El documento describe diferentes etapas del proceso de diseño de un juego, como la exploración creativa, la síntesis personal y la progresión intencional. Para cada etapa, se detallan posibles incidencias que podrían surgir, como dificultades de plegado, problemas de comprensión lingüística o errores de impresión. También se proponen actividades para gestionar estos fallos potenciales, como incluir instrucciones claras, mejorar la tipografía y tamaño de texto, o realizar tests exhaustivos antes del lanzamiento.