El documento describe cómo las redes sociales e internet se utilizaron para difundir información en tiempo real sobre los atentados de Bombay de 2008. La gente publicó actualizaciones, fotos, videos y testimonios en Twitter, blogs, Flickr y YouTube, lo que permitió a los medios de comunicación y al público seguir los acontecimientos a medida que ocurrían. Sin embargo, también había preocupaciones de que esta difusión de información podría ayudar a los terroristas.