El documento presenta un análisis del bautismo de Jesús según el Evangelio de Marcos. Describe cómo Juan Bautista sabía que su papel era solo preparar el camino para Jesús, cuyo bautismo en el Espíritu Santo sería más significativo. Relata que cuando Jesús salió del agua después de ser bautizado, vio abrirse los cielos y descender el Espíritu sobre él en forma de paloma, y escuchó una voz que decía "Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco". Esto mar
1. Para muchos investigadores, Jesús representa la primera imagen sana de Dios
en la historia. El cambio fundamental introducido por Jesús se puede formular así:
la actitud religiosa hacia un Dios patriarcal se funda en la convicción de que el ser
humano ha de existir para Dios; la actitud de Jesús hacia su Padre arranca de la
seguridad de que Dios existe para el ser humano.
El evangelio de Marcos narra el bautismo de Jesús en el Jordán sugiriendo la nueva
experiencia que Jesús vivirá y comunicará a lo largo de su vida. Según el relato, el
“cielo se abre”, pero no para descubrirnos la ira de Dios, que llega con su hacha
amenazadora, como pensaba el Bautista, sino para que descienda su Espíritu, es
decir, su amor vivificador. Del cielo abierto solo llega una voz: “Tú eres mi Hijo
amado”.
Es una pena que, a pesar de decirnos seguidores de Jesús, volvamos tan fácilmente a
imágenes regresivas del Antiguo Testamento, abandonando su experiencia más
genuina de Dios Padre.
José Antonio Pagola.
El camino abierto por Jesús.
Texto: Marcos 1, 7-11 . Bautismo de Jesús. –B-
Comentarios y presentación: M.Asun Gutiérrez.
Música: Mozart. Sinfonía nº 13 en Fa Mayor. Andante.
2. -(Juan Bautista)- 7Esto era lo que proclamaba:
Detrás de mí viene el que es más fuerte que yo. Yo no soy digno ni de postrarme
ante él para desatar la correa de sus sandalias. 8Yo os bautizo con agua, pero él
os bautizará con Espíritu Santo.
Jordán
Juan conoce su misión, sabe que es sólo el precursor.
Sabe que su bautismo de agua, símbolo de purificación y de penitencia, es
insignificante comparado con el bautismo de Jesús “en el Espíritu”, tiempo de
gracia, de liberación, de experiencia del Espíritu.
De la mano del carismático y marginal Juan, Jesús se sumerge en las aguas
del Jordán para introducirse en el nuevo tiempo que intuye y espera y él mismo
vivirá y anunciará pronto.
3. 9
Por aquellos días llegó Jesús
desde Nazaret de Galilea
y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Para su Bautismo, Jesús se pone en la fila de los pecadores que acuden a Juan,
como muestra de la solidaridad y cercanía que durante toda su vida iba a mostrar
con las personas más débiles y más necesitadas.
Nos invita a proclamar que hay un camino distinto, que consiste en sustituir la
injusticia, el egoísmo, la ambición..., por amor. Como Él.
Nosotr@s hemos sido bautizad@s como Jesús, ungid@s por su Espíritu para
continuar su obra liberadora.
4. La persona bautizada con el Espíritu de Jesús tiene que procurar ser
calco y copia de la conducta de Jesús.
El Bautismo no tiene poderes mágicos.
Es el sacramento del compromiso adulto y responsable
y la conversión continua y personal a la fe y al Evangelio.
El Bautismo no se debiera recibir ni administrar
por costumbre social, cultural o religiosa.
El bautismo, aunque se administre a l@s niñ@s, no es cosa de niñ@s.
5. En cuanto salió del agua vio rasgarse los cielos y al Espíritu descender sobre él
como una paloma.
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Se oyó entonces una voz desde los cielos:
-Tú eres mi Hijo amado, en ti me complazco.
Por Jesús ha desaparecido todo lo que impedía la comunicación con Dios. A Jesús
sentirse amado incondicionalmente por el Padre, y lleno del Espíritu, le conduce a
ponerse en todo momento y con plena confianza en sus manos.
Jesús intuye su misión. Confiesa la cercanía acogedora y bondadosa de Dios para Él
y para l@s demás. Se dispone a encarnarla, vivirla y anunciarla.
El bautismo significa para Jesús ser nombrado y constituido hijo.
Igualmente para nosotr@s. Tú eres hijo e hija, tú eres mesías, tú eres llamad@
como Jesús a sentirte amad@ por Dios y a anunciar a todas las criaturas que son
hijos e hijas libres y que Dios las ama incondicionalmente.
Tú eres hijo amado, hija amada. Eso te dice el cielo sin cesar.
6. Hijo mío, hija mía
que estás en el mundo.
Eres mi gloria
y en ti está mi reino.
Eres mi voluntad y mi querer.
Tu nombre es mi gozo cada día.
Te amo.
Te alzo y sostengo.
Te doy todo lo que es mío
-el pan, los hermanos, el Espíritu-.
Quiero que vivas feliz
y que ayudes a vivir.
Te perdono siempre
y te pido que perdones.
No temas.
Yo te libraré del mal
y de todas sus redes.
Día y noche pienso en ti.
Hijo mío. Hija mía.
Ulibarri, Fl.