El documento discute si los videojuegos hacen que los jugadores sean violentos o imiten comportamientos violentos. Argumenta que no son los videojuegos los que generan esta violencia, sino la sociedad en la que vivimos. Explica que los videojuegos en realidad generan emociones positivas como emoción e interés. La verdadera psicología de los videojuegos se encuentra en las ganas de progresar y resolver dudas a medida que se avanza en el juego, simulando la curiosidad natural que tenemos por saber cómo terminarán las