"Cien Días vistos por Cinep n.° 93: el campo de la paz"
Escuela de las américas
1. Escuela de las Américas: Carta de las organizaciones y movimientos
sociales de las Américas a los Ministros de Defensa
Várias organizações. Adital
En ocasión de la X Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que se
llevará a cabo en Punta del Este entre el 8 y el 10 de octubre próximos,
queremos señalar lo siguiente:
En abril de este año, reunidos en Cartagena, Colombia, en la Cumbre de los
Pueblos paralela a la Cumbre de las Américas, manifestamos nuestra
preocupación por el aumento de la presencia militar de Estados Unidos en la
región, situación que amenaza la soberanía de todos nuestros pueblos y el
derecho a la paz que deben garantizar los Estados.
En esta ocasión, las organizaciones y movimientos sociales de las Américas
solicitamos a los gobiernos su compromiso proactivo en la desmilitarización del
continente, lo cual implica, entre otras acciones:
● la eliminación de las bases militares extranjeras del continente y el retiro de
las tropas extranjeras que usan bases nacionales;
● la cancelación de los ejercicios militares conjuntos que se realizan según la
doctrina y bajo la dirección del Pentágono;
● el cierre de la Escuela de las Américas, WHINSEC - Instituto de Cooperación
para la Seguridad de las Américas;
● el cese del patrullaje de la IV Flota de la Marina estadounidense, a las costas
y red fluvial de América Latina;
● el fin definitivo de la respuesta militar a la "guerra contra las drogas”, lo cual
causa anualmente miles de muertes -especialmente en Colombia, México y
2. América Central-, y su reemplazo por una política pública integral, multilateral y
con énfasis en las medidas de salud pública.
Asimismo, urgimos a los Estados a revertir la tendencia a militarizar funciones
del Estado que no competen a la Defensa y por ende al ámbito militar. Los
Estados democráticos de Derecho tienen agencias especializadas e idóneas, de
carácter civil, para la atención humanitaria ante catástrofes naturales, el control
de las migraciones o de las políticas de seguridad ciudadana.
Recordamos que las Fuerzas Armadas han sido concebidas y articuladas para la
eventualidad de conflictos que involucran a otras naciones y para eventuales
enfrentamientos bélicos.
Ninguna de las situaciones mencionadas previamente pone en riesgo la
soberanía nacional, por lo cual no hay razón alguna para que una institución
estatal no preparada para ello, sustituya o complemente la atención en ámbitos
de otras instituciones que sí han sido especialmente diseñadas e
implementadas para hacerlo.
Rechazamos la política que, impulsada por EEUU, van adoptando algunos
países, de involucrar a las Fuerzas Armadas en asuntos de seguridad interna
bajo el pretexto de las "nuevas amenazas", subsumiendo en este concepto
fenómenos disímiles como el narcotráfico, la protesta social, la resistencia a la
instalación de megaproyectos de infraestructura o a la extensión del
agronegocio como modelo de desarrollo hegemónico. Los asuntos de seguridad
interna son ámbitos de absoluta competencia de la Policía, por cuanto deben
permanecer bajo su órbita, con estricto control y apego al respeto de los
derechos humanos. Ni las Fuerzas Armadas, ni la Policía deben ser usadas por
los gobiernos para reprimir la protesta social.
También enfatizamos muy especialmente la necesidad de revertir el aumento
del gasto militar, muchas veces alentado por la presencia y la concreción de
convenios de cooperación con Estados Unidos; diversas experiencias nacionales
demuestran que el gasto público dedicado a lo militar, va en desmedro de los
gastos sociales. Por lo anterior, creemos que la Cumbre de los Ministros de
Defensa es una excelente ocasión para avanzar en una agenda hacia la
desmilitarización de nuestro continente, en función de convertir a las Américas
en un territorio de paz.
Llamamos a los gobiernos a continuar y profundizar el apoyo social y
económico a la República de Haití y a concretar el retiro total de las tropas de la
MINUSTAH para el próximo período. La seguridad es un elemento
multidimensional que debe materializarse en la perspectiva integral de los
derechos humanos, por cuanto la ayuda a Haití no debe ser de carácter militar.
Con la misma convicción y postura de defensa de la soberanía nacional, la
autodeterminación y el respeto a las instituciones de un Estado de Derecho con
3. que rechazamos el golpe de Estado en Honduras, hoy rechazamos el golpe de
Estado institucional en Paraguay. Así como llamamos la atención a nuestros
Estados sobre la amenaza de reproducción de estas situaciones en otros países
de la región, manifestamos que no es suficiente pronunciar el rechazo sino que
es fundamental sostenerlo a través de acciones políticas; caso contrario, las
situaciones y gobiernos ilegítimos, se naturalizan y terminan legitimándose por
parte de la comunidad internacional.
En este sentido, queremos manifestar nuestra profunda preocupación por los
hechos que vienen desarrollándose en la hermana República de Argentina;
recordamos que la construcción democrática se profundiza en el ámbito del
debate, la discusión y la confrontación de ideas y propuestas; no en el uso
ilegítimo del poder para desestabilizar el Estado de Derecho. Nuestros países
tienen una terrible y triste historia reciente sobre la cual debemos construir
Memoria; ni los gobiernos ni los pueblos debemos permitir que vuelvan a
ocurrir los horrores del pasado.
Finalmente, instamos a los Estados a prestar especial atención al proceso de
diálogo anunciado en Colombia, que conduciría a la solución negociada del
conflicto armado que se vive en ese país. La violencia desatada por dicho
conflicto ha ocasionado miles de muertes, millones de desplazamientos
forzados, graves violaciones a los derechos humanos y se ha convertido en un
pretexto para justificar la intervención militar estadounidense en Colombia y en
la región entera. Por eso, su solución es necesaria, bienvenida, y sería un
aporte importante a la estabilidad regional, la defensa de la soberanía así como
un estimulo para fortalecer la integración regional.
Atentamente,
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz
Claudio Capuano, titular de la Cátedra Libre de salud y Derechos Humanos de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires
Ana Criquillion, Directora Ejecutiva del Fondo Centroamericano de Mujeres
(CAWF)
Diana Noy López, psicóloga, Uruguay
Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Chile
Associação de Favelas de São Jose dos Campos – SP-Brasil
Alianza Social Continental
Alliance for Global Justice, EEUU
Campaña América Latina y el Caribe, una región de paz: Fuera las bases
militares extranjeras
Campaign for Labor Rights, EEUU
Coalición No Bases, Colombia
Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo, CODEPU,
Chile
Comisión Ética Contra la Tortura (CECT), Chile
4. Comité Oscar Romero, Chile
COMISEDE, Perú
Comunidad Ecuménica Martín Luther King, Chile
Convergencia de Movimientos de los Pueblos de las Américas-COMPA
Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. COPINH
CTC-VZLA- Venezuela
Fellowship of Reconciliation, EEUU
Grito de los Excluidos/as- Continental
Llamamiento de los 100, Argentina
SERPAJ, América Latina
SERPAJ, Argentina
SERPAJ, Chile
SERPAJ, Paraguay
SERPAJ, Uruguay
Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos
(Mopassol), Argentina
Nicaragua Network, EEUU
Nicaragua Center for Community Action (NICCA), EEUU
Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOAW)
Observatorio de medios en Derechos Humanos - Medios al Derecho / MAD –
Colombia
Otros Mundos AC/Chiapas, México
Organización Fraternal Negra de Honduras- OFRANEH
PAPDA, Haití
Proyecto CEIS - Colectivo de estudios e investigación social – Colombia
Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo
(PIDHDD)