Este documento ofrece consejos para no dejarse vencer y controlar la ira. Aconseja que cuando nos sintamos derrotados recordemos que depende de nosotros mismos levantarnos, ver los problemas como retos y luchar por lo que nos importa. También sugiere que la agresividad invada muchos espacios y que debemos observar nuestra propia ira en lugar de señalarla en otros. Propone que busquemos la paz interior para crear un mundo más pacífico manejando las situaciones difíciles con humor, dist

1. No Te Des Por Vencida
Cuántas veces hemos tenido caídas pequeñas o grandes que nos han hecho sentir derrotadas, tanto así que
llegamos a pensar que las fuerzas nos abandonaron y que todo a nuestro alrededor se nubló, la luz que
iluminaba nuestro camino se fue apagando y que en nada ni nadie podríamos encontrar la respuesta para
salir de esto, cuando en realidad la única persona que podría evitar que no nos demos por vencidas somos
nosotras mismas.
Es que la vida tiene tantas cosas bonitas que sería egoísta de nuestra parte pensar que todo está acabado;
así que trata de tomar los problemas como si fueran retos que te pone la vida y verás que al resolverlos te
sentirás más reconfortada, renovada y comprobarás que depende de una misma darse el ánimo, el ver que a
nuestro alrededor hay muchas cosas por qué luchar, por nuestra familia, por lo que creemos y perseguimos y
sobretodo por nosotras mismas. Así que, no te des por vencida!
¡Aprende a controlar tu Mal Humor!
Te has dado cuenta que hoy en día, la mayoría de nuestros espacios públicos y personales, están siendo
invadidos con la agresividad de las personas. Salir a la calle en muchos casos, implica tener que protegernos
de aquellos que actúan con agresividad e irritabilidad en el tráfico, en el trabajo, en el servicio que requerimos,
inclusive, en un trato casual, podemos salir afectados por la actitud agresiva que tienen ciertas personas.
La ira, puede llegar a ser una de las emociones más destructivas que experimentemos, sobretodo, cuando al
dejarnos llevar por ella, se nubla nuestra mente. Pero lo más interesante, es que generalmente reconocemos
la agresividad en otras personas y pocas veces, la observamos en nosotras mismas.
Ya sabemos que vivir con tanta agresividad, hace que nuestro entorno se vuelva difícil y conflictivo, por esto y
por las heridas emocionales que nos causamos unos a otros a través de nuestro comportamiento y actitud
equivocados, vale la pena detenernos y reflexionar acerca de lo que estamos haciendo.
Todos aspiramos a vivir en un mundo más pacífico, donde podamos expresarnos, desarrollarnos y convivir de
una manera más armónica, respetuosa y responsable. Pero la paz verdadera, comienza en el interior de cada
uno de nosotros. Así que yo te sugiero por ejemplo que tomes distancia en cada situación difícil y que uses tu
buen humor. Deja de buscar culpables y asume tu responsabilidad. Ah! y recuerda "El mejor remedio contra
la violencia es la tolerancia y el dialogo".