio con la misma falta de propósito
deliberado que el viejo
Leeuwenhoek, examinando cuanta cosa se le
ponía delante hasta que un día se le ocurrió
observar la sangre de ovejas y vacas muertas
de carbunco. Un día al observar entre los
diminutos glóbulos verdosos unas cosas
extrañas unos cuantos bastoncitos cortos
que flotaban, agitándose levemente entre
los glóbulos sanguíneos. “NO tengo la
menos idea de cómo indagar si estos
bastoncitos y filamentos están vivos-
meditaba Koch.” Aisló en una gota pendiente
y con nutritivos los bastoncitos causantes
del carbunco.
4. Metchnikoff se transformó repentinamente
de naturalista en cazador de microbios. Un
buen día empezó a estudiar la digestión de
los alimentos en las esponjas y en las
estrellas de mar, mucho tiempo antes había
descubierto en el interior de estos animales
unas células errantes que formaban parte de
sus cuerpos, pero que eran independientes;
esas células errantes del cuerpo de las larvas
de las estrellas de mar, esas comen los
alimentos, devoran las partículas de
carmín, pero también deben comerse los
microbios ¡Naturalmente!.
5. Contribuye dando respuesta a la conocida enfermedad fiebre de
malta, dedica mayor parte de su tiempo a su estudio descubriendo
el microbio que lo originaba. Posteriormente es enviado a
Zululandia a investigar sobre la enfermedad llamada Nagana
encontrando como causante la mosca tse-tsé.
6.
7. Comienza estudiando sociales, errada
decisión; a la cual pone solución haciendo
un cambio de carrera a la acertada medicina;
misma que lo llevo, a través de
investigaciones al descubrimiento de la
causante de la fiebre amarilla y del portador.
8. Admirable por su contribución al bienestar social. Dedica su vida a
cazar microbios, recibiendo así el renombre del “doctor
fantasio”, por su conocida frase “tenemos que aprender a matar
microbios con bolas mágicas”.